Poquísimas personas hubieran apostado un solo euro por que Footon – Servetto estrenara su palmarés en enero. Pero sucedió, los dorados consiguieron un triunfo el pasado martes en el Tour de San Luis argentino de la mano de Rafa Valls. Y, por si fuera poco, esta madrugada ha sido el luso Manuel Cardoso quien se ha impuesto en la tercera etapa del Tour Down Under. Alegría en «casa Matxin». Como si las penurias sufridas este invierno pagaran el ‘forfait’ para disfrutar de todas las pistas del cielo durante este día de invierno. Aunque todo se ha conseguido, eso sí, al calor del verano austral…
Dos victorias, dos campanadas. Valls ganó en la llegada al Mirador el Potrero con un ataque corajudo con el que fulminó al poderoso venezolano Jackson Rodríguez y, sobre todo, a un tremendo viento de cara que retrajo al resto de favoritos de saltar a por la victoria con su misma alegría. Sus contrincantes no eran ciclistas vulgares; estaban Nibali, Mazzanti, Serpa, el redimido Rasmussen, incluso el triunfo del jienense Javi Moreno hubiera tenido más lógica. Pero la valentía, sazonada de fuerza, tuvo recompensa.
En Australia la sorpresa fue si cabe mayor. El tren militar impuesto por Caisse d’Épargne en los últimos veinte kilómetros se disolvió en la subida definitiva a Stirling, tal vez porque a estas alturas de temporada no hay condición física y cuesta controlar una carrera. Río revuelto, ganancia de un experto pescador como Manuel Cardoso que demarró hacia la victoria e hizo inútil el impresionante ‘rush’ final de Valverde, Evans… y dos jóvenes pura sangre de Liquigas, Peter Sagan y Mauro Finetto (ex CSF), que parecen dispuestos a dar que hablar.
Campanadas y carcajadas en el seno de Footon – Servetto. Triunfos sorprendentes, de valor, porque deportivamente se puede asegurar que en los dorados no hay más cera que la que arde. Tanto en minúsculas (el nivel del efectivo es medio-bajo) como en mayúsculas. Matxin y Gianetti sonríen; de momento, les salió bien la locura.
Foto: Prensa Footon – Servetto