La historia de los puntos de Mehdi Sohrabi

Ha sido el gran nombre de las últimas horas en el mundo del ciclista. Mehdi Sohrabi ha sido la clave para la entrada de Lotto en el UCI World Tour 2012. También iba a serlo para AG2R, y para Geox-TMC. Pero, ¿cuál es la valía del iraní, aquello que le convierte en la llave del World Tour?
La respuesta son los puntos del Ránking de Mérito, una clasificación de criterios privados generada por la UCI de la cual los quince primeros equipos consiguen un pasaporte directo al UCI WorldTour. Mehdi Sohrabi (1981, Zanjan – Irán – a veces llamado ‘Mahdi’) tiene muchos puntos para esta clasificación; 78, para ser exactos. Un verdadero capital teniendo en cuenta que entre la duodécima y la decimosexta posición del ránking (la primera sin acceso directo al WorldTour) apenas hay 50. Una ojeada al palmarés de este iraní revela dos temporadas consecutivas (2010, 2011) siendo primero en el UCI Asia Tour y un rosario de victorias, 19 en los últimos dos años, en carreras de nivel ínfimo en las cuales saca provecho de su buena capacidad para la escalada y un talento para el llano que le permiten disputar esprints con cierta solvencia.
Sohrabi consiguió muchos pocos para formar un mucho. Este hecho no pasó inadvertido para aquellos aspirantes a integrar la primera división del ciclismo mundial en 2012 con necesidad de puntos para situarse entre los quince primeros del Ránking de Mérito.
Geox golpeó primero. Tal y como reveló François Legarré en Biciciclismo a principios de octubre, la escuadra capitaneada por Mauro Gianetti llegó a un acuerdo con Sohrabi y Ghader Mizbani, compatriota y coequipier en Tabriz Petrochimical Team, en agosto. Sus contratos significaban medio WorldTour, el empujoncito necesitado por la escuadra para entrar en la máxima categoría del ciclismo, y se evaporaron cuando el problema de los avales dejó a Geox fuera de la primera inscripción de la UCI por la norma que deja sin validez los contratos enviados para la inscripción en la UCI si ésta falla. Se trata de una disposición destinada a dar margen de maniobra a los corredores para evitar que estos se queden en la estacada si su escuadra no tiene solvencia económica o administrativa.
La circunstancia fue aprovechada por AG2R para aproximarse a Sohrabi con una oferta muy generosa. Sucedió durante los Campeonatos del Mundo, tal y como publicó en aquella fecha de nuevo François Legarré. Arturas Kasputis, director deportivo de un equipo francés que se describió como “desesperado por los puntos”, supo por ‘vox populi’ que Geox iba a fallar en la primera inscripción y podía firmar a un Sohrabi que vale su peso en puntos. Puso dinero sobre la mesa y Sohrabi aceptó el trato, pero sin firmarlo por cuanto su contrato con Geox no se había extinguido aún.
Fue entonces cuando Lotto entró en escena. La escuadra de Marc Sergeant, escisión del Omega Pharma – Lotto de Philippe Gilbert, necesitaba puntos para garantizar que su plantilla con André Greipel y Jurgen Van der Broeck iba a estar encuadrado en la categoría reina en 2012. Su principal línea para esto fue Óscar Freire, un corredor valioso en puntos y cuyo nivel deportivo está fuera de toda duda; sin embargo, las negociaciones no avanzaban como era deseable y Sergeant optó por el pájaro en mano. Hizo una propuesta a Sohrabi, se llevó su firma, se llevó sus puntos y se llevó una licencia WorldTour.
Si Mehdi Sohrabi hubiera firmado por AG2R, hubiera sido el conjunto francés el que hubiera entrado (holgadamente) entre los quince primeros del Ránking de Mérito y, con ello, en el World Tour; Lotto hubiera tenido que ir a la Comisión de Licencias y jugarse ahí la primera división frente a otros cuatro equipos. El iraní, con una valía aún por demostrar en Europa, fue el factor esencial para dirimir quién entraba en la máxima categoría. Cabe debatir ahora si es adecuado un sistema en el cual marca la diferencia la presencia de Mehdi Sohrabi, y no la valía de Greipel, Van der Broeck, Roche ó Gadret.
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La resolución del ‘caso Contador’, en diciembre

El Tribunal de Arbitraje Deportivo ha anunciado hoy a través de su página web el aplazamiento de la audiencia sobre el ‘caso Contador’ que iba a tener lugar en los próximos días 1, 2 y 3 de agosto. En él, las dos partes enfrentadas en este proceso, personadas en Alberto Contador y la Real Federación Española de Ciclismo (RFEC) por un lado y por la Unión Ciclista Internacional (UCI) y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) por otro, iban a exponer sus argumentos sobre una posible sanción por dopaje durante el Tour 2010 al ciclista madrileño al jurado del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), que dispondría a partir de entonces de entre uno y dos meses para emitir un dictamen condenatorio o absolutorio para Contador en base a una mezcla de interpretación legal y sentido común que suele desembocar en resoluciones habitualmente ‘sui géneris’.
El retraso de la fecha de esta audiencia se produce a petición de las partes implicadas, que al igual que hicieron en junio han acordado solicitar un nuevo intercambio de alegaciones por escrito. Con esto los implicados en el proceso se procuran el conocimiento de cuando menos una parte de los argumentos de su contrario, encontrando así nuevos razonamientos en los dossieres ajenos y obteniendo tiempo para contrarrestarlos dado que la audiencia ante el TAS se pospone automáticamente dos meses más.
A partir de ahora viene, a falta de información sólida, especulación pura y dura por mi parte. Este nuevo retraso podría ser un paso más hacia el empate técnico entre ambas partes en el juicio ante el TAS; ambas tendrán perfectos argumentos y respuestas para estos, lo cual provocaría que el dictamen final dependiera de valoraciones minuciosas o incluso subjetivas. Estos dos meses ‘extra’ supondrán también tiempo disponible para que quienes defienden la inocencia de Contador y quienes propugnan su culpabilidad lleguen incluso a consensuar una salida para esta kafkiana situación.
Ambas partes parecen dispuestas a llevar el caso hasta el final. Contador quería defenderse en primera persona, no tenía “nada que esconder” según contó su hermano Fran en El País; Pat McQuaid, por su parte, se descolgó con unas declaraciones beligerantes al comentarista inglés Ned Boulting en las cuales afirmaba no creerse “la historia de la carne”. Sin embargo, tampoco se antoja que tengan prisa por ello vistos los dos retrasos, incluyendo el precedente desde junio a agosto, que lleva la audiencia ante el TAS.
Este retraso pospondrá a su vez el dictamen, que podría haber tenido lugar en septiembre (coincidiendo con la Vuelta) o a lo sumo en octubre, no se dará cuando menos hasta diciembre. Con ello, el positivo por clembuterol de Alberto Contador podría tardar hasta año y medio en traducirse en una sanción o una absolución, insólitas ambas por su naturaleza y su dificultoso alumbramiento.

Mirando el ránking de mérito

Este es el Ránking de Mérito, en base al cual la UCI definirá las dieciocho escuadras World Tour del próximo año. Los quince primeros clasificados tienen asegurada la condición de ProTeam, y con ello la participación en las mejores carreras ciclistas del mundo; los situados entre el 16º y el 20º puesto se juegan las tres plazas restantes ante una comisión independiente de la UCI.
El quid de la cuestión es que el baremo del cual se extrae este ránking es «secreto». Ha sido filtrado públicamente en alguna ocasión, y en privado muchísimas más. Con esos datos y las clasificaciones de CQ he calculado esta versión del ránking, aproximada por cuanto difícilmente podrá llegar a ser exacta dado que no existe una información oficial y publicada del mismo.
Os apunto algunas reflexiones que me ha dejado latentes el proceso de articular este ránking:
· El sistema de puntuación es obviamente subjetivo, por cuanto las victorias son tomadas en cuenta individualmente y no así los puestos de podio. Además, por obra y gracia del sistema de categorización de las carreras hay algunos sinsentidos deportivos como que se suman más puntos por dos victorias de etapa en la Vuelta al Lago Qinghai que por la victoria en la general de la Vuelta a Castilla y León…
· Sin embargo, la manera de tomar en cuenta los puestos de honor (únicamente a través de la posición obtenida en los distintos ránking World Tour y continentales) me parece muy adecuada. Es una forma de no recompensar directamente esas actuaciones conservadoras que tan de moda están en el ciclismo actual.
· Los únicos puntos que no van adosados a los corredores sino a las estructuras son aquellos conseguidos a través de las clasificaciones por equipos de las carreras World Tour y .HC. Para dar una idea de la importancia de estos, la formación que más puntos lleva gracias a esto es RadioShack con 166 de los 844 puntos acreditados. Un porcentaje ínfimo, apenas una tercera parte de lo necesario para mantenerse en la Primera División… que es aún menor en el caso del resto de escuadras… Es injusto para con los gregarios que sea el líder quien se lleve todos los puntos correspondientes a los logros consigo.
· Al hilo de lo anterior, es imprescindible señalar que esta clasificación cambiará completamente con el mercado de fichajes. HTC y Omega Pharma bajarán su puntaje, BMC lo inflará, GreenEdge irrumpirá con fuerza… En definitiva, esta versión del ránking con las plantillas de 2011 apenas tendrá significación al final del año más allá de indicar cuál ha sido la prestación real de las distintas formaciones durante el año.
· … Y, obviamente, aún están sin sumar carreras importantísimas aún por disputar como Tour, Vuelta, Mundiales …

Tres días de infierno tras el nombre del Crostis

En el Giro de este año se está respirando azufre. La gran ronda italiana ha vivido hasta ahora más polémica que deporte, rodeada de controversias surgidas de las lacras habituales, la circunstancia incontrolable del estallido del Etna y un nuevo foco de debate público, nacido a raíz de la trágica muerte de Weylandt, en torno al papel de las rutas planteadas por los organizadores con respecto de la seguridad de los corredores. La discusión en torno a la conveniencia de la presencia de ‘sterrato’ en la ruta fagocitó el corriente espectáculo ofrecido en aquella etapa por los ciclistas, verdaderos protagonistas de este deporte que deberían ser también la verdadera noticia.
La realidad, por desgracia, no suele respetar al deseo y tampoco corresponder con la lógica. Así, las horas previas al inicio del tríptico de terroríficas etapas montañosas que definirán el Giro no están generando discusión sobre las posibles tácticas, debilidades y fortalezas de los favoritos sino en torno a la peligrosidad del Monte Crostis, terrible puerto a ascender en la etapa del sábado como prolegómeno del Zoncolan, tras cuya cima se recorrerán varios kilómetros de ‘sterrato’ antes de afrontarse un descenso empinado, de carretera estrecha, y protegido con redes en sus tramos más complicados para evitar la posibilidad de que un miembro de la caravana del Giro trace mal y se despeñe. Un debate, en esencia, estéril: los ciclistas subirán y bajarán el Crostis por mera voluntad del organizador. Y sólo una vez los esforzados de la ruta hayan completado su bajada sabremos cuán peligrosa es. Quien monta habitualmente, en carretera y en montaña, sabe que hay rutas en apariencia impracticables y hostiles que se tornan asequibles y dóciles cuando se cabalga sobre la bicicleta… Así que hablemos de deporte.
La ración de montaña planteada por los hombres de RCS para este fin de semana es demencial. El mismo Contador tuiteó un elocuente “el viernes empieza el infierno” que resulta sumamente definitorio. Los focos se los lleva inevitablemente la etapa del sábado, contenedora del citado Crostis (14km con una pendiente siempre en progresión hasta acumular el 10 % de media) y el ya conocido Zoncolan (10km al 12% con puntas del 22%). La expetación inmediata la acapara el Grossglockner, plato fuerte de la etapa de mañana viernes. Carretera buena, turística, y empinada hasta a falta de siete kilómetros de meta, cuando acontecerá un descansillo y la subida volverá pero sin ser la misma. El coloso austríaco será duro, pero también es cierto que esta despuntado: para que su pico no arrebate el título de Cima Coppi al Giau superándolo en altitud se prescindirá de dos durísimos kilómetros finales, e incluso a un sugerente trayecto por adoquines sitos en la cima en la búsqueda del más difícil todavía.
A pesar de las crueldades dispuestas viernes y sábado, la verdadera etapa reina llegará el domingo. Serán 229 kilómetros de exigencia máxima, con el Piancavallo abriendo boca y hostilidades cuando apenas se lleve cubierta una décima parte de la etapa; luego vendrán algo más de cien incómodos kilómetros con la Forcella Cibiana colocada a medias para castigar aún más las piernas de los corredores antes del dantesco ‘rush’ final con el eterno Giau, la posterior subida sin apenas tregua tras el descenso a la mítica Marmolada (Passo di Fedaia). Después aún restará una última ascensión al Refugio Gardeccia, un golpe de gracia de seis kilómetros que incluyen dos tramos de algo más de medio kilómetro por encima del 12% al inicio y al final. Es la jornada más temida por los corredores, más incluso que el Zoncolan: piensan que la enorme acumulación de esfuerzos pasará factura.
Los corredores. Ellos deberán ser los protagonistas una vez se esfumen las controversias evanescentes que llevan días distrayéndonos de su labor. Tendrán terreno de sobra para dirimir sus diferencias y dejar claras cuáles son sus verdaderas opciones y ambiciones. Alberto Contador, ‘rosa’ a su pesar después de tres etapas donde para descargar de trabajo a sus coequipiers ha intentado perder el liderato sin éxito, parte como rival a batir. Su exhibición en el Etna dejó sin argumentos a detractores y críticos y puede haber dado lugar a una nueva carrera por el segundo puesto que en esta ocasión tiene más sentido que en otras ocasiones habida cuenta de que una sanción al pinteño en junio dejaría sin efecto sus resultados en mayo y, por ello, auparía a quien ocupe el segundo cajón del podio de Milán al estatus de ganador sin gloria.
Mezquindades aparte, Contador tendrá frente a sí rivales de muy diversos palos y capaces de darle su propia medicina. El principal, por combatividad y consistencia, es Michele Scarponi; junto a él, ‘lo Squalo’ Vincenzo Nibali, puro talento para los muchos descensos comprometidos que se afrontarán este fin de semana. Estarán también Kreuziger, con equipo de sobra y potencia aplicable en subidas que no superen el 7% (como el final del Grossglockner), y un Denis Menchov cuya fotaleza radica en aguantar cerca subiendo para rematar en la contrarreloj de Milán. También estará la terna de escaladores explosivos conformada por el discreto vasco Igor Antón,‘Purito’ Rodríguez y José Rujano, el hombre que mejor ha aguantado los demarrajes de Contador en este Giro y capaz de postularse como la auténtica bomba de esta edición de la carrera.
Nombres, hombres y terreno de sobra para enterrar las polémicas. Aunque nos distraigan las polémicas, fácilmente resumibles en el paradigma Crostis, hay en este Giro mucho más allá. Y en este fin de semana, si la realidad no decide quitar la lógica a las previsiones como casi siempre, la temperatura irá subiendo en el infierno dolomítico donde Contador, Scarponi, Nibali y compañía se jugarán su pasaporte al ‘rosa’.

Sobre la carta abierta de Pat McQuaid y el ocaso de la UCI

Pat McQuaid se ha ganado a pulso que se mire con sorna cualquier cosa proveniente de su despacho. Su larga historia de desmanes, golpes de timón y declaraciones improcedentes le ha granjeado una imagen de impresentable entre quienes observamos con miedo los bandazos de la UCI. Mi percepción sobre el actual presidente de la UCI se resumía en la foto que aparece debajo y el pie que le puso inrng: “The left or right foot?”. De risa.

Por ello, cuando he visto en Biciclismo una ‘Carta abierta de Pat McQuaid a los corredores’ se me ha dibujado una sonrisa en el rostro. He empezado a leerla buscando el primer desvarío del irlandés y, progresivamente, el ánimo socarrón se ha tornado en reflexivo. Hacia mitad de la carta había leído unos cuantos argumentos en favor de la polémica decisión de suprimir los pinganillos cuya trascendencia era enorme dado el cargo ostentado por quien los emitía. También se revelaban públicamente detalles hasta ahora oscurecidos sobre la toma de la decisión. El texto era expositivo y hasta convincente.
Entonces llegué a los párrafos en los cuales McQuaid acusaba a los corredores de consentir el dopaje. Y también a aquellos donde de alguna manera les incitaba la rebelión contra sus superiores. Ridículo. Si Pat fuera un adiestrador de perros, su método consistiría en pegar a las mascotas y después incitarlos a morder a sus dueños. El resultado de ello sería, probablemente, que los canes lo intentarían destrozar a mordiscos. Y en este caso, francamente, no me sorprendería que sucediera algo análogo con los corredores y la UCI. McQuaid perdía una vez más una batalla de poder en el campo de la comunicación…
Sin embargo, el punto más interesante estaba aún por llegar. En su carta, Pat McQuaid da por primera vez pábulo público a los rumores que señalaban un posible cisma dentro del ciclismo mundial a través de la escisión de algunos equipos, que se sienten ninguneados por la Federación y legítimos dueños de una parte importante del trozo de pastel económico que ésta se lleva, para crear una nueva liga ciclista paralela. Johan Bruyneel, con periódicos tuits en este sentido, es uno de los principales instigadores. Los combativos miembros de la AIGCP, con Jonathan Vaughters a la cabeza, podrían estar detrás también del ‘World Cycling Tour’ mentado por McQuaid. Claro que ese ‘WCT’ sin carreras no sería nada. Ayer Vaughters tomó café con Angelo Zomegnan, cabeza de RCS. ¿Especulamos?
¿Perderá la UCI de McQuaid el mando del ciclismo mundial? No sería descartable. En muchos deportes poderosos económicamente mandan los equipos por encima de las federaciones, que sobreviven como legisladoras ocasionales y renuncian a gran parte de su poder para sobrevivir y seguir sacando tajada económica del ‘circo’ donde antes eran promotores. En España podemos observar el caso del fútbol (donde es la LFP, y no la RFEF, quien organiza y gestiona la Liga) o el baloncesto (ACB), y algo similar se pude extrapolar a competiciones anglosajonas importantísimas a nivel mundial como la Premier League o las cuatro grandes Ligas americanas. Creo que, con el traspaso de poderes a los equipos, el ciclismo daría un paso natural. La duda es, conociendo cómo se ha regido hasta ahora nuestro deporte, si esto será a la larga positivo o negativo.

El niño del taladro

En plenos primeros compases competitivos de la temporada 2011, el TAS nos ha recordado hoy la miserable existencia del dopaje emitiendo su veredicto respecto de un oscuro caso que llevaba dormido desde noviembre de 2010. La imputación a Franco Pellizotti de una manipulación sanguínea al encontrársele valores anormales en su pasaporte biológico había sido desechada por el CONI, habitualmente riguroso en asuntos de dopaje, y llegó al tribunal suizo impulsado por una UCI que temía ver definitivamente desacreditado su programa estrella para la lucha contra la ponzoña de nuestro deporte.
El recurso llegó a Suiza en noviembre de 2010, fue visto durante cinco meses y venció hoy 8 de marzo de 2011, diez meses después de que las sospechas se hicieran públicas (mayo de 2010) y unos veintiuno más tarde de que éstas comenzaran a albergarse (junio de 2009). La lentitud de los plazos ha sido exasperante y perjudicó al ‘delfín de Bibione’, que aun habiendo resultado absuelto ya hubiese perdido prácticamente una temporada de su vida deportiva. Con la sanción recibida, serán dos y gracias a que el conteo inicia con el anuncio oficial y no desde el dictamen. Y, además, con anulación de todo lo conseguido desde mayo de 2009, un mes antes de que se sospechara de él.
Este proceso resulta ejemplar por varios motivos. Primero porque resalta la lentitud de los procesos antidopaje; y después porque deja claro que las sanciones no siguen un protocolo estricto (¿por qué quitar a Franco su podio en el Giro 2009?), sino que van definiéndose en función de conveniencias puntuales.
Sabiendo esta última condición, dejar a la UCI con el pasaporte biológico como instrumento sancionador es como darle a un niño un taladro para que juegue: peligroso e incontrolable. Una vez legitimado su método, a la UCI le bastará de ahora en adelante con enjuiciar valores sanguíneos sin posibilidad de contraste público y suspender a quien sea preceptivo o a quien interese, que sea sancionado o no ya habrá sido perjudicado por los desmanes de la Federación. El TAS le ha regalado a la gente de Aigle una vía para ejercer su poder de forma despótica y casi inapelable, un peligro cuando quien detenta actúa con sus propias normas y encima las vulnera cuando le apetece.
Qué miedo tiene que estar pasando Contador pensando en que su caso pueda dar otro bandazo hacia el TAS. Qué miedo da un niño con un taladro en las manos. Qué miedo da la UCI.

"Lamentamos el fichaje de Ricco’"

En una estación movida dentro del mundillo ciclista en general, el ojo de uno de los muchos huracanes de polémica desarrollados en los primeros compases de esta temporada se centró en el conjunto Vacansoleil. Los dos líderes incorporados por la formación holandesa de cara a las grandes vueltas, Riccardo Ricco’ y Ezequiel Mosquera, se vieron envueltos en sendos escándalos relacionados con el dopaje. El italiano se practicó un bricolaje sanguíneo que estuvo a punto de llevarle a la tumba. El gallego dio fue testado positivo en un control antidopaje en un resultado aún sin juzgar, siendo por ello apartado de su equipo a los pocos días de conocerse la absolución de Alberto Contador.
Para hablar de estos temas entrevistamos al director deportivo del conjunto neerlandés, Michel Cornelisse (1965, Amsterdam), quien también nos puso de manifiesto otras características del equipo mucho más honrosas que la polémica que lo envuelve. La combatividad, el arrojo y el atrevimiento propios de Vacansoleil son factores que les hacen ser uno de los conjuntos más populares y valorados del pelotón mundial.

Antes de pasar a la transcripción de la entrevista propiamente dicha, conviene reflejar que no hubo en la conversación de la cual emana este texto ningún asomo de tensión. Al contrario, Cornelisse se mostró abierto, dialogante y reflexivo, lo cual es de valorar cuando se tratan en público asuntos tan delicados tanto para su presente como para su futuro.
Vuestro primer año como ProTeam no está siendo ni mucho menos tranquilo…
Sí, hemos tenido un montón de problemas, pero no nos queda sino mirar hacia delante y no pensar más en lo sucedido.
En España existe mucha preocupación con la suspensión de Ezequiel Mosquera y…
Nosotros también estamos preocupados. Ahora mismo sólo nos queda esperar a la decisión de la UCI. No puedo decir nada más allá de eso.
¿No creéis que, suspendiendo a Mosquera, lo estáis señalando como culpable? ¿No hubiera sido mejor mantenerlo activo y compitiendo?
[Duda] Es un asunto muy difícil que concierne más bien al mánager del equipo. Nosotros sólo estamos esperando la decisión de la UCI; cuando la tomen, sabremos qué hacer. Pero ya se sabe, la UCI es muy lenta…
¿Ha habido presiones externas detrás de la suspensión de Ezequiel?
No lo sé. Te repito que este asunto es responsabilidad del mánager; yo sólo soy director deportivo. Pero sí que es la primera vez que oigo eso o algo parecido, así que no creo que sea cierto.
Respecto de Riccardo Ricco’ se ha hablado y escrito mucho, y además el equipo ya ha tomado medidas despidiéndole. Sin embargo, queda una pregunta por responder: ¿os arrepentís de haberle incorporado a Vacansoleil?
[Duda] Ahora sí, por supuesto; pero al principio estábamos muy contentos con él. Todo el mundo debe tener una segunda oportunidad, y él no era una excepción. Basso y muchos otros la han tenido y la han aprovechado; él la recibió de Vacansoleil y la ha malogrado… Así que sólo podemos lamentar su fichaje.
Ciertamente, todo el mundo debe tener una segunda oportunidad. Y Ricco’ parecía estar usándola apropiadamente…
Sí, de hecho a finales del año pasado lo hizo genial: ganó una carrera, consiguió buenos puestos… Estábamos contentos con él y yo creía que él estaba contento con nosotros, pero ha pasado lo que ha pasado.
Una vez Ricco’ está fuera del equipo y de ser sancionado Mosquera, ¿cuál será el plan de Vacansoleil de cara a las grandes vueltas?
Nuestro plan será el de siempre: atacar. Además tenemos buenos corredores, como Matteo Carrara o Johnny Hoogerland, capaces de dar la sorpresa y colarse entre los mejores de la general.
En esta temporada de clásicas contáis con Bjorn Leukemans y Stijn Devolder como líderes del equipo. ¿Creéis que podrán conseguir alguna victoria de calado?
Sí… Además tenemos otras posibles sorpresas como Lieuwe Werstra, o Matteo Carrara para las Ardenas, por lo que considero que sí tenemos opciones de llevarnos el triunfo en alguna gran clásica.
¿Qué resultados debe conseguir Vacansoleil para considerar que su temporada ha sido buena?
Eso es algo difícil de especificar. Podría decir que veinte victorias arrojarían un buen balance, pero una victoria en Flandes o Roubaix podría superar el prestigio de esas veinte victorias si éstas vinieran en carreras de poco nivel. Creo que lo mejor que nos puede suceder es ser combativos, seguir siendo un ejemplo de ciclismo ofensivo… En general, si todos los corredores dan lo mejor de sí mismos podremos estar satisfechos.

Las claves finales del ‘caso Contador’ (y II): lo jurídico

Artículo escrito para ser publicado mañana en Arueda.com como continuación de éste otro
Tres días lleva ya Contador tomando parte en la Vuelta al Algarve lusa, intentando mantenerse ajeno al terremoto desatado por la inesperada resolución absolutoria de su caso o quizá trasladando el epicentro del mismo. Si bien ayer desgranamos cuáles han sido los puntos más importantes en la parte final de su proceso por dopaje durante el pasado Tour de Francia desde el punto de vista mediático, hoy toca hablar de la parte jurídica, de las diversas normas y leyes que han influido en que la resolución del Comité de Competición que instruía su caso sea la más favorable posible para sus intereses: absolución.
Partimos del hecho de que, a la hora de proceder al juicio y la sanción de un asunto de dopaje en España, existen varias leyes que se solapan, entran en conflicto y aportan complejidad al proceso: la Constitución Española, la Ley del Dopaje y el Código Mundial Antidopaje promulgado por la AMA. De entrada, en el caso de Contador (y en el de cualquier ciclista profesional español) encontramos que, por los compromisos firmados a la hora de hacerse de la licencia para competir, prevalece el Código Mundial, quedando fuera de foco la Ley del Dopaje y vigente la Constitución únicamente para garantías de forma pero no de fondo. Esto quiere decir, por ejemplo, que la presunción de inocencia establecida por la Carta Magna queda ilegitimada por el Principio de Reponsabilidad Objetiva. Mientras, por otra parte, el derecho del acusado a ser informado sobre su proceso debe prevalecer sobre cualquier otra disposición del Código Mundial Antidopaje…
Antes de ir con ese punto hay que explicar con un término relativamente desconocido y cuyo peso en la decisión del Comité de Competición ha sido enorme: el Equilibrio de Probabilidades. Este concepto significa, básicamente, que en todo proceso sancionador de dopaje es necesario determinar la acción que provocó el positivo mediante el planteamiento de distintas hipótesis y la elección como verdadera de una, la más probable, en base a la cual se juzgará el caso. En el proceso de Contador, la UCI facilitó al Comité de Competición y al propio Contador una lista con cinco puntos o posibilidades: autotransfusión, microdosis, contaminación de un suplemento alimenticio, contaminación de un alimento y “…”.
Este último punto, “…”, sentó malestar en el Comité: ¿qué hipótesis era aquella escondida tras los puntos suspensivos? Se interpretó, seguramente con acierto, que “…” expresaba la posibilidad de una o más hipótesis no especificadas, como la que circula en diversos foros y blogs de que el clembuterol provenía de la ingesta de Actovegyn, un medicamento prohibido fabricado a partir de plasma de ternera. Sin embargo, al no ser esta hipótesis concreta sino etérea, Contador no puede contar con ella a la hora de alegar ni el Comité para juzgar. Así, y en base a lo mencionado anteriormente y establecido en la Constitución, si la UCI intentara alegar una hipótesis fuera de la cuatro formuladas el proceso podría quedar invalidado.
Volviendo al Equilibrio de Probabilidades, el “cálculo” fue llevado a cabo por expertos contratados por Contador y refrendado por otros de la AEA toda vez que UCI y AMA declinaron tomar parte en dicho proceso. El resultado fue que la contaminación alimentaria fue establecida como manera de la cual llegó al cuerpo de Contador el clembuterol.
A partir de ahí, para poder acogerse al famoso artículo 296 y salir indemne del proceso sancionador, la defensa del madrileño sólo tenía que demostrar la ausencia de falta o negligencia significativa en los actos de éste. El primer hecho en el cual se apoyaron Andy Ramos, abogado de Contador, y su equipo fue el hecho de que la granja de la cual provenía la vaca cuya carne compró López Cerrón, cocinó Paco Olalla e ingirió Alberto fue sancionada en el año 2000 por administrar clembuterol a su ganado, un precedente sin duda importante.
El segundo, el diferencial con los casos del tenista de mesa Otcharov y el ciclista italiano Alessandro Colo’, es la prohibición del uso del clembuterol para engordar al ganado vigente en la Unión Europea. En el caso de Colo’ (sancionado con un año) la carne era mexicana y en el de Otcharov (absuelto y citado varias veces en la resolución definitiva del ‘caso Contador’) era china: es decir, procedente de países donde la sustancia de marras sí es permitida. Esto proporciona mayor fundamento a la solicitud de aplicación del artículo 296 realizada por Contador, que no tenía por qué pensar que fuera a estar contaminada con un producto prohibido una carne sometida en teoría a controles sanitarios… Si bien la propia defensa de Contador argumentó que controlar al 0’25% de las cabezas de ganado sacrificadas no es suficiente para garantizar la salud pública.
Estas son algunas de las claves “tapadas” a la luz pública y accesibles gracias a la documentación del ‘caso Contador’ filtrada por El Mundo. Ahora habrá que esperar un mes para saber si la UCI apelará al TAS, y tres semanas más para averiguar si la AMA hará lo propio. En caso de suceder esto, el proceso se alargaría y podría acabar como dijimos hace unas semanas en pleno Tour de Francia. En caso de no realizar acción alguna uno de estos organismos internacionales, el ‘caso Contador’ estará cerrado y el pinteño seguirá compitiendo con pleno derecho e inocencia reconocida. Sin embargo, deberá convivir para siempre con miradas de reojo y la sombra de la sospecha que por desgracia aparece demasiado a menudo en el ciclismo.

Las claves finales del ‘caso Contador’ (I): lo mediático

Alberto Contador volvió ayer a la competición, como cada año, en la Vuelta al Algarve. Rodeado de expectación, de periodistas viajados de improviso y, sobre todo, de un halo quimérico. El madrileño ha derrotado, al menos por el momento, al sistema antidopaje mundial y al poder de Unión Ciclista Internacional y Agencia Mundial Antidopaje, organismos empeñados en hacer valer una parte de su normativa a costa de obviar otra. Apenas un artículo mínimo, el 296, ha servido al equipo legal de Contador para derrumbar el laxo y hasta cierto punto obsoleto Código propugnado por la AMA.
El lunes se conoció de manera oficiosa la noticia de que el Comité de Competición de la RFEC, inclinado en principio por imponer al ganador de tres Tour de Francia un año de suspensión, iba a dejar sin sanción alguna al madrileño. La absolución fue acogida con alivio por Contador y su entorno, con alegría por los aficionados simpatizantes con su causa, con frialdad por los escépticos que nos echábamos las manos a la cabeza cuando el pinteño acudía a los platós de televisión menos reputados para someterse al “polígrafo ocular” de personajes como el inenarrable Miguel Ángel Revilla y con auténtica indignación allende de nuestras fronteras.
El porqué de la frialdad y la indignación de algunos es fácilmente comprensible viendo la deriva mediática y pública tomada por el caso en los últimos tiempos. En los últimos compases del proceso, la información privilegiada y las filtraciones  han pasado del Grupo PRISA a Unidad Editorial, de El País a El Mundo, de As a Marca. Y lo cierto es que esto ha generado un cambio absoluto en el tratamiento de las informaciones, alejado de la sobriedad y el ojo crítico respecto del pinteño (a veces excesivo) con el cual llevó el tema PRISA.
Un ejemplo de esto es la entrevista de Pedro J. Ramírez (cabeza visible de Unidad Editorial) a Contador en Veo7, que ya forma parte de la historia de la televisión española por lo inenarrable que resultó en conjunto. Fue buena desde el punto de vista periodístico, casi impecable, por cuanto el entrevistado fue puesto varias veces en aprietos y tuvo que sacar todo su arsenal de argumentos. Pero fue muy mejorable desde el punto de vista formal. En algunas ocasiones el director de El Mundo fue demasiado vehemente y directo en sus acusaciones. En otras dejó en evidencia la ignorancia del ciclista madrileño respecto a algunas particularidades del proceso, en unos gestos que resultaron cuando menos poco elegantes. Y, en su perorata final, Pedro J. trató de sentar cátedra exponiendo su pensamiento de una manera, quizá, algo improcedente y poco razonada, lo cual resulta peligroso cuando el emisor del mensaje no es sino una de las personas más influyentes del país.
Seguramente como consecuencia de todo esto, las reacciones de otras personalidades españolas se sucedieron. El insólito tuit del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, afirmando que “no hay base jurídica para sancionar a Contador”, fue la punta del iceberg y quizá el mejor ejemplo de este auténtico fenómeno comunicativo desatado por Unidad Editorial. Zapatero se descolgó con una declaración cuya base es seguramente infundada, proveniente de conclusiones ajenas y no de una información directa.
La lectura de los documentos del Comité de Competición de la RFEC colgados en la web de El Mundo estos días desautoriza al presidente del Gobierno. La base jurídica para sancionar a Contador existe… como también existe la base jurídica para no sancionarle. Por tanto, el tuit de Zapatero es erróneo. Y, al igual que las declaraciones de Rajoy y otros, ha contribuido a enturbiar el proceso sancionador a Contador y a sembrar la duda en cuanto a la independencia en su labor del Cómite hasta tal punto que el presidente de éste, Fernando Uruburu, se vio obligado salir al paso de las insinuaciones que ponían en entredicho su trabajo con un escueto pero contundente comunicado.
Por tanto, si bien a nivel de opinión pública española la última semana de campaña mediática de Alberto Contador ha podido resultar beneficiosa por cuanto la ha puesto a su favor, no se puede decir lo mismo a efectos jurídicos y de percepción internacional. España siempre ha sido considerado un paraíso para el dopaje, alentado y permitido según piensan más allá de nuestras fronteras por unos Gobiernos que ven en los éxitos deportivos un medio propagandístico deseable. La absolución del corredor madrileño se achaca a las presiones poíticas y mediáticas y es por ello considerada un caso más de dopaje consentido. De hecho, en la mordaz tira cómica ‘As the Toto Turns‘ se ironiza con la posibilidad de que Lance Armstrong se nacionalice español para salir indemne de la investigación federal por dopaje de la cual es sujeto en su Estados Unidos natal.
¿Cuál sería la percepción de no haber existido este pronunciamiento público de algunos notables políticos y comunicadores? Para empezar, si damos por buena la hipótesis de la influencia efectiva de estos en el devenir del proceso, quizá Contador estaría ya sancionado con un año, camino del TAS en lugar de compitiendo en el Algarve. Si consideramos que el Comité de Competición no se vio condicionado por estas circunstancias, tal vez los escépticos dentro y fuera de España veríamos con más claridad cuáles son las claves jurídicas que han llevado a la absolución de Contador. Unas claves jurídicas que desgranaremos mañana en un segundo reportaje.

Balacera con rehenes en Mallorca

El Trofeo Palma de la Challenge de Mallorca debería haber sido, como todos los años, la primera gran fiesta del ciclismo español: el reencuentro del grueso del mundillo, la primera competición, los neoprofesionales ilusionados, el esprint masivo convertido en una auténtica jungla por estar todos los ciclistas repletos de fuerzas y deseos de probar suerte, la victoria de algún superclase que inicia bien la temporada… Y ninguno de esos elementos ha faltado: el jovencísimo Carlos Verona ha estado, en su primera carrera con Burgos 2016 y con sólo 19 años, en la fuga del día; en los kilómetros finales ha habido una caída que ha afectado a corredores de la Selección Española de pista; el triunfo ha correspondido a un Tyler Farrar (Garmin) cuyo estado de forma es mejor de lo habitual a estas alturas de campaña… Hasta ahí lo lógico y habitual.
La noticia, sin embargo, no estuvo en la festividad; tampoco en la competición. Fue una protesta de equipos y corredores por la prohibición del uso del pinganillo fuera del ProTour, desaforada en su forma y en su oportunidad, la que capitalizó la atención. Siguiendo la estela de Liquigas en el pasado Tour de San Luis, los ciclistas de los ProTeam llegaron a la línea de salida de Palma con los auriculares puestos. Los jueces les pidieron que se los quitaran; ellos se negaron. Los jueces se fueron y dejaron la prueba sin validez para la UCI, anulándola desde un punto de vista técnico; los ciclistas compitieron con el pinganillo.
¿Quién ganó? ¿Ganó alguien? Difícil saberlo. De una manera inmediata, el único perdedor fue el organizador de la Challenge de Mallorca, quien vio su carrera convertida en una pantomima por mor de unos directores de equipo que, como decía un amigo en Twitter, tomaron por rehén a la carrera en su tiroteo (o más bien balacera, como dirían los narcos mexicanos) con la UCI; mañana harán lo propio con la Vuelta a Qatar, y quién sabe si de nuevo con el siguiente Trofeo de la Challenge. Qué sucederá después, si se dará marcha atrás en la decisión de eliminar los pinganillos, es una verdadera incógnita. No parece que la UCI esté dispuesta a ello; pero tampoco que los equipos traguen en correr sin pinganillo, ni que los organizadores quieran admitir el agravio (y la vergüenza) de explicar a sus patrocinadores por qué su carrera no cuenta en los ránking ni es contemplada por la federación internacional. Mañana sabremos…
Las consecuencias últimas y reales de la balacera, por contra, tardarán en verse. “La prohibición de la radio es sólo una parte de un problema mayor”, dijo la AIGCP (asociación que aglutina a los equipos ciclistas profesionales de todo el mundo) en un comunicado. Se persigue la permanencia del pinganillo dentro de las carreras, sí; pero el objetivo es otro. “Equipos y ciclistas deben tener un mayor peso en la reglamentación del ciclismo”, dijo Jonathan Vaughters en su twitter; “nuestra contribución económica a la UCI a través del pago de licencias y del pasaporte biológico es enorme”, continuó, para acabar citando al político norteamericano Patrick Henry: “No debe haber impuestos que no aporten una representación [no taxation without representation]”.
En definitiva, los directores de equipo quieren ganar peso en la dirección del ciclismo profesional. Para iniciar la guerra que culminará con ellos encaramándose a la cúpula ejecutiva del deporte de la bicicleta (bien con una reformulación de la actual UCI o bien con una escisión perjudicial a todas luces) han orquestado una balacera con rehenes en Mallorca a sujeto de una decisión que fue tomada, sin consenso, hace casi dos años. ¿No ha habido tiempo hasta ahora para protestar de una manera efectiva, formal, lejos de la polémica y del perjuicio efectivo a nivel económico y de imagen para los estamentos implicados?
Cierto es que ya han habido movimientos, que una etapa del Tour de Francia (encima un 14 de julio) fue neutralizada como medida de queja. Pero no tuvo consecuencias ni repercusiones posteriores. Porque las quejas no hay que hacerlas en las carreras, sino en los despachos, donde no se necesiten altavoces ni micrófonos. En contextos donde no se alimenten el cisma ni la desunión, sino el horizonte común para sanar las heridas de bala del tiroteado ciclismo profesional.
Vaughters citaba para argumentar su postura a Patrick Henry, y lo cierto es que entre las citas célebres del político norteamericano de finales del XVIII se halla una muy apropiada para la ocasión. Durante un discurso dado justo antes de morir y de que estallara en su país la Guerra de la Independencia de Gran Bretaña, Henry aseveró lo siguiente: “Unidos, resistimos; divididos, caemos. No nos separemos en facciones que deben destruir la unión de la que depende nuestra existencia”. Si la UCI deja su despotismo a un lado, si los equipos comienzan a luchar por la imagen del ciclismo, si los organizadores se dan cuenta de que dependen los unos de los otros y no les lleva a ningún sitio dirigirse con egoísmo y ajenos al resto del mundillo… Si las facciones cambian su comportamiento y se dan la mano… El ciclismo resistirá. Si no, antes o después, caerá. ¡Reflexión para evitar la próxima balacera!