Un Proyecto por el Ciclismo

«Eso es lo que yo quiero, que vayan a sesenta por hora y sin moverse». Servando Velarde sonríe con satisfacción al volante observando los perfectos relevos que dan sus corredores. A su derecha, en el asiento del copiloto, está Juan Emilio Gutiérrez ‘Richard’, ciclista paralímpico. El coche en el que viajamos es un Citröen C5, recién rotulado con las letras ‘Proyecto CIDi’.
Proyecto CIDi es un nuevo equipo ciclista amateur de base granadina capitaneado por Servando Velarde (ex director de Ávila Rojas), con Mikel Zabala (ex Director Técnico de la RFEC) como Coordinador Técnico. Ha nacido deprisa («apenas hemos tenido cuatro meses para montar la estructura») y con vocación de ser algo más que un grupo deportivo: un concepto. CIDi no es un nombre cualquiera, no es la razón social de ningún patrocinador; es el acrónimo de Ciclismo: Investigación, Desarrollo e Innovación. En esto se basará su trabajo.

Son las 10 de la mañana y es el último día de la semana de concentración que el equipo ha pasado en Almería. Los corredores se han colocado alrededor de un coche. Sobre el capó, Servando Velarde, «Servan», explica la estrategia de los abanicos con seis bolas de papel de aluminio que se van escorando a un flanco u otro en función de la dirección en que sople el hipotético viento, avanzando o retrocediendo según se estén dando los imaginarios relevos. Los ciclistas escuchan en silencio, responden a las apelaciones de Servan, realizan sus propias preguntas; no son corredores escuchando órdenes del director deportivo, sino alumnos atentos a la lección del profesor. Terminada la explicación, el preparador granadino encomienda la división de la plantilla en dos unidades equilibradas de seis ciclistas para practicar el abanico durante el entrenamiento a los dos ex profesionales con los que cuenta, José Luis Carrasco y Esteban Plaza. Ellos ejercen de líderes de un grupo humano con cuyos componentes llegan a tener hasta nueve años de diferencia en el caso de Carrasco.

El entrenamiento inicia. Richard, una persona extraordinaria que merecería un reportaje aparte, le indica a Servan la ruta a seguir. Éste, mientras tanto, no cesa de adelantar y dejar pasar a sus corredores, ordenando ejercicios y fijándose en los gestos de cada uno de ellos. Los ha hecho esprintar por parejas y algo no le ha gustado. Pone el coche en paralelo a Esteban Plaza. «¡Esteban! ¡Agárrate abajo del manillar! ¡Y la próxima vez esprintas con más ganas!». El ex corredor de Andalucía – Cajasur acepta las órdenes y se recompone apostillando: «Es que así no voy cómodo». Servan deja pasar al grupo, coloca al coche tras él y explica: «Aún habiendo llegado a estar en profesionales, a Esteban no le han corregido lo suficiente la posición, un aspecto básico a la hora de ofrecer la mínima resistencia al aire. Son pequeños detalles técnicos que hay que cuidar para rendir al máximo»

La tecnificación es, sin duda, el aspecto definitorio de Proyecto CIDi. Este equipo representa un concepto de ciclismo metodizado a todos los niveles, pionero en España y explotado por Cervélo en el panorama internacional. Será una estructura donde se aplicará y extraerá conocimiento gracias a la colaboración logística y económica de las marcas de materiales y, sobre todo, de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (CCAFD) de la Universidad de Granada. En el primer caso, prestigiosas empresas como Specialized, Campagnolo ó Speedplay se han volcado con CIDi («cada bicicleta vale en conjunto casi 6000 euros, como las de un equipo profesional») en espera de ‘feedback’. En el segundo, la labor de Mikel Zabala como profesor en la citada Facultad propiciará que la escuadra sea objeto de estudio en las clases y destino de prácticas para un par de estudiantes cada año. «La investigación es un aspecto que en el ciclismo está relativamente poco desarrollado», puntualiza Servan. «El primero en aplicarla con cierta notoriedad fue Manolo Sáiz, y no se puede decir que hiciera una labor científica: jamás publicó los resultados de sus trabajos. Nosotros sí lo haremos a través de la Universidad de Granada».

La sesión de entrenamiento sigue desarrollándose. Servan llama a José Luis Carrasco para que se acerque al coche. Le transmite la orden: cuando haga sonar la bocina, los dos grupos de seis que se habían configurado antes deberán agruparse e intentar formar un abanico que corte al otro. Carrasco es, sin duda, el hombre de mayor jerarquía en el equipo. «Es un ciclista especial». Nacido en Jaén en 1982, su experiencia como profesional se resume en dos años en la estructura de Caisse d’Épargne – Illes Balears (2005-06) y otros dos en Andalucía – Cajasur (2007-08), durante los cuales consiguió entre otros resultados una victoria en la etapa final de la Volta a Catalunya de 2008. «Ha ganado donde otros ya quisieran. Hay pocos corredores con su calidad y su cabeza; no en vano, este mes ha acabado los últimos exámenes de la Licenciatura de Biología. Quiere volver a profesionales y, si Dios quiere, lo hará con nosotros».

Carrasco será el jefe de filas del equipo este año, un 2010 donde Proyecto CIDi no tiene un objetivo deportivo definido pero sí un calendario que incluye lo más granado del panorama aficionado español. «En principio correremos la Copa de España completa, empezando este fin de semana en Don Benito. Aparte estaremos en Maestrazgo, León, Palencia, Cartagena, Salamanca… e intentaremos tomar la salida en el Circuito Montañés. Siempre que he estado ahí, dirigiendo a Ávila Rojas, mi equipo ha dado una buena imagen; espero que lo valoren y podamos estar allí, con los mejores».

Servan hace sonar la bocina; los corredores empiezan a configurar el abanico. En este primer intento el ejercicio resulta un desastre. De inmediato los grupos se dividen, cada corredor acaba esprintando por su cuenta y el director, enfadado, presiona la bocina de nuevo para ordenarles detenerse. Mientras recuperan el resuello, Servan transmite a Carrasco la orden de ejecutar relevos en filas de tres. En ellos, los ciclistas avanzan por la columna central y retroceden por las laterales, debiendo estar muy atentos para apartarse y meterse en los relevos en una tarea técnicamente intrincada. «Mientras no están haciendo trabajo físico, deben hacer trabajo técnico. Hay que aprovechar cada momento de la concentración». Y vaya si la aprovecharon; sin ir más lejos el miércoles subieron Velefique, Bacares y Calar Alto. Toda una experiencia para los corredores.

Se oye de nuevo la bocina. En el segundo intento, el ejercicio de los abanicos sí sale bien. «Mirad, los de Plaza ha cortado a los de Carrasco», comenta Servan sonriendo. Es entonces cuando uno de los benjamines del equipo, Juan Carlos Ramírez (1991, Albolote), comienza a sufrir dificultades; hace amago de vomitar sobre la bicicleta y, finalmente, se detiene en el arcén entre arcadas. El Citröen C5 se detiene, Richard y Servan se bajan rápidamente a ayudar al chaval. «Se ve que algo de la comida me ha caído mal», se excusa éste. Le ofrecen la posibilidad de bajarse de la bici, pero él elige continuar y completar el entreno; una vez en el hotel, nada más sacar las calas del pedal, se derrumbaría. Pero, antes, realiza un acto de coraje encomiable. «Va a ser un gran ciclista», reflexiona en voz alta Servan. Y, como él, lo será el rápido bastetano Simón Maestra. Y Miguel Ángel Lucena. Y el pundonoroso Juan Abenhamar Gallego. Y así podríamos citar a cada uno de los componentes de la plantilla.

El Proyecto CIDi no es ni más ni menos que esto: un proyecto. El futuro representado en unos corredores y en una manera de trabajar. Planean dar el salto a la categoría profesional en 2011. Cuentan con apoyos que permiten a los gestores expresar esta aspiración en voz alta. Pero, sobre todo, cuentan con el apoyo de la ilusión, con una base. Con ganas de trabajar por y para el ciclismo.

Boasson Hagen y la autolimitación

Aunque la escasa tradición ciclista de su país suponga un hándicap a la hora de postularse como superestrella, es difícil recordar un corredor más polifacético, instintivo y repleto de clase que Edvald Boasson Hagen. Posiblemente haya que retrotraerse al enorme Frank Vanderbroucke para encontrar a alguien con tantísima facilidad para ganar y, sobre todo, con la calidad diferencial de poder hacerlo en casi todas las especialidades existentes en el ciclismo en ruta.
Con tan solo 19 años, EBH consiguió tres victorias de etapa en el Tour del Porvenir con las cuales mostró por primera vez al gran público su versatilidad. Ganó un parcial al sprint, otro escapándose en los últimos kilómetros, otro con una fuga lejana. Sus dos temporadas en Columbia han sido una confirmación de lo apuntado. Sus sprints, lejanos y potentes, son demoledores; sus demarrajes «a lo Recio», capaces de desarmar a un pelotón y sólo ponderables con los de Cancellara. Su inmenso talento le hace aspirar al triunfo también en contrarrelojes (Critérium Internacional 2008), clásicas de pavé (Gante-Wegelvem 2009) o etapas de media montaña (Vuelta a Polonia 2009). Sólo la alta montaña, los grandes puertos, constituyen una meta no franqueada para el corredor noruego; sin embargo, parece estar a su alcance. Aún no ha competido en ella al máximo nivel…
La pregunta es si lo intentará. Su rol de líder en su actual equipo, Sky, le hace contar con un grupo de hombres de primer nivel a su disposición. Pero también con la responsabilidad de cumplir ciertos objetivos, que en este momento son para el superclase noruego derrotar a los grandes velocistas al esprint. Lo asombroso es que lo hace. El precio a pagar por centrarse en volatas es, dentro del ciclismo contemporáneo caracterizado por la especialización, no evolucionar en otras facetas donde podría ser, también, el mejor. Es inevitable, por otra parte; EBH se autolimitaría eligiera lo que eligiera, en este ciclismo es una utopía ser un todoterreno ganador como el Eddy Merckx que le declara su admiraciòn. O tal vez para el noruego no lo sea. Cuando hablamos de un ciclista tan especial… se rompen moldes…

Foto: Cyclingnews

Astaná, Contador y la incertidumbre (y II)

Segunda parte de un mal artículo
Arueda.com

Finalmente, Astaná ha conseguido retener a Contador, pero sólo por un año. A su alrededor han montado el mejor equipo que un dinero volátil puede conseguir.

A los mandos de todo, aparte de Vinokourov y otros nombres oscuros, estuvo la UCI. Desde Aigle, sede de la citada Unión Ciclista Internacional, se impuso que la administración del equipo corriera a cargo de un hombre de confianza que ya había lidiado con las peores circunstancias del ciclismo en el Festina’99, el francés Yvon Sanquer. Y, como director deportivo, los gestores kazajos eligieron a otro individuo curtido en mil batallas como Giuseppe Martinelli, quien en su día dirigiera a Mercatone Uno ó Saeco y que quedó en la estacada esta temporada en el fallido proyecto Amica Chips – Knauf. Martinelli trajo bajo el brazo a todo el staff que había reunido para el citado Amica Chips, con Guido Bontempi como segundo de a bordo.

La reconstrucción de la plantilla, todo un reto

Si difícil fue retener a Contador, más aún lo ha sido reunir una plantilla de garantías en torno a él. Ha sido una misión imposible que, en efecto, no se puede definir como superada. El corredor madrileño recibió desde el principio un cheque en blanco, la posibilidad de incorporar a Astaná a cualquier corredor o técnico que él deseara. Pero, en sus cavilaciones y flirteos con otros equipos, no hizo uso de él. Por parte kazaja, la sensación de provisionalidad insuflada por la historia previa de Astaná, el oscurantismo del nuevo proyecto y los deseos de salir expresados por el supuesto baluarte del equipo hicieron un cóctel que propició un éxodo de quienes también tenían contrato (como sucedió con Zubeldia) y supuso un freno a la hora de cerrar cualquier nueva incorporación…

Y aún así, cuando se cerraban, las vacilaciones e improvisaciones aparecían de nuevo en escena, esta vez casi convertidas en ilegalidades. Óscar Pereiro las sufrió en un caso flagrante que llevó acertadamente a la prensa desde el principio. Después de todo un frustrante invierno de negociaciones para poder formar parte del equipo Xacobeo-Galicia, Pereiro tuvo que renunciar a su idea de correr los años postreros de su carrera a un nivel más modesto para aceptar alguna de las ofertas de equipos grandes de que disponía.

La mejor fue la de Astaná, tanto en el plano deportivo (sin presión, sólo debía trabajar para Contador y dejarse ver cuando la ocasión fuera propicia) como en el económico (a pesar de que rebajaba su caché en un 75%). Una vez rubricado el contrato, el mánager Yvon Sanquer se arrepintió: Pereiro iba a cobrar demasiado dinero por ser un gregario. Se intentó anular el contrato o cambiar las cifras, siempre aludiendo a «presiones»; finalmente, fue necesaria la intervención de la empresa de representación deportiva KEC Pro Sport para desatascar las negociaciones. Óscar Pereiro correrá la próxima temporada en Astaná; de hecho, está participando en la concentración inicial de Pisa. Pero es innegable que su periplo kazajo ha comenzado con mal pie.

«Un equipo más débil que otros años»

Sólo han estado dentro de la escuadra en todo momento los corredores kazajos, con el renacido Vinokourov a la cabeza. El que resultara ganador de la Vuelta en 2006 y podio del Tour en 2003 intentará dar lo máximo por el equipo del cual es factótum, aunque en principio no correrá el Tour de Francia para no perturbar a Alberto Contador. En cuanto al resto de kazajos, el sprinter Assan Bazayev y el luchador Maxim Ilgynskiy parecen dispuestos a tomar el liderato del equipo en las clásicas junto a dos refuerzos de buen nivel como el cántabro David De la Fuente (Fuji) y Enrico Gasparotto (Lampre).

Aparte, se han incorporado a corredores solventes como Fofonov ó Gourov (Carmiooro), que seguramente tomarán parte en la gran ronda francesa como «cuota étnica» para ayudar a Alberto Contador. Y, sobre todo, dentro del bloque kazajo se espera con avidez la explosión de promesas como Alexandre Dyachenko, séptimo en la Volta a Catalunya’09, ó de un Andrey Zeits que obtuvo en su año de neoprofesional una meritoria 35º plaza en el Giro. El completo Kiriyev ó el jovencísimo Nepomnyachsniy parecen también buenas bazas de futuro que continuarán evolucionando esta temporada.

Pocas garantías para dominar el Tour

Los corredores del equipo que en principio aportan más calidad y ofrecerán un mayor rendimiento son aquellos reclutados por Martinelli y Contador, los que seguramente formarán el ‘nueve’ de Astaná para la carrera más importante de su año. Los ya citados De la Fuente y Gasparotto liderarán al equipo en las clásicas y tendrán el ayudar a Contador a luchar por el maillot amarillo como un objetivo secundario; el resto parecen reclutados únicamente para la causa del madrileño. Empezando por el gallego Óscar Pereiro, y siguiendo por los tres hombres de confianza que el mejor vueltómano de la actualidad siempre quiere llevar de su mano: el gregario-aguador Benjamín Noval y los escaladores Dani Navarro y Jesús Hernández. Además se ha incorporado otro español más al equipo en las últimas fechas, el escalador catalán Josep Jufré (Fuji), que firmó por Astaná toda vez que la posibilidad de liderar un nuevo equipo profesional con base española se diluyó ante la falta de patrocinadores.

El fichaje más interesante ha sido seguramente el de una de las sensaciones de la última Vuelta a España, el veterano Paolo Tiralongo (Lampre). Tiralongo es un gregario especialista, escalador sobrio y decente rodador, que será de gran ayuda a Contador en el Tour y seguramente asuma el liderato del equipo en algunas citas puntuales tal y como venía haciendo en Lampre. También de Lampre llega el pundonoroso esloveno Gorazd Stangelj (Lampre). Y, de territorio italiano, el neoprofesional Mirko Selvaggi y un ucraniano que necesita aprovechar mejor sus cualidades, Andrei Grivko (ISD).

Algunos de estos nueve nombres, junto a Contador y un par de kazajos para contentar a los mecenas, formarán el bloque que deberá ayudar a Contador en su asalto al tercer maillot amarillo de su carrera. No parece suficiente, ni mucho menos, para bloquear la carrera; el madrileño deberá de correr con muchísima sangre fría, marcando bien los tiempos para no coger el liderato demasiado pronto y mostrándose muy fuerte una vez lo tenga a sus espaldas para asustar a sus rivales. Es el precio a pagar por un invierno de incertidumbre y vacilaciones.

Footon – Servetto, un equipo bajo mínimos (y II)

La segunda parte del reportaje: la mala
25 de Noviembre, Arueda.com

Este 2010, de nuevo, Joxean Fernández ‘Matxin’ y Mauro Gianetti sacarán una estructura ProTour a las carreteras a pesar de todos los problemas que reseñamos en el artículo anterior.

Será gracias al esfuerzo de tres patrocinadores que esto saldrá adelante: la marca de bicicletas Fuji, la empresa de armarios Servetto y la «especializada en comercialización de productos para el bienestar y la salud» Footon. Pero, a la expectativa de la posible (aunque poco probable) llegada de la siderúrgica guipuzcoana Ampo como cuarto espónsor, lo cierto es que el presupuesto del equipo está en el mínimo absoluto. Según reconoce el propio Matxin en una reciente entrevista a Meta2Mil, se tratará del presupuesto más bajo que manejará la estructura desde su primera temporada en el profesionalismo.

Problemas económicos hijos de los problemas pretéritos creados por los errores cometidos y agravados por la intransigencia y el despotismo de los principales estamentos del ciclismo. Problemas pretéritos que generaron problemas deportivos este 2009, impidiendo a Fuji-Servetto tener la garantía de competir allá donde tenían derecho. Unos problemas deportivos que serán aún mayores la temporada que viene debido a los problemas económicos. La pescadilla que se muerde la cola.

Y es que la plantilla con la que cuenta a día de hoy el equipo Footon-Servetto de cara al próximo curso es, cuanto menos, mediocre. La estructura ha tenido que recortar gastos al máximo, firmando únicamente a ciclistas que aceptaran cobrar sólo el sueldo mínimo exigido por la UCI y manteniendo únicamente a 4 de los 29 hombres que formaban parte de su efectivo en 2009: sólo a aquellos con contrato en vigor. El resto, en su mayoría buenos ciclistas, tenían unas exigencias económicas mayores a las cuales no podía hacer frente el nuevo Footon y se ha prescindido de ellos; en unos casos de buenas maneras, en otros de malas según los afectados.

Las bajas más destacadas han sido las de sus dos líderes del año pasado. El cántabro Juanjo Cobo se ha comprometido con Caisse d’Épargne, donde desempeñará un rol de gregario que según Matxin se adaptará mejor a sus cualidades; mientras, David De la Fuente ha firmado con el nuevo Samruk (antiguo Astaná). Tres nombres importantes del equipo en 2009 como Kessiakoff, Kiserlovski y Vigano’ se marchan a Garmin, Liquigas y Sky respectivamente, donde a buen seguro darán que hablar. Quedan sin equipo, entre otros, buenos corredores como Jesús Del Nero, Josep Jufré, Ángel ‘Litu’ Gómez… o el joven Héctor González, una de las mayores promesas del ciclismo español.

Las altas del equipo no compensan para nada el nivel de las bajas. Objetivamente, es quimérico conformar un equipo que dé la talla en el ProTour con corredores procedentes en gran parte de la división continental o, directamente, del campo amateur. Y es que, a la hora de configurar la plantilla, no sólo ha habido problemas de dinero. También, como reconocía amargamente Matxin en Meta2Mil, ha habido influencias externas por parte de los estamentos del ciclismo que se empeñan en ahogar a la estructura, aconsejando y desaconsejando fichajes. Mediatizando para mal la plantilla. Ante esto, el técnico vizcaíno ha optado por formar el equipo a base de jóvenes…

Con estas premisas, el nivel del efectivo sólo podía ser bajo. Y lo es. El teórico líder es Eros Capecchi, que como Durán, Capelli y Benítez sigue en el equipo merced a un contrato preexistente. El corredor italiano deberá hacerse cargo de una responsabilidad, la de liderar un equipo ProTour, que no parece en principio capaz de asumir con garantías. Junto a él, los tres anteriormente citados y nuevas incorporaciones como Cheula (Barloworld), Rubiano (Centri della Calzatura) ó el austríaco Eibegger (Elk Haus) deberán ejercer la capitanía de la formación cuando halla que enfrentarse a carreras con montaña.

Seguramente, ése no será el punto fuerte del equipo, que parece más bien orientado a los sprints. Para ellos ha firmado al mejor velocista de Portugal, el joven Manuel Cardoso (Liberty), que deberá demostrar en el calendario mundial lo apuntado en el país vecino. A su alrededor tendrá a un cántabro con merecida fama de lanzador como Vidal Celis (Barbot), al burgalés Enrique Mata (Burgos Monumental), a los italiano Michele Merlo y Marco Corti (Barloworld) y al neoprofesional británico Thomas Faiers, que pueden conformar un ‘treno’ potente y, sobre todo, con mucho margen de progresión.

Además, Footon también contará con un nutrido grupo de rodadores encabezado por el hispanosuizo David Vitoria (Rock & Racing), el jovencísimo campeón de Austria contrarreloj Mathias Brandle (Elk Haus) y, sobre todo, la promesa danesa Martin Pedersen (Capinordic). A su lado habrá un grupo de españoles de futuro como los también rodadores David Gutiérrez Palacios y David Gutiérrez Gutiérrez, que llevaban tiempo reclamando su salto a profesionales, el todoterreno mallorquín Rafa Valls (Burgos Monumental) y el neo Pedro Merino.

Se trata de mimbres buenos a largo plazo que, en pequeñas dosis como las que aplica por ejemplo Caisse d’Épargne, podrían resultar ilusionantes… pero a corto plazo y en grandes cantidades son algo desesperanzadoras. Por lo pronto, a menos que aparezca un nuevo patrocinador que permita la incorporación de nuevos corredores con mejores condiciones, el nivel de la plantilla es muy bajo. De hecho no se ve, a priori, ningún ciclista capaz de imponerse en una carrera de alto nivel.

Es una pena, pero también el tributo a pagar por los errores cometidos en el pasado. Errores propios a los cuales la intervención de los poderes fácticos del ciclismo, jueces y verdugos, expertos en el tejemaneje subterráneo, les han conferido un estatus de gravedad máxima. Tal vez sea el último año de funcionamiento del proyecto de Matxin, pero siempre quedará la satisfacción de haber resistido por un tiempo el acoso y derribo de todos los elementos perniciosos del ciclismo.

Cinco grandes rodadores de futuro

Lars Boom Ha sido una de las sensaciones de la semana (y de la Vuelta a España) gracias a una fuga antológica camino de Córdoba, en una de esas extrañas donde todos están contentos: Boom por ganar, Xacobeo por auparse al liderato por equipos, los favoritos por haber descansado… incluso Roels, simpático corredor de Milram, por haber destacado. La cuestión es que el joven ciclista de Rabobank fue capaz de dejar con la miel en los labios a sus doce compañeros de escapada mostrándose como el más fuerte en todos los terrenos: subiendo el Alto de San Jerónimo, bajándolo, rodando camino de Córdoba. Sólo el ciclotímico David Herrero estuvo cercano a su rendimiento; si le hubiera cogido rueda desde el principio, posiblemente hubiera llegado a meta con él. Pero no fue así, y Boom pudo culminar con victoria una manera impresionante de presentarse al gran público.

Edvald Boasson Hagen Mientras la Vuelta concentra todos los focos del ciclismo mundial, el deporte de las dos ruedas se sigue desarrollando en otras latitudes. Por ejemplo, en Gran Bretaña. Allí, el Tour of Britain tiene lugar con una participación de menos de cien corredores, más bien pobre para una carrera .1. Pero, si bien falta cantidad de ciclista, no falta calidad. Sólo hay que mirar los tres primeros de la general: el joven americano Chris Sutton (Garmin) es tercero, el increíble EBH es segundo, el recién recuperado Kai Reus (Rabobank) es líder. Cualquiera de los tres podría ser el nombre principal, pero me quedo con EBH por ser absolutamente impresionante en cualquiera de las carreras en que participa. Aquí lleva dos etapas. Sólo tiene un techo: el que él mismo se ponga.

Francesco Gavazzi Ha crecido silenciosamente. Incluso opacado. Delante suya, otros prospectos del ciclismo italiano demostraban más talento para el llano y las clásicas. Mejor dicho, brillaban más. Por ejemplo, el ‘passista’ Francisco Ginanni. O la revelación de las semiclásicas de agosto y septiembre Mauro Santambrogio, compañero de equipo de Gavazzi en Lampre que ha corrido el peligro de estancarse tras pasar a profesionales demasiado pronto. Incluso su casi homónimo Mattia Gavazzi, de Diquigiovanni, le ha dejado en un segundo plano. Sin embargo, en Lampre saben desde hace tiempo que en Franesco tienen un corredor con gran potencial futuro, buen rodador y mejor sprinter. Pero también rodador, una faceta que los velocistas tienden a olvidar y Francesco mostró este fin de semana en el prestigioso GP Nüremberg imponiéndose con una cabalgada en solitario. Él es gran parte del futuro del ciclismo transalpino, el año que viene rondará el top10 de las clásicas con toda seguridad.

Mathieu Ladagnous Tengo cierta fijación por este ciclista. En la misma etapa donde Boom asombró, el de Française des Jeux se filtró en la fuga. Sin éxito ninguno, llegó décimo al ser incapaz de superar San Jerónimo con los mejores. Pero no hay que despreciar para nada su tremenda calidad, limitada en estos días por los 63 días de competición que lleva en las piernas. 63 un número algo excesivo para un joven de 25 años; así funciona Madiot. El año que viene comenzará a disputar de verdad las clásicas, a tenerlas como objetivo prioritario, y entonces se podrá valorar en la medida justa su potencial. Yo, por lo pronto, lo veo superando en palmarés a Fredéric Guesdon. Ampliamente.

Jonathan Castroviejo Después de cuatro extranjeros, el español. Uno de los rodadores más brillantes del pelotón español, llamado a rellenar junto a Luis León Sánchez el hueco de Abraham Olano e Igor González de Galdeano que por las visicitudes de la Operación Puerto no pudieron tomar Rubén Plaza y Manuel Lloret. El vizcaíno ha realizado un año espectacular, con tres victorias en Haut Anjou, L’Isard y, como guinda, en el Tour del Porvenir. Excepcional para un corredor de 22 primaveras. Aún le queda el Mundial para rematar una temporada de ensueño, en espera de dar el salto a Euskaltel en 2010 junto a su compañero en Orbea Romain Sicard, que por cierto se adjudicó brillantemente la general del Tour del Porvenir. De qué puede significar eso intentaré hablar otro día…

“No me he saltado ningún peldaño como ciclista”

Entrevista a Gerald Ciolek
11 de Septiembre, Arueda.com

Tiene 22 años (23 en unos días), aunque a la mayoría de los aficionados al ciclismo la primera imagen suya que se nos viene a la cabeza es de cuando tenía 18. A esa tierna edad sorprendió a propios y extraños derrotando en el Campeonato de Alemania de 2005 a dos grandes velocistas como Robert Förster y Erik Zabel. A la temporada siguiente ganó el Campeonato del Mundo sub 23 en Salzburgo y fue fichado por el poderoso T-Mobile como la representación de una nueva generación del ciclismo alemán. No era ya tanto un deportista, más bien una especie de personaje hecho insignia.

Todo ello hubiera sido suficiente para que la gloria se le subiera a la cabeza. Pero nada más lejos de la realidad. No sólo por su trato, amable y cercano, sino también por su capacidad para gestionar una carrera profesional que ha sabido llevar siguiendo los pasos necesarios. Sin caer en la tentación de correr antes de andar, asumiendo responsabilidades cuando era preciso y dándole pequeños giros a su trayectoria cuando esta corría peligro de estancarse.

Es un velocista de campanillas, que llama a la puerta de la primera línea mundial con su particular estilo para sprintar, sibilino para colocarse y rebosante de potencia en los metros finales. Más que sus prestaciones actuales, de él asusta más su tremendo margen de progresión, que le puede llevar a convertirse en uno de los mejores del mundo en poco tiempo. Se trata de Gerald Ciolek (Colonia, 1986), ciclista del Milram que tuvo la deferencia de atendernos durante el día de descanso de la Vuelta a España en Aguadulce (Almería).


¿Cómo te encuentras después de las dos caídas que has sufrido durante esta Vuelta?
He tenido dos caídas, pero pienso que he sido afortunado. No he sufrido muchos daños, aunque lógicamente he pagado las consecuencias de haberme caído.

Esta Vuelta, ¿es tu principal objetivo? ¿O estás aquí para preparar los Campeonatos del Mundo?
Ambos son grandes eventos, no creo que sea normal decir que estoy aquí sólo para entrenar. Busco realizar la mejor actuación posible en la Vuelta y, en segundo plano, preparar también lo mejor posible los Campeonatos del Mundo.

¿Definitivamente correrás el Mundial? ¿Con el rol de líder o como gregario?
Sí correré, pero no como líder sino como gregario de los líderes.

Ganaste la segunda etapa de la Vuelta. ¿Fue una especie de alivio?
Sí, llevaba mucho tiempo sin ganar y con la victoria de Emmen me quité un peso de encima.

¿Fue un alivio también para el equipo?
Sí, por supuesto. Conseguimos la victoria gracias al trabajo de todo el equipo, por lo que fue especial para nosotros.

El equipo Milram, su filosofía y las críticas que recibe

Milram es un equipo que es criticado por su falta de resultados de prestigio. ¿Qué opinas acerca de esto?
La verdad es que me siento sorprendido. Tenemos un buen bagaje, por ejemplo, en las carreras alemanas: hemos ganado algo en casi todas, como en la Henninger Turm ó la Vuelta a Baviera. También lo hemos hecho bien en otras pruebas. En las carreras importantes es cierto que nos ha faltado algo de suerte, pero no creo que eso signifique que estamos completamente alejados del éxito. El equipo trabaja como tal, está unido, y eso seguramente sea lo más importante.

Puede que sea la situación actual de crisis absoluta del ciclismo alemán un factor que aumente la presión depositada sobre vosotros: sois el único equipo ProTour de un país acostumbrado a tener grandes estructuras como Gerolsteiner ó T-Mobile
Sí, pero de todas formas siempre estás expuesto a la crítica. Aunque hiciéramos un inicio de año impresionante y consiguiéramos, no sé, cincuenta victorias, si en el resto de la temporada sólo obtuviésemos diez triunfos dirían que nos hemos deshinchado. Creo que nuestros objetivos deben ser los de cualquier equipo: correr determinadas carreras, hacerlo bien en determinadas carreras y ganar determinadas carreras. Por supuesto que podríamos haberlo hecho mejor en algunas pruebas, pero creo que hemos mantenido siempre una línea. Y sí, hay presión, pero creo que no mucha más de la normal.

Un punto interesante acerca del Milram es la bisoñez de su plantilla: sólo diez de los ciclistas superan los 27 años. ¿Puede ser ése, la juventud, uno de los valores principales de vuestro equipo?
Sí, ésa es una de las condiciones interesantes a la hora de valorar nuestros resultados. La otra es que somos un equipo completamente alemán, por lo que nuestro mánager siempre busca tener la máxima cantidad posible de corredores alemanes en la plantilla. No sucede como, por ejemplo, en el Team Columbia, donde pueden escoger entre los mejores corredores de todo el mundo sin importar la nacionalidad. La verdad es que es algo extraño, porque si un español corriera en nuestro equipo no pasaría nada. Sin embargo, tenemos que preocuparnos de la nacionalidad más que de la habilidad a la hora de elegir nuevos refuerzos.

Mark Cavendish, el rival a batir

¿Crees que Milram quizá necesite algunos refuerzos para convertirse en un equipo de velocistas potente y capaz de montar un ‘treno’ a semejanza de los de Petacchi, Cipollini o Cavendish?
Creo que debemos probar nuestras habilidades y, a partir de entonces, podemos ir perfeccionándolas hasta convertirnos en un ‘treno’ como el de Cavendish.

Hablando de Cavendish, dijiste en julio que era «batible». ¿Es todavía batible?
Es muy difícil derrotarle, pero creo que hay situaciones de carrera en las que por supuesto que se puede. Si tiene un equipo tan fuerte como en el Tour, entonces sí es realmente difícil. Siempre ha habido sprinters dominantes, como en su época lo fueron Petacchi o Cipollini, pero esa dominación no es para siempre.

Ayer [por el miércoles], Thor Hushvod ganó a Cavendish en el Tour de Missouri. El método fue desordenar la carrera atacando al equipo Columbia en un repecho situado a un kilómetro de meta para desintegrar su bloque. ¿Quizá sea es la mejor táctica para descabalgar a Cavendish?
Sí, es una manera: destrozar a su equipo y descolocarle. Pero, si tiene un equipo fuerte, sería difícil fundir a sus compañeros para llevar a cabo la táctica.

Una carrera profesional brillante

Hay dos momentos clave en tu carrera: las victorias en el Campeonato de Alemania de 2005 y en el Campeonato del Mundo sub 23 de 2006. ¿Cuál tiene más valor para ti?
Creo que ambos. Fueron dos situaciones totalmente diferentes. La victoria en los Nacionales fue una gran sorpresa para todos, para mí el primero, y fue una irrupción muy fuerte en el gran mundo del ciclismo. El Campeonato del Mundo fue diferente, ya llegaba con la etiqueta de favorito y tuve que comportarme como tal, llegando a colmar todas las expectativas al ganar.

¿Crees que el Campeonato de Alemania quizá llegó demasiado pronto?
No, no creo. Por supuesto que lanzó mi nombre al estrellato, pero después tuve tiempo para seguir formándome. No me hice profesional hasta el año siguiente [estuvo completando su formación académica en la marca de automóviles Ford], cuando pasé con el Wiesenhof de categoría profesional. Fui paso a paso, creo que no me he saltado ningún peldaño en mi maduración como ciclista.

Sin embargo, tal vez ese Campeonato de Alemania puso todos los ojos sobre ti y, con ello, toda la presión. Tienes un palmarés impresionante para un velocista de algo menos de 23 años, y no es valorado porque era algo que se presuponía. Incluso hay quien dice que estás estancado.
Sí, muchas veces obtienes buenos resultados y la gente espera más y más. Lo que importa, creo yo, es lo que esperas de ti mismo. Hay que aislarse un poco de los comentarios y progresar al ritmo que necesitas, paso a paso. Para alguna gente parecerá que estás estancado, pero realmente tú notas que vas avanzando poco a poco.

Dejar un equipo fuerte como Columbia para unirse a otro relativamente débil como Milram, ¿fue una buena decisión?
Sí, definitivamente. Elegí entre seguir en segunda línea en Columbia o tomar la responsabilidad en Milram, ejerciendo de líder. En Columbia hay 25 corredores que pueden ganar una carrera cada año, ahí yo era simplemente uno más. Decidí cambiar eso y creo que hice bien, incluso pensando de cara al futuro.

Así que estás completamente feliz con tu carrera profesional hasta el momento…
No, nunca puedes estar completamente feliz. Siempre hay momentos en los que podrías haberlo hecho mejor.

De cara al futuro

¿Te gustaría centrarte en las clásicas de primavera o en conseguir triunfos en grandes vueltas siendo un sprinter puro?
Creo que ambos. En este momento, me estoy enfocando más hacia los sprints, creo que es el terreno donde más rendimiento puedo dar. Pero, en un futuro, sí me gustaría ver qué puedo hacer en las clásicas.

En alguna ocasión has dicho que, al ser capaz de pasar los repechos con los mejores, posees una relativa ventaja con respecto de los sprinter tradicionales. En base a eso, ¿te ves luchando por la victoria en clásicas duras como Lieja ó Amstel?
Creo que Lieja es más bien una clásica de montaña, por lo que de verme compitiendo en ella para ganar será en un plazo más largo. Creo que quizá lo pueda hacer mejor en Amstel o en clásicas de pavés como Roubaix, creo que estas últimas son las que mejor se pueden adaptar a mis condiciones.

¿Por qué victoria quieres que se te recuerde dentro de veinte años?
mmm… Esa es una pregunta difícil. Preferiría no ser recordado por una victoria, sino más bien por una carrera profesional completa. Colgar la bicicleta y sentirme satisfecho de todo lo que he hecho, aunque siempre pudiera haberlo hecho mejor aquí o allá.

¿Te gustaría atesorar al retirarte unos registros como los de, por ejemplo, Óscar Freire?
Él es un gran ciclista, tiene un gran palmarés y por supuesto que me gustaría poder emularle.

Cinco Nombres del Inicio de Temporada (y II)

13 de Marzo, Arueda.com

Hace algo más de una semana comenzamos en Arueda.com un repaso de lo que llevamos de curso ciclista 2009, que empezó voraginoso y continúa en la misma línea, prometiendo una segunda parte con cinco nombres internacionales. Cinco nombres que resumieran todo lo vivido hasta ahora en el panorama mundial, las noticias más destacadas y las competiciones más relevantes.

Aquí están esos nombres. No se trata de ciclistas individuales, sino más bien de grupos cuya representatividad de lo que está pasando esta temporada resulta máxima. Nos encontramos a tres equipos cuya labor conjunta ha sido excelente, bien a través de la suma de resultados individuales o bien a través de un bloque superlativo. También tenemos a una generación de corredores que puede llevar a un país de gran tradición a recuperar gran parte de su peso perdido en el ciclismo de alto nivel; y a varios hombres que se han puesto de nuevo en el ojo del huracán mediático con su regreso a la primera línea, sazonando aún más una temporada que ya de por sí se presenta picante.


Katusha La estructura rusa, heredera del Tinkoff que el año pasado rindiera a tan buen nivel en el Giro de Italia, generó dudas entre muchos aficionados al ciclismo antes incluso de salir a las carreteras. No era fácil pasar de ser una escuadra familiar que prácticamente representaba a un país, Rusia, a ser una multinacional deportiva. Y más aún si en esa multinacional se estaban sumando sin aparente coherencia nombres de gran calidad pero que no dejaban vislumbrar una posible labor de equipo cuando la competición invitara a ello. Sin embargo, el mánager Omar Piscina ha conseguido hacer funcionar lo que parecía afuncional; Katusha es el segundo equipo con más victorias del ProTour, siendo que con McEwen, Napolitano y Steegmans ha mostrado una superioridad incontestable en las llegadas masivas. Al menos, mientras los hombres de Columbia no han entrado en juego.

Diquigiovanni Aunque si hablamos de grandes cantidades de victorias, este equipo italiano registrado en Venezuela se lleva la palma. Su mánager Gianni Savio ha buscado dar un salto de calidad a la formación, apostando para ello por incorporar a grandes ciclistas que apuran sus últimas pedaladas como Davide Rebellin o Gilberto Simoni y mantener a corredores en plena explosión como Francesco Ginanni, un proyecto de clasicómano que aspira a marcar una época a partir de la próxima temporada. Por no hablar de la recuperación para el ciclismo de Mattia Gavazzi, hijo del mítico Pierino y ex cocainómano, que demostró grandísimas cualidades como velocista con cinco victorias entre enero y febrero. Así, de momento, Diquigiovanni acumula ya un total de quince triunfos, cinco más que el segundo equipo con más victorias (Columbia). Sensacional.

Cervélo Aunque si está habiendo un equipo sensación esta temporada éste es, sin duda, el novedoso Cervélo Test Team. El original concepto de una estructura dedicada a servir de banco de pruebas en competición a una serie de marcas del sector de la bicicleta se ha puesto en práctica con una plantilla donde sólo Carlos Sastre y Thor Hushovd destacan por encima de la media y nadie destaca por debajo. Una plantilla donde predominan los rodadores, ciclistas potentes capaces de destrozar un pelotón en cualquier momento, tal y como se demostró en una Vuelta a Qatar donde dominaron de principio a fin… y no consiguieron la victoria debido a un Tom Boonen impresionante. La agradable sorpresa en que se ha constituido Heinrich Haussler gracias a su salto de calidad refrenda las buenas sensaciones que transmite a un equipo al que, sin embargo, aún falta ver en las citas más importantes.

Sylvain Chavanel El francés se aupó el martes al liderato en París-Niza aprovechando el trabajo de Rabobank en el llano, si bien su mayor exhibición de la temporada ha sido la de Kuurne-Bruselas-Kuurne, donde dejó en bandeja la victoria al anteriormente mencionado Tom Boonen. Es el principal exponente de una poderosa generación de ciclistas franceses que vuelven a merecer el título de esforzados de la ruta, alejándose de esa imagen de aburguesamiento que han dado algunos de ellos en los últimos tiempos. Junto a él, llamados a devolver a Francia a su lugar histórico dentro de la competición, están David Moncoutié, que comienza una segunda juventud que puede ser muy fructífera; Thomas Voeckler, cuya teatralidad le resta el reconocimiento que realmente merece; Romain Feillu, aspirante a la primera fila mundial en poco tiempo que ya fuera líder del Tour el año pasado; y Mathieu Ladagnous, un rodador excepcional que se encuentra cercano a la explosión que le llevará a formar parte del grupo de ‘flandriens’ de élite donde ahora mismo hay mayoría de belgas.

Los Regresos Durante unas semanas no se habló de otra cosa: Lance, Lance, Lance. Había vuelto Lance Armstrong, había que celebrarlo. Y se celebró con una cobertura como no se recordaba para el ciclismo. El Tour Down Under adquirió una mediatización inesperada y superlativa gracias a la presencia del campeón tejano; y con el Down Under, todo el mundo de la bicicleta. Deportivamente ha sido significativo, pero no tanto; Lance sigue siendo muy fuerte, pero aún le falta ‘punch’ y se dedica más a juguetear atacando desde el inicio de las etapas que a intentar ganar de verdad. Casi igual que el italiano Ivan Basso, el otro gran regreso del año, que enfundado en el maillot de Liquigas sólo ha mostrado tensión competitiva real en la argentina Vuelta a San Luis. Sin embargo, no hay que olvidar que el punto de mira, tanto de Armstrong como de Basso, está puesto en mayo. Concretamente, en ese Giro del Centenario que cada vez pinta mejor y más emocionante. Al menos, a priori.

Orbea: cinco años de cantera

16 de Febrero, Arueda.com

En 2005, la creación de la categoría continental permitió en España la salida a las carreteras de cuatro modestísimas formaciones que con más ilusión que dinero tomaban la alternativa en el profesionalismo. Eran Andalucía – Paul Versan, Catalunya – Ángel Mir, Spiuk y Orbea. Cuatro temporadas después, Andalucía es un equipo profesional de nivel medio. Catalunya y Spiuk no tuvieron la misma suerte y, mientras los primeros veían su proyecto hundirse en el segundo año de funcionamiento, los segundos duraron dos más y se debieron renunciar a continuar este invierno. En cuanto a Orbea…

Orbea continúa, tras casi cinco años de travesía, igual que al principio. Nació como una estructura intermedia entre el campo amateur y el ProTour, como el lugar donde los mejores jóvenes vascos vivieran un tiempo de transición antes de dar el salto al Euskaltel. Y vive como tal, sirviendo de trampolín para corredores que, como Alan Pérez ó Iván Velasco, se adaptaron en él al profesionalismo antes de entrar en la élite del ciclismo mundial de la mano del equipo grande de la Fundación Euskadi.

“La labor de formación de Orbea es algo positivo, no hay más que fijarse en la procedencia de muchos de los corredores que ha fichado Euskaltel en los últimos años”, puntualiza nuestro cicerone para la ocasión Eriz Ruiz de Erentxun. Eriz tiene 24 años y la temporada pasada empezó a competir en el seno del equipo Orbea. “El salto de aficionados a un equipo ProTour sería muy duro sin más, un par de años aprendiendo el oficio en un equipo continental vienen muy bien”, continúa.

A todo esto, ¿quién es Eriz sobre la bicicleta? “Diría que soy un buen rodador, combativo y sin problemas a la hora de hacer de gregario para otros. Se me dan un poco mal los sprints, no los gano ni llegando solo, y las grandes rampas; aunque si las piernas me responden puedo luchar en todo tipo de terreno”. El simpático corredor alavés afronta la temporada con la vista puesta en el Pro Tour: “Siempre piensas en dar el salto. Más al empezar el año, que todo son ilusiones”.

La vista puesta en el Pro Tour. Ese objetivo hace a Orbea renovar casi la mitad de su plantilla cada invierno. El ciclista tiene un par de temporadas para demostrar su valía y capacidades durante un calendario centrado en las carreras españolas sin descuidar incursiones en terreno francés. Si no lo hace, debe buscarse una salida y dejar el hueco a otro corredor que intente conseguir su pasaporte al Pro Tour.

De la plantilla del año pasado, Unai Uribarri y Eladio Sánchez han dejado el equipo en dirección a la retirada. Igor Romero se ha recalificado con Baqué; David Martín Velasco e Iván Melero han encontrado acomodo en Rock & Racing y Burgos Monumental, respectivamente. Mikel Nieve y Sergio De Lis, por su parte, han conseguido lo que les llevó a Orbea a principios de 2008: dar el salto a Euskaltel.

¿Quién o quiénes serán los siguientes en hacerlo? Eriz hace su apuesta: “Jonathan Castroviejo puede ser el hombre a seguir, desde hace tiempo viene con muy buenas referencias y ya el año pasado lo hizo muy bien. Todos los que renovamos [Sesma, Minguez, Olano y Eriz, amén del ya mencionado Castroviejo] debemos dar un paso adelante”. Sin duda alguna, el vizcaíno Castroviejo es el más aventajado: excelente rodador, con ciertas cualidades para el terreno quebrado, es seguramente quien tiene un mayor futuro por delante; si bien es cierto que el jovencísimo escalador Miguel Mínguez o nuestro entrevistado Eriz Ruiz de Erentxun también parecen atesorar potencial suficiente para desarrollar una buena carrera profesional.

Por otra parte, se incorporan al equipo desde el campo amateur la friolera de ocho ciclistas, todos ellos menores de 22 años. De ellos el más destacado es, seguramente, Ricardo García, que sube desde Naturgás avalado por sus aptitudes para la escalada y una cierta punta de velocidad. Su compañero de equipo en aficionados Ibón Lavín, por su parte, es un buenísimo escalador cuyas referencias resultan prácticamente inmejorables. La lista de incorporaciones la completan los rodadores Joseba Larralde (Bidelan), Mikel Illundáin, Eneko Echeverz (Naturgás) y Beñat Urain (Debadarrena) y los pistards Andoni Blázquez (Bidelán) y Romain Sicard, oriundo este último del País Vasco francés. Estos serán los mimbres a partir de los cuales construir nuevos ciclistas válidos para el máximo nivel.

Cuatro temporadas ya al pie de cañón, primero dirigido por Jon Odriozola y después por Álvaro González de Galdeano, lleva el equipo Orbea. Cuatro temporadas forjando jóvenes promesas, para las cuales “el salto de aficionados a un equipo ProTour sería muy duro sin más” y que aprovechan al equipo como trampolín antes de iniciar una fructífera carrera profesional. Y culminar así un sueño.

El año frenético de Philippe Gilbert

15 de Octubre, Arueda.com
95 días de competición para ser el belga que más ha corrido en este 2008; el octavo entre el total de los ciclistas ProTour. Empezó su temporada el 22 de enero en el Tour Down Under, siendo 15º en la primera etapa. El domingo le puso el broche de oro ganando la prestigiosísima París-Tours con una táctica brillante por parte de su equipo, Française des Jeux. En medio, otras cuatro victorias oficiales más una oficiosa. Diez meses donde no ha dejado de tomar parte en la carrera que tocara. Un año muy activo para el mejor clasicómano valón desde Mathieu Criquelion.


Philippe Gilbert (1982, Verviers) se caracteriza, como decía a principios de año, por tres virtudes que cualquier corredor desearía: clase, potencia, combatividad. La clase le garantiza elegancia y talento; la potencia, fortaleza y capacidad; la combatividad, presencia en carrera y lucha infatigable.

Precisamente ésa combatividad le ha dado al valón ganas de competir después de un 2007 frustrante. Un melanoma (cáncer de piel) interrumpió su preparación en pretemporada. Después, infortunio y desconfianza: ninguna actuación brillante en clásicas más allá de escaramuzas aún lejos de meta. Fue un año negro, sin resultados, que sin duda le ha espoleado a la hora de exhibir sus capacidades en éste.

Comenzó con el Tour Down Under, donde ya se dejó ver con la victoria en la general de la montaña. Continuó en la Challenge de Mallorca, resultando vencedor en los Trofeos de Mallorca y Sóller, amén de colocarse tercero en Pollença y cuarto en Cala Millor y Calviá. Se anotó la general oficiosa de la carrera balear, el principio de lo que iba a ser un gran año. Diez días después fue quinto en el Tour del Alto Var.

En marzo, inicio de la temporada de clásicas, se impuso en dos semiclásicas: la inaugural Het Volk y el competido Memorial Samyn. En su siguiente parada, París-Niza, sólo lució en las dos primeras etapas para posteriormente pasar al anonimato. Llegó la clasiccisima, Milán-San Remo: pasó el Poggio con los mejores, estuvo en el grupo… pero no pudo hacer nada ante el poderío de Fabian Cancellara y se hubo de conformar con el tercer cajón del podio. Cerró el mes con un segundo lugar en la Flecha Brabançona ganada por Sylvain Chavanel.

Abril, mes central de la temporada de todo clasicómano, lo era también para Philippe. Sin embargo, pasado de forma, sólo tomó parte en Tour de Flandes, Gante-Wevelgem Amstel Gold Race, y Lieja-Bastogne-Lieja. Sus actuaciones siguieron una línea descendente, desde el 15º lugar de Flandes hasta el 92º de Lieja. Cerró así su primer ciclo de carreras de un día, con el sabor agridulce derivado de sus dulces victorias en semiclásicas y sus amargos fracasos en monumentos.

Pero no se rindió, el 17 de Mayo volvió a la competición en el Tour de la Picarda: segundo en una etapa, octavo en la general. Anónimo en el Circuito de Lorena y el GP de Vennendaal, en la Vuelta a Suiza tuvo un chispazo en la primera etapa (quinto) y otro en la última (segundo). Eso y una discreta participación en el Campeonato de Bélgica constituyó su aproximación a la única grande que completó, el Tour de Francia.

Allí presenció en primera persona la impresionante victoria de Alejandro Valverde en Plumelec: fue segundo por detrás del murciano. Después, el desierto: veinte etapas totalmente desaparecido, llegó a París por pura honra en el puesto 111 de la general. Tal vez fundido, tal vez desmotivado, su participación en el Tour fue totalmente olvidable.

Tras este pequeño revés, Gilbert tuvo una buena prestación en el Campeonato contrarreloj de su país (sexto) y una testimonial aparición en el Eneco Tour. En septiembre, como muchos otros corredores, escogió la Vuelta a España para preparar el final de temporada. No se dio mal: segundo en una etapa, bastante presencia en carrera… Un buen presagio de cara al Campeonato del Mundo…

…Que sin embargo no se cumplió. En Varese nada acabó de ir bien; la selección de Bélgica sufrió una desorganización absoluta dentro de la a priori clara táctica de apoyar a Tom Boonen hasta el final, Gilbert no fue el único que tuvo carta blanca a la hora de luchar por sus propias opciones… Un desastre que se saldó con nuestro protagonista cruzando la meta en 15ª posición.

La siguiente parada, la penúltima de la temporada, fue el Circuito Franco-Belga. Allí, mientras el Arquero Flecha se revindicaba tras su no inclusión en la lista de la selección española para el Mundial, Philippe volvía a tener una gran presencia en carrera que no se tradujo en nada más que en el cuarto lugar de la general. Y después llegó París-Tours…

…Y una victoria de las que no justifican por sí solas una temporada entera, pero casi. Aprovechando la presencia de su amigo y compañero de equipo en Française des Jeux (y en Silence-Lotto el año que viene) Mickael Délage en una fuga formada a veinte kilómetros de meta, Gilbert llegó al grupo de delante y mantuvo a raya al pelotón. Una vez arribados a la Avenue de Grammont de Tours, sorprendió lanzando el sprint desde lejos a dos corredores más rápidos que él (aunque menos conocidos) como son el belga Jan Kuyckx (Landbouwkrediet) y el francés Sebastian Turgot (Bouygues Telecom).

Por delante aún queda el Giro de Lombardía, al cual está preinscrito, para rematar la gran temporada de un ciclista que siempre apuntó alto. Bien lo sabía Madiot cuando lo probó a finales de 2002 haciéndole correr el Tour de Finistére y el Circuito Franco-Belga. Bien lo sabe Marc Sergeant contratándole para Silence-Lotto de cara al año que viene. Philippe Gilbert es clase, potencia y combatividad: tres virtudes difíciles de encontrar juntas en estos tiempos.

"Mis sueños están en Huy"

Entrevista a Nicolas Roche
Arueda.com
Nacido en la ciudad francesa de Conflans-Sainte-Honorine, aunque de nacionalidad irlandesa, Nicolas Roche está siendo una de las grandes revelaciones de la Vuelta. Siempre envuelto en los sprints, ha llegado a ser quinto en una etapa (Córdoba).

Marcado por ser el hijo de Stephen Roche, ganador de Campeonato del Mundo, Giro de Italia y Tour de Francia en el mismo año (1987), fue el ciclista más joven del Pro Tour cuando pasó a profesionales con Cofidis en 2004. En el seno del equipo bancario se fue sacudiendo poco a poco la etiqueta de “hijo de”, proceso que continuó cuando hace dos años cambió de aires para correr en Crédit Agricole. Tras ser campeón contarreloj de su país en 2007, esta temporada se ha destapado con dos victorias en sendas etapas inaugurales de Gran Premio Paredes y Tour de Limousin.


¿Cuáles son tus objetivos para esta Vuelta?
Va a ser una Vuelta muy difícil, así que los objetivos no son muy exigentes: hacerlo lo mejor posible e intentar meterme en la pomada en una o dos etapas. Pero hay muchos corredores buenos y será muy difícil

¿Estás preparado para intentarlo al sprint?
Si, estoy entrenando mucho para los sprints y el equipo intentará ayudarme de cara a ellos. Espero ser un rival duro.

Tu sobrenombre es “el hijo de Stephen Roche”. ¿Crees que Stephen Roche será algún día “el padre de Nicolas Roche”?
No, pero ojalá que mi hijo sea “el hijo de Nicolas Roche”. Eso significará que he tenido una buena carrera profesional.

Algunos aficionados creen que eres bastante diferente de tu padre como corredor. ¿Crees que es así?
Sí, somos muy diferentes. Él era muy fuerte y calculador, un corredor para grandes vueltas. Yo tengo grandes dificultades en las montañas, pero a cambio soy bueno para carreras de un día

¿Cuál ha sido el momento más emocionante de tu temporada?
Ganar la primera etapa del Tour de Limousin. Era mi vuelta a la competición, llevaba parado desde junio, y me dio mucha motivación para la Vuelta

¿Y la etapa que ganaste en Portugal? En las fotos parece un momento muy emotivo…
Sí, fue muy emocionante para mí. A falta de 10 kilómetros para meta, Jeremy Hunt me dijo: “Esta etapa es para ti. Debes atacar en la última subida y ganar en solitario”. Yo me dije: “Vale, es fácil” (risas). Así que ataqué cerca del final, Jeremy llegó justo detrás de mí y fue fantástico.

¿Qué expectativas hay para el año que viene? ¿Tienes ofertas?
Sí. De hecho, ya he firmado por dos años con AG2R

Mirando a más largo plazo… ¿dónde están tus límites?
En la alta montaña.

¿Y tus sueños?
En la Flecha Valona. El muro de Huy… ése es mi sueño