Cuerda para Astana, palo para Europcar

Publicado originalmente en Arueda.com

La Comisión de Licencias renueva con condiciones el salvoconducto UCI WorldTour a los kazajos pese a sus numerosos casos de dopaje.

Ayer fue un día largo. Se esperaba con ansia la decisión de la Comisión de Licencias sobre los cuatro preocupados por su dictamen inicial. No obstante, un terremoto con epicentro en Italia sacudió al mundillo. La Gazzetta filtró parte del informe de la ‘Procura de Padova’, una Operación Puerto a la italiana en torno al polémico médico Michele Ferrari y sus métodos de preparación deportiva y lavado de dinero, incluyendo nombres que, en su mayoría, no sorprendieron. Fue la presencia de ciclistas de Astana lo que más abrumó; ¿influiría en la decisión final de la Comisión de Licencias? Sí afectó, al menos, al momento en que ésta se comunicó. Se esperaba que viera la luz a las 17. pero no llegó hasta las 21., cuando la mayoría de redacciones ya han dado de mano e incluso habían surgido informaciones de agencia aseverando que se aplazaba un día más el anuncio. No se llegó a ese extremo y pudimos conocer que Astana seguía en el WorldTour, que Europcar no, que Neri Sottoli será Profesional en 2015, que Cult Energy tiene una semana más para demostrar que ha tapado el agujero de su presupuesto…

El ahorcado
No merece la pena repasar de nuevo los numerosísimos interrogantes existentes en torno a la ética de Astana, ampliados por las revelaciones de Padova. Sí conviene aclarar que, para la Comisión de Licencias, sólo contaron tres casos: los hermanos Iglisnkiy y el stagiaire Davidenok. Todos los demás no eran hechos probados o legalmente relacionados, así que siguiendo la mentalidad suiza no se contemplaron.

Así, la Comisión de Licencias siguió un guión similar al que utilizó con Katusha hace dos inviernos: exigir un plan de acción a nivel interno que implicara un compromiso serio de que Astana hará lo posible por evitar futuros casos de dopaje. Los kazajos asintieron y la Comisión le impuso dos condiciones: que el Instituto de Ciencias del Deporte de la Universidad de Lausana audite el efectivo cumplimiento de las medidas presentadas y emita un informe en febrero de 2015 certificándolo; y que el equipo aplique el ‘Cahier des Charges’, una serie de pautas de funcionamiento interno que la UCI quiere imponer a todos los conjuntos WorldTour de 2017 en adelante. Por último, la Comisión advirtió que, de fallar cualquiera de estos requisitos o acaecer cualquier otro hecho relevante, podría retirar la licencia a la escuadra kazaja. Efectivamente, en la normativa UCI hay previstos mecanismos para que el Consejo Ciclista Profesional suspenda la licencia de cualquier equipo de primera división (artículo 2.15.039bis) y la Comisión de Licencias la revoque (artículo 2.15.040 y siguientes) en caso de determinadas circunstancias, entre las cuales destaca “un daño serio a la imagen del UCI WorldTour”.

Mientras los miembros de Astana brindaban con champán e incredulidad en la concentración que el equipo está celebrando en Calpe (Alicante), entre los aficionados cundió el desánimo. Se esperaba una medida ejemplarizante de intolerancia con el dopaje y Astana escapó vivo. Sin embargo, es comprensible. Denegar la licencia hubiera comportado repetir el ‘caso Katusha’: terminar en el TAS, perder por simple jurisprudencia, devolver su licencia a Astana y encima pagar todos los gastos derivados del proceso. Con sus medidas, la Comisión de Licencias (y la UCI) han dado cuerda a Astana; pero, tal y como señala el entendido tuitero @TheRaceRadio, quizá sólo le sirva para ahorcarse. Si en cualquier momento la sombra de Ferrari se materializa, Astana será fulminado; si no cumple lo prometido, también. Aunque a bote pronto el mensaje no es positivo ni alentador para la imagen del ciclismo, a largo plazo quizá lo sea.

El apaleado
Jean-René Bernaudeau planteó una disyuntiva. “Terminé mi exposición [ante la Comisión de Licencias] con el siguiente paralelismo: es cierto que algunos equipos tenemos dificultades financieras, pero otros tienen mucho dinero y generan otro tipo de problemas. Elegid cuáles preferís”. Y la Comisión de Licencias eligió el dinero manchado de Astana por encima de las pálidas arcas de Europcar. “Nuestra documentación era completa y seria”, comentó abatido el mánager de Vendée. “Sólo nos ha faltado un 5% de presupuesto. Es una frustración. No nos merecíamos descender por una cuestión económica”. Ahora su equipo optará a recalificarse en segunda división. Se ahorrará casi 60.000€ en concepto de licencia (la WorldTour cuesta 76.125€; la Profesional, 13.750€) y sus ciclistas tendrán oportunidad de rescindir sus contratos y buscar acomodo allende si así lo desean. Vistas las circunstancias del mercado, difícilmente lo harán.

Menos amargo fue el trago para Neri Sottoli, cuyo principal problema resultó ser ético, hijo de los positivos de Santambrogio, Di Luca y Rabottini. Al igual que Astana, deberá fortalecer sus compromiso antidopaje. Por su parte, los daneses de Cult Energy recibieron una semana de plazo extra para aportar documentación que les haga acreedores de la licencia Profesional. La mánager de la escuadra, Christa Skelde, declaró al portal Feltet.dk que ya ha remitido los papeles necesarios y, en principio, no habrá problema para que los daneses consumen su ascenso de categoría.

… Y así se cerró una jornada en que el ciclismo evocó algunas de sus épocas más oscuras.

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