Giro de Italia
El arte de la fuga bidón
El ‘rosa’ de Quique
La "ruleta holandesa" del Giro de Italia
Un clásico Giro para fondistas (y II)
Las dudas de Carlos

Un clásico Giro para fondistas (I)
Aires de superación en Andalucía-Cajasur
Especialmente interesante resulta esta última parte. ¿Cómo puede llegar Andalucía a correr el Giro d’Italia? Si bien es cierto que su estructura es modélica, con todas las categorías del ciclismo englobadas y una dirección ejemplar, el nivel de la plantilla profesional no parece suficiente para enfrentarse a la gran ronda italiana y a la española en un mismo año. El conjunto es ahora mismo limitado, y además se tendrá que enfrentar a la pérdida de su punta de lanza Xavi Tondo, cuyo futuro parece ligado a alguna estructura Pro Tour como Astaná, Katusha ó Caisse d’Épargne. No parece que las incorporaciones que se hagan, que deben incluir al menos tres corredores del filial para seguir la política deportiva del equipo, puedan garantizar un rendimiento mínimo.
Peligroso a la hora de evaluar esto es el precedente de Xacobeo este año. El equipo gallego acudió al Giro d’Italia de este año reclamado por el organizador, ayudado por las circunstancias que le señalaban como el mejor equipo puramente español dispuesto a acudir a la ‘corsa rosa’. La mala suerte se cebó con el equipo, que perdió de inicio a Ezequiel Mosquera por una caída y a las pocas etapas vio cómo tenía que abandonar un David García Dapena que marchaba líder de la montaña. Así, el papel de la escuadra gallega quedó limitada a los fogonazos de jóvenes como Rabuñal, Marcos García ó el ruso Isaichev, que sumados al temperamento del infatigable Eduard Vorganov dieron como resultado una actuación decente… pero al fin y al cabo mediocre. Mejorable por cualquier profesional italiano como Ceramica Flaminia, que acudiría motivado además por ser el Giro su gran objetivo de la temporada.
Después de esto, ¿estarían los organizadores del Giro dispuestos a repetir la invitación de Xacobeo en detrimento de otro equipo cuyos esfuerzos se centraran exclusivamente en su carrera? Posiblemente no. El nivel dado por Xacobeo, que no olvidemos es el mejor equipo profesional español en la actualidad casi sin discusión, no anima a ello. Y menos aún anima Andalucía-Cajasur, que por ejemplo sólo ha conseguido cinco victorias este año; dos de Tondo, una de Ortega, una de Piedra y otra del asturiano Ángel Vicioso. La invitación suena poco probable y, lo que es peor, poco merecida.
El espíritu de superación que emana de la entrevista a Cabello es encomiable. Y el desarrollo del proyecto de Andalucía, modélico. Paso a paso, año a año, ha ido creciendo. Este año ya se han aventurado a correr carreras por Europa. Quizá llegue el momento de dar el gran salto. Pero es difícil hacerlo con una plantilla basada en andaluces, que no muestran precisamente un nivel muy bollante. Quizá en un futuro, con incorporaciones no andaluzas, la evolución de promesas de la estructura como Antonio Piedra ó Pablo Lechuga y la adhesión al equipo de corredores de la región que evolucionan fuera de él como Luis Ángel Maté ó Manuel Vázquez… Quizá entonces se pueda pensar en dar ese salto con garantías.
Por lo pronto, realmente, no se puede aspirar a ello. Además, un detalle algo inquietante es la «recomendación de la UCI», que suena a confusión con la ‘Label Wild Card’ que efectivamente recibieron del máximo organismo el año pasado… ó incluso a endiosamiento ante la prensa local. Ésta siempre ew fácil de engatusar en terrenos especializados tal y como demuestran muchos corredores en entrevistas antes de acudir a grandes carreras, donde casi siempre se muestran como aspirantes a la victoria.
Verdaderamente, es complicado entrar como invitado al Giro. Para Andalucía-Cajasur, por su condición de equipo modesto y español, mucho más. Aunque siempre es de aplaudir el optimismo y el afán por mejorar de este equipo, ejemplar en su gestión y capaz de mantenerse ajeno a todos los escándalos.
Cinco nombres-bielas mientras el Giro gira
Sin embargo, mientras todo esto sucede en el Giro, alrededor se suceden competiciones de menor calado. Algunas porque nunca han tenido esa relevancia (Lorena, Japón). Otras porque, triste realité, han caído en un saco de relativa mediocridad gracias a que su alrededor (y no hablo de políticos) no le prestan la menor atención y la ningunean sistemáticamente. El banquete del F.C. Barcelona está suponiendo el hambre de todos los que cohabitan con el club del crit valent, pregúntenle a los deportes de motor por citar un ejemplo. La Volta a Catalunya sufre este problema, epidémico, pero lo peor es que no es capaz de poner antivirales, de venderle a algún periódico la posibilidad de ser ‘diario oficial’. Tampoco son capaces de tener una web moderna. Ni de garantizarse retransmisiones. Como con la crisis, una circunstancia global está excusando la incapacidad de unos poderes locales.

Alejandro Valverde Ha sido el gran protagonista de la Volta a Catalunya. La figura mediática que a cualquier carrera le gustaría tener. El murciano es, tras Alberto Contador, el corredor español más popular del momento. Es un ‘killer’ que gusta, espectacular por su manera de ganar cuando se encuentra en forma y los últimos metros pican hacia arriba. En Catalunya ha mostrado (según las crónicas, que de las etapas prácticamente no hay ni fotos) un estado de forma excepcional: ganó al sprint en la Pobla de Lillet, podría haberse impuesto también en Pal si no hubiese tardado tanto en atacar. De cualquier manera, ha sumado una etapa y una general valiosas para engordar su palmarés y revindicarse ante las cazas de brujas que tanto le hostigan últimamente.
Sergio Pardilla El de Ciudad Real, seguramente, debería estar luchando en el Giro con los grandes y no donde ha estado. En la Vuelta a Japón, defendiendo sus colores de Carmiooro – A Style y haciéndose con la victoria con una superioridad incontestable a pesar de lo movidísima que ha sido la carrera. Hablamos de un ciclismo sin evolucionar que se encuentra ahora mismo en la época pre Merckx: etapas leoninas, diferencias de calidad y preparación abismales entre los mejores y los peores que se traducen en distancias salvajes del primero al último. Allí han ido A-Style y Knauf. Y se han encontrado con el australiano AIS, que se ha llevado cinco de los siete parciales con Leigh Howard y Jack Bobridge, y con los ciclistas orientales dispuestos a reventar la carrera en cada instante. Un verdadero espectáculo, un río revuelto donde ha pescado Sergio Pardilla otro triunfo que debería hacer reflexionar a todos los equipos profesionales españoles que le han dejado escapar.
Rubén Plaza Saltamos a Francia. Allí ha competido el valenciano de Liberty, que se llevó una etapa, la tercera, por delante del a la postre vencedor absoluto Matteo Carrara. Como Pardilla, cada triunfo suyo es un golpe en la frente, pong, para todos aquellos directores españoles que le han dejado escapar y obligado a batirse el cobre vestido del Liberty portugués en el calendario de los países vecinos. Es uno de los tres mejores rodadores del pelotón español, potente y decidido a la hora de demarrar. Se defiende aceptablemente en montaña. Dos victorias este año. Todo eso pesa menos que el estigma de la Operación Puerto, motivo suficiente para dejarle en la estacada. Como a Manuel Lloret. ¡País!
Romain Sicard Cambiamos de nacionalidad del corredor, aunque no del escenario. El vasco-francés de Orbea es la gran sorpresa de la temporada dentro del pelotón nacional. Sus resultados, a los 21 años, son propios de un gran ciclista; la manera de conseguirlos son propios de un superclase. La Subida al Naranco fue asombrosa, llevábamos años sin ver a un corredor ganar escapado desde el primer kilómetro en un grupo pequeño para rematar luego en solitario [Esta semana podemos leer en las crónicas que Julián Sánchez Pimienta (Conténtpolis) hizo algo parecido en la Volta a Catalunya]. Este sábado, en la Ronde de l’Isard, el triunfo llegó con un ataque desde la base en un puerto-Tour como Plateau de Beille. Sencillamente asombroso. Que tenga cuidado Euskaltel, porque quizá se lo quiera llevar algún equipo francés…
Jonathan Castroviejo …Pero aún les quedaría este. Vizcaíno, más rodador que Sicard pero menos escalador; el paso al Pro Tour asegurado para el año que viene. O quién sabe si a mitad de este año. Tiene proyección de auténtico referente desde juveniles, promete grandes cosas para el futuro. En el último mes está luciendo más que nunca, siempre en .2 francesas. En el Tour de Haut Anjou triunfó en una etapa y casi hace lo propio en la contrarreloj. En la Ronde de l’Isard se hizo con el prólogo y rayó a gran nivel en Plateau de Beille mientras su compañero Sicard se exhibía, lo cual le valió el segundo puesto de la general. Pinta para relevo de ‘Bing Gordon‘ Samuel Sánchez («cuando ganas los Juegos Olímpicos, no te dejan olvidarlo») como buque insignia de Euskaltel. Sin embargo, aún le quedan años de camino por andar y años de camino para que le pongan presión encima. Dejémoslo evolucionar tranquilo…
Los cortes de la Navaja de Occam
En ciclismo no hay carrera más sencilla que la contrarreloj: un recorrido que cada participante completa individualmente con el objetivo de hacerlo en el menor tiempo posible. Determina la fortaleza física del corredor mucho mejor que la montaña, donde hay cierto componente mental; mucho mejor que el sprint, donde hay una parte importantísima de trabajo de equipo; mucho mejor que el terreno de las clásicas, donde la táctica juega un papel decisivo. Aquí todo es muy sencillo, es la lucha en igualdad total de condiciones, la navaja de Occam corta muy bien.
La crono de hoy parecía sacada de otro tiempo. Acumulaba una longitud de sesenta kilómetros, propia de cualquier carrera del género en cualquier gran vuelta, pero la sazonaba con dos puertos de montaña que proporcionaban una dureza descomunal. Para muestra, los 17 minutos y 50 segundos de retraso que ha acumulado en meta el último clasificado, Óscar Gatto (ISD), con respecto del ganador Denis Menchov.
El ruso de Rabobank ha sido, sin duda, el gran beneficiado de hoy. Inició el día a 1’20” de la ‘maglia rosa’ que llevaba Danilo Di Luca y lo acabó con ella puesta y 34” de renta. Menchov es un corredor fortísimo, dominador en las contrarrelojes y capaz de lo mejor (Alpe de Siusi) y lo peor en la montaña, a causa de una debilidad mental que le hace hundirse cuando ve alguien superior a él en la carretera. Eso le hizo no ganar el Tour del año pasado, donde también acusó un poco de mala suerte, si bien no le ha impedido ganar una Vuelta a España, la de 2007, en la que avasalló desde otra crono (Zaragoza) hasta el final.
Sin embargo, ahora Menchov se enfrentará a otro problema que no es de mentalidad a la hora de defender el liderato. Se trata del equipo. Rabobank ha traído una alineación más bien débil, sobre todo a la hora de subir, que tiene además el hándicap de haber perdido a su ‘capitano’ en ruta, Pedro Horrillo, debido a una caída. Sólo Laurens Ten Dam (19º en la general), Mauricio Ardila (48º) y Dimitri Kozontchuk (79º) si se encuentra en sus mejores días parecen capaces de resistir hasta el último puerto con el ruso. Los acontecimientos pueden sobrevenir, sobre todo, con un ataque lejano en una de las numerosas etapas de media y alta montaña que restan hasta la llegada en Roma.
Otro equipo donde la navaja de Occam ha metido su filo ha sido Liquigas. Su bicefalia corre el peligro de convertirse en dicotomía; desventajas de salir con dos líderes en el mismo ‘nueve’. Ivan Basso y Franco Pellizotti han convivido hasta ahora perjudicándose, no han dado pedaladas a favor del otro y sí en contra; por ejemplo, el corte de la décima etapa que costó veinte segundos de desventaja a Basso lo provocó el propio Pellizotti.
En la contrarreloj, Pellizotti ha demostrado estar un punto por encima de Basso. El hombre del cabello rizado lleva un minuto de ventaja respecto del varesino, quien sólo se mostró mejor que él en Alpe de Siusi y tiene además dos hándicap: impericia para atacar y poca costumbre de alta competición. En estas circunstancias, recortar tres minutos (su diferencia respecto del líder Menchov) se antoja muy complicado si se espera a combatir de tú a tú. Pellizotti, por tanto, parece en mejor disposición para aspirar a la maglia rosa. La solución para evitar un conflicto tal vez sea buscar ataques lejanos con Basso, hacer trabajar a Menchov y dejar el terreno abonado para que Pellizotti remate. Que ambos den pedaladas para sí mismos, pero que al menos no se perjudiquen…
Por otro lado, la decepción de la contrarreloj posiblemente haya sido Michael Rogers. El australiano, antiguo campeón del mundo contrarreloj, se ha visto superado por los rivales y el recorrido y ha perdido casi tres minutos en meta con Menchov. El corredor de Columbia muestra una falta de solidez casi alarmante y, aunque algunas apuestas le daban como candidato a la sorpresa, aún le falta ese punto de regularidad para situarse entre los mejores. Tampoco su compañero Thomas Lövkist (a cinco minutos) ha dejado mejores sensaciones; la navaja de Occam dice esta vez que la guerra de Columbia seguramente no sean las clasificaciones generales.
Todo lo contrario le sucede a Carlos Sastre. Y a Levi Leipheimer. Ninguno de los dos se ha mostrado exultante, ni muy entonado; se mantienen a la expectativa, pero aún así son quinto y segundo en la general, respectivamente. El abulense de Cervélo espera amparado en su condición de corredor de fondo, lo que propicia que sus etapas para marcar diferencias sean más las finales que las iniciales. El americano, por su parte, esperaba no tener rival en la contrarreloj, poder sacar tiempo a todos; ahora tiene un problema llamado Menchov. Y también una solución llamada Astaná, un equipo potentísimo con capacidad de sobra para armar verdaderos zafarranchos.
El último corte de la navaja de Occam, el primero cronológicamente de todos los reseñados, lo ha dado en Lance Armstrong. Después de dos semanas introducido en el fragor de la competición, el americano ya había tomado ritmo de competición y se encontraba ante la prueba de fuego de la disciplina que tantos éxitos le dio otrora. El resultado, 13º a 2’26”, no invita al optimismo de pensar en la recuperación del Armstrong de antes de la retirada; hay doce ciclistas por encima suya, antes no había ninguno. Sin embargo, sí deja bien a las claras que el tejano sigue teniendo un nivel más que decente. Y puede ser, por qué no, que le veamos dinamitar el Giro con su trabajo a favor de Levi Leipheimer…