No es tan «fácil»

¿Cuántos corredores están capacitados para luchar por la victoria en el Tour de Francia? Siendo realistas, pocos. Apenas seis o siete, diez como mucho, de los 500 que componen el pelotón World Tour; por no incluir la categoría Profesional, donde está claro que no hay nadie capaz en condiciones normales de vestir el amarillo en París, aunque quizá el año que viene tengamos en la categoría a Contador o Andy Schleck…

Por eso, porque sólo hay un Tour y apenas unos pocos capaces de ganarlo, ese perfil de mirlo blanco es tan valioso y codiciado. Alejandro Valverde desea cumplirlo, pero está por ver que sea capaz de ello. Las capacidades del murciano, imponderables por altas, le sitúa sin asomo de duda en el elitista grupo de los superclases; sin embargo, aunque sus características han demostrado ser adecuadas para ganar clásicas de las Ardenas y una ronda de tres semanas de perfil bajo como la Vuelta a España, el Tour… es otra cosa… Más después de año y medio parado. No es tan «fácil».

El mismo Valverde lo asume, situando desde el principio su objetivo en ocupar algún escalón del podio, sin mirar directamente a lo más alto por si le deslumbrara el fulgor amarillo. Ciertamente, no se ve desde dónde puede acceder al primer cajón en este Tour de Francia: sin bonificaciones, que en finales como el de hoy en Bologne-sur-Mer serían una mina de tiempo; con más de cien kilómetros de contrarreloj, perniciosos por mucho trabajo específico que haya realizado; asumiendo que la alta montaña para Valverde no es terreno donde acumular ventaja sino para resistir… ¿Quizá algún movimiento táctico avezado? No es tan «fácil».

Y eso que Movistar, si tiene algo, es un equipo profundo, fuerte, para forzar la carrera a calambrazos por encima del impulso continuado y anestésico de Sky. Juanjo Cobo, vigente campeón de la Vuelta a España a pesar de todo, sigue teniendo los plomos activos y sin ofrecer motivos para la preocupación; si sigue en esta línea, puede estar entre los diez mejores en la montaña de esta ‘Grande Boucle’. Rui Costa tiene un aura similar, aunque más agresiva. El rebelde Kiryienka, los ‘largos’ Karpets y Plaza, rodadores expertos como Iván Gutiérrez y Erviti, un genio abnegado como Rojas… Volcando sus esfuerzos en Valverde son un bloque temible. Pero claro… No es tan «fácil».

Foto: This Is Our Sport – Festina

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