Pellejo

“Nada como jugarse el pellejo a lo tonto para darse cuenta de cuánto vale en realidad y de lo asustados que vivimos por peligros que son sólo posibilidades”

Primer bombazo de esta ñusléter de Guangxi: en esta carrera hay público. Bastante más que en cualquier prueba UCI española de categoría .1 o similar. Las inmediaciones de la salida de hoy en Beihai, por ejemplo, estaban razonablemente atestados. El problema es que entre los espectadores y la carrera no sólo están tres filas de vallas que crean dos pasillos: también un cordón de policía y militares para controlarles. El resultado es una separación efectiva de unos diez metros que se carga cualquier atmósfera. Me imagino a un chavalito de Guangxi que esté como yo estuve en su día, enamorado del ciclismo y sin ningún tipo de conocido en el mundillo ni en las autoridades. Yo podía ir a la Clásica de Almería para acercarme a los ciclistas con mi maillot de Kelme y mi libreta de autógrafos. Él no puede.

Tour de Guangxi. Etapa 1. Beihai. Un compañero y yo hemos vivido una tarde de pura vida. Él tenía que entrevistar a un ciclista y yo le he acompañado por circunstancias. Como llegábamos tarde, nos hemos subido a una moto con un payo que nos ha llevado al hotel de los equipos por cinco euros. Finalmente el ciclista no se ha presentado y su jefe de prensa se ha venido con nosotros de cena. Hemos acabado sentados con tres chinas de buen ver en una tasca, bebiendo cervezas mientras ellas aprovechaban para hacerse selfies con nosotros. Me han dicho que hablo muy bien chino, han pagado la cuenta de todos y nos han invitado a desayunar mañana. Menuda decepción cuando se han enterado de que nos marchamos temprano para no volver…

El público chino es eufórico y entusiasta. Se vuelve loco cada vez que percibe un occidental cerca. Yo mismo me habré hecho hoy cerca de una veintena de fotos con chinos. Una chinita que se atrevía a expresarse en inglés me ha agarrado fuerte del pecho y me ha espetado: “You are so hot”. Otra anécdota sobre el público: mientras veía la carrera me ha caído un bidón de Astana. Me he acercado a un niño pequeño para regalárselo, “你喜欢吗?”, y ni corto ni perezoso un cuarentón que estaba a su lado me lo ha arrebatado diciendo “谢谢!”, ‘Gracias’. El pobre chinito se ha quedado compuesto y sin bote. Me he puesto a maldecir al cuarentón en español; él, bobalicón y sonriente, respondía “Hello” a mis improperios.

Hablemos de ciclismo. Ha sido un alegrón ver a Beñat Intxausti de vuelta a la competición. Le he buscado en la salida y hemos estado charlando sobre estas dos temporadas de práctica inactividad por una prolongada mononucleosis. “Algunos días me decía a mí mismo: ‘Ya no puedo más, hasta aquí he llegado’. La impotencia era enorme. Hacía tres días de entrenamiento y al cuarto estaba reventado, así que tenía que para tres o cuatro días. Estar así año y medio pasa factura, sobre todo en lo mental”. Participar en Guangxi es una alegría por poder “estar con los compañeros” y sentirse de nuevo ciclista. Su objetivo es terminar la carrera: sería un éxito después de quince meses sin ponerse un dorsal salvo para la pasada Clásica de San Sebastián, en la cual sólo duró 100 kilómetros. Hoy, etapa llana y sencilla, ha estado trabajando para sus compañeros hasta la segunda y última subida. Ahí se ha quedado vacío. Ha acabado descolgándose a diez kilómetros del final para cruzar la meta en última posición. Quedan cinco etapas más, con el particular hueso de la quinta y sus más de cinco horas de competición.

Mi favorito para el sprint era Max Walscheid y, efectivamente, ha ganado Fernando Gaviria. Es impresionante lo bien que corre Quick Step siempre. Hoy han colocado a Remi Cavagna en la fuga y le han mantenido delante hasta el final (le ha acompañado un rato Jonathan Lastra, por cierto) para no tener que asumir la responsabilidad en el pelotón. Llegada la ‘volata’, el colombiano ha aguardado perfectamente al lanzamiento de Sunweb y, saltando desde la tercera fila, se ha impuesto holgadamente. En rueda de prensa le han preguntado dónde encuentra la motivación para venir a China y seguir ganando a estas alturas de la temporada. “En que, después de esta carrera, me voy a casa”, ha respondido.

En la versión ñusléter tenéis el ‘Bonus Track’, una sección de historias B, rumores y así. Hoy es flojita, la verdad, pero de todas maneras puedes pinchar en este párrafo para leerlo. Si no quieres perderte ningún día esta sección ni el resto de la ñusléter y encima de todo recibirla a las 19:30 (chispa más o menos) cada jornada del Tour de Guangxi, abre el enlace y pincha en ‘Subscribe’ para realizar #LaSuscripsió. Que cuando acabe esta carrera seguirá habiendo ñús, ¿eh? Lo que me queda es decidir el formato…

Algo mejor que leer… Como os ha gustado la ración de contexto chino de ayer, os recomiendo un lugar donde ampliar y actualizar información sobre el apasionante panorama del negocio del deporte en el Gigante Dormido: el China Digest de Mark Dreyer.

Deja un comentario