
Matxin y la montaña rusa del ciclismo

Sin embargo, mientras todo esto sucede en el Giro, alrededor se suceden competiciones de menor calado. Algunas porque nunca han tenido esa relevancia (Lorena, Japón). Otras porque, triste realité, han caído en un saco de relativa mediocridad gracias a que su alrededor (y no hablo de políticos) no le prestan la menor atención y la ningunean sistemáticamente. El banquete del F.C. Barcelona está suponiendo el hambre de todos los que cohabitan con el club del crit valent, pregúntenle a los deportes de motor por citar un ejemplo. La Volta a Catalunya sufre este problema, epidémico, pero lo peor es que no es capaz de poner antivirales, de venderle a algún periódico la posibilidad de ser ‘diario oficial’. Tampoco son capaces de tener una web moderna. Ni de garantizarse retransmisiones. Como con la crisis, una circunstancia global está excusando la incapacidad de unos poderes locales.
Sergio Pardilla El de Ciudad Real, seguramente, debería estar luchando en el Giro con los grandes y no donde ha estado. En la Vuelta a Japón, defendiendo sus colores de Carmiooro – A Style y haciéndose con la victoria con una superioridad incontestable a pesar de lo movidísima que ha sido la carrera. Hablamos de un ciclismo sin evolucionar que se encuentra ahora mismo en la época pre Merckx: etapas leoninas, diferencias de calidad y preparación abismales entre los mejores y los peores que se traducen en distancias salvajes del primero al último. Allí han ido A-Style y Knauf. Y se han encontrado con el australiano AIS, que se ha llevado cinco de los siete parciales con Leigh Howard y Jack Bobridge, y con los ciclistas orientales dispuestos a reventar la carrera en cada instante. Un verdadero espectáculo, un río revuelto donde ha pescado Sergio Pardilla otro triunfo que debería hacer reflexionar a todos los equipos profesionales españoles que le han dejado escapar.
Rubén Plaza Saltamos a Francia. Allí ha competido el valenciano de Liberty, que se llevó una etapa, la tercera, por delante del a la postre vencedor absoluto Matteo Carrara. Como Pardilla, cada triunfo suyo es un golpe en la frente, pong, para todos aquellos directores españoles que le han dejado escapar y obligado a batirse el cobre vestido del Liberty portugués en el calendario de los países vecinos. Es uno de los tres mejores rodadores del pelotón español, potente y decidido a la hora de demarrar. Se defiende aceptablemente en montaña. Dos victorias este año. Todo eso pesa menos que el estigma de la Operación Puerto, motivo suficiente para dejarle en la estacada. Como a Manuel Lloret. ¡País!
Romain Sicard Cambiamos de nacionalidad del corredor, aunque no del escenario. El vasco-francés de Orbea es la gran sorpresa de la temporada dentro del pelotón nacional. Sus resultados, a los 21 años, son propios de un gran ciclista; la manera de conseguirlos son propios de un superclase. La Subida al Naranco fue asombrosa, llevábamos años sin ver a un corredor ganar escapado desde el primer kilómetro en un grupo pequeño para rematar luego en solitario [Esta semana podemos leer en las crónicas que Julián Sánchez Pimienta (Conténtpolis) hizo algo parecido en la Volta a Catalunya]. Este sábado, en la Ronde de l’Isard, el triunfo llegó con un ataque desde la base en un puerto-Tour como Plateau de Beille. Sencillamente asombroso. Que tenga cuidado Euskaltel, porque quizá se lo quiera llevar algún equipo francés…
Jonathan Castroviejo …Pero aún les quedaría este. Vizcaíno, más rodador que Sicard pero menos escalador; el paso al Pro Tour asegurado para el año que viene. O quién sabe si a mitad de este año. Tiene proyección de auténtico referente desde juveniles, promete grandes cosas para el futuro. En el último mes está luciendo más que nunca, siempre en .2 francesas. En el Tour de Haut Anjou triunfó en una etapa y casi hace lo propio en la contrarreloj. En la Ronde de l’Isard se hizo con el prólogo y rayó a gran nivel en Plateau de Beille mientras su compañero Sicard se exhibía, lo cual le valió el segundo puesto de la general. Pinta para relevo de ‘Bing Gordon‘ Samuel Sánchez («cuando ganas los Juegos Olímpicos, no te dejan olvidarlo») como buque insignia de Euskaltel. Sin embargo, aún le quedan años de camino por andar y años de camino para que le pongan presión encima. Dejémoslo evolucionar tranquilo…
La Subida a Urkiola es una de las pruebas más bonitas del calendario español. Una clásica con final en alto que me recuerda al difunto Campeonato de España de Montaña (ojalá lo hubiera visto alguna vez) como lo hace la Subida al Naranco. El marco es incomparable: las siempre abarrotadas carreteras vascas y Urkiola, un puerto de seis kilómetros que no pasaría de ser un mero primera incluido en una etapa de montaña de la vuelta de turno, pero tiene un nombre propio que le convierte en un Santuario también a nivel ciclista. Cada año se vive un espectáculo con la segunda fila de escaladores españoles. Y en esta edición destacaría a estos cinco corredores.
David Arroyo El talaverano es un buenazo en todos los sentidos. Accesible para el aficionado, sacrificado para el compañero, modesto para la prensa. La victoria se ha acordado hoy de todo esto. Se ha acordado de él ahora que empezaba a olvidarle desde que se encontraran, vestido él de LA Pecol, en la Volta a Portugal de hace cuatro años en Mondim y Torre. La única pega es cómo ha llegado Arroyo a la cita: remachando a Juanjo Cobo tras dejarle hacer todo el trabajo. Una vía no demasiado honrosa.
Sergio Pardilla Un ciclista que me tiene enamorado. La tutoría de José Luis de Santos le está viniendo bien para optimizar su potencial: la irregularidad ha dejado paso a una consistencia digna de aplauso. La próxima Vuelta a Burgos puede ser su gran oportunidad para saltar al estrellato: además de que el equipo corre en casa, llega con un buen ritmo de competición y con un recorrido que, sin crono, le va como anillo al dedo. Repito lo mismo que en el anterior «cinco nombres»: si no ficha por un equipo mayor el año que viene, el ciclismo habrá sido injusto con él.
José Rujano Dentro del recital de Caisse d’Épargne hoy (Arroyo, López, Rodríguez, Rujano y Fran Pérez entre los siete primeros), el segundo nombre que más llama la atención es el del venezolano. Aunque el nivel del estratosférico Giro’05 que realizara en Colombia – Selle Italia parece muy lejano, da la sensación de que ha recuperado un poco ese ápice de ilusión que le hace falta a un ciclista con clase para destacar. Se acercan los Juegos Olímpicos y él participará representando a su país; no sería mala ocasión para demostrar su valía y, sobre todo, que no fue flor de un día.
Ignacio Sarabia Hace unos meses, cuando la continuidad de la estructura Extremadura-Spiuk estaba en duda, un ex compañero de este ciclista mexicano me comentaba que era el que más motor tenía de todo el equipo. Subiendo y sprintando era, sencillamente, el mejor de todos. Sólo le faltaba encontrar serenidad y un poco de sabiduría táctica, apenas lo hiciera daría el salto de calidad. En mi opinión, aún no ha terminado de hacerlo; lo que si ha encontrado es su sitio en el pelotón. La experiencia puede construir un gran corredor, un ciclista completo capaz de ganar en cualquier terreno, sobre las sólidas bases físicas de Ignacio Sarabia.
Pedro Gutiérrez Tengo la norma de no meterme jamás con los ciclistas por malos. Son los esforzados de la ruta, todos los que montamos en bici sabemos lo difícil que es pedalear 150 kilómetros cada día. Así, cuando a principios de año escribí para Arueda y CiclisModesto una presentación del equipo Burgos Monumental, fui muy escueto con él. Me molestaba el hecho de que un corredor al cual yo no veía maneras de nada pasara a profesionales sin apenas méritos, habiendo otros corredores que continuaban entre los sub 23 o, peor, colgaban la bici, con un palmarés mucho mayor. Ahora llega el momento de que me disculpe, porque Pedro Gutiérrez ha demostrado ser un ciclista válido, capaz, al que quizá le falta clase pero le sobran ganas. No se arruga a la hora de encoger su cuello y tirar hacia adelante con todo el gasto del mundo, aunque por sus lados se dejen caer hombres de más caché que van silbando una vez consideran lejana la posibilidad del triunfo. Hoy, Pedro ha acabado en una anónima aunque trabajada 14ª posición; si miramos su palmarés no encontraremos nada digno de mención. Pero son gestos como el de hoy, las diversas fugas que ha protagonizado durante todo el año (en Castilla y León, en Amorebieta con Igor Romero y Sarabia…), los que han hecho que se gane mi respeto y mi admiración.
Anteriores cinco nombres:
· Cinco nombres españoles que destacaron este fin de semana
Sergio Pardilla Al ciclista de Burgos Monumental ya se le ha quedado pequeña la categoría continental. Es un escalador magnífico al cual solo le ha faltado un poquito de actitud para lucha por las generales. Posiblemente la delegación de las funciones de director de Julio Andrés Izquierdo en José Luis de Santos ha ayudado a su consolidación como ciclista. Si el año que viene no ficha por un profesional, el ciclismo habrá sido injusto con él.
Manuel Calvente Sorprendió a propios y extraños su fichaje a última hora por Contentpolis – Murcia; sus dos últimos años en Agritubel habían sido un tanto desilusionantes, no hizo prácticamente nada. Sin embargo, el buen hacer que demostró en la Vuelta a España 2005 (22º) pesó más que esas dos malas temporadas. Y el tiempo dio la razón al mánager de Contentpolis – Murcia, Ginés García: victoria en la Vuelta a La Rioja para Calvente, y el viento sigue soplando a favor de la maltratada estructura murciana.
Diego Milán Casi se queda sin equipo para esta temporada. No lo hizo, y finalmente fichó por Acqua e Sapone, avalado por su calidad y su experiencia internacional. Ha rayado a buen nivel en todas las carreras que ha disputado (incluyendo los exigentes Tres Días de la Panne) y en la segunda etapa de la Vuelta a La Rioja aportó al equipo una victoria que confirma su valía. Su enorme valía.
Francisco José Pacheco Hace ya dos años corría en el Garcamps-CV. Tenía 24 primaveras, y pocas opciones de dar un merecido salto a profesionales. Finalmente, hizo el camino de las montañas hasta el mar, desde Valdepeñas hasta Portugal, y firmó con Barbot-Siper. El año pasado consiguió una victoria trascendental en la Volta a Portugal, y esta semana se ha adjudicado dos etapas de la Vuelta a Extremadura. Junto a Ventoso, Sobrino y Benítez conforma la generación de sprinters españoles surgida entre dos superclases: Óscar Freire y José Joaquín Rojas.
Manuel Lloret Recalificado este año, inexplicablemente recalificado. No se me ocurre ningún equipo español en el cual no tenga hueco, ya que posiblemente es uno de los cinco mejores rodadores de España. Incluso puede que algún día sea el mejor, pero para que esto suceda no se puede permitir un año sin progresión como este 2008. En Extremadura, con el maillot del Comunitat Valenciana aficionado, se revindicó con una victoria en solitario. No debería ni siquiera hacerle falta.
He dicho cinco nombres. Para terminar, una imagen: