Serebryakov son las olas

El ruso que fichó Euskaltel por los puntos da positivo y los dedos se apresuran en señalar a Igor como culpable. Y yo no estoy de acuerdo.

Serebryakov llegó al conjunto vasco en una época de fiebre, de enfermedad provocada por un Ránking ininteligible emanente de un sistema corrupto. Igor Galdeano tuvo que adaptarse para mantener el equipo en WorldTour y fichar corredores desconocidos con puntos provenientes de carreras donde los controles antidopaje no son exhaustivos.

Carreras donde muchos van a cuchillo y trucan el motor a cara de perro con la esperanza de agarrar un contrato de primera división al año siguiente.

Otra cosa es si, una vez llegados a la élite, son listos y se resignan a no andar. O, por el contrario, continúan con el dopaje con la esperanza de seguir triunfando e indemnes.

Igor eligió ser víctima del sistema y después lo ha sido de la estupidez del elemento que fichó. Que no sólo sigue dopándose sino que lo hace con EPO, que equivale a robar un bar con una metralleta. Y encima supo de su positivo varios días antes de que fuera notificado a Euskaltel y, en lugar de decirlo, prefirió dejar que se desatara el escándalo en la vigilia de Roubaix y después de una Itzulia más bien catastrófica para los naranjas.

Ha hecho daño al equipo y a todo el ciclismo.

Como escribió una amiga mía en mi Twitter durante una noche rara: Serebryakov son las olas del camino que dicen “ven” y “no quiero”.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s