Riccardo Ricco’
As the Toto turns…
Footon – Servetto, un equipo bajo mínimos (I)
La primera parte, la buena, del reportaje
24 de Noviembre, Arueda.com
Hace ya cinco temporadas que la citada estructura salió a las carreteras. Fue en 2004, vestidos de amarillo y tras realizar un ensayo el año anterior con Vini Caldirola, equipo italiano que contó con Gianetti como mánager, Matxin como director y Saunier Duval como copatrocinador. Fue precisamente esta firma la que auspició la nueva escuadra, aumentando el esfuerzo económico que ya hacía para mantener un prestigioso equipo amateur. Llegaba la hora del gran salto.
En principio, Saunier Duval fue un soplo de aire fresco para el pelotón español. Era un equipo nuevo, cuya imagen era su director Joxean Fernández ‘Matxin’, de carrera intachable y buena fama gracias a su desempeño en el Mapei GS3 donde dieron sus primeras pedaladas profesionales superclases como Cancellara, Pozzato ó Rogers. La plantilla, equilibrada, contaba con hombres consolidados como Perdiguero, Piepoli o Juan Carlos Domínguez para ganar y jóvenes como Fran Ventoso, Juanjo Cobo o Purito Rodríguez que garantizaban el futuro y auguraban sorpresas.
En 2009, mirando con perspectiva, podemos decir que la vida de la escuadra que iniciara su vida como Saunier Duval ha estado en efecto plagada de sorpresas. Algunas fueron agradables, como la Volta a Catalunya 2004 donde Perdiguero se llevó tres etapas y la general, la entrada por la puerta grande en el UCI ProTour, la resurrección deportiva de Mayo en 2007 o los Giros donde el equipo amarillo dominó merced a una tercia de altura conformada por el propio Ricco’, Piepoli y Gilberto Simoni. Pero la mayoría han sido negativas.
El origen de los males de la estructura de Matxin y Gianetti podemos localizarlo en julio de 2007. Fue entonces cuando un renacido Iban Mayo daba positivo por EPO tras realizar un notable Tour de Francia. En ese momento se quebró el contrato fiduciario que cualquier equipo adquiere con cualquier organizador al acudir a su carrera: ya no había limpieza absoluta. Eso, en un deporte como el ciclismo donde los poderes fácticos cuentan más que los teóricos, se paga caro.
Y, en efecto, al año siguiente el Tour impuso penitencia a Saunier. La presión que sufrió el equipo a nivel de controles antidopaje fue enorme, más aún con las exhibiciones deportivas que algunos de sus componentes llevaron a cabo. Esta presión no hubiera servido de nada si ningún corredor hubiera incurrido en el error del dopaje, pero dos lo hicieron. Riccardo Ricco’ y Leonardo Piepoli, ganadores de etapa en la ronda francesa, dieron positivo. El equipo se retiró de inmediato de la carrera, pero el daño ya estaba hecho. Saunier retiró su patrocinio, la estructura malvivió hasta final de temporada con la esponsorización de Scott y acabó renunciando a competir en la última parte del año.
Después de esto, desengaño y desilusión a partes iguales. Y también necesidad. Matxin y Gianetti no tenían ninguna vía para recibir dinero pero sí un montón de contratos que cumplir. Así las cosas, no quedaba sino sacar a las carreteras la estructura un año más, buscar patrocinador a diestro y siniestro aunque fuera «tocando» a los que daban dinero a otros equipos, como se comentaba en el siempre lenguaraz ambiente ciclista. Finalmente, fue la marca japonesa de bicicletas Fuji quien aportó el dinero, con la ayuda de las empresas italianas Servetto y TMC Transformes.
Se rezaba por un año tranquilo, de transición y purga de penas. Sin despilfarros económicos para configurar la plantilla, porque no había dinero para ello. Sin tomar parte en las carreras más exclusivas, porque los organizadores miraban con lupa; no en vano, el Tour no les invitó aunque tuvieran derecho a ello. Y con tolerancia cero para el dopaje, porque cualquier mancha podía firmar la sentencia de muerte de la estructura. Pues bien: no sólo hubo una mancha, sino que fueron tres.
La primera, totalmente gratuita e innecesaria, vino de una Unión Ciclista Internacional que parecía dispuesta a ensañarse con la escuadra: reveló «valores sospechosos» en el pasaporte biológico de Rubén Lobato, que el año anterior formaba parte de la misma. La segunda, preocupante, llegó en julio con el positivo por CERA de Ricardo Serrano, que le había dado al equipo en la Vuelta a Romandía su victoria más importante del año. Y la tercera tuvo lugar hace apenas unas semanas: Alberto Fernández de la Puebla, un corredor que llevaba toda su carrera de la mano de Matxin, fue también controlado positivo. El tejemaneje ciclista en su máxima expresión y una formación herida de muerte…
Pero, a pesar de todo, no han podido. Ni los corredores sin escrúpulos, ni el acoso y derribo de los organizadores y federativos. No han podido derribar la estructura de Matxin y Gianetti, una torre no demasiado alta que se niega a caer a pesar de, ciertamente, haber hecho méritos para ello. Este 2010 saldrá a las carreteras gracias al apoyo de Footon y Servetto. Aunque sea más mal que bien y muy limitada de recursos, como analizaremos en el próximo artículo…
Saunier Duval, a revindicarse en el Tour
Riccardo Ricco’, buque insignia y gran sorpresa
25 de Junio, Arueda.com
La historia del Saunier Duval en el Tour de Francia no es precisamente la de un idilio. Desde el año de su debut en la gran ronda gala, 2005, Saunier Duval no ha tenido ninguna actuación positiva. Su mejor posición en una etapa fue el tercer puesto logrado por el combativo David de la Fuente el año pasado en Loudenville. En la general, lo mejor fue el decimosexto lugar alcanzado por Iban Mayo, también el año pasado. Unas pobres prestaciones a las que aún no se encuentran motivos…y que este año intentarán ser revertidas por un ‘nueve’ donde abundará calidad y juventud.
El equipo estará liderado por dos corredores que están llegando a la madurez de su carrera ciclista, aunque aún les faltan algunas temporadas para llegar a su cenit. Riccardo Ricco’ (24 años) entra en el ‘nueve’ a última hora, sin haber competido desde su excelente segundo lugar en el Giro de Italia; su rendimiento es una incógnita, aunque es de esperar que se deje ver en algunas de las etapas cuyos finales pican hacia arriba. Mientras, el cántabro Juan José Cobo (27) sí que llega al Tour en un buen momento, con una adecuada preparación y, en principio, con galones de líder. El año pasado, trabajando para Mayo, fue vigésimo en la general; la aproximación al Tour ha sido positiva, y sólo una caída le apartó de acabar bien clasificado Dauphiné Liberé. Buena carta de presentación para albergar esperanzas de alcanzar un lugar entre los diez primeros
Solamente dos de los ocho ciclistas cuya participación están completamente confirmada pasan de los 27 años de edad. Se trata de Leonardo Piepoli (36) y Josep Jufré (32). El veteranísimo italiano llega al Tour tras no poder rendir en el que era su gran momento esta temporada, el Giro de Italia, debido a una caída y posterior retirada en la decimoquinta etapa, cuando marchaba bien colocado en la general. Su objetivo en este Tour será conseguir victorias de etapa y, en caso de necesidad, trabajar para el hipotético líder del equipo. Por su parte, Josep Jufré debutará en la ronda gala e intentará finalizar la carrera en una posición decente, dejarse ver y, como Piepoli, ayudar en caso de necesidad. Su estado de forma no parece malo, al menos después de su cuarto puesto en la Volta a Cataluña.
Serán de la partida tres jóvenes en proceso de consolidación, que sólo necesitan una victoria de entidad para hallarse totalmente asentados en el profesionalismo… y la buscarán en su debut en el Tour de Francia. Se trata del cántabro Ángel ‘Litu’ Gómez (27) y los madrileños Jesús Del Nero (26) y Alberto Fernández de la Puebla (23). Los tres comparten una cierta calidad escaladora, más notable en el caso de Alberto; de ‘Litu’ Gómez y Del Nero se espera una cierta combatividad en busca de la citada consolidación.
Capítulo aparte merece David de la Fuente, que en el Tour 2006 demostró una excelente combatividad, vistió el mítico maillot de topos rojos que acredita al mejor escalador… y buscó el año pasado, sin éxito, revindicarse como corredor de generales. Habrá que ver si en esta ocasión el cántabro se dedica a lo que mejor se le da o busca revelarse en una nueva faceta.
El último puesto del ‘nueve’ de Saunier para el Tour está entre tres ciclistas, en función de qué perfil decida escoger Matxin. Rubén Lobato (29) es un escalador curtido, ideal para el trabajo de equipo; Rubens Bertogliati (29) es un rodador polivalente, también dedicado al rol de ciclista de equipo; por último, Aurélien Passeron (24) es un rodador con cierta punta de velocidad que podría ejercer de sprinter.
¿Logrará Saunier romper su mala racha en el Tour? Ciertamente, su trayectoria en la Grande Boucle ha sido ascendente; este año, el equipo parece sólido y equilibrado. Pero, como siempre, será la carretera quien decida.
Ricco’, venenoso y letal
Etapa de incertidumbres y espectacular llegada en Tivoli
Crónica no publicada por corta… y penca
Polémico por definición, ciclista por profesión y estrella por excelencia. Esa podría ser la radiografía en pocas palabras de Riccardo Ricco’, ganador hoy de la octava etapa del Giro de Italia con final en Tivoli por delante de sus compatriotas Paolo Bettini y Davide Rebellin.
La carrera siguió un guión típico, convencional: fuga de salida con cinco hombres poco peligrosos para la general como fueron los italianos Daniele Nardello (Diquigiovani), Alessandro Spiazaletti (LPR), Fortunato Baliani (CSF), el francés Mathieu Perget (Caisse d’Épargne) y el australiano Adam Hansen (High Road). Este último fue el que más resistió en cabeza: no se resignó a ser cazado a algo menos de diez para meta, atacó y fue cazado siete kilómetros después.
El australiano era rebasado por Tiziano dall’Antonia, rodador de CSF – Navigare que decidió probar su suerte desde el pie de la pequeña subida donde estaba situada la meta. Pero la noticia estaba en otra parte. Danilo Di Luca aparecía en los últimos lugares del pelotón, rodeado de compañeros de LPR. Aparentemente, esto se debía a un problema mecánico. Y en el Giro no hay compasión: de inmediato, los ciclistas de Astaná (equipo del gran líder español, Alberto Contador) marcaron un ritmo infernal. Cuando estos se apartaron, fue el italiano Leonardo Piepoli, convertido desde que está en Saunier Duval en un formidable gregario, quien pasó a liderar el grupo en favor de su líder Riccardo Ricco’… y en contra de Di Luca, aparentemente desarbolado…
Fue en ese momento cuando, desde atrás, saltando desde el puesto cuarenta del pelotón, Danilo Di Luca apareció para reventar cualquier esquema que se pudiera haber establecido. Los grandes clasicómanos, los Rebellin, Bettini… Ricco’… se soldaron a su rueda, que era empujada por una pedalada furiosa. Tan furiosa como efímera: Di Luca acusaba el esfuerzo y no podía aguatar más.
‘Il Cobra’, como es apodado Riccardo Ricco’, mordió en el momento preciso. En los últimos metros estuvo a punto de ser rebasado por Paolo Bettini, deseoso de demostrar que no está ni mucho menos acabado. Mientras tanto, en la que ahora mismo es la anecdótica lucha por la ‘maglia rosa’ provisional, Giovanni Visconti (Quick Step) mantuvo la preciada prenda e incluso aumentó la ventaja sobre su gran rival, el alemán de Gerolsteiner Mathias Russ, quien llegó descolgado del pelotón.
Italia vs Resto del Mundo en el Giro
¿Seguirá la hegemonía italiana o habrá sucesor para Pavel Tonkov?
11 de Mayo, Arueda.com
En el terrible recorrido de esta edición del Giro de Italia lucharán por la victoria 198 ciclistas (197 tras el positivo de Richeze, de CSF-Navigare) pertenecientes a 22 equipos. En esta ocasión no parece tan claro el favoritismo de los italianos para la victoria final, tan aplastante en la últimas ediciones (el último extranjero ganador fue el ruso Pavel Tonkov en 1996).
En esta ocasión, los no italianos llegan encabezados por un alemán que tenía en el punto de mira esta carrera a pesar de no saber si iba a correrla: Andreas Klöden. Y es que el de Astaná llega en un buen momento de forma tras su victoria en Romandía. A su lado contará con dos gregarios de lujo que no parecen llegar lo suficientemente bien para optar a la victoria final: el americano Levi Leipheimer y el ídolo español Alberto Contador, que recientemente se ha descartado para la lucha por la ‘maglia rosa’; aún y a pesar de esto, no sería descabellado pensar en un puesto entre los diez primeros y al menos un triunfo de etapa.
El ruso de Rabobank Denis Menchov aspira también a suceder a su compatriota Pavel Tonkov como ganador extranjero del Giro. A priori, asistía como preparación para el Tour: sin embargo, la gran condición física demostrada en Romandía le apunta como gran favorito a la victoria final. Caisse d’Épargne lleva también como líder a un ruso, del cual hablamos recientemente: Vladimir Karpets.
De Latinoamérica llegan tres ciclistas con posibilidades de hacerlo bien en algunas etapas de montaña y, en algún caso, incluso en la general: el venezolano José Rujano (Caisse d’Épargne), el colombiano Mauricio Soler (Barloworld), el mexicano Julio Alberto Pérez Cuapio (CSF-Navigare)… y un aspirante a sorpresa como es el escalador colombiano de Serramenti-Diquigiovani José Serpa, que ha realizado una adecuada aproximación al Giro y podría hacer saltar la banca en alguna etapa y también optar a la ‘maglia verde’ si no se ve excesivamente supeditado a su líder Simoni.
La armada italiana se basa en tres puntales de tres generaciones diferentes: el veterano Gilberto Simoni (Serramenti), el maduro Danilo Di Luca (LPR) y el joven Riccardo Ricco (Saunier Duval). Simoni, un ciclista ya en declive pero con clase y ese puntito extra dado por la experiencia, llega con una forma física aceptable a pesar de no haberse dejado ver en exceso. Ya saboreó las mieles del triunfo en dos ocasiones, ha estado cerca de hacerlo varias más… y podría volver a hacerlo ahora.
Por su parte, Danilo Di Luca llega enrabietado tras los múltiples problemas del asunto ‘Oil for Drugs’, que le han sacado del Pro Tour y de la campaña de clásicas de primavera. Está absolutamente centrado en el Giro y aspira a hacerse con la ‘maglia rosa’ por segunda vez tras su triunfo del año pasado. Llega en una forma física ideal (ganó el Giro del Trentino), las trampas del recorrido en la primera semana no le son para nada hostiles. Es el favorito número uno.
Riccardo Ricco’, ‘El Cobra’, es el último de la terna de grandes favoritos italianos. Y el más imprevisible. Ha tenido una campaña de primavera desastrosa, problemas extradeportivos y físicos… Toda una incógnita. Su sexto lugar en el Giro el año pasado y su evidente margen de progresión, sin embargo, le señalan como favorito.
Un coetáno de Ricco’, Vincenzo Nibali (Liquigas) se presenta como principal alternativa a todos estos nombres… y como potencial sorpresa, ya que hay quien lo sitúa en el podio. A su lado tendrá al curtido Franco Pellizotti, que siguen en busca de ese “puntito extra” que le permita estar con los mejores. CSF-Navigare presenta a otra posible sorpresa, Domenico Pozzovivo, y a un hombre que busca revindicación como es Emanuele Sella. Tres veteranos que ya han brillado en el Giro son también candidatos a destacar: Leonardo Piepoli (Saunier Duval), Marzio Brusheghin (Lampre) y Paolo Savoldelli (LPR).
En el plano de los sprinters, hay múltiples nombres y ningún dominador claro ante la falta de Alessandro Petacchi. Robbie Mc Ewen (Silence-Lotto), Erik Zabel (Milram) y, sobre todo, Daniele Benatti (Liquigas) son los llamados a poseer la supremacía de las volatas; Paolo Bettini estará siempre ahí gracias a la dureza implícita en los finales de cada jornada.
El australiano Graeme Brown (Rabobank), el británico Mark Cavendish (High Road) y el alemán Robert Förster (Gerolsteiner) son alternativas. Se presentan otros nombres destacados como Ilgynski y Bazayev (Astaná), Pagliarini (Saunier Duval), Loddo (Tinkoff) y Hondo (Diquigiovani). También hay un español con serias opciones de estrenar su casillero en vueltas por etapas, el vasco Koldo Fernández de Larrea (Euskaltel). Los sprints, eso parece claro, serán una lotería y un espectáculo ante la falta de un equipo que lleve el mando y la locura de todos los finales de etapa.
Riccardo Ricco’, en su año clave
Tirreno – Adriático, su carrera fetiche, le retrata por completo
Pertenece a la que puede convertirse en una de las generaciones doradas del ciclismo, la del 81-83: Contador, Cunego, Valverde, Cancellara, Pozzato… por citar tan solo unos pocos… Debutó como profesional con 22 años, acompañado de mala fama de díscolo, también con polémica porque el director de Saunier Duval Joxean Fernández Matxin quiso que corriera su primer año en el continental Grupo Nicolás Mateos… Es Riccardo Ricco’, superclase, la Cobra.
Se le considera clasicómano a la vez que vueltómano. El terreno donde más cómodo se encuentra es la escalada, ha demostrado saber volar tanto en muros (cuarto en la Flecha Valona 2007), como en media montaña (segundo en el Giro de Lombardía 2007), como en alta montaña (ganador en las Tres Cimas de Lavaredo 2007, en el marco del Giro d’Italia). Además, posee una calidad innata para romper en sprints; tiene esa clase que le hace aparecer como outsider siempre que haya algo de dureza antes de la volata.
Tras su enorme Giro 2007, donde junto a Simoni y Piepoli formó un trío capaz de poner en jaque varias veces la carrera a favor del equipo Saunier Duval, este año se le va a pedir luchar por la general de verdad. Ha demostrado consistencia, una apreciable valentía, impetuosidad, cierta regularidad (posee el día malo típico de casi todos los vueltómanos, pero es algo con lo que hay que contar) y además tendrá a su disposición un buen equipo; Leonardo Piepoli y Rubén Lobato entre otros.
Hay, sin embargo, dos cosas que juegan en contra de Ricco’. La primera es su juventud, ya que con 25 años aún le faltan tres para alcanzar la plena madurez que le haga afrontar con seguridad que su objetivo sea ganar una gran carrera. La segunda, más importante, es su impericia para la lucha contra el reloj. Nunca ha tenido un buen rendimiento en la disciplina, a pesar de que en los prólogos esta carencia queda disfrazada por su explosividad. Buen ejemplo del perjuicio que le supone esto es la Tirreno – Adriático 2007, que perdió en la crono final.
Y es que Tirreno – Adriático es la carrera de Ricco’, la que retrata sus virtudes y sus defectos. La valentía se vio en 2006, cuando siendo un neoprofesional se enfrentó en sendos sprints a monstruos como Freire o Petacchi. La explosividad, la calidad, la consistencia, se vieron en 2007 cuando se adjudicó dos etapas seguidas. Ahora bien: su carencia en la lucha individual también se dejó ver en dicha edición, cuando desperdició una buena oportunidad de llevarse la carrera tras realizar una irrisoria contrarreloj. Este 2008 se dejó ver la valentía en la segunda etapa, con una fuga lejana siendo el principal favorito; también se vio la impetuosidad, fruto de la inexperiencia. Esta impetuosidad es un arma de doble filo que conduce por un lado al desgaste “positivo”, y por otro lado a la competitividad desmesurada y el “pique”. Al final de la etapa citada, su enfado ante el afilador que hizo con Linus Gerdemann en el sprint le llevó a cruzar la línea de meta a pie y arrojar la bicicleta al suelo, con rabia. Feo espectáculo, adrenalina pura.
Hoy, en el primer paso por el temible Montelupone, sufrió una caída. Ésta le ha dejado magullado, hasta el punto de llevarle a terminar cuarto por la cola la etapa de hoy, a 16 minutos del ganador Purito Rodríguez. “Me duelen la cadera y la pierna”, ha dicho; mañana no saldrá. De esta caída se pueden sacar dos lecturas. La negativa es que retrasará su preparación y quizá hará que llegue justo al Giro d’Italia. La positiva es que es una caída que le hará madurar, de las que curten al corredor. Le demostrará que, aún siendo Cobra, ese dulce veneno llamado adrenalina debe racionarse.
Web oficial de Riccardo Ricco’
Riccardo Ricco’ en Cycling Quotient