La realidad siempre se empeña en autoafirmarse. Es el más tozudo de todos los entes: jamás marcha hacia atrás, aunque sus hechos describan ciclos. Hoy, Garmin ha vivido una vez más las dos caras de la moneda a través de sus velocistas. Michel Kreder consiguió una bonita e inesperada victoria en el Circuito de la Sarthe en el mismo lugar y carrera en el cual estrenó su palmarés con Garmin la pasada campaña, con la circunstancia de que en esta ocasión su verdadera intención no era campeonar, sino lanzar a su hermano Raymond. Tyler Farrar, por su parte, volvió a no ganar en Scheldeprijs, cayendo a manos de un esprinter de nuevo cuño como Marcel Kittel, que dio la primera victoria a Argos-Shimano con su nueva demoninación.
La derrota de Farrar resulta un tanto dolorosa por redundante. El estadounidense, no hace tanto uno de los esprinters punteros del panorama mundial, no ha logrado aún ninguna victoria esta temporada a pesar de haber competido un total de 27 días. Se trata de una ineficencia desalentadora, más aún habida cuenta de que no es un problema de mala preparación por cuanto ha logrado clasificarse entre los diez primeros en un total de 11 llegadas masivas esta campaña. ¿Será que Tyler Farrar ya no es tan veloz como antes? Así lo atestiguan finales como el de la sexta etapa de la Vuelta a Qatar, en la cual Demaré y Galimzyanov le ganaron la mano con una facilidad pasmosa. También indica una conclusión parecida el desenlace de hoy en Scheldeprijs: un esprint abierto en el cual Farrar batió a Bos, que inició la volata, pero no pudo evitar que Kittel le rebasara claramente desde atrás y por la derecha.
Mientras Tyler Farrar pasa hambre, Michel Kreder se encuentra saciado. El holandés cuenta ya tres victorias esta campaña, sumadas dos en el Tour del Mediterráneo a la conseguida hoy en la Sarthe. A pesar de todo, preguntado en la Clásica de Almería si se veía capaz de desbancar a Farrar en la jerarquía de esprinters de la escuadra de Jonathan Vaughters, se mostraba prudente: «Espero tomar un rol más importante en el equipo esta temporada, pero tengo claro que siempre trabajaré para quien esté mejor que yo«. Cuestionado por la capacidad de su coequipier norteamericano de volver a conseguir victorias con facilidad, Kreder lo reducía todo a una cuestión de suerte. «Tyler está en buena forma: ha hecho un buen invierno y está preparado para ganar. La suerte del último kilómetro depende de muchos factores que quizá aún no le han sonreído, pero acabarán por beneficiarle«.
No es fácil reinar sobre la pléyade de velocistas de Garmin. Las bazas del conjunto norteamericano no se reducen a los mentados Farrar y Kreder: también están el hermano de este último, Robert Hunter, Heinrich Haussler, Murilo Fischer… o el vasco Koldo Fernández de Larrea, hasta ahora algo opaco a pesar de tres clasificaciones entre los diez primeros obtenidas en Algarve y Mediterréaneo, pero destinado a tener algo que decir en lo que resta de temporada. Preguntado por la ‘chance’ de Farrar, se muestra respetuoso: «Están surgiendo esprinters jóvenes que conviene tener en cuenta, pero Tyler tiene un gran palmarés y merece la confianza de la escuadra«.
Garmin trabajará para la velocidad de Farrar en las mayores citas del año. A pesar de su perceptible pérdida de mordiente, en la concentración del equipo en Calpe se dedicó una jornada completa a ensayar cómo lanzarle en los esprints. Su futuro puede estar en las piedras: en repetidas ocasiones ha declarado su preferencia por ellas, y en enero indicó en Cyclingnews que en este inicio de temporada tendría «la mentalidad de un clasicómano«. Quizá en las clásicas pueda calmar su aguda hambre de victoria.
Foto: Flickr de Garmin-Barracuda