Publicado originalmente en Sur

El murciano de Movistar sentenció la Ruta del Sol en el Castillo de Santa Catalina

En los últimos kilómetros de la primera etapa en línea de la Vuelta a Andalucía, el Team Sky se puso en cabeza del pelotón con la intención de destrozarlo, ensayando para el Tour, con la única diferencia de que el último de la fila no era Chris Froome sino su lugarteniente Richie Porte. Los dos últimos julios que han hecho eso, miraban hacia atrás y quedaban a su rueda pocos y asfixiados. Ayer, en Jaén, era febrero y resistieron unos cuantos más. Los principales, dos hombres de Movistar Team, Ion Izagirre y Alejandro Valverde.

Los últimos 200 metros de la ascensión al Parador Nacional del Castillo de Santa Catalina eran tan empinados que los periodistas extranjeros cuestionaban la veracidad de la altimetría oficial provista por la organización. “No será para tanto”, tuiteaba anoche el danés Mikkel Condé. Sin embargo, lo eran y Valverde lo aprovechó. Cuando Izagirre tensó, poniendo un punto más que los Sky, el murciano saltó fulminante. Triunfó y en meta lucía una sonrisa de satisfacción, lógica tras sentenciar la carrera a falta del final en alto de hoy en Cabra. Cuando le preguntaron si dejar a los británicos tostarse en cabeza era un ardid táctico, respondió socarrón: “Sky lo ha hecho fenomenal, lo que pasa es que yo estoy muy bien”.

Piotr Havik es uno de los jóvenes talentos neerlandeses de Rabobank que vienen a esta Vuelta a Andalucía a probarse y acumular kilómetros bajo el sol. El miércoles, en los primeros del prólogo, sufrió una fea caída. Por la mañana, en la salida de Vélez-Málaga, hacía rodillo. “Así me duele meno el golpe de ayer”, decía sonriendo. “Además, la etapa va a ser dura. Mucha montaña desde el principio”.

Esa era la actitud general: respeto ante el Boquete de Zafarraya, un puerto más que reseñable que a estas alturas de temporada se antoja un verdadero coloso. Sin embargo, en los primeros diez kilómetros se formó una fuga con once jornaleros del pelotón; el viento, juguetón durante toda la subida al Boquete, hizo el resto. La carrera lo transitó anestesiada, y así permaneció hasta que en la parte final Sky encendió la máquina.

Entre los miembros de la escapada se filtró una representación de la nueva hornada española de talentos, con el debutante Beñat Txoperena (Euskadi), David Lozano (Team Novo Nordisk – un equipo que, esponsorizado por un laboratorio farmacéutico, sólo contrata diabéticos), Jesús Ezquerra (Active Jet) y un clásico de las escapadas, Javier Aramendia (Caja Rural).

También se envolvió en la ofensiva Tom Van Asbroeck, miembro de Topsport Vlaanderen, el vivero de talentos del ciclismo flamenco. Él es un velocista puro, pero ayer demarró para hacer “un test” de cara a las clásicas belgas y “no tener que pelear luego contra el fuera de control”. El esprínter disputó los pasos de la Montaña; gracias a eso tomó el maillot verde que distingue al líder de dicha clasificación. “Ya que lo tengo, intentaré defenderlo”, concedió sorprendido por su recién descubierta habilidad escaladora.

Maté, al ataque

Luis Ángel Maté se mostró especialmente ofensivo en la última parte de la etapa, ya cerca de las rampas del Castillo de Santa Catalina. El marbellí demarró a 20 kilómetros de meta buscando sorprender de lejos: “Lo probé, pero no se animó nadie. Seguí un poco más, pero vi que solo no iba a hacer camino y preferí dejarme coger”, comentó el ‘Lince Andaluz’.

Una vez anulada su aventura, Maté se dedicó a labores de equipo tratando de posicionar bien a Dani Navarro: “Hemos tenido que remontar mucho, y ahí se han gastado fuerzas. Pero hemos estado cerca de Valverde”. El ciclista malagueño llegó en 20ª posición, a 23” del vencedor, y está a solo 2” de desbancar a Javi Moreno como mejor andaluz de la Vuelta. Ambicioso, promete dar batalla también hoy: “La subida de Cabra nos viene mejor tanto a Navarro como a mí”.