Karma

Una forma de vanidad que tenemos los creadores (y digo creadores porque los periodistas creamos una perspectiva de la realidad cuando escribimos) es no repetir dos veces el mismo truco. Como si nuestros recursos fueran infinitos, como si tuviéramos un amplio abanico de maneras de contar historias, de hilos que seguir para articular un relato. No obstante, hoy el cuerpo me pide empezar este post con la misma anécdota con que he iniciado mi crónica de El Español:

Dentro de mi colaboración con los colegas de The Cycling Podcast, esta mañana he entrevistado a Jesús Hernández, gregario total de Alberto Contador, y le he preguntado por el mayor rival del pinteño durante su carrera deportiva. «La mala suerte», me ha respondido. Viendo la resolución de la etapa de hoy, sólo puedo darle la razón. Sigue leyendo

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Personajes

Hacer una gran vuelta escribiendo no es ni de lejos lo mismo que hacerla en bicicleta, pero algunas sensaciones son muy similares. Por ejemplo: que después de un día de trabajar un poco más allá del límite, al siguiente sufres uno más flojo. A mí me ha pasado eso hoy: me he encontrado reventado de la cabeza en todo momento. Bastante más de lo habitual.

He sido prácticamente incapaz de hacer nada útil. La salida me la he perdido porque tenía curro que resolver. En la meta he pasado mucho más rato observando, o esperando, que relacionándome y buscando noticias o detalles. En sala de prensa me sentía inoperante. Ha sido un jour sans en toda regla. La Vuelta es así, no la he inventado yo. Sigue leyendo

Noelle-Neumann

«¡Froome! ¡Froome! ¡¡FROOME!!», gritaba un aficionado en la meta de Lugo al oído de Christian Knees mientras se colocaba a su lado con el brazo extendido en posición de selfie. «I’M NOT THE FUCKING FROOME!!», ha sido la reacción del gigantón alemán. Todos los presentes, aficionado incluido, nos hemos reído bastante de la anécdota, explícita de la tensión con que el pelotón ha vivido la etapa.

Porque la etapa ha sido insufrible para los corredores. Ha llovido intensamente durante las dos primeras horas de la etapa, calando; seguido, un rato de nubes que impedía al sol reconfortar un poco a los corredores. El final de etapa ha sido nervioso: la travesía por Lugo era más o menos vistosa, pero los últimos kilómetros eran insidiosos. Particularmente traicionera era una doble curva en el triángulo rojo en la cual Eduard Prades ha caído, partiendo su bici y, por fortuna, nada más. Y luego ha estado #ElBolardo, claro. Sigue leyendo

Zeus

Cuando yo era pequeño leía en los periódicos deportivos referencias a «los mentideros» y me imaginaba bares oscuros con el suelo lleno de servilletas. Luego crecí y figuré bares igual de oscuros, pero bastante más limpios y con muchos guiños de ojos. Ahora que soy viejo me he dado cuenta de que vale cualquier tipo de bar o, mejor aún en esta Edad de las Pantallas, un mero grupo de Whatsapp.

Bajando del parque eólico de San Andrés de Teixidó (acabar en lo alto de un parque eólico se va a convertir en un clásico similar a escalar hasta una estación de esquí), un mentidero se iluminó para informar de la caída de Lluís Mas. Ha sido, sin duda, la peor noticia de la jornada. Ya es una jodienda perderse una Vuelta en la que hubiera tenido opciones francas de victoria de etapa y un Mundial al que podría haber asistido; peor aún será si tiene algún tipo de fractura en la cadera y la lesión trastoca su 2017. Por suerte ya había confirmado su renovación con Caja Rural. Ánimo, Lluís. Sigue leyendo

Planes

Muchas veces uno no sabe cómo ejercer. Partiendo del hecho de que la objetividad es imposible porque cada persona vive los hechos desde una perspectiva distinta y es virtualmente imposible recogerlas todas, hay teorías que hablan del periodista como «fedatario de la realidad» (osease: un notario) y otras que dicen que es preceptivo tomar partido en el relato de los hechos.

Llega un punto en que uno se cansa de escuchar lecciones de deontología y concluye que es mejor seguir lo que le dicte el ánimo. Yo me he alegrado hoy cuando he visto a Rubén Fernández en cabeza del pelotón y he apretado el puño cuando le he visto cruzar la meta. No tengo una relación estrecha con él: el saludo, la conversación ligera y poco más. No obstante, me cae bien. Tiene una sencillez entrañable y hasta cierto punto carismática. Hoy estaba viviendo uno de los días más felices de su vida. Y yo, lo reconozco, me he alegrado por él. Sigue leyendo

Morgan

A lo largo de una gran vuelta hay días mejores y peores, tanto para la carrera como para el periodista. Hoy ha sido un día de competición perro, aburrido, de estos en los que uno busca historias como los enanos de Blancanieves hacían con los diamantes: mina, pico y pala. Y, cuando aciertas, te sientes orgulloso. Después de tantos años observando una realidad, mola sentirse capaz de preverla – aunque sea por casualidad.

Mi caballo para hoy era Michal Schwarzmann, de Bora. Probablemente no le conocierais, y os entiendo porque hasta hace una semana era para mí un nombre más de alemán aleatorio, de estos que nacen, crecen, se reproducen y mueren en equipos de su país, como Artur Gajek, Eric Baumann ó Enrico Poitschke, que por cierto es director de Bora. Sin embargo, cuando salió la alineación del equipo de los extractores me puse a revisar uno por uno a sus ciclistas para encontrarle un sentido y me di cuenta de que Schwarzmann, pese a ser chiquitico, esprintaba. Y lo anoté en la caja negra. Sigue leyendo

«Enhorabuena»

En realidad no escuché a Chris Froome decir «Enhorabuena», pero sí oí cómo José Herrada le respondía «Gracias» mientras mostraba esa sonrisa tonta que deja el triunfo. «¡Les hemos ganado por tres centésimas!», se escuchaba en el bullicioso equipo telefónico segundos antes de que les llegara la información correcta de que Sky había batido a Movistar por medio segundo. Froome se había precipitado.

No obstante, sí quedó vigente una expresión de alegría azul: el palmetazo en la espalda de José Joaquín Rojas a Rubén Fernández. El ‘Escayolas’ ha aguantado la CRE completa con sus compañeros, algo que sin duda será bueno para su confianza. Una gran Vuelta a España sería la mejor forma de enderezar un año rarete.

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