El miércoles inició en Belorado la Vuelta a Castilla y León, una de las pocas carreras de cinco días disputadas en territorio español cuya progresión es positiva. Los organizadores de Cadalsa consiguen atraer desde hace varias temporadas a las mayores figuras del pelotón mundial; este año no ha sido una excepción, a pesar del cambio de fechas, y en la línea de salida estaba el mejor vueltómano del mundo, Alberto Contador. Una auténtica proeza para José Luis López Cerrón y los suyos.
Las dos primeras jornadas de la ronda castellano-leonesa, bastante disputadas, depararon sendas victorias para un Theo Bos (Cervélo) cada vez más consolidado en el ciclismo de carretera tras dejar a un lado la pista. La tercera era la llegada al Morredero, terreno abonado para el lucimiento de Contador, más aún habida cuenta de que el paso por el temible Alto de Foncebadón seleccionaría la carrera. Pero la cima leonesa no vio un triunfo del madrileño. Al contrario, el doble ganador del Tour hubo de hincar la rodilla ante el ímpetu de tres rivales de categoría que decidieron aplastarle dejándole el peso de la carrera a la par que le atacaban a cada instante.
El premio gordo de la ruleta de ataques se lo llevó Igor Antón, escalador de Euskaltel, que consiguió la victoria. Tras un par de años de maduración, el de Galdákano ha conseguido desarrollar la solidez necesaria para estar en la lucha por la victoria varias jornadas seguidas, la cualidad que se le echaba en falta para cruzar la línea que separa a los buenos ciclistas de los mejores. Antón supo aprovechar las circunstancias, el movimiento del siempre combativo Ezequiel Mosquera, para llevar agua a su molino y entrar en el exclusivo club de corredores que han derrotado a Alberto Contador en un final en alto e igualdad de condiciones. En las dos últimas campañas sólo han sido capaces de hacerlo Toni Colom (luego fue sancionado), Juan José Cobo, Alejandro Valverde en dos ocasiones y Piérrick Fédrigo. Premio para la proeza de un Antón que con esta victoria confirma además la buena racha de Euskaltel – Euskadi, necesitado de triunfos para convencer a sus espónsor de renovar sus patrocinios, que expiran este invierno.
Junto a Antón y Mosquera, el tercer elemento que ha puesto de su parte para hacer sucumbir a Alberto Contador ha sido el colombiano Juan Mauricio Soler. Tras dos años ciertamente desalentadores, grises, vistiendo la ‘maglia’ del Barloworld, el ganador del trofeo al mejor escalador del Tour de 2007 parece haber reencontrado su mejor golpe de pedal en el seno de Caisse d’Épargne. Hoy ha cruzado segundo la línea de meta, con su gesto antiestético de siempre pero con mucho mejor ritmo que en las últimas temporadas. Su resurrección de hoy en el Alto del Morredero es un nuevo indicador para confirmar lo que las cifras ya señalan: Caisse d’Épargne es el equipo más fuerte del mundo. Lo dicen las sensaciones y la clasificación UCI; Cycling Quotient lo sitúa segundo, sólo por detrás de HTC – Columbia. Lo cierto es que Eusebio Unzué posee al menos a ocho corredores capaces de hacer top10 en el Tour, pero sólo dos con la solidez necesaria para colarse en el podio de París (y uno de ellos está a punto de ser sancionado…). El equipo bancario tendrá que jugar sus cartas con mucha astucia en la gran ronda francesa para conseguir un resultado positivo, per la calidad deportiva de sus hombres hace que éste se encuentre a su alcance.
De cualquier manera, la sensación preponderante que ha dejado esta ascensión al Morredero es la vulnerabilidad de Alberto Contador. El líder de Astaná ha caído hoy frente a tres rivales netamente inferiores a él en una situación, la soledad frente a un grupo de rivales directos, a la cual habrá de enfrentarse muchas veces el próximo julio en su camino hacia el maillot amarillo debido a la incapacidad de su equipo. Esperemos que, para esa fecha, haya aprendido la lección que impartió el magnífico Fabian Cancellara en las clásicas de adoquines: cuando eres favorito, no puedes esperar a sufrir una encerrona. Hay que ser el primero en atacar, más sin una escuadra que te proteja. Como dice la máxima, quien da primero da dos veces…
Foto: Cyclingnews