A las 10:37 horas en Melbourne, 2:37 en España, GreenEdge cumplía su promesa y anunciaba a través de Twitter su nuevo patrocinador principal. Dos minutos después, la página web de la escuadra, de diseño futurista y basada en la plataforma libre Drupal, se caía, obligando al departamento de comunicación encabezado por Bryan Nygaard a recurrir a Facebook para difundir su noticia: Orica, gargantuesca empresa de servicios para la minería, esponsorizará la escuadra australiana durante los próximos tres años.
La operación colma los deseos del mecenas de GreenEdge, Gerry Ryan, dispuesto a soportar con sus acaudalados bolsillos el equipo durante cierto tiempo pero no eternamente. El nuevo patrocinio evitará a la estructura de las antípodas recurrir a una fusión a lo Leopard. Se concretará, de inicio, con la integración de la marca en el maillot de la escuadra de cara al inminente Giro de Italia; antes del Tour de Francia, la imagen del ahora llamado Orica-GreenEdge será completamente rediseñada.
Las reacciones oficiales son, como es lógico, felicianas. Ryan habla de «un hito» que «ayudará al equipo a crecer«. Shayne Bannan, máximo responsable deportivo de la escuadra, se felicitaba en Cyclingnews porque «las buenas prestaciones deportivas» y «los valores» hayan servido para atraer este patrocinio. Ian Smith, director general de Orica, se mostraba orgulloso por poder unir su empresa «con un proyecto rompedor y pionero» que supone «una magnífica plataforma de márketing«.
A todo esto… ¿qué es Orica?
Se trata de una empresa de servicios para la minería. No explota directamente yacimiento alguno, sino que vende materiales para ello a través de sus diversas divisiones: Orica Mining Services (explosivos y técnicas de voladura), Minova (estructuras para minas) y Orica Chemicals (productos químicos generales). Su negocio es prolífico: en 2011 obtuvo un beneficio neto de 642 millones de dólares australianos, 500 millones de euros.
El motivo de un balance tan brutalmente positivo radica en un contexto tremendamente favorable como es la incipiente industria minera australiana. El país es rico en recursos minerales (tiene, por ejemplo, el 5% de las reservas recuperables de carbón en el mundo) y los está explotando y exportando al mercado asiático. Como consecuencia, el sector ha crecido enormemente hasta representar el 10% del PIB de Australia. No es extraño, por tanto, que Orica progrese a pasos agigantados; tampoco es raro que el gobierno laborista del país haya decidido «morder» el pastel con un impuesto a las mineras del 30% de su beneficio.
Volviendo a Orica en sí, sus orígenes se remontan a finales del siglo XIX, cuando nació un primer embrión de la compañía, que llegó a ser poseído por la empresa de Alfred Nobel, inventor de la dinamita. Emplea a 14000 personas y está presente en 50 países. En España, por ejemplo, se implantó comprando la autóctona Ibernobel y tiene tres sedes: dos en Cuenca (Tarancón y Montalbo) y una en León (Valderas).
El objetivo del patrocinio de Orica es claro: asociarse con los valores de trabajo en equipo y ecología inherentes al ciclismo. En la faceta ‘verde’, explotada actualmente por Argos Oil, Saur o Nissan entre otros, es donde tiene más trabajo que hacer. En su web, Orica afirma estar comprometida con el medio ambiente, pretender evitar deterioros a raíz de su actividad e incluso estar dispuesta a limpiar su legado de contaminación. Sin embargo, sólo en Nueva Gales del Sur rompió 131 veces sus permisos para generar polución entre 2000 y 2011. Recientemente ha protagonizado un nuevo escándalo ecológico en dicho estado, al atracar varios días frente a la costa Newcastle un barco de ‘sustancias potencialmente explosivas’, con 3000 toneladas de nitrato de amonio.
La situación no es, pues, halagüeña para la compañía en términos de imagen pública. La esponsorización del GreenEdge de Goss, Gerrans o Albasini es el primer paso de Ian Smith, recién nombrado director general, hacia una mejora de la percepción de Orica tanto en Australia como en el extranjero. Esta por ver que su asociación con el ‘verde’ rinda como desea; pero, por lo pronto, ya ha conseguido que la exposición de su marca se multiplique… Porque, si no fuera por este patrocinio, ¿por qué íbamos a estar hablando de ellos en Revolutio.es?
Foto: GreenEdge [Gerry Ryan [Jayco-derecha] e Ian Smith [Orica-izquierda]