Publicado originalmente en Ruta de Sol a Sol
El año pasado, Tom Dumoulin estaba cabreado después del prólogo de San Fernando. «No me gusta mi resultado». Lo decía con un gesto adolescente y casi infantil, con una profunda decepción, graciosa en un gigantón como el neerlandés de Giant-Shimano.
Hoy se mostraba en esa línea, pero con un poso de amargura mucho menor. «Estoy decepcionado. Quería ganar, pero Valverde fue mejor». Y desarrolla ese pensamiento: «Tuve buenas sensaciones durante todo el invierno, y eso me ha dejado claro el propósito conseguir mi primera victoria este año. Ya es hora de que consiga mi primer triunfo». Con determinación. «Pero bueno, ya sé que no va a ser hoy».
Poco le faltó para no ser batido por Valverde cuatro minutos después de marcar el mejor tiempo, 8’29», derrocando los 8’31» de Ion Izagirre. Estaba mentalizado: lo primero que hizo al llegar a Casi fue seguir el desempeño de su coequipier Tom Veelers sobre el trazado almeriense. «Suelo seguir la actuación de uno de mis compañeros desde el coche, especialmente si salgo tarde y no puedo recorrerlo yo mismo antes. Realmente, cuando puedes apreciar todos los aspectos de un recorrido es en competición, cuando lo estás haciendo tú o ves a un compañero negociándolo».
Aunque ayer escribiera que era un camión, Dumoulin considera que él era apto para las sinuosidades almerienses: «Era un buen recorrido para mí. Se me dan muy bien las curvas en la bicicleta de contrarreloj respecto a lo que suele ser normal de los ciclistas». Vuelve a sacar a pasear su lado sardónico: «Pero, viendo que Valverde ha sido siete segundos más rápido que yo, quizá hubiera sido preferible un recorrido con más rectas».
El neerlandés es un enamorado de la Vuelta a Andalucía («me pilla fresco y suelo disfrutarla»), aunque este año disputar la general no es su prioridad ni un «objetivo». «Pero intentaré defender la segunda posición. Este recorrido es muy duro, quizá demasiado para mí, pero llegados a este punto no puedo dejarme ir sin intentarlo».