Aidar

Artículo publicado originalmente en Zona Matxin

Es posible que no me queden muchas publicaciones en Zona Matxin. Voy a formar parte del staff de PinoRoad, el nuevo equipo Continental chileno. Y no sólo es que no vaya a tener tiempo de escribir demasiado: es que no voy a estar en disposición de ello. Cualquier texto que escriba se podrá interpretar como un conflicto de intereses, con razón.

Voy a tener que dejar aparcado el periodismo por un tiempo. Puede incluso que este texto sea el último de tónica periodística que haga en meses. Así que he decidido tratar uno de mis temas favoritos, probablemente el que más me ha divertido cubrir junto a las pasadas elecciones de la UCI: las luchas intestinas del equipo Astana. Y para ello voy a construir de forma completamente personal el perfil de una de las figuras claves, una ‘cara B’, Aidar Makhmetov. Tengo en teoría una entrevista concertada con él; si finalmente se realiza, daré cuenta de ello aquí, en Zona Matxin. Si no, espero que con este retrato podáis comprender un poco mejor al personaje.

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«Incluso el presidente Kennedy dijo en los 60 que el desarrollo de las naciones reside en dos cosas: los viajes al espacio y las medallas olímpicas. Creo que estamos consiguiendo ambas cosas: hemos viajado al espacio y hemos ganado medallas de oro»

Aidar Makhmetov, en una entrevista con Calea Europeana

Efectivamente, desde Kazajistán se envía gente al espacio. De hecho, el primer vuelo tripulado de la historia, efectuado en 1961 por Yuri Gagarin, se lanzó desde el Cosmódromo Baikonur, un complejo en plena estepa kazaja que montó en su día la Unión Soviética y hoy, y hasta 2050, es gestionado por Rusia. El país tiene su propia agencia espacial, KazCosmos, que en estrecha cooperación con sus vecinos rusos manda satélites allende de la biosfera cada dos por tres, la mayoría privados y algunos públicos, los KazSat.

Efectivamente, también, Kazajistán gana medallas en los Juegos Olímpicos. En Londres 2012 acumularon 12, de los cuales 7 fueron oros: cuatro en halterofilia, uno en boxeo, uno en atletismo y otro, el primero cronológicamente, en ciclismo en ruta. Lo alcanzó Alexandre Vinokourov en esa resolución extraña, propia de categorías inferiores: Urán se quedó mirando hacia un lado y ‘Vino’ lo apuñaló por el otro. Apoteosis kazaja y retiro dorado para el mesías, que tomó los mandos del equipo Astana del cual estuvo a punto de ser descabalgado apenas un año antes por nuestro protagonista de hoy.

Aidar Makhmetov (1979, Astana) es una figura clave para entender el deporta del país exsoviético a pesar de su juventud. No llega a los 35 años y ya ha estado en todos los lados de la trinchera. Como deportista fue luchador: practicó kárate y pancracio, que viene a ser la lucha libre más tradicional, contundente y estética, con el sobrenombre de ‘El Terror’. A raíz de esto se convirtió en un nombre destacado en el mundo artemarcialista, y llegó a disputar combates en la MMA (Artes Marciales Mixtas: una brutal modalidad de lucha cuerpo a cuerpo), de la cual se jacta de haberse retirado invicto: según la web oficial de MMA, disputó un solo combate frente a su rival de siempre Brian Davis, y lo ganó. Algunas de sus luchas se pueden encontrar en el canal de Youtube del Astana Presidential Sport Club. ¿Qué es eso? – La respuesta vendrá un poco más adelante.

El Terror se retiró pronto de los encordados para centrarse en su carrera académica y empresarial. A la par que luchaba estudió Traducción e Interpretación en Astana, y en 2000 partió a Alemania para hacer un máster en Economía. En el país germano empezó a trabajar como consultor y gestor en empresas de muy distintos ámbitos, desde los muebles a la biotecnología, siempre con ascensos meteóricos. De una empresa de construcción alemana saltó a finales de 2010 a la dirección comercial de Astana, a la cual llegó de la mano de Samruk Kazyna, el holding público de empresas de construcción, energía, infraestructura y etcétera que se encarga de garantizar el desarrollo sostenible y la competitividad de Kazajistán, en el cual había trabajado en etapas anteriores. Hoy día, Aidar es director de relaciones públicas de Samruk Kazyna y mánager general del Astana Presidential, mientras en la web del equipo Astana su cargo de director comercial aparece vacante desde que lo abandonara en noviembre de 2011.

¿Y qué es el Astana Presidential Sport Club? El Real Madrid de Kazajistán, según la concepción de Makhmetov. «En España, el Rey tiene su equipo en Madrid. En Kazajistán, el presidente tiene su club en Astana». Hay una sutil diferencia: el Astana Presidential tiene una concepción mucho más polideportiva: además de fútbol, tiene baloncesto, hockey hielo, waterpolo, polo, lucha libre, boxeo, halterofilia… Y, por supuesto, ciclismo a través del ProTeam Astana y su filial continental. Esta sociedad, fundada en 2012 directamente por el presidente Nursultan Nazarbayev para potenciar la imagen exterior de Kazajistán durante la olimpiada de Río, tiene un presupuesto de 100 millones de dólares aportados casi en su totalidad por Samruk Kazyna. Fue presentado este mes de julio en un acto magnífico que contó con las grandes glorias del deporte kazajo y los exfutbolistas Oliver Kahn y Luis Figo.

En los últimos días, el nombre de Aidar Makhmetov volvió a la prensa europea. Según una información de SudInfo.be, Vinokourov le había acusado de hackear su correo electrónico para impostar un intercambio de correos con Alexander Kolobnev que diera a entender que la gran estrella kazaja había comprado al ruso para que se dejara derrotar en la Lieja-Bastoña-Lieja de 2010. La historia fue rápidamente desmentida, tanto por Aidar («No necesito comentar esos rumores estúpidos, ¡tengo una gran relación con Vinokourov!») como por Alexandre («En 2011 declaré contra una persona ‘x’, no contra Aidar. No sé a quién beneficia sacar su nombre a colación»).

2011. El año que Aidar estuvo en Astana es el gran motivo de mi interés por este personaje. Lo seguí de cerca: leí todo lo posible, me informé todo lo posible, tuve fuentes arriba, abajo y por los lados, todo para construirme un paisaje del cual, dos años después, no estoy nada seguro.

Según tuve entendido, Aidar Makhmetov intentó quedarse con ProTeam Astana y derrocar a Vinokourov. Vino tenía un gran amigo y mentor en la política kazaja, Daniel Akhmetov, que cayó en desgracia, lo cual minó su carrera hacia la cima del ‘establishment’ del país y su imagen dentro de las filas del partido del gobierno, que gana las elecciones con el 95% de sufragios en su favor. Aidar vio la oportunidad de hacerse con el control de la gran inversión propagandística del Estado merced a esta flaqueza de Vino y a su fortaleza dentro de Samruk Kazyna. Cuando el gran ciclista de Petropavlovsk cayó en el Tour de Francia 2011, rompiéndose la crisma y con ello las opciones de ganar la Grande Boucle y consagrarse como héroe nacional, Aidar encontró un aliado de circunstancias: Andrei Kashechkin.

Encantador de serpientes, Kashechkin ofreció a Aidar una posibilidad: integrarse en Astana y conseguir éxitos deportivos que dejaran a Vinokourov a la altura del betún. Esta historia de propaganda post-soviética la conté en su día en Revolutio.es; su final fue ‘Kash’ retirándose en el Tour 2013 a las tres etapas, repudiado por el director Giuseppe Martinelli pese a los capotes de su coequipier Jakob Fuglsang. La próxima temporada ‘Kash’ no seguirá en Astana y se centrará en una academia que ha montado en Lieja para traer jóvenes ciclistas kazajos a competir en Bélgica. Y estos días participará en un foro deportivo en Doha como representante de Kazajistán.

Mi duda es qué pasó en aquel verano de 2011.

Astana tenía el equipo completo y, para que Kash entrara, fichado desde Lampre, debía borrar a uno de sus corredores de la UCI. Al principio el señalado fue Vinokourov, que había anunciado su retirada del ciclismo tras su caída en el Tour; sin embargo, cuando esto se consumó, Vino reaccionó y afirmó que volvería a correr antes de finalizar la temporada – de hecho lo hizo, en el Gran Premio de las Naciones, la CRI que se disputa en la región del Vendée para clausurar la campaña europea. El damnificado fue Roman Kireyev, ciclista kazajo que de la noche a la mañana se retiró para dejar libre su hueco en el ‘roster’ de Astana.

L’Équipe publicó que en el interior de Astana hubieron cuchillos largos, con Aidar intentando dejar fuera de juego a Vinokourov, sacándolo del equipo y encumbrando a Kashechkin. Finalmente, el intento de «golpe» no prosperó; Aidar dejó el equipo aquel invierno y Kash ha seguido en él hasta ahora, con más pena que gloria.

Eso sí: desde entonces, Aidar no dejó de apoyar a Astana desde Samruk Kazyna ni desde su nuevo puesto como jefe del Astana Presidential. Sus declaraciones de mutuo respeto y aprecio no casan con esta historia de movimiento de sillones. Además, Aidar estuvo presente en la mítica cena de Milán de 2012, en la cual se cerró la incorporación de Nibali, Vanotti y Agnoli a Astana en 2013. ¿Será que esta historia que he contado no es cierta? ¿Será que pasó y a ninguno de los dos le conviene llevarse mal con el otro? ¿Será que sólo fue business?

Si tiene lugar mi entrevista con Aidar podré resolver, aunque sólo sea de manera oficial, mis dudas.

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