El ridículo táctico de Saxo Bank

Las caídas son un elemento inherente al ciclismo, un riesgo latente y a veces también un tributo a pagar. En una carrera como el Tour, nerviosa por constituir un gran escenario, multitudinaria por congregar a dos centenares de ciclistas y a millares de aficionados en cada una de sus etapas, el riesgo se multiplica y el tributo suele subir. Así sucedió hace doce años cuando Zülle perdió un maillot amarillo que pudo ser suyo en el Passage de Gois de donde partió esta mañana la ‘Grande Boucle’…
Así ha sucedido también hoy a ocho kilómetros de la meta del Mont des Alouettes, cuando una de las personas que visionaban la carrera sin mayores pretensiones se convirtió en protagonista involuntaria del día y quizá de la carrera derribando a un Astaná y provocando una enorme montonera que atrapó en su vorágine a los dos principales favoritos españoles para la general de esta edición del Tour de Francia, Samuel Sánchez y Alberto Contador.
Las circunstancias de ambos fueron completamente diferentes. La caída se produjo en la parte derecha del pelotón, más o menos a la altura del quincuagésimo corredor. Samuel viajaba, con al menos cuatro compañeros, alrededor del nonagésimo lugar y en la orilla izquierda: estuvo a punto de librar la caída, pero un corredor de Katusha le arrastró al suelo. Contador, por su parte, se encontraba en mediada la segunda mitad del pelotón y con apenas tres coequipiers (Porte, Sörensen y Navarro) junto a él. No llegó a caer al suelo, pero se vio bloqueado por la barrera de ciclistas y bicicletas que se interponía entre él y la cabeza de carrera.
El resto de los Saxo Bank habían levantado el pie unos kilómetros antes, siguiendo la estrategia ya efectuada el año pasado por Astaná en este mismo escenario, y no estaban disponibles para ayudar a Contador a solventar la urgencia que se había presentado. Ello se tradujo en una caza desesperada, sostenida la mayor parte del tiempo por Euskaltel para mayor oprobio y ridículo táctico de los ciclistas dirigidos por Bjarne Riis.
Los demás favoritos, en su totalidad, salvaron esa primera incidencia y quedaron encuadrados en un primer grupo de alrededor de ochenta ciclistas. La posterior, a dos kilómetros de meta, afectó a ‘tops’ como Andy Schleck, Robert Gesink o Bradley Wiggins; sin embargo, no contó para la general siguiendo la popularmente conocida como norma de los tres kilómetros, que dicta que a los corredores que sufran caídas, averías o pinchazos dentro de los tres últimos kilómetros se les asignará el tiempo del grupo en el cual viajaran en el momento de la incidencia.
El hecho es que las provisiones de la UCI establecen que esta ley queda sin efecto en los finales en alto y la etapa de hoy acabara en un puerto de cuarta, lo cual puede suscitar discusiones: ¿por qué ASO dispuso en su libro de normas que en esta etapa sí afectar la norma de los tres kilómetros, divergiendo con la UCI?
Sea como fuere, lo cierto es que las normas particulares del Tour de Francia indicaban claramente esta circunstancia. Por ello, la minucia no resta gravedad a la verdadera clave de la jornada de hoy: el naufragio táctico de Saxo Bank, y por ende de un Contador que no dispuso de compañeros para empalmar con el grupo de cabeza tras la montonera que le atrapó por ir mal situado dentro del pelotón. No es tolerable que, mientras todos los favoritos viajan en cabeza del grupo, el vigente campeón lo haga en la cola y sin apenas coequipiers junto a él. La etapa de hoy ha sido un desastre que, para más inri, probablemente será ampliado en el día de mañana con una crono por equipos (corta: sólo 23 km) en la cual el Leopard Trek de los Schleck es netamente superior al Saxo Bank del pinteño. El Tour de Francia no podría haber empezado peor para un Contador que, desde hoy, corre a contrapié.
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Euskaltel, hacia su cénit

El objetivo de todo plan deportivo que se precie es llegar a lo más alto por unos u otros medio. Igor González de Galdeano trazó, hace ya cinco inviernos, el suyo para Euskaltel. Quería dar un giro copernicano a un equipo acomodado y en cierto modo desordenado cuya posición de élite hacía obviar conductas mejorables entre su plantilla y directores. Igor, con el consentimiento y la colaboración del patrón Miguel Madariaga, decidió convertir la escuadra de Haimar Zubeldia e Iban Mayo en un bloque compacto, constante y ambicioso so pena de dejar marchar a sus más rutilantes estrellas. El proyecto: hacer girar la escuadra en torno al previsible crecimiento de otro ciclista de la casa (Samuel Sánchez) y la labor de formación de una segunda estructura integrada en la Fundación Euskadi como el continental Orbea.
Cinco campañas después, se puede empezar a extraer conclusiones. Y éstas son, ciertamente, halagüeñas tanto en números como en sensaciones. De las 10 victorias con cinco ciclistas diferentes de 2005 se ha pasado a 17 con ocho corredores distintos en 2010, cifras que indican una considerable mejora del bloque. Las sensaciones, por otra parte, son aún más positivas: ya no son el ejército de Pancho Villa. Ahora se observa un trabajo de equipo, una unión, unos líderes humildes y decididos; en definitiva, una escuadra de élite hecha con un presupuesto inferior al de muchas formaciones de su condición.
El momento es, para Euskaltel, óptimo. La temporada que inicia en menos de un mes con el Tour Down Under es la primera de su cénit deportivo. La mayoría de sus elementos cuentan entre 26 y 31 años, el rango de edad de madurez y mayor rendimiento deportivo de un ciclista. A pesar de la importante baja de uno de sus corredores más prometedores (Beñat Intxausti, firmado por Movistar tras una guerra subterrénea entre los dirigentes de Euskaltel y su mánager) y de una baza valiosa (Aitor Galdós, en proceso de fichar por Caja Rural), se mantienen los hombres clave de una escuadra en crecimiento: Samuel Sánchez como líder aspirante al podio del Tour, Mikel Nieve e Igor Antón como bazas para Vuelta y Giro, Egoi Martínez como inconmensurable ‘capitano’ de ruta, Koldo Fernández de Larrea y Pablo Urtasun como esprinters capaces de pescar buenas victorias a lo largo de la campaña. El presente garantizado.
A la sombra de este potente bloque, todo él con tres o más campañas contando la próxima vistiendo de naranja en su haber, crecen los jóvenes talentos garantes del futuro. Proyectos de estrellas rutilantes son Romain Sicard (ex campeón del mundo sub 23), Gorka Izaguirre (ya triunfador en dos ocasiones esta campaña) o Jonathan Castroviejo (acabó entre los veinte primeros en las nueve cronos que disputó este curso). La próxima campaña se unirán a ellos otros dos hombres venidos de Orbea como el Mikel Landa que luciera a gran nivel en el Tour del Porvenir o Ion Izaguirre, hermano de Gorka y presumible rodador de buenas condiciones.
Las perspectivas para el equipo Euskaltel son, pues, muy buenas; con su aumento viene, también, un aumento de exigencia. Bendito problema. El período donde sólo se pedía crecimiento al proyecto de Igor González de Galdeano ha finalizado y ahora es tiempo de rozar el apogeo. 2011 va a ser un año clave para Euskaltel, y quizá también gozoso: el primero del cénit de su proyecto.

Quick Step, AG2R y Euskaltel completarán el UCI World Tour

Han pasado ya unas tres semanas desde que salió a la luz el cacareado ránking de mérito deportivo según el cual la UCI establecería qué dieciocho equipos formarían parte del nuevo World Tour, sucesor del defenestrado ProTour. Como se reseñó en este blog el citado ránking aseguraba la licencia ProTeam a sus quince primeros clasificados, a la par que dejaba a las cinco escuadras siguientes pendientes de una evaluación más exhaustiva que les otorgara una de las tres plazas restantes en la élite del ciclismo mundial. Euskaltel, Geox, Quick Step, AG2R y Cofidis tendrían que acudir durante el mes de noviembre a la sede de la UCI en Aigle para defender ante la Comisión de Licencias los fundamentos económicos y éticos de su proyecto deportivo, quedando luego a la expectativa de las deliberaciones del citado órgano para saber si obtendrían la calidad de ProTeam y con ello el derecho y la obligación de competir en las mejores carreras del mundo (incluyendo en principio las tres grandes vueltas) en 2011.
Aunque el anuncio oficial se retrasará hasta el día 10 de Diciembre, parece ser que la Comisión de Licencias ya ha tomado una decisión. Según diversos rumores, valoraciones y filtraciones, Euskaltel, Quick Step y AG2R formarán parte la próxima temporada del UCI World Tour, mientras que Geox y Cofidis quedarán encuadrados en la categoría Profesional Continental, la Segunda División del ciclismo mundial.
En el dictamen de la Comisión de Licencias habrían pesado bastante los compromisos adquiridos por la UCI, de la cual teóricamente es indepediente el citado órgano. El máximo órgano federativo internacional garantizó, hace unos meses, un puesto dentro del ProTour (anterior denominación de la Primera División del ciclismo) tanto a AG2R como a Quick Step. Dada esta circunstancia, ni el bajón de potencial deportivo de ambas escuadras ni el hecho de que el patrocinio de la estructura de Patrick Lefevere cesa a finales de la próxima campaña, lo cual hace previsibles ciertos agobios económicos para el técnico belga, desaconsejaron la inclusión de ambos equipos en la élite. Haber dejado fuera del World Tour a algunas de éstas escuadras hubiera desencadenado una batalla legal entre UCI y el equipo agraviado, que reclamaría (con razón) el estatus de Primera División que se le había garantizado en Agosto.
Quedaba pues una única plaza libre y tres equipos a la expectativa; o, mejor dicho, dos. Que AG2R obtuviera un lugar en el World Tour eliminó de la lucha por la posición de honor, casi automáticamente, a Cofidis. La escuadras francesas era las que menor nivel deportivo tenían de entre las cinco aspirantes, y su mayor baza se fundamentaba en el hecho de que no había ningún equipo galo entre los quince clasificados directamente por el ránking de mérito y la UCI, con cierta lógica, no estaba dispuesta a dejar a una nación histórica como Francia sin representantes entre la élite del ciclismo. Una vez la escuadra dirigida por Vincent Lavenu aseguró su plaza por condicionantes administrativos, las opciones de los de Eric Boyer bajaron enteros. En estos momentos son, prácticamente, integrantes de la Segunda División del ciclismo.
Así las cosas, Geox y Euskaltel eran, básicamente, los dos equipos que realmente se la jugaban ante la Comisión de Licencias. El veredicto, aparentemente, no fue complicado. La Comisión de Licencias se posicionó en pro de la estructura vasca, la larga duración de un proyecto bien fundado en el trabajo de base y con una afición sólida que alumbró al equipo y saludaría con disgusto que éste quedara fuera de la élite teniendo mimbres de sobra para ello. Geox, por su parte, quedaba desacreditado por su historial pretérito y su casi proverbial inestabilidad.
La deliberación parace, pues, finiquitada. Los responsables de los equipos no aseguran ni desmienten nada; Lefevere (Quick Step) ha dicho en Het Nieuwsblad que no ha “oído nada”, mientras que Gianetti (Geox) afirma en Tuttobici que tampoco ha “recibido en ninguna llamada”. Es la lógica prudencia, el compás de espera necesario cuando se habla de un proceso administrativo regido por la UCI. Pero todo parece indicar que en 2011 Euskaltel, Quick Step y AG2R serán parte del UCI World Tour, mientras Geox y Cofidis forman parte de la división Profesional.
Hasta aquí la noticia. Ahora, mi valoración a título absolutamente personal. El reparto de licencias me parece justo, por cuanto la UCI tenía con AG2R y Quick Step un compromiso que no debía vulnerarse y, de la terna Euskaltel – Geox – Cofidis, me parece que Euskaltel es quien más se merece la calidad de ProTeam. Desde un punto de vista estrictamente deportivo, seguramente, hubiera «borrado» a AG2R (o a Quick Step…) para poner en su lugar a Geox. Pero no era el criterio preponderante en este segundo corte del UCI World Tour.

Vuestra opinión no iba muy lejos de la mía. De entre los 41 votantes en la encuesta, casi todos (38) abogábais por la presencia de Quick Step en la élite; sólo unos pocos (11) tomábais partido por Cofidis. Mientras, AG2R (21), Euskaltel (28) y Geox (24) estaban bastante parejos, si bien las dos estructuras con filiación española tenían cierta ventaja. Me ha gustado bastante la experiencia de poner una encuesta en el blog; quizá la repita pronto 😉

Perfilando la nueva élite del ciclismo

Con un día de retraso y en medio de una tremenda expectación, la UCI ha dado a conocer hoy su ránking de méritos deportivos de los equipos profesionales inscritos para 2011. La importancia de éste ya fue reseñada en su día en esta página: los quince primeros del citado ránking tendrían garantizada su presencia en el UCI World Tour, nuevo circuito de élite del ciclismo, y los cinco siguientes clasificados optarían a ser una de las tres escuadras restantes hasta completar los dieciocho equipos que, en teoría, formarán la primera división.
El comunicado de la UCI, algo obtuso a simple vista, aclara toda esta situación y confirma los cuatro primeros equipos ProTeam: Rabobank, Garmin, Omega Pharma y Sky. El hecho de que sólo confirmen a estas cuatro estructuras dentro de la élite obedece al criterio de que han entrado entres los quince primeros del ránking deportivo y sus condiciones económicas y éticas no ofrecen la menor de las dudas. Los otros once clasificados en los puestos de privilegio (el Luxembourg Pro Cycling Project de los Schleck, HTC-High Road, Lampre, Katusha, Liquigas, Saxo Bank, RadioShack, Vacansoleil, Astaná, Movistar y BMC) deberán esperar hasta el 20 de Octubre a que la Comisión de Licencias examine sus condiciones éticas y económicas para recibir definitivamente su pasaporte a la élite, un trámite que en teoría no debería suponer ningún problema para ninguno de ellos. Por si acaso, y según reporta VeloChrono, los holandeses de Vacansoleil han decidido dejar a Mosquera fuera de su valoración deportiva en lo que constituye una decisión tan inteligente como contradictoria y, por qué no decirlo, algo hipócrita.
Siguiendo con la lectura del ránking, del decimosexto al vigésimo puesto se sitúan cinco aspirantes a la condición de ProTeam que tambíen tendrán que esperar a la revisión de la Comisión de Licencias: Euskaltel, Geox-TMC, Quick Step, Cofidis y AG2R. Por debajo suya quedan otros veintidós equpos que en principio deberán conformarse con encuadrarse en la segunda división, entre ellos el histórico Française des Jeux (que paga su falta de talento y resultados), los australianos de Pegasus Sports (incapaces de atraer grandes corredores con su dinero, en parte por lo opaco de su megalómano proyecto) y los españoles Caja Rural y Andalucía-Cajasur.
La gran incógnita queda ahora fijada en determinar cuáles serán los tres equipos a los que será concedida la licencia ProTeam. En principio, Quick Step debería entrar sobradamente gracias a una ética intachable (problemas con la cocaína de Boonen aparte), a un presupuesto alto garantizado por un patrocinio fuerte que sin embargo cesará a final de temporada y a una histórica solidez y nivel deportivo con Boonen o Chavanel que convertiría prácticamente en un sacrilegio su ausencia en la élite. Por su parte, el equipo Geox-TMC goza de una situación económica privilegiada (patrocinador fuerte y compromiso largo) y un nivel deportivo muy digno que, sin embargo, pueden verse desmerecidos por los problemas de la estructura con el dopaje con casos como los de Ricco’ o Piepoli.
Con respecto a los franceses de Cofidis y AG2R, su situación económica y ética es inmejorable; arrastran, además, una larga historia detrás. Su problema es más bien deportivo, toda vez que ninguno cuenta con ningún aspirante real a victorias o podios en carreras de primer nivel. Sin embargo, hay un factor decisivo que puede catapultarles al UCI World Tour: la ausencia de escuadras francesas entre los quince ProTeams más o menos definidos. Sería, cuanto menos, extraño ver la primera división del ciclismo sin representación del país en que se disputa la prueba más grande de este deporte. Ello hace pensar que al menos una de estas dos escuadras deberían entrar a formar parte del nuevo circuito de la UCI…
… Una circunstancia que podría perjudicar, y mucho, a Euskaltel-Euskadi. El equipo vasco podría verse privado de licencia ProTeam por el mayor potencial de Quick Step y Geox y la conveniencia de contar con una escuadra francesa en la élite. Ello podría venirles bien por cuanto les eximiría de competir en ciertas carreras, como el Giro de Italia, que les suponen un engorro; pero, por otro lado, dejaría en el alero su presencia en el Tour de Francia, objetivo insobornable de la estructura vasca cuya realización quedaría bastante comprometida.
De los veintidós equipos que podrían tomar como máximo la salida en el próximo Tour, dieciocho serán en teoría los ProTeam y cuatro serían componentes de la categoría profesional (donde hipotéticamente estaría encuadrado Euskaltel) invitados por ASO. El problema viene por el hecho de que en dicha categoría habría cuatro escuadras francesas que lógicamente aspiran a esas invitaciones y podrían gozar del favor de los organizadores: Française des Jeux, Saur-Sojasun, Europcar (ex Bouygues Telecom) y AG2R o Cofidis. La pregunta sería si ASO estaría dispuesta a dejar al equipo del cuarto clasificado del Tour de la temporada anterior y la mayor promesa del ciclismo patrio por puro chovinismo. Una encrucijada a la que, esperemos, no se llegue… por el bien de un Euskaltel que, deportivamente, tiene méritos de sobra para estar en la élite del ciclismo mundial.
Os animo a votar en la encuesta que hay a la derecha de la página para determinar cuáles serán los tres equipos que, en vuestra opinión, rellenarán o deberían rellenar los huecos restantes entre los conjuntos ProTeam. A la hora en que publico este artículo se registra una victoria aplastante de Quick Step, un casi triple empate entre Geox, AG2R y Euskaltel… y Cofidis muy atrás con un solo voto de diecisiete posibles

A Igor Antón se le debe una Vuelta

Es difícil aseverar cuál fue el detalle que provocó que Igor Antón se fuera al suelo a unos diez kilómetros de meta hoy camino de Peña Cabarga tras toparse en su trayectoria con su compañero Egoi Martínez, que le conducía por el interior del pelotón y acababa de caer al suelo. Xavi Tondo, ciclista de Cervélo que hoy llevaba una senyera en el sillín para conmemorar la Diada, contaba en meta que había “dos troncos” en el tramo de carretera donde cayó el vizcaíno. Puede ser el motivo, un bandazo de Egoi provocado directa o indirectamente por los troncos. Esa fue la chispa que prendió la mecha que acabó con Antón en el suelo, esa persona que colocó los troncos en el suelo, esa organización que no los advirtió en la calzada o que, aún peor, los advirtió y no los retiró.

Igor Antón se levantó del asfalto ensangrentado, con el cullote de su equipo y el maillot rojo diseñado por Custo destrozados. Rasguños por toda su piel, dolor en todo el cuerpo, el codo directamente roto y la mente embotada. El ciclista de Galdákano estaba totalmente ausente, con esa cara de pasmo propia de quien acaba de sufrir la mayor de las desgracias sin saber ni cómo. Ese rostro de sorpresa delataba a una cabeza que movía el resto del cuerpo sin reparar en que éste apenas se tenía en pie, que respondía a las apelaciones de quienes se movían a su alrededor con frases cortas, serio. Poco elocuente porque cualquier parlamento de más de diez segundos que hubiera hecho en ese momento habría acabado en llanto.
Durante unos kilómetros, la marcha de la Vuelta se convirtió en una elegía. Gran parte del pelotón se había enterado de la caída de Igor (el ganador de la etapa, Joaquín Rodríguez, confesó en meta que él no) y se quedó en stand-by hasta que Liquigas, escuadra del nuevo líder Nibali, metió ritmo pensando en distanciarle, por si se levantaba y volvía a la bicicleta. El resto, la mayoría, pensaban en cómo de desgraciado era Igor.
En la Vuelta de 2008 ya le sucedió algo parecido. Se cayó camino del Angliru, en un día al que llegaba con una sensaciones inmejorables y mientras su Euskaltel tiraba a toda máquina del pelotón. Hoy era líder y su escuadra llevaba toda la etapa en cabeza. Entre medias, un año negro en lo personal, cáncer de su ama incluido. Esta campaña había vuelto a sacar la cabeza, del hoyo particular y del anonimato deportivo, empezando por un día superlativo en el Morredero y siguiendo con buenas actuaciones en el calendario, mayormente de segundo nivel, que afrontó. Y como colofón esta Vuelta donde se mostró en todo momento en punta, entre los mejores en todas las jornadas incluyendo dos victorias de etapa impresionantes en Valdepeñas y Pal. Igor Antón se había metido en el gusto de la afición, que le coreaba y comenzaba a identificarle como un escalador de primerísimo nivel. Parecía destinado al triunfo en la general final…
La edición 2010 de la Vuelta a España está siendo muy buena. Prolija en detalles, genera debate, tiene un abanico de favoritos relativamente amplio y de cierto prestigio. Por encima de todo, es espectacular gracias a unos recorridos acertados (especialmente durante la primera semana) y a la actitud de unos ciclistas que, esta vez sí, parecen dispuestos a revindicarse y hacerse grandes en esta Vuelta. Sólo le faltaba el puntito de leyenda para pasar a la historia del ciclismo, y ese se lo ha dado un Igor Antón que, con su gran desempeño previo y su tremenda desgracia, se ha convertido en el absoluto protagonista y ganador moral de la carrera. Ahora da la sensación de que se le debe una Vuelta. Veremos si el Ciclismo, a veces tan mal pagador, salda la deuda.

Edición Según comenta Egoi Martínez en su blog, fue Igor quien se cayó delante de él y no al revés

Ya no es el ejército de Pancho Villa

«Ha sido un mes de ensueño», decía ayer Igor González de Galdeano en su Twitter. El máximo responsable deportivo de Euskaltel expresaba así su satisfacción por un abril donde su equipo consiguió cinco victorias. Se trata del tercer mes más exitoso de toda la historia del conjunto vasco, sólo por detrás de los mayos de 2000 y 2004, cuando los ‘naranjas’ consiguieron seis triunfos. Pero, más que el qué, a Galdeano le importa el cómo. «Sumando grandes trabajos de equipo que se reflejan en victorias».
El paradigma de esto fue el esprint victorioso de Pablo Urtasun en la primera etapa de la Vuelta a Asturias, llegado tras un trabajo ejemplar por parte de todos los hombre de Euskaltel: consecuencia directa de la insistencia del propio Igor Galdeano en la palabra «bloque». Es su filosofía desde que llegara a la dirección deportiva reemplazando a Julián Gorospe: convertir lo que José Antonio Ardanza (presidente de la compañía Euskaltel) denominaba como «ejército de Pancho Villa» en una escuadra compacta y con las ideas claras. El propio Urtasun puede dar fe de que lo ha conseguido, al igual que un Koldo Fernández de Larrea que aún no ha estrenado su palmarés a pesar de haberse beneficiado del trabajo de sus compañeros en cada prueba donde ha estado presente. Porque, aunque el bloque facilita las victorias, en los momentos decisivos es imprescindible contar con un corredor capaz de marcar la diferencia.
Una de las claves del excepcional abril de Euskaltel ha sido, precisamente, el desempeño de su ciclista de mayor calidad: Samuel Sánchez. El asturiano ha aportado dos triunfos al bagaje del equipo. El primero llegó en el cuarto parcial de la Vuelta al País Vasco, gran objetivo de la temporada para los ‘naranjas’. Allí, Samuel se impuso en la cima del emblemático Santuario de Arrate gracias al consentimiento de Alejandro Valverde, que le dejó ir en los últimos metros en un gesto que a la postre quizá le costara la general de la Itzulia. La segunda victoria del asturiano fue la Klásika Primavera de Amorebieta, donde llegó a meta en solitario tras atacar en la última subida al alto de Gárate y arriesgar en el descenso. En el debe de Samuel queda su dimisión de las clásicas de las Árdenas, donde parecería lógico que hubiera aprovechado el buen momento de forma mostrado en las pruebas vascas de principio de mes.
Sin embargo, la pléyade de aficionados de Euskaltel no le echaron de menos. Para ocupar su lugar estuvo Igor Antón. ‘Fuji’ ha dado este mes un paso más en su crecimiento ciclista, justamente cuando se levantaban voces críticas poniendo en duda su progresión deportiva. El galdakoztarra derrotó en la tercera etapa de la Vuelta a Castilla y León, con final en el Alto del Morredero, a un Alberto Contador ante el cual tuvo que ceder en la contrarreloj que decidió la general final de la ronda. Precisamente con el madrileño y otros grandes escaladores se batió el cobre en Flecha Valona y Lieja – Bastogne – Lieja, pruebas en las que fue cuarto y séptimo desempeñándose con descaro y haciendo olvidar la ausencia de Samuel.
Pero si ha habido una sensación esta primavera en el seno de Euskaltel, ése ha sido Beñat Intxausti. A sus 24 años, el de Amorebieta llegó en 2010 al conjunto cuya ligazón con la estructura de Saunier Duval y Seguros Bilbao sub 23 (y las filias y fobias existentes entre los cuadros directivos de las distintas escuadras) le impidió formar filas antes. Intxausti inició su mes con un tercer lugar en la general de la Vuelta al País Vasco y lo concluyó con el mismo puesto en la Vuelta a Asturias, lo que sumado a su victoria en la contrarreloj de la prueba asturiana refrenda un abril fenomenal.
Da la sensación de que el jovencísimo escalador recorre la senda de otro hombre al que le crecían las alas cuando la carretera picaba hacia arriba. Recuerda a aquel Iban Mayo que parecía destinado a guiar los destinos de Euskaltel durante mucho tiempo y se quedó en el camino debido a que su cabeza no acompañaba a unas condiciones físicas excepcionales. Pero, llegue o no Beñat Intxausti a tomar los galones que dejó huérfanos Mayo, siempre quedará la labor de Igor Galdeano. Con él al frente, el conjunto vasco no volverá a ser aquel ejército de Pancho Villa que tanto disgustó en su día a Ardanza.

Las opciones españolas para esta Vuelta

28 de Agosto, Arueda.com

Seis serán los equipos españoles en la salida de esta Vuelta a España y, realmente, ninguno acude a la gran ronda nacional con los deberes hechos. Unos por las inclemencias de la mafia ciclista (Fuji), otros por el acoso y derribo a su estrella (Caisse); el resto, porque directamente han planteado la temporada así. Todos llegan a la Vuelta con la necesidad de destacar y justificar su año ante los patrocinadores, que en algún caso ya andan un poco dudosos acerca de la renovación del contrato de esponsorización.

El equipo que más fuerte llega a la línea de salida de Assen es, sin duda, Caisse d’Épargne. La campaña del fiscal antidopaje del CONI (Cómite Olímpico Italiano) Ettore Torri contra Alejandro Valverde ha acabado con una esperpéntica sanción al ciclista murciano que le impide competir en territorio italiano, lo cual obligó a Valverde a renunciar al Tour (que transcurría ¡60 kilómetros! por territorio transalpino) y centrar sus esfuerzos en la Vuelta, ocasión propicia para desmentir a todos aquellos que dudan de su capacidad para competir por la victoria en una gran vuelta. Para conseguirlo, deberá mostrar una mayor solidez en montaña y afianzar sus progresos en contrarreloj. La aproximación, con victoria en la Vuelta a Burgos, ha sido inmejorable.

A su alrededor, Eusebio Unzué ha dispuesto a toda la artillería pesada. Joaquín Rodríguez, ya firmado por Katusha para el año que viene, será el apoyo número uno del murciano en la montaña e incluso podría tomar el liderato del equipo en caso de fallo de éste. Dani Moreno, David López, Fran Pérez y Xabi Zandio deberán también estar ahí en la montaña, mientras que en el llano serán Vasil Kyrienka, Chente García Acosta e Imanol Erviti quienes tendrá que estar cerca de Valverde.

Euskaltel, por su parte, también llega necesitado de una revindicación para su gran estrella Samuel Sánchez… y para el propio equipo, después de que los positivos de Iñigo Landaluze y, sobre todo, Mikel Astarloza dieran al traste con su buena imagen. Centrándonos en el corredor asturiano, todo parece dispuesto para que llegue en su mejor momento de forma: prácticamente no ha aparecido en toda la temporada, si dejamos aparte la Vuelta al País Vasco y su victorioso GP de Llodio. Portador anecdótico del dorsal uno ante la ausencia de Contador, le falta solidez en montaña y contrarreloj para considerarlo un favorito número uno, pero su fe y su habitual ‘punch’ en la tercera semana le confieren alguna ventaja respecto a sus rivales. Junto a él, un bloque con Igor Antón de hombre libre y Txurruka y Egoi Martínez como principales gregarios.

Aunque, si hablamos de equipos necesitados, el número uno es Fuji – Servetto. El apestado, aquel al que todos dan de lado por los positivos de Piepoli y Ricco’ cuando aún se llamaba Saunier Duval. Esta temporada ha sido muy difícil, con la escuadra en permanente vigilia para competir allá donde les dejaran. Los resultados, en estas condiciones, han sido malos. En esta Vuelta debe justificar, más que ninguno, el año entero de patrocinio. Para ello acude con los mejores: el irregular Juanjo Cobo como teórico líder (aunque con molestias físicas), mientras por detrás hay tres extranjeros capaces de lo mejor e incluso de colarse en el podio final de Madrid. Se trata del italiano Eros Capecchi, el croata Robert Kiserlovski y el sueco Frederik Kessiakoff, recientemente contratado por Garmin. Otros nombres destacados del nueve son el prometedor Beñat Intxausti y el ‘niño prodigio’ Arkaitz Durán.

Con respecto a los tres equipos de segunda división, dos llegan con las mejores galas… y otro no. Este es Andalucía – Cajasur, una escuadra perseguida por el infortunio en su camino para la Vuelta. Contaba con cuatro líderes a principio de año: Xavi Tondo, Javi Moreno, Ángel Vicioso y José Antonio Redondo. Moreno y Vicioso han sufrido sendas caídas y se han visto obligados a renunciar; Redondo dio positivo en junio y salió por la puerta de atrás merecidamente después de no dar ni una cuarta parte de lo que ha recibido. Sólo queda en pie Xavi Tondo, que parte con opciones serias de hacer entre los diez primeros tras un año sensacional y exitoso que quizá le pase factura con el paso de los días. Tras él, un bloque combativo aunque poco cualificado donde destaca Antonio Piedra, buen escalador y reciente ganador de etapa en la Volta a Portugal.

Por su parte, Contentpolis-AMPO sí llega con todo a esta Vuelta. Sólo faltan, de entre sus mejores hombres, el lesionado José Herrada y Javier Etxarri. El resto, está: desde el trío de sprinters formado por Gaztañaga, Pacheco y Benítez, hasta combativos como Palomares ó Manuel Vázquez que podrían obtener un triunfo de etapa. Precisamente el propio Vázquez ó Julián Sánchez Pimienta pueden ser buenas opciones para un puesto entre los diez primeros de la general, aunque ésta parece más bien una meta lejana para el equipo dirigido por José Manuel López. Un punto de interés alrededor de esta escuadra será también el rendimiento en cronos del joven Sergio Domínguez, a priori prometedor en este terreno.

Por último, Xacobeo – Galicia Calidad y una sola palabra: Mosquera. El ciclista de Teo llega a la salida pensando en mejorar su actuación del año pasado, cuando acabó cuarto e incluso peleó de tú a tú con el todopoderoso Alberto Contador. Viene, como dijo en una entrevista que publicamos aquí [enlace!], «aspirando al podio». Sin duda, podrá; más aún, teniendo a su alrededor un bloque potente con Gustavo César ó Gustavo Domínguez, más opciones de victoria encarnadas en los siempre incisivos David García Dapena, Eduard Vorganov y David Herrero.

Astarloza consigue la felicidad que merece

Con perdón: olé por los cojones de Astarloza
22 de Julio, Arueda.com

En cualquier religión, filosofía e incluso ideología política o económica se parte, de manera encubierta o no, de la siguiente premisa: la felicidad hay que merecerla. Hay que portarse bien, poner la otra mejilla; Kant diría que la felicidad es paralela a la buena voluntad, Marx que de una suma de comportamientos cívicos nacería una sociedad mejor y más justa. Mikel Astarloza, por su parte, diría que para conseguir algo no hay nada mejor que ir a por él, intentarlo una y otra vez. Porque tanto va al cántaro a la fuente que, al final, se rompe.

Hoy Astarloza ha ido cuatro veces con el cántaro a la fuente infructuosamente. Por delante se había formado una fuga cuyos integrantes más destacados eran Franco Pellizotti (Liquigas), Jurgen Van der Broeck (Silence), Vladimir Karpets (Katusha) y Fabian Cancellara (Saxo Bank). Junto a ellos, alrededor de una quincena de ciclistas, incluyendo tres compañeros de equipo de Mikel: Rubén Pérez, Gorka Verdugo y Egoi Martínez, con el maillot a puntos rojos entre ceja y ceja.

Astaná no pudo controlar las fugas

Pronto Pellizotti y Karpets se distanciaron del resto de la fuga, como para demostrar que eran los más interesados en que la escaramuza llegara a buen puerto y, sobre todo, los más fuertes. No era para menos: Pellizotti prácticamente se aseguraba la clasificación de la montaña, y Karpets por su parte estaba a apenas cinco minutos en la general y podía acortar distancias.

Esta última circunstancia, unida a la presencia de gregarios de los principales líderes, motivó que Astaná no quisiera dejar que la fuga hiciera camino. Sin embargo, el bloque dirigido por Bruyneel no está tan fuerte como los primeros días. Ha sufrido mucho desgaste, el liderato fáctico ejercido a pesar de que el amarillo estuviese en poder de Nocentini es un castigo tremendo. Hoy se ha hecho notar: no pudieron tumbar la escapada del día a pesar de intentarlo, aunque después mantuvieron el tipo en los ataques posteriores de quienes se querían unir a la fiesta…

La escapada del día, gran protagonista del espectáculo

Hasta que finalmente claudicaron. Antes, numerosísimos demarrajes y grupitos se formaron; Astarloza estuvo hasta en cuatro de ellos. El quinto y último, el bueno, lo formó con Goubert, Lefévre… y su compañero Igor Antón, que se vació para introducirle en el grupo de escapados, que transitaba a toda velocidad en persecución del dúo formado por Karpets y Pellizotti. Ambos coronaron el Gran San Bernardo en cabeza para después ser absorbidos en el descenso. Quedaba así un grupo de 18 ciclistas con alrededor de cinco minutos sobre el pelotón tirado por Astaná y tres Euskaltel (Antón, Verdugo y Astarloza; Rubén Pérez y Egoi Martínez se habían descolgado) vaciándose en pro de las opciones del propio Astarloza.

Se comenzó a subir el Pequeño San Bernardo y, de inmediato, se empezó a mover el árbol en la escapada. Pellizotti y Van der Broeck demarraban una y otra vez para seleccionar el grupo, mientras Astarloza llegaba con sufrimiento hasta su rueda segundos después, también una y otra vez. En la tentativa buena llegó a su estela también el francés de Cofidis Amäel Moinard, un combativísimo escalador de segunda fila llamado a un puesto entre los diez primeros del Tour en los próximos años. Detrás se formó un cuarteto con Casar (Française des Jeux), Fédrigo (Bbox), Roche y Goubert (AG2R). El resto de escapados fueron cazados por el pelotón.

Schleck lo intentó de nuevo

Mientras tanto, por detrás, también había tela por cortar. Andy Schleck había anunciado movimiento y parecía dispuesto a efectuarlo, a pesar de las dificultades pasadas en la primera ascensión del día. Y, efectivamente, Saxo Bank comenzó a tirar por detrás con fortaleza. Larsson, Nicki Sörensen y Chris Anker Sörensen seleccionaron el grupo, aumentaron el paso y eliminaron a todos los gregarios de Astaná. Preparaban el terreno para el ataque de los hermanos Schleck que, poderosos, saltaron llevándose a rueda otros cuatro ciclistas: el sorprendente Wiggins (Garmin), Nibali (Liquigas), Klöden y el gran líder Contador (Astaná), que mostró una fortaleza superlativa y, por encima de todo, solidez. Mucha solidez, pocos nervios; el camino hacia la victoria en París parece perfectamente trazado.

Faltaban varios en ese grupo de favoritos. Con Menchov (Rabobank) ya no se contaba, puesto que se había descolgado al principio de la ascensión. Sí fue más inesperado ver detrás a Cadel Evans (Silence), al quejumbroso Carlos Sastre (Cervélo) y, sobre todo, al gran foco de atracción mediático Lance Armstrong (Astaná). Los tres se habían quedado en un grupo retrasado, con toda la segunda fila del Tour a la que, supuestamente, no pertenecen. La sensación de decepción con respecto de la terna de favoritos caídos era fehaciente.

Pero, muy pronto, Armstrong quitó toda esa sensación. El americano dio la mayor exhibición individual en un Tour desde que Cancellara se impusiera el año pasado en Compiégne destrozando a todo un pelotón lanzado al sprint. Lance saltó desde el grupo y, en apenas kilómetro y medio, recortó los 45 segundos de retraso que acumulaba. Fue un ataque portentoso, especial, majestuoso. Empalmó con los seis favoritos que se habían destacado, que a su vez se detuvieron indecisos y dieron posibilidad al resto de ciclistas de segunda fila de reintegrarse con los mejores. Mejor dicho, a casi todos: Evans y Luis León Sánchez (Caisse) no pudieron hacerlo y perdió tres minutos en meta.

Astarloza resolvió la etapa a la perfección

El descenso del Pequeño San Bernardo, casi cuarenta largos kilómetros, apenas cambió nada; sólo apretó un poco las diferencias y eliminó al poderoso Jens Voigt (Saxo Bank), integrante de la fuga entonces situado en el grupo de favoritos que cayó aparatosamente al suelo y se vio forzado a abandonar. Por delante, el cuarteto formado por Pellizotti, Van der Broeck, Moinard y Astarloza caminaba con decisión mientras el cuarteto perseguidor se acercaba. A cuatro kilómetros de meta eran sólo siete los segundos de diferencia entre ambos grupos.

Encendió la mecha Moinard, con un ataque cuesta abajo poco efectivo que respondió rápidamente Van der Broeck. Una vez neutralizado ese movimiento, los fugados se miraron peligrosamente: se les echaban encima. No había tiempo. Astarloza lo entendió, leyó la carrera y se lanzó. Nadie respondió, abrió hueco en un santiamén y los otros tres comprendieron que se les habían agotado las opciones de victoria. El guipuzcoano de Pasajes, el primo de Chaurreau que empezó como profesional en AG2R, se hacía con una victoria que soñaba desde niño.

Era un premio. Para el trabajo realizado por Euskaltel durante todo este Tour, para las numerosas escapadas protagonizadas, para la labor de equipo por el maillot de la montaña de Egoi y la general ó victoria de etapa de Astarloza. El premio se lo llevó quien más se lo merecía, el corredor de menor clase capaz de entrar entre los diez primeros del Tour. Sólo a base de actitud, compensando su tosca manera de pedalear y su calidad limitada con una capacidad de sufrimiento fuera de lo común. La felicidad está más fácil para unos que para otros, unos son más buenos que otros. Pero se puede llegar a ella sin tantas capacidades, pero con más coraje.

Luis León revindica a los equipos españoles

Arueda.com

Al principio del Tour nos preguntábamos cuál iba a ser el papel de los equipos españoles. ¿Comparsas? Hoy nos han respondido Caisse d’Épargne y Euskaltel metiendo a tres de sus hombres entre los cinco primeros en una de las etapas más duras y espectaculares del Tour de Francia. El ciclismo español ha brillado con luz propia a pesar de la triste retirada de Óscar Pereiro y no ha sido con Sastre y Contador, sino con un Luis León Sánchez ganador en estado de gracia y un pundonoroso Astarloza.

Sin embargo, no todo ha sido hoy lucha por la etapa. Contra todo pronóstico, la batalla por la clasificación general se ha librado hoy también, en un perfil no demasiado propicio para ello. Hay muchos corredores con aspiraciones y ganas de revindicarse; unos porque ven que se acaban sus mejores años, como Evans, y otros porque están deseando que esos años maravillosos lleguen cuando antes y ponen ambiciosamente las tinajas antes que los olivos, como Andy Schleck. Eso, claro está, favorece el movimiento.

Los favoritos atacaron desde el inicio

Precisamente estos dos hombres han sido los dos grandes protagonistas del inicio de la etapa. Se subía el Port d’Envalira de salida, un coloso andorrano cuyas pronunciadas pendientes se suavizan con un asfalto excelente. Ahí se planteó una gran batalla, superlativa, con ataques y contraataques de muy diverso género en los cuales se mostró muy activo el equipo Euskaltel con elementos como Txurruka, Verdugo ó el ayer escapado Egoi Martínez.

La cosa tomó otra cariz cuando, transcurridos diez kilómetros de subida, el grupo de fugados empezó a engordar peligrosamente ante la incapacidad del AG2R del líder Nocentini para controlar la carrera. Casi cuarenta ciclistas por delante y, filtrados entre ellos, tres de los favoritos al podio e incluso a la victoria final: Andreas Klöden (Astaná), Andy Schleck (Saxo Bank) y Cadel Evans (Silence). La presencia de estos dos últimos puso nervioso al Astaná de Armstrong y Contador, que a pesar de haber filtrado al citado Klöden tomó el mando y acabó formando una escabechina en el pelotón para neutralizar a gran parte de los fugados…

La cabalgada de Cadel Evans

… Pero no a todos. El aussie Cadel Evans quedó por delante, acompañado de Egoi Martínez, Christophe Kern (Cofidis), David Zabriskie (Garmin), el compañero del líder Vladimir Efimkin y un Sandy Casar (Française des Jeux) que se mantuvo con unos metros de ventaja respecto del grupo durante la ascensión para asegurarse los puntos para la clasificación de la montaña. Estos fugados coronaron Envalira con alrededor de un minuto respecto del gran grupo tirado por Astaná y, durante el descenso, recibieron a otros cuatro integrantes: el hasta ayer maillot amarillo Fabian Cancellara (Saxo Bank), Thor Hushovd (Cervélo), Juan Antonio Flecha (Rabobank) y George Hincapie (Columbia).

Este nuevo grupo de diez hombres sí era muy peligroso, y Astaná lo comprendió de inmediato. Puso una marcha más e, instantes después de acabar la bajada, consiguió neutralizar a Egoi, Kern, Zabriskie y, sobre todo, Evans, que se dejaba ir en vista de que su presencia resultaba incómoda para los grandes favoritos y su batalla, sin más ayudas, estaba perdida de antemano.

La fuga ganadora se fraguó antes de Porte

Así las cosas, quedaba en cabeza de carrera un grupo de seis buenísimos ciclistas, poderosos rodadores capaces de hacer camino en el llano… pero algo limitados en la montaña. Para solventar esto último, desde atrás llegaron cuatro nuevos elementos para la fuga: Luis León Sánchez (Caisse d’Épargne), Mikel Astarloza (Euskaltel), Sebastian Rosseler (Quick Step) y Mikkhail Ignatiev (Katusha). Este último, muy nervioso, fue incluso un problema para el grupo de escapados: demarraba constantemente, rompiendo el ritmo, si bien hay que decir en su favor que era el primero a la hora de dar relevos duros.

Cuando se enfrentó a las rampas del Col de Porte, el grupo de diez se empezó a desmembrar. La respetable pendiente, los cambios de ritmo forzados por Ignatiev, los tirones buscando la selección de Luis León; todo en conjunto resultó en una situación demasiado dura para Hincapie y Cancellara, que cedieron a las primeras de cambio. Algo parecido sucedió en el siguiente puerto, el difícil Agnés, donde ya sólo quedaron Luis León, Astarloza y Efimkin en cabeza, con Sandy Casar coronando a unos pocos segundos que limaría en el descenso para reintegrarse al grupo.

Andy Schleck, batallador en el grupo

En el pelotón, mientras tanto, el paso lo marcaba AG2R. Cómodos, los hombres de Vincent Lavenu se metieron en el papel de gregarios para un Rinaldo Nocentini cuyo liderato se antoja efímero y rentable para el conjunto de la marca de seguros. Hasta alrededor de cuatro minutos de ventaja dejaron a la cabeza de carrera, mientras notaban como el pelotón se iba haciendo más y más grande hasta llegar casi al centenar de unidades. Parecía que la carrera ya había acabado para los favoritos, que habría que esperar hasta el paso de mañana por el Tourmalet para ver de nuevo a los grandes pelear por la general…

Pero no. Saxo Bank planteó de nuevo batalla. Arrebató la cabeza del grupo a AG2R e impuso un ritmo altísimo con Arvesen y Sörensen entre otros, para terminar con un ataque del campeón de Luxemburgo Andy Schleck. Ataque estéril. Rápidamente saltaron a su rueda cuatro Astaná para certificar el dominio incontestable que el equipo de Bruyneel ejerce sobre la carrera. Tras ellos, el resto de favoritos con mayor o menor dificultad. Sólo había sufrido de verdad con este ataque el líder Nocentini, que guiado por Goubert intentaba regular para volver con los mejores antes de acabar el puerto. Lo consiguió, toda vez que los de Riis cejaron en su intento de dinamitar la carrera. Quizá mañana, piensan, sea otro día.

La resolución de la etapa, vibrante

A las puertas de Saint-Girons llegó el grupo de cuatro escapados con una ventaja oscilante entre los dos minutos y el minuto y medio. Era lo de menos: ya sólo interesaba el triunfo. Ninguno de los cuatro tiene un interés real por la general. Sin embargo, lejos de especular, el grupo prosiguió su marcha hacia meta a un ritmo elevado. Rompió las hostilidades Mikel Astarloza con un ataque tartamudo que claudicó pronto y fue respondido por Vladimir Efimkin, más fresco que sus compañeros de escapada al estar exento de pasar a los relevos por estar su equipo tirando por detrás.

El ataque de Efimkin, a tres kilómetros de meta, estuvo cerca de ser el decisivo. El ruso mantuvo el paso y desafió a Casar, Luis León y Astarloza a atraparlo. Si podían. Parecía que no, Luis León incluso hacía gestos con la cabeza: “no, no, no”. Era demasiado, parecía demasiado. Efimkin iba raudo, tenía tres segundos de ventaja que parecían insalvables para los otros tres; hacía falta un tirón de verdad que los enjugaran. Lo tuvo que dar Luis León, que quizá sacrificaba con él sus últimas fuerzas. Parecía que sí.

A 300 metros de la meta, Luis León rebasaba a Efimkin con Casar a rueda y Astarloza algo más retrasado. El francés se apresuró a remacharle entonces, no cayó en que cometía un error al dar por muerto a Luisle, que cogió su rebufo y esperó cincuenta metros, lo justo, para lanzar el sprint y birlarle el triunfo de etapa, que a la postre pasó a ser el segundo del murciano en un Tour de Francia. Astarloza llegó tercero. El grupo entró en meta a 1’54”, encabezado por un Rojas que ganó el sprint y alzó los brazos para señalar al marcador electrónico que reflejaba la victoria de su compañero de equipo y paisano. La primera victoria de un español en este Tour, la primera de los equipos españoles que hoy han dejado bien a las claras que, aunque sin candidatos al maillot amarillo, no han venido a la gran ronda francesa a ser comparsas.

¿Serán los equipos españoles comparsas en el Tour?

3 de Julio, Arueda.com

El teatro del Tour 2009 está a punto de estrenarse. Mañana se abrirá el telón en Mónaco, durante estos días hemos hablado del escenario donde tendrá lugar esta obra cuyo guión desconocemos y de los que parecen llamados a actuar en papeles protagonistas. Para el final dejamos a los equipos patrios, a las dos escuadras Pro Tour registradas en España que tomarán la salida en el Tour de Francia. A dos equipos a priori más débiles de lo que deberían…

Tanto Euskaltel como Caisse d’Épargne acuden a Francia con dos bloques algo desangelados. El motivo no es falta de calidad deportiva en ellos, ya que haberla hayla. Son más bien las ausencias de sus respectivos líderes, Samuel Sánchez y Alejandro Valverde, las que quitan ese broche de oro que es necesario en cualquier formación para que sea tenida en cuenta. Son ausencias distintas, la primera por motivos deportivos y la segunda por extradeportivos; su efecto, sin embargo, es muy parecido. Sin ellos, posiblemente, sus equipos se vean obligados a renunciar a los papeles protagonistas y convertirse en meros actores de reparto o, peor aún, figurantes.


Euskaltel, a por etapas y un top 10

Euskaltel – Euskadi presenta en Mónaco un ‘nueve’ relativamente joven en el cual sólo dos de sus componentes llegan a la treintena. Un ‘nueve’ que sin embargo no es inexperto, ya que sólo Alan Pérez no ha debutado aún en la gran ronda francesa. En principio, los objetivos parecen claramente marcados por el director Igor González de Galdeano: conseguir una victoria de etapa mediante fugas y meter a Mikel Astarloza entre los diez primeros.

Esto último no es, ni mucho menos, una opción remota ni peregrina. El corredor de Pasajes ya entró en posición de privilegio en 2007, concretamente en un meritorio noveno lugar. Astarloza es uno de esos deportistas entrañables que suple la calidad con coraje y llega más lejos de lo que sus condiciones, a priori, le augurarían. Junto a él estará mirando de reojo a la general el joven Igor Antón, escalador casi igual de corajudo de Astarloza cuya falta de potencia es en ocasiones un hándicap demasiado pesado. Posiblemente se centre únicamente en buscar triunfos de etapa en los finales en alto.

Aunque, si hablamos de victorias de etapa, la opción número uno de Euskaltel es el prometedorcísimo sprinter Koldo Fernández de Larrea. Koldo llega algo justo a la salida del Tour, después de pasar casi toda la temporada en busca de un pico de forma que le permita ampliar su palmarés del año, reducido a una victoria de etapa en la Vuelta al Algarve. Sin embargo, cuenta con un factor a su favor: pasa mejor la montaña que el resto de los sprinters, incluso recupera mejor los esfuerzos, y por ello la segunda semana puede ser terreno abonado para su lucimiento.

Entre el resto de componentes del equipo, resaltan dos ciclistas que ya saben lo que es destacar en el Tour de Francia: Egoi Martínez, segundo en la etapa de Prato Nevoso’08, y Amets Txurruka, ganador del premio a la combatividad en 2007. Completan la formación vasca los completos Gorka Verdugo y Juanjo Oroz y dos batalladores genuinos como Alan Pérez y Rubén Pérez.


Caisse d’Épargne, a sobrevivir sin Valverde

Hasta el último momento estuvo Eusebio Unzué esperando para contar con Alejandro Valverde para este Tour de Francia. En todo ese tiempo, poco a poco, gota a gota, se fue consumando lo que era un secreto a voces desde que Ettore Torri puso al murciano en su punto de mira: la incursión por territorio italiano de este Tour’09 iba a costar cara al equipo bancario. Valverde, finalmente, no podrá estar presente en el Tour. No ha dado tiempo a que el TAS revoque ó anule la sanción infligida por el CONI.

Unzué intentará sobreponerse a esta circunstancia con un equipo multicéfalo, sin ningún líder teórico y varios hombres con opciones de hacer un puesto entre los diez primeros. Empezando por Óscar Pereiro, que ostenta un Tour (el de 2006) en su palmarés. Un Tour que suena ya lejano, no sólo en el tiempo sino también en las sensaciones: el gallego ya no es el de hace tres años. Su espíritu combativo se ha ido diluyendo a la par que su rendimiento, cada vez más bajo. No es el mismo subiendo, no es el mismo rodando, y en los descensos (su antigua especialidad) seguramente acusará su terrible caída bajando el Col d’Agnello. Sin embargo, nunca podemos descartar que su capacidad de mentalización le catapulte de nuevo al primer nivel.

Por otra parte, Caisse d’Épargne lleva en su ‘nueve’ un ciclista para el cual la ausencia de Valverde puede ser una de las mayores oportunidades de su vida: el también murciano Luis León Sánchez. Luis León lució el año pasado en esta misma carrera con su victoria en Aurillac, si bien acabó en las catacumbas de la general (59º) al estar centrado en ayudar a Valverde. Esta temporada, por contra, el muleño parece acudir con otros objetivos, reforzado por su excelente victoria en París – Niza: quiere ver hasta dónde puede llegar en la general. No es descabellado pensar en un top10.

La segunda fila del equipo de Unzué está formada por una terna de gregarios de calidad que, con libre albedrío, pueden hacerse con alguna que otra etapa: Luis Pasamontes, Iván Gutiérrez y David Arroyo. Este último, incluso, quizá se plantee buscar un puesto de honor en la general. Tras ellos, otra terna; ésta, de jóvenes de relumbrón.

El primero, José Joaquín Rojas, es un sprinter al cual le falta un salto de calidad que podría encontrar variando el momento en que arranca las volatas. El segundo, el portugués Rui Costa, se ha colado en el ‘nueve’ de improviso y buscará terminar su primera gran ronda con éxito. El tercero, el colombiano Rigoberto Urán, es una de las promesas más firmes del panorama ciclista actual, sin techo en su progresión y que en este Tour podría empezar a apuntar cosas de cara al futuro. Completa el equipoel francés Arnaud Coyot, un magnífico rodador.