Doce años después, IAM

En la semana del Tour de Romandía, la del reencuentro de Cobo y Froome y la primera prueba de compatibilidad de Wiggins y Cavendish en la que uno demostró saber hacer las veces del otro [véase la primera etapa en línea], hubo una noticia fuera de la carretera. El miércoles, un viejo conocido del ciclismo de primera división, Serge Beucherie, ex ciclista y mano derecha de Roger Legeay en el histórico Crédit Agricole, anunció la creación de una nueva escuadra profesional radicada en Suiza.

El benefactor e impulsor del proyecto es Michel Thétaz, aficionado a la bicicleta («hago entre 4000 y 5000 kilómetros cada año«) y fundador de IAM. Ésta es una empresa de gestión de activos que maneja alrededor de 6000 millones de euros cada año, deseosa de darse a conocer para expandir su negocio y que, tras descartar patrocinios en golf o vela (cuyo ‘target’, por nivel adquisitivo, sería a priori más adecuado para su producto), invertirá sus cinco millones de euros de presupuesto para relaciones públicas en el alumbramiento de este equipo ciclista de categoría Profesional, cuyo efectivo tendrá veinte corredores de los cuales la mitad serán de nacionalidad suiza.

Será la primera gran estructura ciclista radicada en Suiza desde 2006, último año del Phonak que ahora compite reinventado como BMC. Si buscamos una escuadra helvética de segunda división y con mayoría de corredores nacionales hay que remontarse al Post Swiss, que saliera a las carreteras por última vez en 2001 con nombres como Martin Elmiger o Grégory Rast en plantilla. Así, IAM vendrá a cubrir un hueco de más de una década, en la cual el ciclismo suizo ha sabido sobrevivir, generar estrellas y base y mantener dos carreras de primer nivel como Vuelta a Suiza y Tour de Romandía. Actualmente hay 11 corredores del país corriendo en World Tour, 6 en Profesionales y 19 en la división Continental.

Pocos detalles se conocen de cómo será IAM; con certeza, apenas el rol de mánager deportivo de Beucherie y la plantilla de una veintena de corredores de los cuales la mitad serán suizos. Aparte, han surgido diversos rumores: Adriano Baffi (actual rector del Leopard Trek continental, ex Phonak) y Marcello Albasini (padre de Michael, técnico de la federación estadounidense, ex Cervélo) serían los directores deportivos, mientras Martin Elmiger (AG2R) y Oliver Zaugg (RSNT) habrían sido tanteados como futuros líderes de la escuadra. Por lo pronto, el ‘roster’ es pura especulación y sólo hay una seguridad: IAM es el primer equipo profesional de nuevo cuño del año 2013.

Foto: RTS

Corredores profesionales suizos
WorldTour : 11. Fränk, Morabito, Kohler, Schär, Tschopp, Danilo Wyss (BMC), Cancellara, Zaugg, Rast (RSNT), Albasini (GreenEdge), Elmiger (AG2R)
Profesionales : 6 Marcel Wyss, Hollenstein, Dietziker (NetApp), Bertogliati (TT1), Boillat (Champion), Künzli (SpiderTech)
Continentales : 19, incluyendo Hoffstetter (Leopard Trek), Noé Gianetti (Exergy) y los jóvenes de Atlas Personal

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La Vuelta obedece las dulces relaciones de ASO

Hace una semana razonábamos en Revolutio.es sobre qué equipos recibirían las cuatro invitaciones para la Vuelta a España, que en teoría deberían conocerse este próximo lunes. Todo indicaba a la presencia de Caja Rural, Andalucía y Cofidis en la línea de salida de Pamplona el próximo sábado 18 de agosto. Quedaba la duda de qué formación recibiría la cuarta prebenda restante… Y ésta fue disipada por Juan Gutiérrez la tarde del sábado en la web de As, diario oficial de la carrera.

Argos – Shimano ha sido el cuarto beneficiado por Unipublic, que desechó de esta manera las candidaturas de Europcar, Saur-Sojasun o Colombia-Coldeportes, que por diversas razones parecían sus rivales directos. La estructura regida por Iwan Spekenbrink confirma así su condición de conjunto World Tour de facto, que espera convertir en teórica como «consecuencia» la próxima temporada.

Más allá de su próxima presencia en Tour y Vuelta, la escuadra neerlandesa ha estado presente en nueve de las doce mangas del World Tour disputadas hasta ahora: sólo faltó en Tour Down Under, Tirreno-Adriático y Vuelta al País Vasco. Pero sus actuaciones en la máxima categoría no han sido brillantes. Su comportamiento en carrera no ha sido particularmente lustroso, mientras que las cifras tampoco le avalan al señalar que únicamente tres de sus corredores (Degenkolb, De Kort y Geschke) han sido capaces de clasificarse entre los diez primeros en una prueba World Tour.

Precisamente John Degenkolb ha sido la mejor baza de Argos-Shimano en la primera división del ciclismo, anotando en su hoja de servicios dos terceros puestos en etapas de París-Niza, la quinta posición en Milán-San Remo y la sexta en el GP E3 Harelbeke. La otra gran estrella del equipo, el prodigioso velocista Marcel Kittel, ha conseguido la nada desdeñable cantidad de cinco triunfos en carreras de categoría profesional como la Vuelta a Omán o Scheldeprijs, pero estuvo anónimo en París-Niza, su única competición en World Tour.

A pesar de que el lapso de temporada disputado hasta ahora ponga en duda el valor deportivo real de Argos-Shimano, Unipublic (organizadora de la Vuelta a España) ha priorizado las dulces relaciones de su práctica propietaria ASO con la estructura 1t4i a la hora de otorgarle la invitación. La empresa dirigida por Javier Guillén ha desdeñando también el hecho de que la actuación de Skil-Shimano en la edición 2011 de la gran ronda española fue un tanto decepcionante a pesar de la victoria de Kittel en Talavera.

Respecto del resto de invitaciones, responden al guión esperado. Andalucía es fijo desde 2007; Cofidis realiza una apuesta decidida por la carrera, económica y deportivamente; Caja Rural, por último, ha hecho un esfuerzo por satisfacer todas las condiciones solicitadas por Unipublic para estar presentes en una Vuelta que, al fin y al cabo, sale desde su casa. Para conocer las reacciones y parabienes de los distintos grupos deportivos habrá que esperar hasta el lunes, día en que se repartirán oficialmente las prebendas de Unipublic.

La Vuelta a Rusia, nueva prueba World Tour en 2013

A principios del pasado mes de abril se disputó el GP de Sochi, prueba de categoría 2.2 en la cual se impuso el serbio Ivan Stevic (Salcano) por delante del local Dmitry Kosyakov (Itera). Era la 58º edición de una carrera que en 2013 seguirá siendo la más antigua de Rusia… pero no la más importante.

Después de años de vaivenes, unas declaraciones a Reuters de Alexander Gusyatnikov, ex presidente de la Federación Rusa de Ciclismo y actual alto cargo de la misma, parecen haber confirmado que la próxima campaña debutará en el calendario del UCI World Tour la Vuelta a Rusia. Según Gusyatnikov, ésta iniciaría en San Petersburgo para después ir a Moscú, desde donde se trasladaría un millar de kilómetros por avión hacia Sochi, región turística desde la cual se atacarían tres o cuatro jornadas montañosas en el Cáucaso.

Gusyatnikov vino a confirmar así las palabras de Andrei Tchmil en el periódico TPYA, cuando indicó que Igor Makarov (dueño de Itera y ostentador de varios cargos de gran relevancia para el ciclismo mundial) se había hecho cargo de las negociaciones para introducir una carrera rusa en el calendario del UCI World Tour, y que ésta tendría lugar a finales de mayo o principios de junio de 2013. En principio organizarán el evento, junto a la Federación Rusa, los hombres de la Global Cycling Promotion, empresa participada por la UCI, encargada del Tour de Pekín y gestionada por Alain Rumpf, ex mánager general del UCI ProTour.

La Vuelta a Rusia es una vieja aspiración del ‘lobby’ de poder de procedencia ex soviética que se está instalando en la élite del ciclismo mundial. Estaba enmarcada en el Russian Global Cycling Project que ampara a Katusha, y de hecho su nacimiento debería haber tenido lugar en 2009, coincidiendo con el de la escuadra. Sin embargo, fue pospuesto por causa de la crisis económica.

No es el único gran evento deportivo que planea albergar la zona de Sochi en los próximos años, aprovechando su privilegiada situación a orillas del Mar Negro y escasos kilómetros de la alta montaña del Cáucaso. Los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 tendrán lugar allí; también, a partir del mismo año, un Gran Premio de Fórmula 1.

Precisamente las infraestructuras acondicionadas para éste último evento serán aprovechadas para la futura prueba WorldTour, que necesita «dinero y carreteras» para que su puesta en escena no sea pospuesta hasta 2014. Participantes del reciente GP de Sochi se quejaron del firme por el cual discurrió, como el serbio Zsolt Der (ex Centri della Calzatura), quien vino a comentar que las carreteras eran «malísimas, con tantos baches y hoyos que había pinchazos cada dos por tres«.

Foto: Anatoliy Pakhtusov, ISD Continental, premiado en el GP Sochi 2013

Hat tip @inrng – http://www.inrng.com

Trentino Siglo XXI

En la sociedad de la Información, el mercado, la importancia del márketing por encima del producto, resulta imperativo para cualquier empresa redoblar sus esfuerzos por realizar una buena comunicación de sus logros y acciones. Esta tendencia, tan sumamente extendida y atendida en muchos ámbitos e incluso en otros deportes, está empezando a contemplarse también en el ciclismo. Casi todos los equipos profesionales tienen un jefe de prensa; muchos ciclistas, estrellas o no, también tiene una figura similar a su servicio. Y las carreras, por supuesto, no deberían ser menos…

Ejemplo de ello, ejemplo a seguir, es RCS. La entidad organizadora de Giro de Italia, Tirreno-Adriático, Milán-San Remo o Giro de Lombardía, aprovecha los conocimientos y estructuras de su imperio mediático (cuya joya de la corona es la ‘Gazzetta dello Sport’) para llevar a cabo una labor comunicativa de primer nivel. Las webs de sus distintas pruebas, integradas en Gazzetta.it, son completísimas; la instantaneidad de sus informaciones a través de portales y redes sociales, digna de alabanza. Y luego está la retransmisión en directo de las carreras, por ‘streaming’ visible desde cualquier parte del mundo, ideal para los aficionados.

Siguiendo su estela, el Giro del Trentino ha montado un despliegue comunicativo sin precedentes para vender y enmarcar su prueba. La organización, encabezada por el G.S. Alto Garda, siempre había prestado mucha atención a la ‘publicity’ de su prueba, como demuestra la contratación de la agencia Vitesse, asociada a RCS, que se encarga de gestionar las relaciones públicas de la carrera, su página web y sus activísimos canales en Facebook, Twitter, Youtube y Flickr desde 2009.

Un salto auspiciado por Asus

Este año, además, la comunicación del Giro del Trentino ha dado un salto cualitativo gracias a uno de los espónsors de la carrera: Asus. La firma informática ha decidido promover su marca a través del ciclismo, un deporte «en contacto con el medio ambiente« que casa muy bien con la filosofía de una casa teóricamente comprometida con la innovación y la sostenibilidad, enemiga del deterioro ecológico.

Asus, patrocinador activo y dispuesto a rentabilizar su inversión, se ha implicado al máximo en la difusión de la carrera, generando constantes puntos de interés informativo. Un ejemplo: la sustitución de los tradicionales folios del control de firmas por su tableta ASUS Eee Slate B121, que con el software SignDoc permite que los corredores rubriquen electrónicamente su participación en la carrera. Este hecho, apenas una anécdota, ha sido bien vendido como un éxito ecológico. Incluso el presidente de la federación italiana de ciclismo Renato Di Rocco lo ha saludado con alegría en las notas de prensa propagandísticas de la compañía.

Dentro de las acciones de Asus, llama la atención el constante énfasis en lo audiovisual. Ahora el Giro del Trentino no se conforma con los veinte minutos televisivos habituales de las pruebas italianas, sino que es retransmitido en directo por RaiSport2 y Eurosport. También tiene un canal en Youtube que sirve cortos pero espectaculares resúmenes de los intríngulis de la etapa apenas una hora después de concluir ésta. Y anoche, en una acción sin precedentes en el mundo del ciclismo, el canal oficial de Twitter de la carrera llevó a cabo un videochat por Twitcam con uno de los ciclistas más llamativos que participan en ésta, Ivan Basso. El varesino hizo su Twitcam con un Asus Zenbook y recibió para terminar ésta una tableta de regalo.

Esta sobresaliente labor comunicativa resulta un envoltorio inmejorable para una carrera que es, de por sí, tradicionalmente espectacular y llamativa con su recorrido montañoso. Existe el mito de que el Giro del Trentino es un importante test para los favoritos del Giro d’Italia, si bien en los últimos siete años sólo un corredor (Scarponi en 2011) ha estado en el podio de ambas pruebas en la misma temporada. En realidad, es una prueba valiosa por sí sola. El plato fuerte de esta edición de la ronda italiana será la ascensión a Punta Veleno, durísimo puerto de 9 km al 12’2 % de pendiente media que culminará la jornada de mañana jueves. Al día siguiente, rematará la prueba un final en alto en el Passo Pordoi. Respecto de lo ya disputado, BMC se hizo con la crono por equipos de ayer en Riva di Arco y Damiano Cunego se impuso hoy en la llegada de Sant’Orsola del Terme.

Previa del Giro del Trentino en Cobbles & Hills

Foto: Flickr del Giro del Trentino

Las tres figuras de Giovanni Visconti

Hay quien le percibe como un corredor soberbio, demasiado acostumbrado al estrellato y el triunfo para ser terrenal. Giovanni Visconti (1983, Turín; radicado en Palermo) lleva años siendo uno de los nombres más destacados del ciclismo italiano por derecho propio: 22 victorias y tres campeonatos nacionales le contemplan. El reto es ahora convertirse en un gran nombre del ciclismo mundial. Para ello serán claves las Clásicas de las Ardenas, cuyo acto inicial tendrá lugar hoy con la Amstel Gold Race y en las cuales será uno de los principales sostenes de Alejandro Valverde. El retrato de Visconti, de su realidad y su posibilidad, puede hacerse a través de tres figuras que repasó en una entrevista antes de la Clásica de Almería.

Paolo Bettini

La comparación eterna, inmediata, inevitable por cuanto llegaron a compartir equipo tres temporadas. “Bettini ha sido fundamental para mí en mis primeros años como profesional. Observándole comprendí muchas cosas y decidí qué tipo de corredor quería ser y pienso poder ser. Antes de conocerlo, lo miraba como un ídolo. Tenía un póster suyo colgado en mi habitación. Correr junto a él fue un sueño hecho realidad”.

Se dijo que terminó litigando con él. “No. Es mentira. Fueron palabras sin sentido dichas por periodistas. Bettini no estaba contento con Quick Step por motivos económicos, pero no había ningún problema conmigo. Si hubiera tenido un problema con Paolo, lo reconocería”. Y aporta hechos para desmentirlo. “Sin ir más lejos, me ha convocado a varias citas con la selección italiana y quiere llevarme con un papel importante a Juegos Olímpicos y Mundial. En enero incluso me invitó a su casa para charlar sobre el tema”. Confirmó en Cobbles and Hills sus pensamientos arcobalenos: “[Bettini] Me ha dicho que pruebe en la Amstel a modo de test pensando en el Mundial”. Y es que el Mundial de Valkenburg, con subida postrera al Cauberg [cota final de la Clásica de la Cerveza] seguida de un llano posterior, es “ideal” para sus características. “Podré echar mano de mi punta de velocidad”.

Giovanni Visconti

Parece redundancia, pero es necesario detenerse en él, el que quiere ser como Bettini y no un cabeza de ratón. “He ganado muchas carreras en Italia, pero ése no es mi ideal como ciclista. Si fuera así, me hubiera quedado allí, en una escuadra que me pagara bien, donde fuera líder indiscutible y tuviera la opción de ganar treinta pruebas cada año… Pero yo quiero ser algo más”.

Por eso dio el paso atrás, cambiando el brillo de Quick Step por el mate de Farnese Vini en invierno de 2008. “Con Quick Step tuve la posibilidad de medirme en grandes escenarios sin tener que llevar a cabo labores de equipo, pero me vi un poco superado. Por ello decidí fichar por un equipo profesional. Fue una decisión valiente destinada a crear los cimientos de mi carrera profesional”.

Ahora me siento preparado para volver a enfrentarme a los mejores en los grandes escenarios”. Por eso da un paso adelante. “Unzué espera que sea un corredor importante. Siento que estoy en una de las mejores escuadras del mundo, sobre todo por lo tranquilo que se puede estar”. ¿Por qué valorar la tranquilidad? ¿Antes sentía mucha presión? “Con Farnese sólo corría dos o tres carreras de primerísimo nivel cada año, y de mi resultado dependía la sensación que generara la escuadra y que ésta se ganara invitaciones para citas posteriores. Ahora no tengo ese estrés, y puedo correr ciertas carreras pensando en otras. Pero en el fondo me gusta la presión. Me apetece la responsabilidad, que me citen entre los favoritos, porque significa que estoy ahí”.

Sabiendo eso, la mentalidad con que observa el estrellato y sus ambiciones, sólo cabe preguntar qué le falta para alcanzarlo. “Sólo un día de gloria, esa gran carrera en la cual me vea fortísimo y, gane o no, trate de tú a tú con los mejores. Tras esa primer ocasión en la cual pueda luchar en el último kilómetro por ganar una gran clásica cambiarán mis intenciones y mi estatus en el ciclismo”.

Alejandro Valverde

En su regreso a la élite, Visconti tiene que lidiar con el segundo plano. Es cola de león. Se supedita completamente a Alejandro Valverde: de él dependerán sus resultados, su balance, su éxito. “No es una cuestión de humildad, sino de realidad. Él es Valverde, escrito en mayúscula, y yo soy Visconti, a secas. A mi me gustaría ser como Valverde, pero aún no lo soy. Así que estoy a su servicio. Como líder Valverde es un verdadero señor con sus coequipiers, y existe la posibilidad de que si marcho verdaderamente fuerte pueda jugarme mis opciones. Pero será porque Valverde lo consienta”. Así sucedió en Amorebieta.

Visconti extiende su pleitesía a las Ardenas. “Sólo estar junto a Valverde en los kilómetros finales y ser decisivo para que él consiga la victoria supondrá un salto de calidad para mí”. Asumido esto, empieza a hablar de futuro. “No tengo prisa por ostentar un estatus de favorito. Me veo física y mentalmente tres años menos de los que realmente tengo, y en consecuencia con siete u ocho años más para ser un ciclista importante a nivel mundial. Al fin y al cabo, de momento sólo soy un chiquillo que no ha ganado ninguna carrera importante. Aquí en Movistar ha empezado una era para mí; y una era no dura un año. Tengo tiempo por delante…

La duda es si será lo suficientemente paciente y sabrá esperar ante un año sin la cantidad de victorias acostumbradas. “Estoy convencido de que conseguiré victorias durante el año, pero también será importante para mí en el balance de la temporada qué grandes carreras haya ayudado a ganar”. Entonces, ¿aunque no ganaras más carreras…? “No sería una desilusión para mí ser un gregario durante todo el año. Sobre todo porque no seré un gregario normal, un aguador para los cien primeros kilómetros. Yo seré un gregario de lujo, un hombre verdaderamente importante para mi líder”.

Ahora toca traducir toda esta teoría, todo el pensamiento y la posibilidad, en realidad. Desde esta misma tarde iremos comprobando cómo Visconti, a partir de sus tres figuras, articula su salto a la primera línea del ciclismo mundial.

Valverde regala a Visconti

Dicen quienes le han visto de cerca que en los últimos meses Giovanni Visconti no era la misma persona de Farnese, o al menos no del todo. Estaba algo alicaído, deprimido porque las sensaciones no terminaban de ser buenas en su retorno a la primera división del ciclismo. Un corredor tan ambicioso y acostumbrado al triunfo no puede vivir sin resultados, y estos no habían aparecido aún en 2012. Sus mejores clasificaciones eran 7º en la Clásica de Almería y un notable 10º en la Gante-Wevelgem. Faltaba el gran premio.

Visconti no había llegado sin victorias al mes de abril desde 2007, su primer año en Quick Step. Por eso la sequía era tan acuciante para su estado de ánimo. Por eso resultará tan beneficioso para él el triunfo alcanzado esta mañana en la Klásika Primavera de Amorebieta, descriptible como una verdadera exhibición del equipo Movistar. La escuadra telefónica dominó de principio a fin, con una táctica de sacrificio colectivo ejecutada a la perfección a pesar de la acumulación de calidad y galones en el ‘diez’ presentado. Arroyo, Cobo, Javi Moreno y otros agotaron sus energías antes del último giro al duro circuito final, con paso por Muniketa (2ª) y Autzgane (3ª), para mantener el orden y cazar a la fuga donde brillaron Txurruka (Euskaltel – ganador de la Montaña), Gari Bravo (Caja Rural), César Veloso (Andalucía), Bagües (Orbea) o Pacheco (Gios-Deyser).

En los últimos kilómetros llegó el turno de los grandes. Ausente Samuel Sánchez, los hombres de Movistar apenas tenían la oposición de Igor Antón (Euskaltel) y el combativo bloque de Saur-Sojasun (que, como Movistar, colocó a cuatro hombres entre los diez primeros, aunque lejos del podio). Intentaron burlarlos Valverde y Madrazo en el último descenso de Muniketa; frustrada su tentativa, David López secó un demarraje de Antón en Autzgane y controló ante la llegada de sus coequipiers Visconti y Valverde. Fue el vizcaíno quien lanzó el ‘volata’ final en las calles de Amorebieta, con Visconti a su rueda y Valverde tras él, vigilando la escasa potencia rematadora de Antón. El murciano recortó su esprint para permitir la victoria de su compañero transalpino.

«Es un campeón, dentro y fuera de la bicicleta«, declaraba Visconti sobre Valverde en Radio Euskadi nada más cruzar la línea de meta . El ‘Bala’ le había gratificado con el triunfo que necesitaba, regalándole también la consustancial dosis de autoestima y los Puntos de Mérito que quizá él no pueda sumar a final de temporada. Lo sucedido hoy es también clave de cara a las Ardenas, donde el papel de subalterno del italiano ya no sólo se sustentará en una orden o un sentimiento de admiración, sino que también tendrá un deje de agradecimiento.

Foto: Movistar Team

El hambre de Farrar y la saciedad de Kreder

La realidad siempre se empeña en autoafirmarse. Es el más tozudo de todos los entes: jamás marcha hacia atrás, aunque sus hechos describan ciclos. Hoy, Garmin ha vivido una vez más las dos caras de la moneda a través de sus velocistas. Michel Kreder consiguió una bonita e inesperada victoria en el Circuito de la Sarthe en el mismo lugar y carrera en el cual estrenó su palmarés con Garmin la pasada campaña, con la circunstancia de que en esta ocasión su verdadera intención no era campeonar, sino lanzar a su hermano Raymond. Tyler Farrar, por su parte, volvió a no ganar en Scheldeprijs, cayendo a manos de un esprinter de nuevo cuño como Marcel Kittel, que dio la primera victoria a Argos-Shimano con su nueva demoninación.

La derrota de Farrar resulta un tanto dolorosa por redundante. El estadounidense, no hace tanto uno de los esprinters punteros del panorama mundial, no ha logrado aún ninguna victoria esta temporada a pesar de haber competido un total de 27 días. Se trata de una ineficencia desalentadora, más aún habida cuenta de que no es un problema de mala preparación por cuanto ha logrado clasificarse entre los diez primeros en un total de 11 llegadas masivas esta campaña. ¿Será que Tyler Farrar ya no es tan veloz como antes? Así lo atestiguan finales como el de la sexta etapa de la Vuelta a Qatar, en la cual Demaré y Galimzyanov le ganaron la mano con una facilidad pasmosa. También indica una conclusión parecida el desenlace de hoy en Scheldeprijs: un esprint abierto en el cual Farrar batió a Bos, que inició la volata, pero no pudo evitar que Kittel le rebasara claramente desde atrás y por la derecha.

Mientras Tyler Farrar pasa hambre, Michel Kreder se encuentra saciado. El holandés cuenta ya tres victorias esta campaña, sumadas dos en el Tour del Mediterráneo a la conseguida hoy en la Sarthe. A pesar de todo, preguntado en la Clásica de Almería si se veía capaz de desbancar a Farrar en la jerarquía de esprinters de la escuadra de Jonathan Vaughters, se mostraba prudente: «Espero tomar un rol más importante en el equipo esta temporada, pero tengo claro que siempre trabajaré para quien esté mejor que yo«. Cuestionado por la capacidad de su coequipier norteamericano de volver a conseguir victorias con facilidad, Kreder lo reducía todo a una cuestión de suerte. «Tyler está en buena forma: ha hecho un buen invierno y está preparado para ganar. La suerte del último kilómetro depende de muchos factores que quizá aún no le han sonreído, pero acabarán por beneficiarle«.

No es fácil reinar sobre la pléyade de velocistas de Garmin. Las bazas del conjunto norteamericano no se reducen a los mentados Farrar y Kreder: también están el hermano de este último, Robert Hunter, Heinrich Haussler, Murilo Fischer… o el vasco Koldo Fernández de Larrea, hasta ahora algo opaco a pesar de tres clasificaciones entre los diez primeros obtenidas en Algarve y Mediterréaneo, pero destinado a tener algo que decir en lo que resta de temporada. Preguntado por la ‘chance’ de Farrar, se muestra respetuoso: «Están surgiendo esprinters jóvenes que conviene tener en cuenta, pero Tyler tiene un gran palmarés y merece la confianza de la escuadra«.

Garmin trabajará para la velocidad de Farrar en las mayores citas del año. A pesar de su perceptible pérdida de mordiente, en la concentración del equipo en Calpe se dedicó una jornada completa a ensayar cómo lanzarle en los esprints. Su futuro puede estar en las piedras: en repetidas ocasiones ha declarado su preferencia por ellas, y en enero indicó en Cyclingnews que en este inicio de temporada tendría «la mentalidad de un clasicómano«. Quizá en las clásicas pueda calmar su aguda hambre de victoria.

Foto: Flickr de Garmin-Barracuda

Daryl Impey saldó la deuda de Morris Possoni

A Daryl Impey se le queda dormida la mandíbula de vez en cuando. Es una secuela, anecdótica, de un accidente que le pudo costar la vida y perdura con tal viveza en la memoria del ciclismo que recordarlo no merece ocupar más que un par de frases, treinta segundos de vídeo: en la última etapa de la Vuelta a Turquía de 2009, cuando se disponía a consumar su triunfo en la general de la Vuelta a Turquía, el esprinter de  Rabobank Theo Bos le agarró del hombro, arrojándolo al suelo de manera escalofriante. La caída le obligó a cruzar la meta en ambulancia, impidiéndole subir al podio definitivo para laurearse con todos los honores procedentes. La ronda turca sumó en su palmarés con más de escalofrío que gloria.

Por eso, para compensar ese aura evocadora de condescendencia, Daryl Impey merecía un triunfo como el conseguido en la segunda etapa de la Vuelta al País Vasco. El sudafricano no deja de ser un hombre de mucho trabajo y escasa suerte. Le costó cinco triunfos en categoría profesional dar el salto a un equipo ídem; cuando su carrera empezaba a despegar, sucedió el desagradable incidente turco; disfrutó de una oportunidad en RadioShack, pero sus cualidades de velocista no encajaron en la labor de brega precisada por Bruyneel. No le renovaron y aquel invierno cayó en la trampa de Pegasus, lo cual le obligó a volver a casa encuadrado en el modesto MTN-Qhubeka; a media campaña le rescataron los alemanes NetApp, que posteriormente le permitieron abandonar la casa germana para enrolarse en el potentísimo GreenEdge, en cuyas filas ha tenido el privilegio de desempeñar un trabajo clave para la victoria de Michael Albasini en la Volta a Catalunya.

 La victoria de hoy no sólo ha sido justa con el sudafricano, que ayer estaba «decepcionado» y hoy celebraba su triunfo extasiado. También ha supuesto el saldo de una especie de deuda latente, contraída hace algo menos de cuatro años en la misma ciudad (Vitoria) donde Impey esprintó de forma agónica para aguantar la ventaja obtenida a través de un demarraje casi involuntario bien entrado el último kilómetro. Allí, entonces, Morris Possoni había realizado otro esprint agónico para aguantar la ventaja obtenida a través de una fuga lejana. El italiano, entonces en High Road, no pudo resistir la acometida de su coequipier Kim Kirchen, quien le derrotó en el último golpe de riñón. Impey, en cambio, sí ha logrado levantar los brazos; también los levantó tras él Allan Davis, compañero en GreenEdge y vasco de adopción, que no le rebasó para otorgarle un meritorio triunfo. Más retrasado, 122º con algo más de medio minuto de pérdida y vestido de Lampre, llegaba Morris Possoni.

Foto: Esports3 – Hat tip @mrconde

La aventura persa de Óscar Pujol y Vidal Celis

La bicicleta requiere una dosis de valentía. Cuando uno es pequeño y acaba de aprender a montar, tarde o temprano se le acaba planteando el dilema de si tirarse o no por una cuesta abajo de apariencia indómita, perlada de piedras de entre las cuales surgen matojos, arraigados de manera incomprensible en una tierra sin firmeza. Cosas del momento, acabas recorriendo la cuesta abajo: puede que termines besando el suelo, raspado y dolorido, o que salgas airoso y orgulloso del reto que acabas de afrontar y superar. De un modo similar, aquel que lleva ya muchos años sabiendo montar en la bicicleta, que incluso ha sido profesional de máxima categoría, puede que se le plantee el dilema de embarcarse en un periplo por países lejanos cuyos nombres evocan atlas; una oportunidad de vivir a través del ciclismo. Así piensa Óscar Pujol. «¿Cuándo voy a ir a Irán, o a Corea, si no es por esto?»

Junto al cántabro Vidal Celis, Pujol firmó el viernes con el conjunto continental iraní Azad University. Se trata de la escuadra en la cual infló su bagaje de puntos en los últimos años Amir Zargari, ahora corredor de AG2R. La gestiona el propio Zargari, con ayuda de su entorno, y concluyó la temporada pasada en segunda posición del UCI Asia Tour por equipos, un detalle que no es baladí por cuanto le proporciona invitación de manera automática a cualquier carrera del circuito continental asiático.

El cómo han llegado los dos españoles al Azad es más bien un quién. Ambos, Celis y Pujol, deben la oportunidad al malayo Yong Li Ng. Se trata de un viejo conocido del pelotón español (pasó dos temporadas en el Würth, filial sub23 del Liberty de Manolo Sáiz) que ha sabido labrarse una buena carrera deportiva hasta acumular siete años de experiencia profesional en escuadras de diverso pelaje. Este invierno la desaparición de LeTua, equipo continental donde llevaba militando tres años, le obligó a buscar nuevos horizontes allende. Los encontró en el Azad de Zargari, donde desempeña un rol que va un poquito más allá del mero ciclista.

Ng se llevó consigo a los hermanos Niño, con quienes mantenía relación de LeTua, y decidió recurrir a dos españoles para cerrar la plantilla de la escuadra. Primero se acordó de Vidal Celis, también coequipier suyo en LeTua en 2011: «Hace una semana, Ng se puso en contacto conmigo y acepté su propuesta«, cuenta el cántabro. El malayo tenía buen recuerdo de Celis, por cuanto su balance la pasada campaña fue escaso «por una lesión de rótula que fastidió la segunda parte de la temporada«, pero bastante positivo. «Gané dos etapas en la Jelajah Malaysia (2.2)«, relata el ex corredor de Footon-Servetto, «y no me llevé la general porque los corredores del Tabriz [Sohrabi, Eibegger, Askari…] pusieron toda la carne en el asador en la última etapa. Rompieron la carrera, a mi equipo e incluso a mí mismo«. De cualquier manera, las referencias eran buenas y propiciaron que Celis obtuviera un hueco con la escuadra iraní, con la cual debutará en la Vuelta a Corea (22 a 29 de abril) para continuar en con las rondas de Japón (20 a 27 de mayo) y Singkarak (Indonesia, 4 a 10 de junio), todas ellas de categoría 2.2.

El fichaje de Pujol, por otra parte, se gestó gracias a las referencias dadas a Ng por el benefactor Marcelino Pacheco, alma máter del blog Sprint Especial y el Proyecto Ciclista Solidario. El malayo, convencido de las cualidades del vallisoletano, se puso en contacto con él a través de Facebook. En poco menos de una semana, el ex corredor de Cervélo y Omega Pharma ya está registrado en la UCI en las filas del conjunto persa y dispuesto a debutar junto a Celis en Corea, para después continuar con la Vuelta a Azerbaijan (Irán, 2.2, 11 a 16 de mayo). «Será una buena oportunidad para dejarme ver, intentar llamar la atención de las escuadras europeas y hacer valer la buenísima pretemporada que he realizado«, afirma esperanzado Pujol. Y si no servirá para, por lo menos, vivir una apreciable aventura gracias a la bicicleta.

Foto: Laurie Beyler – oscarpujol.com

Devolder quiere ser el único hombre feliz

«El domingo sólo habrá un hombre feliz. Si gano, seré yo. Y voy a por ello«. A pesar de una temporada anónima, casi lamentable, y de no colmar las expectativas en la anterior pese a ganar la Vuelta y el campeonato nacional belgas, Stijn Devolder no llega achantado al Tour de Flandes a tenor de las declaraciones realizadas en diversos medios (Het Nieuwsblad, GvASporza, Cyclingnews…) en los últimos días. El corredor de Vacansoleil, de hecho, afirma sin contemplaciones que no se conforma con un buen resultado: «Sólo me satisfará llevarme un tercer trofeo«. Con esta frase, Devolder hace gala de los dos triunfos en De Ronde que descollan en su nutrido palmarés. Los ha aludido, de hecho, buscando razones para el optimismo. «Vuelvo a tener frescas en la cabeza mis dos victorias en Flandes«.

«La confianza en mí mismo ha aflorado de nuevo«, comenta. Sus resultados, en principio, no ofrecen demasiados motivos para esto; sin embargo, lo cierto es que sus prestaciones no van reflejadas en ellos. El belga ha lucido bien en las últimas carreras en las cuales ha competido, ofensivo y cerca de las principales escaramuzas. Sirvan como ejemplo los Tres Días de la Panne, que usó «como entrenamiento» y de los cuales salió «feliz«, a pesar de que la contrarreloj «no fue satisfactoria»  y le dejó en octava posición. Se ve a sí mucho mejor que en campañas anteriores. «Antes escalaba cada kilómetro; ahora, los recorro suavemente. He cambiado de entrenador y regresado al buen camino. Mi condición física se parece a la de hace dos años«.

No duda, por tanto, ni de sus posibilidades ni de su estado de forma. Menos claro parece su papel durante la prueba. «No necesito ser líder de mi equipo. Nunca he corrido esta carrera como jefe de filas, y aun así la he ganado dos veces. Me conformo con poder hacer mi propia carrera«. En esta ocasión, el antiguo integrante de Quick Step compartirá galones con otros dos potenciales ‘outsiders’, Björn Leukemans y Lieuwe Westra. Este último se ha mostrado dispuesto a ponerse al servicio de sus coequipiers; pese a ello, el propio Devolder le ha señalado como «candidato» a luchar por la victoria.

Respecto del resto de contendientes, el bicampeón de ‘De Ronde’ ha señalado una primera fila de cuatro grandes favoritos, con Fabian Cancellara, Tom Boonen, Filippo Pozzato y Matti Breschel. Y espera «estar con ellos«. Curiosamente, cuando se le pregunta si él mismo es un favorito, se defiende y rehuye contestar. «Ser favorito no cuenta. Lo importante es ganar el domingo«. No cabe duda: por aproximación, por condiciones y por palmarés, Stijn Devolder es uno de los grandes ‘tapados’ de cara al Tour de Flandes 2012.

Foto: Kurt Vanrespaille – Web oficial de Stijn Devolder