¿Serán los equipos españoles comparsas en el Tour?

3 de Julio, Arueda.com

El teatro del Tour 2009 está a punto de estrenarse. Mañana se abrirá el telón en Mónaco, durante estos días hemos hablado del escenario donde tendrá lugar esta obra cuyo guión desconocemos y de los que parecen llamados a actuar en papeles protagonistas. Para el final dejamos a los equipos patrios, a las dos escuadras Pro Tour registradas en España que tomarán la salida en el Tour de Francia. A dos equipos a priori más débiles de lo que deberían…

Tanto Euskaltel como Caisse d’Épargne acuden a Francia con dos bloques algo desangelados. El motivo no es falta de calidad deportiva en ellos, ya que haberla hayla. Son más bien las ausencias de sus respectivos líderes, Samuel Sánchez y Alejandro Valverde, las que quitan ese broche de oro que es necesario en cualquier formación para que sea tenida en cuenta. Son ausencias distintas, la primera por motivos deportivos y la segunda por extradeportivos; su efecto, sin embargo, es muy parecido. Sin ellos, posiblemente, sus equipos se vean obligados a renunciar a los papeles protagonistas y convertirse en meros actores de reparto o, peor aún, figurantes.


Euskaltel, a por etapas y un top 10

Euskaltel – Euskadi presenta en Mónaco un ‘nueve’ relativamente joven en el cual sólo dos de sus componentes llegan a la treintena. Un ‘nueve’ que sin embargo no es inexperto, ya que sólo Alan Pérez no ha debutado aún en la gran ronda francesa. En principio, los objetivos parecen claramente marcados por el director Igor González de Galdeano: conseguir una victoria de etapa mediante fugas y meter a Mikel Astarloza entre los diez primeros.

Esto último no es, ni mucho menos, una opción remota ni peregrina. El corredor de Pasajes ya entró en posición de privilegio en 2007, concretamente en un meritorio noveno lugar. Astarloza es uno de esos deportistas entrañables que suple la calidad con coraje y llega más lejos de lo que sus condiciones, a priori, le augurarían. Junto a él estará mirando de reojo a la general el joven Igor Antón, escalador casi igual de corajudo de Astarloza cuya falta de potencia es en ocasiones un hándicap demasiado pesado. Posiblemente se centre únicamente en buscar triunfos de etapa en los finales en alto.

Aunque, si hablamos de victorias de etapa, la opción número uno de Euskaltel es el prometedorcísimo sprinter Koldo Fernández de Larrea. Koldo llega algo justo a la salida del Tour, después de pasar casi toda la temporada en busca de un pico de forma que le permita ampliar su palmarés del año, reducido a una victoria de etapa en la Vuelta al Algarve. Sin embargo, cuenta con un factor a su favor: pasa mejor la montaña que el resto de los sprinters, incluso recupera mejor los esfuerzos, y por ello la segunda semana puede ser terreno abonado para su lucimiento.

Entre el resto de componentes del equipo, resaltan dos ciclistas que ya saben lo que es destacar en el Tour de Francia: Egoi Martínez, segundo en la etapa de Prato Nevoso’08, y Amets Txurruka, ganador del premio a la combatividad en 2007. Completan la formación vasca los completos Gorka Verdugo y Juanjo Oroz y dos batalladores genuinos como Alan Pérez y Rubén Pérez.


Caisse d’Épargne, a sobrevivir sin Valverde

Hasta el último momento estuvo Eusebio Unzué esperando para contar con Alejandro Valverde para este Tour de Francia. En todo ese tiempo, poco a poco, gota a gota, se fue consumando lo que era un secreto a voces desde que Ettore Torri puso al murciano en su punto de mira: la incursión por territorio italiano de este Tour’09 iba a costar cara al equipo bancario. Valverde, finalmente, no podrá estar presente en el Tour. No ha dado tiempo a que el TAS revoque ó anule la sanción infligida por el CONI.

Unzué intentará sobreponerse a esta circunstancia con un equipo multicéfalo, sin ningún líder teórico y varios hombres con opciones de hacer un puesto entre los diez primeros. Empezando por Óscar Pereiro, que ostenta un Tour (el de 2006) en su palmarés. Un Tour que suena ya lejano, no sólo en el tiempo sino también en las sensaciones: el gallego ya no es el de hace tres años. Su espíritu combativo se ha ido diluyendo a la par que su rendimiento, cada vez más bajo. No es el mismo subiendo, no es el mismo rodando, y en los descensos (su antigua especialidad) seguramente acusará su terrible caída bajando el Col d’Agnello. Sin embargo, nunca podemos descartar que su capacidad de mentalización le catapulte de nuevo al primer nivel.

Por otra parte, Caisse d’Épargne lleva en su ‘nueve’ un ciclista para el cual la ausencia de Valverde puede ser una de las mayores oportunidades de su vida: el también murciano Luis León Sánchez. Luis León lució el año pasado en esta misma carrera con su victoria en Aurillac, si bien acabó en las catacumbas de la general (59º) al estar centrado en ayudar a Valverde. Esta temporada, por contra, el muleño parece acudir con otros objetivos, reforzado por su excelente victoria en París – Niza: quiere ver hasta dónde puede llegar en la general. No es descabellado pensar en un top10.

La segunda fila del equipo de Unzué está formada por una terna de gregarios de calidad que, con libre albedrío, pueden hacerse con alguna que otra etapa: Luis Pasamontes, Iván Gutiérrez y David Arroyo. Este último, incluso, quizá se plantee buscar un puesto de honor en la general. Tras ellos, otra terna; ésta, de jóvenes de relumbrón.

El primero, José Joaquín Rojas, es un sprinter al cual le falta un salto de calidad que podría encontrar variando el momento en que arranca las volatas. El segundo, el portugués Rui Costa, se ha colado en el ‘nueve’ de improviso y buscará terminar su primera gran ronda con éxito. El tercero, el colombiano Rigoberto Urán, es una de las promesas más firmes del panorama ciclista actual, sin techo en su progresión y que en este Tour podría empezar a apuntar cosas de cara al futuro. Completa el equipoel francés Arnaud Coyot, un magnífico rodador.

Caisse d’Épargne: jóvenes contra la crisis (y II)

30 de Noviembre, Arueda.com
El capítulo de fichajes resulta de gran interés para cualquier aficionado al ciclismo. Caisse d’Épargne ha realizado fichajes prácticamente de videojuego: aprovechando su privilegiada posición dentro del ciclismo (estructura asentada en la élite mundial) y una plantilla de garantías (con un líder como Alejandro Valverde y ciclistas como Óscar Pereiro, José Iván Gutiérrez ó Joaquim Rodríguez en la segunda fila, entre otros muchos), también condicionado por aquellas adversas condiciones económicas a las que hacíamos referencia en la primera parte del artículo, Eusebio Unzué ha decidido apostar por hacerse con jovencísimos talentos de sueldo ínfimo y posibilidades infinitas.


Y es que no cabe duda: los cuatro fichajes son auténticos ‘rara avis’ del ciclismo, corredores tan sumamente polivalentes y avasalladores en su categoría que dan lugar a infinitas cábalas y comparaciones elogiosas. Se trata de mirlos blancos, de estrellas en ciernes, corredores con clase, ilusión y una actitud en carrera agresiva y espectacular. Todos con menos de 23 años y poca experiencia en profesionales. Por explotar.

De entre ellos, el más inusual por su procedencia es el costarricense Andrei Amador. Su segundo apellido, Bipkazacova, delata el origen ruso de su madre y añade aún más singularidad a su ADN. Llegó a España un 29 de enero de hace dos años, aunque medio antes estuvo a punto de llegar para enrolarse en el Viña Magna-Cropu continental de aquellos entonces como stagiaire; asuntos de mánager lo impidieron. Sin embargo, finalmente arribó a las filas del equipo amateur navarro Lizarte (filial de facto de Caisse d’Épargne), donde ha competido dos temporadas que sólo se pueden calificar de fascinantes. Ha ganado casi todo lo que ha querido, de todas las maneras. Escalador notable, buen velocista, tiene cierta falta de fondo comprensible por su edad. Si no se tuerce por el camino, llegará a ser un grande, sin duda será el mejor ciclista de la historia de su país.

De Portugal llega la mejor promesa surgida en el país vecino desde que un desconocido mozo de 23 años llamado Sergio Paulinho saltara a la palestra con la plata olímpica en Atenas tras el inconmensurable Bettini. Rui Costa, 22 años, procedente del Benfica, apunta altísimo; lideró durante esta temporada a la selección portuguesa hacia la victoria en la Copa de las Naciones sub 23, con pocos triunfos pero sí con puestos de honor de todo tipo. Aunque si llamó la atención en algún momento puntual, fue con aquel impresionante quinto lugar en la general final de la Clásica de Alcobendas: un corredor tan joven capaz de acabar Navacerrada con los mejores es, sin duda, un corredor especial. Rui Costa lo es, un escalador que pinta como futuro dominador de grandes vueltas, capaz de adaptarse a las clásicas.

De Francia llega el menos resonante de los cuatro refuerzos, Arnold Jeannesson. Se trata de un buen escalador, podio del Tour del Porvenir, que según su propio director de esta temporada en Auber 93 debería haberse quedado uno ó dos años más en el modesto equipo continental francés para acabar de formarse. Sin embargo, no parece que sea demasiado pronto para firmar por un equipo grande como Caisse d’Épargne, que podría darle un calendario más sencillo donde coger experiencia y mejorar,

Por último, llega también el cántabro Ángel Madrazo. Y llega con polémica, agria: desarrolló sus apenas dos años de amateur en el filial del desafortunado equipo Pro Tour Saunier Duval, incluso a finales de la temporada pasada corrió con el ya por aquel entonces denominado Scott-American Beef en calidad de stagiaire… y, ante la fehaciente posibilidad de que la estructura capitaneada por Joxean Fernández Matxin no pudiera salir a las carreteras el próximo año, optó por dejarla (tal vez faltando a su palabra, no está claro) para firmar con Caisse d’Épargne. Esto dio lugar a un cruce de declaraciones en medios especializados como Biciciclismo.com ó Meta2Mil que, sin duda, no lleva a nada bueno.

Ángel ha protagonizado una de las carreras amateur de los últimos años; sirva como muestra su victoria en la quinta etapa del Circuito Montañés, aún sin los veinte años cumplidos, esta misma temporada. En sus carreras profesionales se ha mostrado como un ciclista agresivo, sin complejos, capaz de atacar en cualquier momento echando mano de unas cualidades excelentes rodando y escalando que, sin duda, le pueden convertir en uno de los grandes ciclistas españoles de la década.

Únase estas cuatro joyas en potencia con el ya de por sí interesante grupo de jóvenes que atesora Caisse d’Épargne: el colombiano Rigoberto Urán, el francés Mathieu Perget (este año explotará), los murcianos Rojas y Luis León Sánchez ó el navarro Imanol Erviti parecen ciclistas capaces de conformar la columna vertebral del equipo en un futuro. La misma que ahora mismo forman los ya citados Valverde, Pereiro, Gutiérrez, Rodríguez… más los clásicos Lastras, García Acosta, Arroyo…

Caisse d’Épargne lleva años siendo el mejor equipo ciclista de España, o al menos el segundo tras la desaparecida estructura de la ONCE de Manolo Sáiz. Este mercado de invierno, sus movimientos han ido en la línea de asegurar el futuro ante la imposibilidad de pagar un presente (se habla de que Contador no ha recalado en la escuadra por la imposibilidad de asumir su salario). Y no parece que la jugada vaya a salir mal.

> Primera parte

Caisse d’Épargne: jóvenes contra la crisis (I)

29 de Noviembre, Arueda.com
Económicamente vivimos malos tiempos. Factores muy diversos, que en España orbitan en torno a la burbuja inmobiliaria y a nivel global sobre un liberalismo que se ha confundido con descontrol, han empujado a todo Occidente (Oriente es otra cosa) a una crisis financiera que por global se puede calificar como de grandes proporciones. Y, como en toda crisis financiera, los primeros afectados son los bancos. Problema grave, sobre todo si tu sustento es precisamente un banco. Problema grave se ha encontrado, en efecto, el mánager del equipo Caisse d’Épargne Eusebio Unzué.


El grupo Caisse d’Épargne es una entidad financiera francesa que funciona como una especie de cooperativa, al estilo de la Caja Rural española, aunando a las cajas de ahorro regionales de dieciocho departamentos franceses. Cuenta en su accionariado con otras entidades financieras de sobra conocidas en el ciclismo como Credit Lyonnais (patrocinador del maillot amarillo del Tour de Francia) ó Crédit Agricole (patrocinador del equipo ciclista dirigido por Roger Legeay hasta este mismo año). Posee unos fondos propios de unos 20.000 millones de euros, lo cual dota al grupo de una gran solidez…

… Aún y a pesar de los múltiples desfalcos que han sufrido en los últimos años tanto él como sus asociados. Y es que Caisse d’Épargne sufre precisamente de los mismos problemas que muchas otras financieras de todo el mundo: el hecho de que los bancos posean acciones de otros bancos provoca que los problemas de uno de ellos sacudan al resto, con una especie de efecto dominó.

Así, el caso Societé Genérale de principios de 2008 (4.900 millones de euros desaparecieron del mapa fruto de una pésima gestión) afectó seriamente al grupo que nos ocupa, aunque el golpe de gracia llegara hace poco más de un mes con la pérdida de 600 millones de euros emboscados en las terribles jornadas bursátiles vividas en el mes de Octubre, y que acabaron con la intervención del gobierno de Nicolas Sarkozy para precipitar el cese de la cúpula directiva del banco.

A estas circunstancias empresariales ha tenido Eusebio Unzué que adecuar las deportivas. La economía ha impuesto recortes, y el navarro se ha adaptado a ellas prescindiendo de cuatro corredores consagrados, hechos, que daban resultados, para apostar por jóvenes mirlos blancos, por cuatro menores de 23 años cuyo potencial no tiene techo a la vista.


El capítulo de bajas comienza por Vladimir Karpets, aquel ciclista que fichara cuando el equipo aún se sustentaba en Banesto y que tan buen rendimiento ha dado a lo largo del tiempo a la estructura, a pesar de una cierta indefinición con respecto a cómo aprovechar sus características. Sus resultados esta temporada, sin embargo, no han sido del todo buenos; se respiraba un cierto descontento con respecto a él desde el equipo. Las dos partes han acordado que lo mejor era terminar con un ciclo fructífero para ambas, y Karpets recalará el año que viene en el heredero de la estructura Tinkoff, el reforzadísimo Katusha…

… Equipo multicultural y a priori caótico que también acogerá en su seno a otra baja del equipo Caisse d’Épargne, Joan Horrach. El deianenc (natural de Deià, un pueblo mallorquín) entró en la estructura como parte de la cuota étnica impuesta por el patrocinio de las Islas Baleares en 2004, pero se ganó continuar gracias a sus cualidades. Es un oportunista nato, con buenísimas cualidades para cualquier terreno y capaz de todo cuando tiene el día inspirado. Pesa en su contra el hecho de que sienta poco apego por el deporte de la bicicleta.

El tercer descarte es uno de los hombres más cuestionados de siempre, José Rujano. Clase pura para la escalada aliñada con una actitud que oscila con demasiada frecuencia entre lo bueno y la pura desidia. Después de tres años (Quick Step, Unibet y Caisse d’Épargne) donde su rendimiento apenas se ha correspondido con el de 2005, cuando fuera capaz de ganar la ‘maglia verde’ y acabar tercero en el Giro, sigue encontrando destino gracias a sus condiciones innatas. El año que viene será Flaminia donde evolucione, tras una temporada donde ha completado unos decentes Giro de Italia y Vuelta a Alemania … que sin embargo no llegan a compensar su elevado caché.

Por último, deja Caisse d’Épargne el ex pistard Fabien Patanchon, que no ha cumplido en ningún momento las expectativas creadas: donde se esperaba un corredor nervioso, con un buen tren en llano y capaz de pasar la media montaña, se ha encontrado un corredor débil para afrontar un calendario Pro Tour. Es por ello que se le destinó a una serie de pruebas de menor enjundia donde no ha acabado de mostrar su valor real; entre otras cosas por lo [demasiado] dispersos que han estado sus días de competición. A día de hoy, no tiene equipo para la próxima temporada.

En una próxima entrega, análisis de las altas del equipo Caisse d’Épargne

Valverde acepta el reto del Tour

Caisse d’Épargne, uno de los bloques más potentes del Tour 2008
5 de Julio, Arueda.com
Desde que comenzó su historia como equipo ciclista, el bloque dirigido por José Miguel Echavarrí y Eusebio Unzué se ha caracterizado por preparar con mimo el Tour de Francia. Desde sus albores como Reynolds, tal y como leemos en esta misma web, hasta sus últimos tiempos como Illes Balears y Caisse d’Épargne. Pasando, como no, por su histórica época como Banesto. Tres de los cuatro últimos españoles que subieron a lo más alto del podio en los Campos Elíseos pertenecieron a este equipo: el escalador Perico Delgado, el extraterrestre Miguel Indurain y el combativo Óscar Pereiro.

Esta edición, Caisse d’Épargne presenta un líder sólido para la general. No ha sido fácil dar con un relevo para Indurain, ya que Pereiro no es capaz de ganar el Tour sin necesidad de aliarse con la fortuna, Ángel Casero se quedó en el camino, Francisco Mancebo no ha estado en el equipo con la madurez suficiente como para aspirar a la victoria, Alex Zulle se topó con el incomparable Lance Armstrong… y qué decir de Santi Blanco, al que se encumbró demasiado pronto como futuro maillot amarillo y después fue maltratado por las circunstancias. Ahora llega el turno de un hombre destinado a la victoria (si no aquí, en cualquier lugar) como es Alejandro Valverde.


Y es que tras entrar por la puerta grande en 2005 con su victoria en Courchevel ante Armstrong, tras su desafortunada caída de 2006, tras su gris actuación de 2007 siendo sexto y desanimándose a media carrera… Ahora, en 2008, es la hora de que el tremendo Alejandro Valverde comience a dar realmente el do de pecho en la carrera ciclista por excelencia. Ha realizado una aproximación muy positiva, repitiendo victoria en su monumento predilecto, Lieja-Bastogne-Lieja; y, posteriormente, adjudicándose avasalladoramente la Dauphiné Liberé frente a los que seguramente serán sus rivales en la ‘grande boucle’. Después fue Campeón de España, por lo cual llevará un maillot especial donde la bandera, tristemente, no será la nota predominante.

Cualidades no le faltan; hay quien pone en duda su rendimiento en la tercera semana de las grandes vueltas, hay quien habla de su capacidad real en la alta montaña. Algunas voces, menos numerosas, mencionan un problema de mentalización. Sin embargo, hay motivos para el optimismo. Su gran mejora en contrarreloj es uno de ellos, y queda sobradamente demostrada con una cifra de victorias contra el crono difícil de encontrar, incluso en especialistas: cinco en dos años. Por otro lado está su arrancada brutal cuando la carretera pica hacia arriba, lo cual le puede otorgar victorias en algunos finales con trampa de la primera semana…

A su lado estará Óscar Pereiro, el gran ciclista estigmatizado por su victoria walkowiakana del Tour. Cuando se retire y pase a la historia, no se le recordará por la combatividad mostrada hasta 2005, por haber comenzado su carrera desde cero en Portugal y llegar a lo más alto… Se le recordará porque ganó el Tour 2006, aquel en que una fuga le colocó el maillot amarillo en las espaldas y en el que un positivo le dio la victoria final. Ni siquiera su capacidad de sacrificio por otros compañeros, por sus poco explotadas habilidades como prologuista o por su regularidad en montaña. Será recordado por aquel Tour, triste Tour. Este año, tras la fallida tentativa de podio del año pasado, Pereiro ha despertado del sueño del podio de París y se dedicará en cuerpo y alma a trabajar para Valverde, a ser su gregario de lujo y llegar lo más lejos posible. Será cabo a las órdenes del sargento, y tendrá a su mano a un bloque de gregarios que podemos definir de poderoso.

A su sombra estarán, en la montaña, dos gregarios de calidad y contrastados como el talaverano David Arroyo y el vizcaíno David López. Arroyo llega tras la frustración del Giro de Italia, donde no llegó a tomar la salida tras caerse en los entrenamientos previos; David López, por su parte, llega atesorando actuaciones positivas allá donde se ha presentado.

Acompañarán a este bloque de la montaña tres hombres destacados por su fortaleza, por sus cualidades para el llano que muchas veces transmutan en cualidades para la escalada y las fugas. Se trata del reciente campeón de España contrarreloj Luis León Sánchez, del completo José Iván Gutiérrez y del ilustrísimo veterano Chente García Acosta, que cierra este año su ciclo en el Tour de Francia y en el ciclismo en general.

Completan el equipo dos franceses muy aptos para el trabajo de llano y las fugas, los galos Nicolas Portal y Arnaud Coyot. A pesar de que su sino en el equipo es solventar la cuota étnica procedente de la financiación realizada por el banco francés Caisse d’Épargne, ciertamente su rol puede resultar importante cuando llegue la hora de tirar para un hipotético Valverde vestido de amarillo. Si Sánchez, Gutiérrez y Chente son conocidos por su fortaleza, estos no andan demasiado lejos en ese aspecto.

Aunque se echa en falta algún hombre rápido que entre en los sprints (quizá los franceses pueda responder a esa necesidad en algún momento puntual), no cabe duda de que el Caisse d’Épargne es un bloque fuerte. Un bloque articulado en torno a un líder, Valverde, y a la ambición de cumplir su sueño amarillo.

El dilema de Vladimir

¿Una o tres semanas?
2 de Mayo, Arueda.com
Nació en San Petersburgo hace ya 27 años (28 en Septiembre), y de él se podría decir que es uno de los tres mejores ciclistas rusos del momento. Debutó a profesionales muy pronto, en 1998 y sin siquiera la mayoría de edad, en el Lokosphinx ruso; con ellos comenzó a descubrir el calendario .2, incluidas algunas carreras por España. Tres años después, ya más curtido, dio un salto de categoría y fichó por el conjunto Itera; con ellos descubrió el calendario .1, y en su segundo año en el equipo ya destacó en las carreras ibéricas: segundo en el Trofeo Joaquim Agostinho y en Ordizia, tercero en la Volta ao Alentejo. Las cualidades del joven ciclista ruso no pasaron desapercibidas para el tándem Echavarri – Unzué, y en 2003 comenzó su aventura española.


Su primer año en Ibanesto.com fue de mera adaptación, debutando en el Tour y acabando en el puesto 100. Al segundo, cuando el equipo pasó a llamarse Illes Balears, comenzó a dar resultados. Cayó en su zurrón la Vuelta a La Rioja, siendo que también subió al podio de la Volta a Catalunya (como segundo clasificado tras un intratable Martín Perdiguero) y del Tour de Francia (como mejor joven, tras ser 13º en la general). El antiguo equipo bancario comenzó a darle galones mientras el mundo ciclista se preguntaba hasta dónde podía llegar ese espigado ciclista del Este. Sus 1’90 metros de estatura, se dijo, no eran propios de un vueltómano.

2005 fue el año en que Vladimir fue por primera vez como líder a una gran carrera (séptimo en el Giro, notable tratándose de su debut en la ‘corsa rosa’)… y donde decepcionó por primera vez, cuando solo pudo obtener un mediocre 50º puesto en el Tour de Francia. Karpets, se dijo, no era un ciclista de segundos esfuerzos.

La temporada siguiente, año II del desastroso UCI Pro Tour, Vladimir fue “tapado” a la sombra de Valverde tanto al Tour como a la Vuelta. Mientras en Francia Alejandro abandonaba como fruto de una caída, él alcanzaba de nuevo un resultado mediocre: 30º. Mientras en España Alejandro se dejaba la carrera en el descenso de Monachil, él conseguía un notable octavo puesto. Muy bueno, de nuevo, teniendo en cuenta que era su debut y cada carrera, para tener garantías, hay que conocerla cara a cara y no solo de vista. Pero se le puso un ‘pero’ a su actuación: jamás estuvo con Valverde. O eso se decía. No ayudaba a su compañero cuando más lo necesitaba. Karpets, se dijo, no era un corredor de equipo.

El año pasado, 2007, fue sin duda el mejor año de Karpets en toda su carrera profesional. Su decente actuación en el Tour de Francia (14º) fue de nuevo manchada por la sospecha de su falta de sacrificio por los compañeros. Su buena actuación en la Vuelta (7º), ídem. Pero, en el plano individual, sus logros fueron sin duda alguna magníficos: etapas en la Vuelta a Castilla y León y Volta ao Alentejo, aún estando lejos de su mejor forma; etapa y segundo lugar en la general en la Vuelta a La Rioja; y dos vueltas de una semana de prestigio internacional y pertenecientes al Pro Tour: Volta a Catalunya y Vuelta a Suiza. Acabó el año como décimo mejor ciclista del mundo, según el ránking del Pro Tour.

Ahí, en ese momento, llegó el dilema. Al mismo tiempo que se revelaba como un ciclista inapropiado para ayudar a sus compañeros, Vladimir Karpets se revindicó como un corredor casi ideal para vueltas de una semana. Sus excelentes condiciones como contrarrelojista le conceden una ventaja casi definitiva en rondas de no más de diez días que, sin embargo, se convierte en una ventaja efímera en rondas de tres semanas. Cada etapa de montaña representa tiempo perdido para Karpets casi con la misma precisión que cada etapa contrarreloj representa tiempo ganado. La brillantez con que Vladimir resuelve las carreras de una semana se opaca cuando no son una sino tres las semanas que tienen que afrontar.

Si acude a disputarlo seriamente, el Giro de Italia que comienza el próximo sábado puede ser la prueba definitiva para Vladimir Karpets y su definición como corredor. Un buen resultado avalaría la tesis de que el ruso puede hacerse algún día con el triunfo de una ronda de tres semanas; uno malo sembraría dudas en torno a ello y tal vez le impulsaría a preparar mejor vueltas más cortas como ya hiciera el año pasado. Quizá la ‘corsa rosa’ resuelva la incógnita de si Vladimir Karpets pasará a la historia ciclista como un “minivueltómano” de oro… ó un vueltómano de plata.

Cada día menos español

Caisse d’Épargne renueva (y globaliza) su plantilla de cara a 2008
15 de Diciembre, Arueda.com
El perfume navarro que siempre acompañó a la estructura de José Miguel Echavarri y Eusebio Unzué se va diluyendo poco a poco. La entrada de un patrocinador francés se ha acabado por notar; y si bien no se ha llevado a cabo un cambio radical, sí que cada año se va afrancesando un poco más al equipo. El año que viene habrá cuatro españoles menos que en 2007, y un francés más.


Entrando en el capítulo de bajas, serán en total diez los ciclistas que dejarán al equipo. Marco Fertonani, el escalador que iba a liderar al equipo en algún Giro d’Italia según el staff del equipo, se va por la puerta de atrás por asuntos de dopaje y con pocas perspectivas de encontrar algún lugar donde correr en 2008. Tres franceses volverán al pelotón de su país: el contrarrelojista Florent Brard y el sprinter Sebastien Portal (no confundir con su hermano Nicolas, que sí sigue en el equipo) vestirán el maillot rojo de Cofidis; mientras que el rodador Eric Berthou correrá en Credit Agricole. Ciertamente, ninguno de los tres franceses ni el italiano Fertonani dejan un recuerdo especialmente bueno en el equipo.

Siguiendo con las bajas por países, serán dos los rusos que abandonen el equipo: Alexei Markov y Vladimir Efimkin. Sin embargo, ambos lo hacen de maneras distintas: mientras Efimkin se va seducido por una buena oferta de AG2R tras realizar una excelente Vuelta a España, Alexei Markov deja la compañía de Echavarri y Unzué tras no cumplir las expectativas que levantó tras su excelente 2005 con Milaneza. De momento, no hay un horizonte claro para él con respecto a la continuidad.

Finalmente, serán cinco los españoles que no continúen en Caisse d’Épargne en 2008: Imanol Erviti se va tras un buen año en que llegó a ser líder de la Volta a Cataluña, mientras que Vicente Reynés ficha por el Team High Road (ex T-Mobile) tras un año más o menos gris. Ahora viene la parte trágica: Rubén Plaza y Tino Zaballa se van tras un año imposible y deprimente, vetados por su presunta aparición en los papeles de la Operación Puerto y tratados como auténticos apestados por el resto del mundillo ciclista. Sin embargo, ambos han resuelto su futuro: Plaza irá a Benfica, mientras Zaballa firmó con MSS (ex Milaneza). El otro español que deja el equipo, Aitor Pérez Arrieta, ha sufrido un revés importante toda vez que el equipo con que se había comprometido (Extremadura) no saldrá a las carreteras en 2008. Difícil situación.

Llegando a las altas, destacada la creación de un núcleo sudamericano en el grupo. El venezolano José Rujano, capaz de lo mejor y de lo peor, llega dispuesto a revindicarse como un ciclista capaz de ser quien fue; mientras por otro lado llega el prometedor Rigoberto Urán (Unibet)… y su mánager Marlon Pérez (Universal Caffé), ciclista de medianías cuyo arribo viene de su condición de hombre de confianza de Urán y, por qué no, de Rujano.

Aparte de esto, llegarán cuatro franceses: el curtido Anthony Charteau (Credit Agricole), buen escalador que podría dar un rendimiento aceptable; el gigante clasicómano Arnaud Coyot (Unibet), que aportará solidez en las clásicas del norte; un rocoso y joven clasicómano de 24 años llamado Mathieu Drujon (Auber 93); y, como guinda, el joven proyecto de vueltómano Fabien Patanchon (Française des Jeux), que bien llevado podría dar más de una alegría al tándem navarro. También llega desde Unibet el asturiano Luis Pasamontes, escalador de corto recorrido peleón y sacrificado que aportará una buena dosis de ‘hígados’, equilibrio… e incluso resultados.

Lejos de perder potencial, la plantilla de Caisse d’Épargne ha mejorado con estos cambios. Se han ido ciclistas más o menos asentados que aportaban menos de lo esperado y ha llegado una buena oleada de jóvenes acompañados por expertos… y toda una bomba de relojería como es José Rujano. Pero, un año más, el equipo estará en manos de dos líderes indiscutibles como Óscar Pereiro y Alejandro Valverde (que este año volverá a la Vuelta), bien escoltados por gente como Karpets, Arroyo, Iván Gutiérrez… o el letárgico Luis León Sánchez, a quien ya le llegó la hora de despertar y dar alguna señal de vida a la escuadra navarra; que, aunque cada vez tenga más franceses e incluso tenga licencia de ese país… sigue siendo español. Cada vez menos, pero español.

El Pencas, en la cuerda floja

Uno de los grandes emblemas del Caisse d’Epargné, Pablo Lastras, a punto de ser licenciado por el equipo navarro, a pesar de su palmarés y de haberse adjudicado recientemente una etapa en el Eneco Tour.

Nacido hace 31 años en San Martín de Valdeiglesias, Pablo ‘Pencas’ Lastras puede presumir, al menos, de dos cosas en su carrera deportiva: de tener victorias en las tres grandes vueltas y de ser el segundo ciclista que más años lleva en la estructura Abarca Sports (Banesto, Illes Balears, Caisse d’Epargné) solamente tras el sempiterno Chente García Acosta.

El motivo de que Unzué y Echavarrí confíen así en Pablo es bien claro: a él más que a nadie le hace justicia la expresión “esforzado de la ruta”. Con solo 21 años ya empezó a formar parte de la estructura del equipo, con un contrato de “stagiaire”. Lastras hizo entonces gala de su instinto para la victoria e inauguró su palmarés en octubre, en el tristemente desaparecido Memorial Galera.
Lo que parecía el inicio de una prometedora carrera pudo verse truncado en 1998 por un grave accidente con su mountain bike en invierno. Su cadera sufrió una fractura que le alejó de las carreteras un año entero. Las consecuencias del accidente pudieron ser aún más graves si Pablo no hubiera estado (bien) acompañado por algún que otro ciclista profesional.
En los años siguientes, Pablo volvió a la senda de la victoria. Tres victorias en Portugal en dos años daban fe de su calidad. Incluso un segundo lugar en la última etapa de Dauphiné Liberé. Y ya con 25 años dio el salto definitivo con su victoria de etapa en el Giro. Una escapada numerosa, un final de potencia y táctica, un ataque a tres kilómetros de meta, victoria en Gorizia. El Pencas se daba a conocer a nivel internacional. Ese mismo año, Lastras repitió victoria en el Galera. La confianza de Unzué y Echavarrí en él fue en aumento. Lastras se graduó en la Vuelta a España: dos etapas entraron en su zurrón.
La primera victoria, en Córdoba, fue un paño caliente para su equipo, Ibanesto.com, que vivió en esa misma etapa una crisis tristemente memorable: un abanico dejó cortado a Paco Mancebo. Como no podía ser de otra manera, todos sus compañeros de escuadra se quedaron para ayudarle. Era el líder, claro. Pero Mancebo no estuvo a la altura de la situación, y se bajó de la bici en el momento en que se empezaba a emprender la caza. El cabreo de muchos de sus coequipiers fue notable; Chente García Acosta, capo del equipo, fue uno de los que peor reaccionó. Y no era para menos, la verdad.
La segunda victoria, en Villalba, no fue sino un nuevo refuerzo para la situación del equipo. Nuevo y definitivo; tras él, llegaron dos nuevas victorias para el grupo a cargo de Chente García Acosta y del bejarano Santi Blanco. En la general, el mejor fue Lastras 17º. No cabe duda de que Pablo fue básico para la reconstrucción de la escuadra en esa Vuelta a España.
En 2003, el tándem navarro que gobierna el grupo deportivo más longevo del pelotón español siguió confiando en Lastras, esta vez también para el Tour. Pablo respondió, y junto a Flecha dio dos victorias importantísimas al equipo en Francia. El triunfo de Lastras, en Saint Maixent l’École, no fue tan memorable como el del “arquero”, pero si fue bastante trascendente. Encima de todo, una fuga “bidón” le dio la general de la Vuelta a Burgos, completando así un año para enmarcar.
Al año siguiente empezó la cuesta abajo. Pablo no dio nunca la talla en las clásicas, y esa temporada no fue una excepción. Sin retos reales como escapista (con victorias en las tres grandes, a poco más se puede aspirar), Lastras trató de explotar una hipotética faceta de escalador y vueltómano. No salieron las cosas; ser décimo en la Vuelta a Cataluña y sexto en el Naranco no era suficiente y Pablo lo sabía. Así que al año siguiente volvió a la faceta de hombre-fuga. La etapa reina de la Vuelta a Suiza y una destacadísima Vuelta a España: hasta cinco veces entre los diez primeros de la etapa y vigésimo en la general atestiguaron lo acertado del cambio de mentalidad.
El año pasado, Pablo volvió a centrarse en las clásicas. Elección negativa. No entró ni siquiera entre los quince primeros de ninguna clásica, siendo su mejor puesto un 17º en la Clásica de San Sebastián. Aparte, cuarto en la Clásica de los Puertos y la Copa Japón, resultados que no compensaban su año, un año malo.
Este año, Pablo Lastras no había hecho nada hasta conseguir la victoria en la sexta etapa del Eneco Tour el pasado martes 28 de agosto. No compitió en el Tour; se centró en las nuevamente fallidas clásicas, y no tendrá oportunidad de redimirse en la Vuelta a España. Parece que el afrancesamiento del equipo no puede esperar mucho más y, por lo pronto, ya está nominado para abandonar el Caisse d’Epargnea al año que viene. Él y cuatro más (Markov, Sebastien Portal y los “sospechosos” Rubén Plaza y Tino Zaballa –triste situación–).
Sin embargo, creo que por ser buque insignia, tener sólo 31 años y un palmarés tan importante como el que acabáis de leer, Pablo ‘Pencas’ Lastras se merece una nueva oportunidad. Una oportunidad para volver al Giro, para batallar en la Vuelta, para olvidarse de las clásicas y de las facetas vueltómanas que le han hecho perder hasta tres años de carrera ciclista. De ser, en definitiva, Pablo Lastras, escapista consumado, como ha demostrado recientemente en el Eneco Tour.