“Otra vez ese *** de Bouhanni… Me ha dado un rodillazo en el manillar. Es un capullo. Siempre está buscando provocar la caída de alguien. Es un cretino. Ahora pierde siempre y la ha tomado a muerte con nosotros” (Jacopo Guarnieri)
Han pasado ya tres años desde que Marc Madiot se vio en la disyuntiva de elegir entre Arnaud Démare y Nacer Bouhanni, tres años desde que eligió al yerno perfecto en lugar del ‘bad boy’, y el paso del tiempo no deja de dar la razón al mandamás de FDJ. Sólo hay dos características en las que Bouhanni es superior a su antagonista: ambición y carisma. En el resto se impone Démare: más potente, más hábil socialmente, e incluso más ciclista por cuanto no sólo domina el arte de la velocidad sino que también es capaz de ganar las carreras desde lejos como demostrara en aquellos míticos Cuatro Días de Dunkerque.
Giro d’Italia Internazionale Femminile. Etapa 7. Isernia – Baronissi. La mejor noticia del día para el ciclismo español ha sido la victoria de Sheyla Gutiérrez en la gran ronda transalpina. La temporada de la riojana no está siendo nada fácil entre los problemas físicos generados por su caída en Chonming Island y los problemas de salud de su tía Begoña, a quien está muy unida. La Leona está reaccionando a los contratiempos con victorias, incluyendo un Campeonato de España merecidísimo. Ya es 38 del mundo en CQ; ya forma parte del élite del ciclismo femenino a nivel mundial. Y lo mejor está por llegar.
Démare no es, ni mucho menos, un santo. Su Milán-San Remo tendrá para siempre el asterisco de aquellos que le vieron subir la Cipressa agarrado del coche de su equipo; tan rápido fue que cogió el KOM en Strava. Sus trayectorias en las llegadas masivas de este Tour están siendo cuestionables; si hubiera tirado a Bouhanni en Vittel, ahora estaría en casa.
Con respecto a Bouhanni, mi impresión es que está donde tiene que estar. Su carácter explosivo necesita de un entorno permisivo y un equipo sin alma como era Cofidis encajaba como anillo al dedo. Él ha dotado al histórico conjunto galo de un objetivo en cada carrera, de un para qué, de notoriedad e incluso de una personalidad que se sublimó en aquel Dauphiné del año pasado en el cual el tren rojo se lió a cabezazos con los Katusha. Todo esto tiene un precio más allá del millón de euros que, se rumorea, cobra el boxeador: Bouhanni genera controversias dentro y fuera de la carretera, desde la famosa pelea en un hotel que le costó el Tour del año pasado hasta los tuits poniendo en evidencia a patrocinadores.
Volviendo a Démare: Madiot apostó por hacerle líder y le está armando un equipo a medida para las ‘volatas’ con el mentado Guarnieri, Davide Cimolai, Ignatas Konovalovas (¿os acordáis de que estuvo en Movistar?)… y el año que viene suma a Ramon Sinkeldam, que aportará el know-how residente en Sunweb-Giant y de paso será un adlátere valiosísimo en las clásicas del norte. Realmente, un Démare bien vale este esfuerzo. Esta temporada lleva nueve victorias (tercer ciclista más ganador del año tras Kittel y Valverde), tres de ellas en World Tour. Ayer fue el ciclista más rápido del sprint, si bien ha marcado su ‘pico’ a 400 metros de meta. Puede convertirse en el gran rival de Kittel…
… Si es que Kittel puede tener rival, claro. Porque, en un sprint puro y sin dificultades previas, a ser posible con un kilometraje corto, la velocidad terminal del alemán es insuperable. Tanto en Troyes como en Lieja ganó de forma impresionante: demarrando desde atrás y bastante tarde. En rueda de prensa explicó que el año pasado se vio superado por Mark Cavendish en varias ocasiones por una cuestión de ‘timing’ y de colocación, de realizar sprints demasiado generosos desde la ‘pole position’. Ha aprendido la lección. Salvo caída o ejercicio espectacular de Démare, lo más lógico es que se anote cuatro etapas más de aquí a París… Empezando por la meta de hoy en Nuits-Saint-Georges.
Un último apunte sobre el recurso de Bora al TAS. Se han amparado en el defecto de forma para, en teoría, buscar la readmisión de Peter Sagan en carrera. Personalmente, creo que sabían que era una demanda imposible de satisfacer por cuanto contravenía mil reglas. Una boutade. Puede ser que su verdadero objetivo fuera, por un lado, apaciguar la ira de un patrocinador enfadado por ver que su gran estrella se iba a casa demasiado pronto; y, por otro, hacerse con una base a partir de la cual reclamar daños y perjuicios a la UCI. La resolución negativa del TAS nos ahorra vivir un culebrón judicial que no habría aportado nada bueno.
Algo mejor que leer… Cyclingtips tiene una sección de viajes en bicicleta muy completa e inspiradora en la cual aparecen piezas extraordinarias de vez en cuando. Es el caso de esta experiencia en Taiwan, un relato sobrecogedor de cómo es (o cómo debe ser) pedalear por Asia, nuestro gran desconocido.
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