Aquiescencia

“Estamos en el final de un bloque de competición muy duro, con dos etapas seguidas bastante exigentes, y sinceramente creo que todos los ciclistas que tenían energía la han gastado ya” (Chris Froome)

Me ha decepcionado la actitud de los favoritos en Haza Llanas. Esperaba unas tácticas muy agresivas ya desde Güejar Sierra y en lugar de eso hubo aparente tranquilidad y, a excepción de Stetina, todos los demarrajes pensaban en la etapa. Creo que merecía la pena intentar aislar a Froome, someterle a una situación de estrés que le indujera a fallar como en Formigal o Antequera. La imagen de medio centenar de corredores coronando juntos fue demoledora para mis expectativas.

Puedo comprender por qué sucedió desde el punto de vista táctico: el descenso desde la cima hasta Monachil era demasiado sencillo y proclive para un reagrupamiento. Puedo comprender por qué sucedió desde el punto de vista humano: las declaraciones de Froome retratan a las claras lo exigente que ha sido la segunda semana de Vuelta, con tres finales en alto de entidad, dos jornadas de mal tiempo y sólo Tomares para respirar. Sin embargo, como espectador a veces carezco de empatía y me pienso que el ciclismo real es un videojuego. A estas alturas debería esforzarme por leer las carreras también desde el punto de vista de los ciclistas…

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Capitano

“Fabio seguirá siendo nuestro líder hasta el 31 de diciembre. Estaría feo no dar la oportunidad de luchar por victorias de etapa a Miguel Ángel López, que está muy fuerte… Pero nuestro ‘capitano’ sigue siendo Aru” (Bruno Cenghialta, director de Astana)

Las palabras de Cenghialta son curiosas por dos motivos. El primero: chocan con la realidad percibida cuando Pello Bilbao tiraba, extraordinario en su labor de acercar el grupo de favoritos a cabeza de carrera, mientras Fabio Aru sufría a cola. El sardo partió como líder de su equipo celeste en Nîmes, y dio argumentos favorables para sus opciones en la etapa de Andorra. Desde entonces parece estar declinando. El mal día de David de la Cruz le ha permitido avanzar un puesto en la general provisional; sin embargo, la situación más allá de los números es que no pedalea entre los tres o cinco mejores, sino en ese desagradecido tramo del sexto al décimo. El segundo motivo por el cual las palabras de Cenghialta son curiosas es por la admisión implícita de que Aru dejará Astana al final de esta temporada.

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Zubeldia

“Vayámonos a tomar algo y me sentaré a tu lado, charlaremos, nos haremos amigos. Invítame a un besamanos y probablemente no vaya. Rechazo ejercer de espectador en la vida; prefiero mantenerme ajeno, tranquilo, supongo que encaramado sobre una atalaya de arrogancia absurda. Me propuse huir del bullicio idiota, del rebaño, de las risotadas, y pienso conseguirlo. Elijo no tener miedo de no recibir lo que reciben los demás porque yo quiero un poco más”

Lo bueno de las etapas nulas, con poco que discutir, es que suponen un descanso mental para los que tenemos que contar cada día de Vuelta como si fuera importante. Lo malo es que, aunque lo ocurrido sea irrelevante, seguimos teniendo que rellenar páginas y minutos. Lo peor es que a veces estas jornadas vienen acompañadas de largos traslados que se hacen insufribles. Víctor y yo hemos emprendido una partida con el Melilla en el Football Manager de mi iPad para tener algo que hacer y que hablar en esas largas horas de nada que hacer y nada que hablar.

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Amar

“A lo mejor ahora mismo estoy disfrutando mucho más porque para mí llegar aquí no fue tan fácil como para otros. Llevo un tatuaje que dice “Ama la vida”: intentar vivir cada día de tu vida disfrutándola al máximo. El otro dice “Nunca te rindes”: y eso hago, luchar siempre hasta el final” (Tomasz Marczynski)

Segunda victoria de Tomasz Marczynski, segunda lección de vida. Merece la pena perseguir objetivos, merece la pena sacrificarse, merece la pena ser mejor persona cada día, merece la pena partirse la cara, merece la pena esperar en su puerta, merece la pena sentarse bajo la luna, merece la pena tomarse el último chupito a las seis de la mañana, merece la pena pedalear a la vera de la playa, merece la pena madrugar, merece la pena jugarse la vida. Todo merece la pena siempre y cuando lo amemos, lo deseemos y nos apasione. Todo merece la pena siempre y cuando nos aceptemos y, en lugar de tomarnos demasiado en serio, nos permitamos una canita al aire.

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Llampecs

“[El equipo femenino] Es de las cosas que llevamos un par de años trabajando. Llegará un momento en que nos tocará dar ese paso definitivo. Estamos queriendo conocer el mundillo. Pero bueno: de momento aún no podemos confirmar nada. Cuando llegue el momento ya veremos si se arranca este mismo año o es el próximo” (Eusebio Unzue)

La noticia del nuevo equipo femenino de Movistar Team es una de las mejores posibles para el ciclismo español. En los últimos cinco años ha surgido una generación de corredoras como nunca habíamos tenido en nuestro país gracias a: el proceso global por el cual cada vez más mujeres practican deporte en general y son usuarias de la bicicleta en particular; un buen trabajo de base; un calendario competitivo digno; y la existencia de dos estructuras sólidas, el Lointek de la SD Ugeraga y el Bizkaia de la SC Duranguesa, para ofrecer la oportunidad del alto rendimiento.

No obstante, se necesita un equipo puntero, de vanguardia, que ejerza de cúspide y lleve al ciclismo femenino español a las cotas más altas tanto en términos deportivos como de difusión y profesionalidad. Quicir: ya se trabaja bien en la formación y el desarrollo de talento, y para muestra están las Gutiérrez, Santisteban, Merino, González u Oyarbide que paso a paso están llegando al techo de su potencial. Ahora toca contar su historia al público, y para eso nada mejor que la potencia comunicativa de todo un Movistar Team. Y toca, también, ofrecer unas condiciones laborales que permitan que el ciclismo sea una salida profesional para estas mujeres; y, según me apuntan dos fuentes anónimas y no me desmiente ninguna, esa es la intención de Unzue y compañía a partir de este mismo invierno.

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Burbuja

“Lo he intentado porque no tengo nada que perder y sí mucho por ganar” (Richard Carapaz)

Ha pasado la primera semana de Vuelta a España; parecía larguísima cuando Víctor y yo estábamos estancados en La Jonquera, y ha terminado por resultar muy corta. Es un buen momento para tirar el balance de estas nueve etapas. Primera conclusión: el ciclista de quien más he disfrutado ha sido Antonio Pedrero, ya sabéis por qué, y encima ha terminado 15º en la Cumbre del Sol, clasificado sólo 10 segundos por detrás de Fabio Aru y 2 por delante de Kruijswijk. Una prestación de mucha talla.

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Caníbales

“Aficionados: no os preocupéis. Vamos a disfrutar esta Vuelta y a dar espectáculo. Acabaremos reventados cada etapa” (Toms Skujiņš)

Antes de almorzar, mis compañeros de The Cycling Podcast me han llamado aparte para hacerme partícipe del bombazo del día: Cannondale-Drapac, también conocido como “Slipstream Sports”, “el equipo de Vaughters” o “el Garmin de toda la vida”, había dado libertad a los corredores de su plantilla para que negociaran con otros equipos. Pese a la anunciada renovación de Rigoberto Urán; pese al nuevo socio, Oath; pese a la intensa campaña de publicity desarrollada durante el Tour de Francia… Todos los esfuerzos quedaron inanes cuando, el viernes, la empresa que iba a convertirse en patrocinador principal del equipo decidió dar un paso atrás.

La desaparición de Slipstream me disgustaría. Siempre es malo para el ciclismo que un equipo desaparezca, especialmente a estas alturas en que la planificación de la siguiente temporada está casi completa: ciclistas y técnicos encuentran, de repente, su futuro en el aire; y no hay puestos libres para todos. Personalmente, además, Cannondale-Drapac me cae muy bien por muchos valores y características de los que hace gala y por los excelentes personajes que alberga en su seno, empezando por el mánager Jonathan Vaughters. Tenía ganas, también, de ver en qué se concretaba la colaboración con Oath; si Slipstream se convertiría en una productora de contenidos tal y como están haciendo muchos clubes de fútbol – ya lo hablamos el día de Umerbekov.

Espero y deseo que Cannondale-Drapac encuentre un auspiciador y esté en las carreteras en 2018.

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Chihuahua

“Yo avanzaba por el lado izquierdo de la carretera, sobre un carril de loseta, para evitar los adoquines. De repente se ha acabado, así que me he cambiado inmediatamente al lado derecho para buscar otro carril de loseta… Y es entonces que me ha tirado la moto. No pasa nada: son incidentes de carrera y un poco de mala suerte. Los conductores de las motos son humanos, como nosotros” (Rafael Reis)

Me ha gustado mucho la reacción de Rafael Reis, ciclista de Caja Rural – Seguros RGA, ante mis preguntas sobre su incidente con la moto subiendo al Alto del Castillo de Cuenca. Es cierto que las ha realizado casi un cuarto de hora después de terminar, ya duchado y aliviado del calor de competición; también que, para ponerse frente a mi micrófono, ha saltado una valla con una agilidad impropia de un tío que venía de cinco horas de pedaleo sostenido, confirmando que había resultado ileso del suceso. En todo caso, me han parecido unas declaraciones empáticas y ecuánimes que, además, esquivan la polémica.

Aunque el ciclismo tenga un serio problema con los vehículos que circulan en carrera, no se solucionará creando bandos enfrentados: primero deben entenderse las partes; después tocará sentarse en una mesa con los organismos competentes para encontrar una solución. Mi compañero de The Cycling Podcast, Richard Moore, se hizo eco en el programa de ayer de la idea de eliminar los coches de equipo y dejar sólo vehículos neutros. No me parece una medida ideal ni práctica, pero puede ser un camino que explorar. Lo esencial, a mi juicio, es reducir el número de motos que acompañan al pelotón. Pero es sólo una opinión.

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Coxis

“Estoy muy contento de verme competitivo en esta Vuelta a España. Casi no me lo creo. Hace dos años no me veía corriendo en Movistar Team; imagínate estar aquí delante…” (Antonio Pedrero)

Como sabéis, me encargo de la comunicación del Equipo Lizarte. Es un curro que me requiere mucho tiempo y me aporta muchísimas satisfacciones tanto en lo personal como en lo profesional. Antonio Pedrero se fue del equipo antes de que yo llegara, así que no llegamos a coincidir. No obstante, siento mucha cercanía porque ambos lucimos con orgullo los valores de Lizarte y empatía por su forma de ser: discreto y aparentemente tranquilo, con un punto de inseguridad respecto de unas cualidades notables.

En esta Vuelta a España, Pedrero ha puesto de manifiesto sus capacidades en dos ocasiones: el lunes en La Rabassa, que subió casi completa por delante de un pelotón encabritado; y el jueves en la etapa de la Sierra de Espadán, siendo uno de los cinco últimos supervivientes de la fuga de cuarenta que trajo de cabeza a Sky. Hacen falta piernas y táctica para llegar hasta ese punto. Es cierto que acusó cierta debilidad en el terreno ondulado, la lógica con ese cuerpo de pájaro y ante rivales de categoría; también lo es que se mostró muy solvente cuesta arriba. En meta no se manifestaba feliz, “quisiera que hubiéramos rematado la etapa con Rojas”; sin embargo, no podía esconder la satisfacción de verse destacar en su primera ronda por etapas. Mola ver que se puede disfrutar desde la humildad. No hace falta ser el mejor para ser bueno, y feliz.

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Ahlstrand

“Alexey Lutsenko ha demostrado hoy [por la etapa de Alcossebre] que es muy fuerte: ya desde el principio, entrando en una fuga muy peleada, y después durante la carrera. He debido hacerle mucho hincapié en que estuviera tranquilo porque él tiene un problema: tiende a esforzarse de más, y por eso llega vacío a la disputa de la victoria. Físicamente es un gran ciclista. Tiene una capacidad impresionante… Pero debe creer más en sí mismo. Puede ganar clásicas del norte porque es bueno subiendo, es fuerte rodando, es veloz esprintando… Sólo le falta confianza. Cada año esperamos que pegue un pequeño salto de calidad. El mayor llegará cuando empiece a creer en sus posibilidades” (Alexander Shefer)

Qué lindo es el Alto del Desierto de las Palmas. Ofrece un escenario agradable en una carretera divertida, con aliciente y rampas ideales: suficientemente insidiosas para separar el grano de la paja, pero amables para ofrecer alternativas tácticas. Cada vez que se pasa por él se generan escapadas interesantísimas: competidas, numerosas, y capaces de plantear un duelo al pelotón. Repasando la composición de la fuga de la quinta etapa de la Vuelta a España queda claro que en el Desierto de las Palmas no se escapa cualquiera.

Por eso alegra ver en una ofensiva de esta calidad a un joven como el caudetano Héctor Sáez (Caja Rural). Es cierto que más adelante ha sido el primero en quedarse junto a Michael ‘Miguelito’ Schwarzmann, auténtico personaje de Bora, sprinter de tercera fila con bigote mexicano, mucha gracia y bastante oficio. No obstante, Sáez estaba muy contento en meta e incluso se mostraba optimista de cara a figurar en más escapadas de aquí a final de Vuelta. “Pero no de esas que no van a ninguna parte, sino de las que caminan hasta meta”, decía con algo de sorna y mucha esperanza. Los directores de Caja le consideran un motor apreciable que, limando las redondeces típicas de la bisoñez, estará entre los mejores ciclistas del equipo. Por lo pronto, tiene potencia rodadora e incluso cierto ‘punch’ para finales en cuesta.

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