El sábado comienza un Tour de Francia en la línea del año pasado en cuanto a expectación. A pesar de la presencia de un dominador absoluto como Alberto Contador, pocas veces se ha presentado la gran ronda francesa tan abierta. La ausencia de un patrón, de un equipo claramente más fuerte que el resto, hace que la carrera se presuma táctica e imprevisible. Y, en consecuencia, extiende el abanico de corredores con opciones de conseguir una plaza de podio hasta límites insospechados. En Arueda hemos seleccionado a los principales candidatos a un lugar de privilegio y a continuación analizamos sus bazas para alcanzar el éxito en el que hemos venido a llamar ‘El Tour de los Quince’
Alberto Contador El vueltómano número uno del pelotón mundial es, por derecho propio, el gran favorito indiscutible a llegar a los Campos Elíseos vestido de amarillo. Puede ganar tiempo en cualquiera de los terrenos tradicionalmente decisivos: es netamente superior a todos en montaña, mientras que en contrarreloj sólo unos pocos pueden hacerle sombra. Llega, además, en un estado de forma óptimo, sólo un kilogramo por encima de su peso ideal. Además en Dauphiné, a pesar de caer derrotado frente a un Brajkovic que llegaba al cien por cien a la cita, las sensaciones fueron inmejorables. Su único lunar a nivel individual podría ser el pavés, presente en la tercera etapa camino de Arenberg y donde corredores más pesados como Lance Armstrong podrían robarle tiempo. Su talón de Aquiles, sin embargo, no es otro que su equipo, Astaná, más débil de lo deseable y que podría dejarle en la estacada ante una emboscada táctica del resto de escuadras.
Carlos Sastre El ganador de la ‘Grande Boucle’ 2008 es por tradición la segunda baza sólida del ciclismo español para campeonar en París. Un análisis más detenido de la situación, por el contrario, no es tan esperanzador. El abulense lleva un año infame, donde ni las piernas ni la suerte han estado de su lado. Se presentó en el Giro en baja forma y lo acabó en una decepcionante octava posición mermado por las caídas. A su favor juega su talento para la escalada y su raza, condiciones innatas que deberá sacar a relucir en el que podría ser su último Tour de Francia
Samuel Sánchez Campeón olímpico y dos veces podio en la Vuelta, el asturiano se enfrentará por cuarta vez a la gran ronda francesa con la ambición de cuando menos superar el séptimo puesto alcanzado en 2008. El gran problema que deberá subsanar el jefe de filas de Euskaltel es su falta de calidad diferencial en montaña y contrarreloj; su gran ventaja, las muchas etapas que acaban con una ración de su terreno favorito, la bajada.
Luis León Sánchez Es la opción sorpresa del ciclismo nacional. Luis León ha centrado sus miras en el Tour por primera vez en su carrera, en parte impulsado por la circunstancia de la sanción de su coequipier Alejandro Valverde. Hasta dónde puede llegar en la general que él mismo ha definido como su objetivo prioritario es un auténtico misterio, toda vez que nunca ha disputado una ronda de tres semanas con esa intención. Está por ver, en especial, si la potencia de la que hace gala habitualmente se va resintiendo con el paso de los días.
Ivan Basso El italiano llega a la ‘Grande Boucle’ con los deberes hechos tras su portentoso triunfo en la general del Giro de Italia. Pero, sobre todo, viene renacido y deseoso de acabar de una dentellada con todos los prejuicios existentes en torno a él tras su sanción por tentativa de dopaje. El varesino es un escalador de fondo; no le faltará terreno en un Tour que ha distribuido la dureza en el recorrido de las etapas en lugar de concentrarla en la parte final de los parciales con los casi odiosos finales en alto. En su contra puede pesar el Giro que lleva en sus piernas. Pero, sobre todo, cuenta con el aval de tener un equipazo como Liquigas tras de sí, con compañeros como…
Roman Kreuziger Y es que el checo es uno de los grandes candidatos a hacer saltar la banca este Julio. Ha pasado el año relajado, luchando por cotas elevadas apenas en París – Niza (donde fue cuarto) y dando destellos de calidad allá por donde ha pasado. Su clase está fuera de toda duda después de acabar noveno en 2009, con sólo 24 años. Y lo más interesante es que no sabemos cuál habrá sido su evolución este invierno, ya que sus enormes cualidades pueden haberse desarrollado hasta auparle a un lugar en el podio de París…
Bradley Wiggins Si bien en 2009 la presencia del británico en las primeras plazas de la general se antojaba similar a la de un ‘sputnik’, ahora no. Enrolado en la superestructura Sky, Wiggins ha realizado una aproximación sólida a la Grande Boucle, con participaciones discretos aunque dignas en lo más granado del calendario internacional y siempre con el Tour entre ceja y ceja. Quizá el mejor contrarrelojista entre los aspirantes a la general Contador aparte, la gran sorpresa de 2009 ya es un hombre vigilado y tenido en cuenta por el resto de favoritos.
Cadel Evans Una actuación decepcionante en la edición del año pasado de la gran ronda francesa supuso una auténtica catarsis para el corredor australiano, cobarde hasta entonces y corajudo desde el momento en que se vio impotente por no hacer sino seguir la rueda del resto de candidatos a la victoria allá donde fuera. Cadel Evans es ahora un corredor totalmente distinto a la anterior versión de él mismo que vimos acabar entre los diez primeros del Tour en varias ocasiones. Está por ver hasta dónde será capaz de llegar con su nueva actitud y las cualidades de siempre, vestido de arco iris y ayudado por un equipo (BMC) que si diluirá apenas llegue la montaña.
Michael Rogers La otra gran baza ‘aussie’ será este hombre, líder del potentísimo HTC que intentará confirmar con 31 años los que apuntaba con 20: que es un hombre hecho para las rondas de tres semanas. Hasta ahora, su mejor actuación en un Tour fue un anónimo noveno puesto en 2006. Mejorar esto es casi una obsesión para un Rogers que ha realizado una temporada interesante merced a un cambio en sus métodos de preparación que, a juzgar por sus triunfos en las generales de las Vueltas a Andalucía y California, han sido para bien.
Lance Armstrong El texano es uno de los nombres propios de cualquier competición en la que tome parte. Y, en el caso de este Tour 2010, aún más después de anunciar que ésta será su última participación en la gran ronda francesa. Su última vez en una competición con la cual ha desarrollado una sinergia casi nunca vista entre un corredor y una carrera; durante siete años prácticamente vivieron el uno para el otro, algo que dio réditos a ambos. La gran duda es si, a sus 38 años, estará en disposición de luchar por lo máximo o si, por el contrario, será únicamente el mascarón de proa del gigantesco drakkar de RadioShack, que incluye corredores como Levi Leipheimer, Andreas Klöden ó Chris Horner que podría representar una baza táctica valiosísima para RadioShack por sus buenísimas cualidades… o ser incluso capaces de optar a puestos de honor con el permiso o la colaboración del heptacampeón.
Andy Schleck Posiblemente, el luxemburgués sea el enemigo natural de Contador. Tanto para este año como para los próximos. Andy representa la antítesis de Alberto; el asfixiante ritmo que es capaz de imponer en la montaña podría ser la kriptonita de los nerviosos ataques lanzados por el de Pinto. Las cualidades que le llevaron al segundo escalón del podio el año pasado habrán aumentado este invierno como consecuencia lógica de la evolución de un ciclista de apenas 25 años que afronta esta Grande Boucle con un reto estimulante: llevarse el maillot blanco por tercera vez consecutiva y empatar así con el superclase teutón Jan Ullrich, entrando con ello en la historia del Tour de Francia.
Frank Schleck El hermano de Andy es su principal apoyo tanto fuera como dentro de la carretera, donde representa el papel de ‘capitano’ de ruta del potentísimo Saxo Bank junto a dos clásicos como Jens Voigt y Stuart O’Grady. Pero ojo, el mayor de la pareja luxemburguesa no es un convidado de piedra en la lucha por la general, tal y como demostró con el cuarto lugar alcanzado el año pasado. Al contrario, su solidez le podría llevar a una plaza de podio a poco que la carrera se le ponga de cara… o su hermano no requiera de sus servicios.
Denis Menchov Eterno aspirante a la victoria en la Grande Boucle, el dos veces ganador de la Vuelta a España y una del Giro de Italia posiblemente se encuentre ante su última buena ocasión de consumar una victoria en la gran ronda francesa donde su cota máxima es, hasta ahora, un cuarto lugar en 2008. A sus 32 años llega en un momento de máxima madurez, habiendo realizado un calendario liviano para llegar en plenitud de condiciones a un Tour de Francia que es objetivo prioritario para su equipo, Rabobank, toda vez que su salida está sita en la ciudad holandesa de Rotterdam.
Robert Gesink Aunque, si de ciclismo holandés hablamos, el adalid número uno es este corredor. Gesink se enfrenta por segunda vez a la gran ronda francesa después de la mala experiencia del año pasado, donde tuvo que retirarse a las primeras de cambio por una caída. Escalador de campanillas como demostró con su sexto puesto en la Vuelta a España 2009, el gran aval del corredor de Rabo es una portentosa exhibición en la etapa reina de la Vuelta a Suiza, donde se impuso de manera imperial. Sus hándicap son la inexperiencia, debilidad en la lucha contra el crono y tener tras de sí un equipo que funciona más como una suma de individuos que como un conjunto de verdad.
Jurgen Van der Broeck El belga es nuestra última gran apuesta para destacar en la general de este Tour de Francia. El año pasado se pasó casi toda la carrera escapado por delante del pelotón, haciendo la guerra por su cuenta toda vez que su líder Cadel Evans había naufragado. Ahora el líder es él; y, como tal, planteará una carrera seria, haciendo valer su fortaleza contrarreloj para llegar lo más lejos posible en la clasificación final. Cuenta con el equipo Omega Pharma a su servicio, y especialmente con un Dani Moreno que debutará en la gran ronda francesa con ganas de comerse el mundo.
Fuera de este grupo de grandes favoritos nos hemos dejado al líder de Garmin Christian Vandevelde, ciclista sólido donde los haya pero algo débil para optar al podio de París, y a un Damiano Cunego (Lampre) que luchando por triunfos parciales podría encontrarse de sopetón con un puesto de privilegio en la general. También habrá en la salida de Rotterdam jóvenes de gran caché y mayores expectativas como Edvald Boasson Hagen (Sky), Jakob Fuglsang (Saxo Bank), Tony Martin (HTC) ó Rui Costa (Caisse d’Épargne), cuyas opciones individuales estarán sometidas a los designios de los líderes de sus respectivos equipos.