«Él conserva su velocidad de los tiempos de HTC. Su debilidad frente a los velocistas punteros es que no lima jamás. Es Edvald: un tío amable, demasiado amable. No obstante, si puedes llevarle en cabeza [hasta el último momento], es temible». (Bernhard Eisel)
La gran sensación de la tercera etapa victoriosa de Marcel Kittel no fue su tercera aceleración terminal, sino la de su gran rival Edvald Boasson Hagen y la de su lanzador Reinardt Janse van Rensburg. Los Dimension Data realizaron un trabajo extraordinario en los últimos kilómetros, con Mark Renshaw y Bernhard Eisel (los lugartenientes de Mark Cavendish) cediendo su papel protagonista al campeón sudafricano y a la vieja joven promesa noruega. El resultado fue espectacular: no hubo quien quitara a Reinardt del primer puesto hasta que él quiso quitarse; Boasson Hagen trató de rematar y sólo seis diezmilímetros le separaron del triunfo.
Tour de Francia. Etapa 7. Troyes – Nuits-Saint-Georges. Este ha sido el primer día de Grande Boucle que me he tomado con tranquilidad, sin agobios, distrayéndome. El resultado es que me siento relajado; también que son las 3:00 y todavía estoy frente al ordenador. La vita è così, non l’ho inventata io.
«Triunfo» es la dignidad con la que Dimension Data se ha repuesto de la baja de Cavendish. Es muy fácil que un equipo se quede zombie tras perder a su líder; de hecho, miembros del conjunto africano temían que podía sucederles. En cambio, han sabido mantenerse concentrados, continuar con su plan aun cambiando de ariete. Era la mejor solución posible: el abnegado Serge Pauwels y el artista Steve Cummings son los únicos ciclistas de su ‘nueve’ que pueden destacar en un terreno distinto al llano.
Mola bastante que los protagonistas de Dimension Data sean dos ciclistas de cierto culto; dos que arrasaron en la categoría Continental y han resultado relativamente decepcionantes en el UCI World Tour por el solo pecado de haber levantado demasiadas expectativas. El primer Janse van Rensburg apuntó 14 victorias en 2012 defendiendo los colores del primigenio MTN-Qhubeka, al cual abandonó para fichar por Giant y regresar cual hijo pródigo después de dos temporadas en las cuales sólo alzó una vez los brazos. Adquirió un rol de hombre de equipo que puede quedarse pequeño en este mismo Tour. Respecto a Boasson Hagen, su historia es mucho más conocida y está marcada por: aquel mítico Tour of Britain de revelación; un Tour de Francia brillante con Team Sky; una fase de estancamiento en el conjunto británico; y esta época de reencuentro con el éxito defendiendo los intereses del equipo africano, 22 triunfos en tres años de los cuales 15 han sido en su Noruega natal.
Me ha llamado la atención hoy un tuit de Sophie Smith: «André Greipel está claramente frustrado. Ha respondido a las preguntas de los medios alemanes en la puerta del autobús y se ha marchado inmediatamente en un coche de equipo». A raíz de eso he buscado declaraciones suyas y las he encontrado en Cyclingnews. Apuntaba que su Lotto-Soudal no había trabajado bien y se desahogaba: «Me he dado cuenta de que ya no soy lo suficientemente rápido. No hay mucho que podamos hacer. Intentaremos lidiar con ello y llegar en la mejor posición posible a los sprints».
Realmente no debe estar siendo fácil para el ‘Gorila’ (3º, 3º, 3º y 9º en las volatas disputadas hasta ahora) verse superado por tantos ciclistas; buenos, muy buenos, pero que al fin y al cabo hasta ahora le veían el dorsal en cada llegada masiva. Tomemos perspectiva: el año que Reinardt Janse van Rensburg fue pichichi Continental, Greipel fue el ciclista más victorioso del mundo con 19 dianas. Han pasado 5 temporadas desde entonces; 9 desde que iniciara en el Giro d’Italia 2008 una racha espectacular de 12 grandes vueltas consecutivas ganando al menos una etapa en cada una, estadística que incluye dos prestaciones dominantes en el Tour de Francia (2012 y 2015). Era la época de cénit con Henderson, Roelandts, Sieberg y Hansen a pleno rendimiento. Cinco años después siguen ahí todos menos Henderson, pero con cinco años más. La longevidad de este ‘treno’, de este sprinter, es encomiable. La decadencia, inevitable.
Algo mejor que leer… Empecé esta pieza de Gregor Brown en Cycling Weekly esperando cuatro frases de Jacopo Guarnieri sobre sus problemas con Nacer Bouhanni. En lugar de eso, me he encontrado con un completo reportaje de citas sobre el sprinter galo y los sentimientos desiguales que inspira tanto en el pelotón como dentro de su equipo. La mejor frase es del propio Bouhanni, dicha a los periodistas mientras hacía rodillo tras la sexta etapa: “Podéis esperar frente a mí todo el tiempo que queráis: no voy a hablar con vosotros”.
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