Las claves de Copenhague

Jugando a razonar tácticas
+ El punto más importante del recorrido es, obviamente, el repecho final. Son apenas 500 metros al 6%, pero se sube 18 veces y está enmarcado en un circuito mayormente llano a pesar de tener algunas cuestecitas pero caracterizado, sobre todo, por lo nervioso y técnico que es. Si se recorre con rapidez (todo hace indicar que así será) puede acabar pesando en las piernas de los esprinters más puros.
+ El esprint final no es sencillo de leer. Habrá muchos interesados, muchas ruedas a seguir, y el pelotón no será excesivamente ancho. Habrá, por tanto, quien se tenga que jugar una volata larga de más de 200 metros; ése tendrá pocas opciones de ganar frente a los que suban mejor colocados, o con compañeros de equipo, o con gente que les haga el trabajo sucio… En ese sentido los dinamiteros, corredores tipo Gilbert o de menor enjundia que atacasen al pie de la subidita, podrían hacer perder la carrera a más de uno… o servirle la victoria en bandeja.
+ Los velocistas que se jueguen la victoria en un hipotético esprint dependerán, en gran medida, del ritmo al cual se suba el dichoso repecho. Si se fuerza un poquito en las últimas vueltas, entre la subidita y la distancia serán eliminados aquellos con menor polivalencia o estado de forma como Matthew Goss, Tyler Farrar, Edvald Boasson Hagen, Marcel Kittel o Denis Galimzyanov. Si se pone un puntito más pasarán ciertos apuros hombres como Juan José Haedo, André Greipel o el a priori gran favorito Mark Cavendish.
+ Hay tres tipos de selecciones: ofensivas, defensivas e intrascendentes. Las ofensivas son aquellas que tendrán que forzar el paso, atacar desde lejos, con objeto de endurecer la carrera para favorecer a sus líderes y perjudicar a los hombres fuertes de los conjuntos defensivos. A grandes rasgos, podemos distinguir claramente a cuatro combinados ofensivos (Francia, Italia, Holanda y Bélgica) y cuatro defensivos (Gran Bretaña, Alemania, España y Australia). Unos llevarán la iniciativa; los otros deberán sufrir marchando a contrapié.
+ Por todas estas circunstancias, caben tres resoluciones: esprint masivo (grupo de unos sesenta u ochenta ciclistas), esprint reducido (entre treinta y cuarenta ciclistas, cribados por el repecho, la distancia y el ritmo) o fuga (entre cuatro y diez ciclistas que se destaquen por distintos ataques y circunstancias tácticas). Esta última opción es la interesante para los países ofensivos, aquellos de Voeckler, Offredo, Boom, Oss, Modolo… Cancellara.. Gilbert… La dificultad: esa fuga deberá tener elementos capaces de contentar a todas las selecciones trascendentes, o de mantenerlas a raya.
+ Dicho esto, a mi parecer la resolución más probable es el esprint masivo, reducido de facto por cuanto pienso que sólo llegarán con capacidad para ganar diez ciclistas como mucho. Y francamente no creo que entre ellos se encuentre Cavendish. En estas condiciones, los favoritos lógicos serían Thor Hushovd, Óscar Freire y Peter Sagan. Sin embargo, yo tengo uno particular: Daniele Bennati. Va a ir protegido todo el día a rueda de británicos y españoles, amparado por la ofensividad de sus compatriotas; llega en un excelente estado de forma; y tiene las condiciones ideales para esprintar con solvencia 100 metros picandito hacia arriba cara al aire. Es mi apuesta.
+ Respecto de posibles sorpresas aún no mentadas en este análisis, cinco nombres. Para la resolución en fuga, Rui Costa; para el esprint reducido, los eslovenos Grega Bole y Jure Kocjan; para el esprint masivo, Sacha Modolo y (mucho ojo) Yauheni Hutarovich. Todos llegan en bastante buena forma y tienen aptitudes suficientes para colarse en el podio de resolverse la carrera de un modo más o menos favorable para ellos.
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