En la salida de la tercera etapa de la Vuelta a Andalucía, con final en la subida al Santuario de la Virgen de la Araceli de Lucena, se pregunta a Denis Menchov por sus intenciones. Su respuesta, flemática: “sin estrés”. Terminó segundo, sólo superado por un imperial Alejandro Valverde.
Denis Menchov (1978, Orel – Rusia) tiene un porte apolíneo, no tanto por estética como por elegancia y serenidad. A veces lleva estas características al extremo y transmite cierta frialdad. Sin embargo, no es tanto una cuestión de indolencia como de claridad de ideas: Menchov cree saber lo que debe hacer en cada momento. Confía en sí mismo con tal intensidad que es capaz de rechazar los planes de entrenamiento que le recomienda la escuadra alegando que no es un juvenil y sabe prepararse. Tan individuo que extraña, no gusta de extenderse en explicaciones pero reconoce sin tapujos la realidad. Teniéndole al lado, su opacidad desconcierta y su seguridad reconforta…
Esta mañana decías que harías la etapa sin estrés. Sin embargo, has terminado segundo.
Compito por sensaciones. No viene mal probar si no vas por encima de tu límite. Si voy asimilando bien el trabajo y marcho cómodo, puedo permitirme dar un poco más.
¿Te gusta el ciclismo?
Sí. Me divierto compitiendo, e incluso me lo paso mejor cada año: las cosas se hacen más fácilmente.
¿Alguna vez te has aburrido en una carrera?
Es difícil que eso suceda. Hay veces que es lógico no tener ganas de correr: a final de temporada, tras mucha carga de competición, siempre da un poco de pereza ponerse el dorsal. Pero jamás me ha ocurrido eso en febrero.
Este invierno, después de tres años de flirteo, Menchov fichó por Katusha. Es el cuarto equipo de su carrera, tras Banesto / Illes Balears (1999-2004), Rabobank (2005-2010) y Geox (2011). “Me gusta estar aquí”, afirma; “pienso que estoy en el sitio correcto”. Según Velochrono, para firmar por la escuadra rusa rechazó ofertas de Saxo Bank, Astaná y Vacansoleil.
¿Por qué has tardado tanto tiempo en fichar por Katusha?
Diversas razones. Los primeros dos años tenía contrato con Rabobank, y debía cumplirlo. Luego hubo buenas opciones de fichar en invierno de 2010, pero no llegamos a un acuerdo con Andrei Tchmil. [ex mánager de Katusha, futuro aspirante a mandamás de la UCI]
El «año raro» en Geox
Si esta temporada se alumbra como la consecución de un antiguo deseo, de defender los colores del equipo de su país, la anterior fue simplemente “un año raro”. Desestimado por Rabobank, ofendido por Tchmil en un oscuro choque de navajas con su mánager Raimondo Scimone, Menchov firmó por Geox. Una vez rubricado el contrato se torcieron los elementos centrales (con la escuadra fuera del World Tour y, más adelante, del Tour de Francia que el ruso anhelaba disputar) y también los periféricos (detalles como que la ropa del equipo no llegara hasta febrero).
El primer objetivo del año, el Giro de Italia, concluyó con un insípido octavo puesto; el segundo, la Vuelta a España, terminó con un quinto lugar, honroso por cuanto llegó tras quemar la mayor parte de sus naves trabajando para el ganador Juanjo Cobo. A pesar de ello, las sensaciones determinaron un saldo negativo para Menchov. En otras entrevistas el ruso afirmó, lavándose las manos, que no llegó a estar a gusto en la escuadra en ningún momento. En ésta entonó un poco más el mea culpa.
¿Qué balance haces de tu año con Geox?
Geox fue un año particular, sobre el que prefiero no hablar. En general yo no estaba muy centrado en mi trabajo, estaba demasiado despistado y no fue mi mejor temporada.
¿Por qué?
Prefiero no hablar sobre ello.
¿Piensas que ayudar a Cobo en la Vuelta te honra como profesional?
Sí. Creo que hice lo que debía. Estaba en Geox y seguí las órdenes de los técnicos. Además, siendo realista pienso que no estaba en disposición de ganar la Vuelta. Cobo sí que lo estaba y debía sacrificarme por él en la medida de lo posible.
¿Hasta qué punto influye el ambiente del equipo en el rendimiento del ciclista?
Es algo que depende de cada uno. Para mí la atmósfera es muy importante: si estoy cómodo me resulta más fácil dar lo mejor de mí mismo.
«Sólo estaré mentalizado para ganar en el Tour»
Ahora, en el “sitio correcto”, Menchov podrá centrarse en alcanzar el gran objetivo de su carrera deportiva: ganar el Tour de Francia. A pesar de su podio en 2010 (tras Alberto Contador y Andy Schleck), la ocasión en que más cerca estuvo de conseguir el preciado maillot amarillo, que jamás ha vestido, fue la edición de 2008. Siempre en la línea de los grandes favoritos, realizó en Prato Nevoso un ataque impresionante, ganador, que terminó con sus huesos y su moral en el suelo. En meta perdió 20” con Sastre; al día siguiente cedió 30” camino de Jausiers, y con ello también su plaza de podio al austríaco Bernhard Kohl.
Aquel ataque frustrado en Prato Nevoso…
La vida es así.
Siempre has sido percibido, y ese Tour es una muestra de ello, como un corredor fácil de doblegar y poco persistente cuando no se percibía brillante. ¿Te parece una fama justa?
Hace algunos años puede que sí, pero ahora espero que no. En los últimos años he aprendido bastante y pienso que es importante aprovechar la experiencia.
La experiencia es, quizá, la gran baza de Menchov de cara al próximo Tour. En el abanico de aspirantes a la victoria, sólo Evans tiene una cantidad equiparable de ese preciado intangible. De ella tira el ruso a la hora de plantear su temporada completamente en torno a su gran objetivo.
¿Te consideras capaz de ganar el Tour?
Por supuesto. De momento está dentro de mis posibilidades. Sólo tengo que preocuparme por prepararme adecuadamente y llegar a la carrera al 100%: mi temporada entera se enfocará en eso.
¿Entera?
Sí. Prácticamente me da igual el calendario que realice hasta julio. No voy a salir mentalizado para ganar en ninguna carrera hasta el Tour de Francia.
A pesar de estas palabras, no puede decirse que Menchov haya realizado un papel ominoso en lo que llevamos de temporada. 4º en Andalucía, no terminó en París-Niza pero fue 11º en Catalunya, en cuya cuarta etapa sólo Urán le derrotó en el esprint por la victoria. En el Circuito de la Sarthe, disputado esta semana, también va a rondar el top10. Después le esperan el Tour de Romandía y el Critérium du Dauphiné antes del ansiado Tour. En él tendrá como principales rivales a Evans y Wiggins, favorecidos como él por la prevalencia de la contrarreloj y la ausencia de Contador.
En el Tour tendrás como principales rivales a Cadel Evans y Bradley Wiggins.
Evans es mucho más favorito y peligroso que Wiggins. Es mucho más experto y fuerte en la montaña.
Entonces, ¿qué hay de Wiggins?
A Wiggins hay que respetarlo mucho. Ha llevado a cabo una progresión enorme y es obligatorio admirarlo. Tiene sus límites, obviamente: con su cuerpo, su altura y peso, es muy difícil subir puertos empinados con la misma eficiencia que los escaladores puros… Pero aún así lo hace bien.
La pregunta del millón: ¿tienes más fácil ganar el Tour sin Contador?
Sí, por supuesto. Es el número uno del mundo en grandes vueltas. Tiene un físico privilegiado que marca la diferencia.
¿Y no será también una cuestión de cabeza?
Contador es un fenómeno. Sus cualidades físicas le permiten consumar sus objetivos de una manera bastante sencilla, haciendo buenas las circunstancias.
Por último, resultaba olbligatorio preguntar a Menchov por la curiosa promesa del mánager de Katusha, Hans-Michel Holczer, respecto de su posible victoria en el Tour. El ex patrón del equipo Gerolstiner, llegado a la escuadra rusa por recomendación de la UCI desbancando a un Manolo Sáiz que según declaró en Radio Marca Barcelona parecía cercano a sustituir en el cargo a Tchmil a tenor de negociaciones sostenidas durante el Tour, declaró lo siguiente en la presentación de Katusha en la Plaza Roja de Moscú lo siguiente: “Si Menchov gana el Tour de Francia, iré andando desde París hasta Moscú”.
¿Cómo te tomas esa promesa de Holczer?
Sin hacer caso, ¿no? [ríe] Cada uno tiene… Así no se hacen las cosas, pero ha tenido esa expresión y punto.
A mí me pareció un menosprecio enorme.
Cada uno tiene derecho a expresarse como quiera.
Menchov siempre tiene tiempo para caerse
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