MPCC: Aplicación práctica

«Partiendo de la base de la confianza y la transparencia, Pro Team Astana halla en el código del MPCC un paso creíble y voluntario hacia la protección y la reinstauración de una imagen positiva y limpia del ciclismo profesional. […] Instamos a la UCI a reconocer al MPCC como un intermediario viable entre equipos, organizadores y federaciones.»

Solicitud de adhesión de Astana al MPCC

Tras el apocalipsis de la USADA, el ciclismo esta viviendo un invierno plagado de mesías de todos los tipos. Los hay escatológicos, como Change Cycling Now; salvadores, como los magnates de la World Cycling Series, de cuyas dobleces daremos debida cuenta estos días; y luego están los redentores del Movimiento Por un Ciclismo Creíble.

Ya explicó Andrés Cánovas las bases del MPCC hace unas semanas. Básicamente: lleva las reglas antidopaje un poco más lejos. Su fortaleza, como puede leerse en el extracto de la solicitud de adhesión de Astana que sirve como inicio a esta pieza, reside en que todos los estamentos del ciclismo lo encumbran como nuevo paradigma ético. Se puede leer como un voto de confianza de quienes quieren creer que esta asociación es buena para impulsar una catarsis; o quizá un acto de hipocresía de los oligarcas más gatopardistas, promotores de la renovación aparente para conservar o aumentar su cuota de poder.

Para esclarecer un poco la realidad de esta asociación, desde Revolutio.es hemos contactado con miembros de los dos colectivos clave en el ascenso y la consolidación del MPCC…

Qué es el MPCC para las carreras

Rubén Peris es la cabeza visible de la Volta a Catalunya, carrera por etapas de cien años de historia y categoría World Tour, y uno de los organizadores más relevantes del panorama mundial, con cargo de vicepresidente en la asociación que los aglutina (Asociación Internacional de Organizadores de Carreras Ciclistas – AIOCC). Como corresponde a su estatus, estuvo presente en la reunión en la cual los promotores de competiciones ciclistas decidieron oficializar que darían prioridad a las escuadras integradas en el MPCC a la hora de configurar la participación de sus carreras.

Respecto de la naturaleza de esta determinación, Peris puntualiza que «no fue un acuerdo, sino una decisión«. «En el caso de los organizadores del World Tour tenemos la obligación de acoger a los 18 equipos de la categoría y, aparte, disponemos de unas cuantas invitaciones a repartir según nuestro criterio. Tras debatirlo en la reunión, decidimos que estas invitaciones fueran a parar a conjuntos del MPCC«. Pero, atención, formar parte de esta asociación no es obligatorio para ser invitado a una competición de primera división: «Por supuesto, aplicar esta decisión corresponde a la voluntad de cada carrera. Es una condición aconsejable, pero no excluyente«.

El motivo de que la asamblea de la AIOCC adoptara esta decisión es sencillo: «Queremos un ciclismo limpio, y el MPCC parece más que dispuesto a instaurarlo«. Sin embargo, constatar que es así, que la sociedad dirigida por Roger Legeay cumple sus intenciones, no será posible de una manera directa. «Las garantías se dan únicamente sobre el papel: las escuadras se acogen al Movimiento y se comprometen a cumplir sus normas«. Pero no hay un mecanismo fedatario establecido.

El logotipo del MPCC

El logotipo del MPCC

Qué es el MPCC para los equipos

«Si no estamos ahí, morimos«, resume Eugenio Goikoetxea, director de Caja Rural, único equipo español que ha solicitado la membresía del Movimiento, preguntado por su motivación para adherirse. «Cabe la posibilidad de que nos quedemos fuera de la Vuelta a España por no formar parte del MPCC, y debemos evitarla a toda costa para asegurarnos la supervivencia del equipo«.

«Pero no nos enseñará nada«, afirma convencido. «Prácticamente cumplimos todos los puntos de sus condiciones desde que salimos a las carreteras. Aunque apenas le damos publicidad, en Caja Rural nos gastamos una pasta en controles antidopaje internos y en fomentar buenas prácticas que, por supuesto, incluyen evitar el uso de productos prohibidos«. Sobre cualquier tipo de control por parte del MPCC respecto del cumplimiento de sus disposiciones dentro del equipo, Goikoetxea dice que «no habrá ninguno concreto, más allá de nuestro compromiso. Sí soy consciente de que han escrutado nuestra plantilla en busca de cualquier sanción no tolerada por sus normas«.

Un punto interesante sobre el MPCC es su financiación. Goikoetxea asevera que «hay que pagar por ser miembro«, pero no logra especificar una cifra. A otros equipos no les han informado directamente del precio, citándoles para la próxima asamblea del Movimiento el próximo 7 de febrero. Sí puede concretar Daniel Loy, gestor del OCBC Singapore Team, uno de los afiliados más modestos y exóticos del Movimiento. Pertenecer al MPCC cuesta 500, 1000 ó 1500 €, en función de si la escuadra es Continental, Profesional o World Tour. «La tasa sirve para adquirir la membresía y costear algunos productos que nos proveen, como pulseras para expresar nuestro compromiso antidopaje«.

Preguntado por la motivación de OCBC Singapore para estar en el MPCC, Loy responde de una manera certera: «Nos beneficiamos de pertenecer a una asociación fuertemente opuesta al dopaje y en la cual los equipos tienen la oportunidad de debatir e intercambiar ideas sobre este deporte«. Quizá esta sea la gran aportación del Movimiento Por un Ciclismo Creíble: puede que sea un espacio para la regeneración, el entendimiento y la discusión sana. Puede que sea bueno para el Ciclismo. Pero está por ver.

Foto: OCBC Singapore

Anuncio publicitario

Agárrame ese Tinkov

Oleg Tinkov es un personaje, en el sentido más amplio de la palabra. Millonario porque, según él, supo crear un imperio de la nada, excorredor y patrocinador del Saxo Bank de Contador a través de su Tinkoff Bank. Está en el ciclismo para distraerse, cumpliendo lo dicho hace cuatro años, cuando dejó su Tinkoff Credit Systems en manos de Igor Makarov, el acaudalado dueño de Itera, para que lo convirtiera en Katusha. Aquella operación no fue un buen trago para el emprendedor ruso: acostumbrado a concluir triunfante de todos sus negocios, en esta ocasión le tocó salir por la puerta de atrás, fastidiado por cuanto dejaba la escuadra bajo la batuta de Andrei Tchmil, con quien no había congeniado durante el medio año que compartieron la capitanía de Tinkoff, y a quien describió, con razón a tenor de los resultados, como «un gran ciclista y un pobre director deportivo«. Se dice en los mentideros que su regreso de la mano de Riis es, más allá de un divertimento, una revancha contra Makarov y los suyos.

Oleg Tinkov junto a Alberto Contador. Foto: Astanafans

Oleg Tinkov junto a Alberto Contador. Foto: Astanafans

Por lo pronto, la segunda aventura ciclista de Tinkov ha encontrado una tremenda dificultad ante sí. Saxo-Tinkoff tiene complicada la licencia WorldTour por cuanto, salvo que la Comisión de Licencias dé una sorpresa en la evaluación de equipos con problemas éticos como Lampre o Astana, se juega la última plaza vacante en la primera división con Argos-Shimano. Y, para más inri, los organizadores de pruebas WorldTour han decidido dar prioridad en las invitaciones a los equipos enrolados en el Movimiento por un Ciclismo Creíble, que no puede admitir a Saxo-Tinkoff por la sanción de dos años que recibió su gran estrella Alberto Contador.

Así las cosas, la presencia del equipo en las grandes carreras, incluyendo las rondas de tres semanas, está peliaguda. Preguntado por el particular en una conferencia de prensa ofrecida para inaugurar una nueva sede de su banco en el centro de Moscú, Tinkov fue lenguaraz y descarado: «Alberto Contador es una superestrella, el mejor ciclista del mundo, y yo no puedo recordar los nombres de quien sea que tenga Argos-Shimano en su plantilla. Francamente, me resulta difícil imaginar un escenario en el que no nos den la licencia«. Tal cual. Las declaraciones, venenosas, hallaron respuesta en un tuit de Marcel Kittel, líder del Argos-Shimano: «¡Olé, Oleg! Bonita entrevista. [sic] Tienes razón: ¿para qué necesita el ciclismo credibilidad y normas?«.

Y aquí es donde encontramos al Tinkov más irreverente y provocador. Ni corto ni perezoso, respondió a Kittel y otros tuiteros que discutían el particular: «¿En serio creéis que mi equipo debería enfrentarse a Argos-Shimano para conseguir una licencia WorldTour?«. Y, de remate, un LOL [Laughing Out Loud, equivalente a ‘Me parto de risa’]. Y no había que rebuscar demasiado para encontrar alguna burrada más en el Twitter de Tinkov. A una aficionada que le preguntaba por noticias sobre el tema de la licencia, le contestó que sólo se las daría a cambio de sexo. A un desagradable ‘fake’ de Cipollini que le comparaba con un teleñeco mal bronceado, le invitó a «chupársela». Incluso tuvo tiempo de una alusión a Tyler Hamilton, que corriera en el primer Tinkoff.

Pero es que Oleg Tinkov es así de bizarro. Y no sólo para el ciclismo. Basta darse una vuelta por sus dos cuentas de Youtube. En la personal se exhiben joyas como el vídeo de arriba, pedaleando en rodillo sobre su Colnago vestido con el maillot de su antiguo equipo y celebrando un triunfo imaginario. Después podemos encontrarle nadando un largo en piscina cubierta o esquiando, una y dos veces. También cuelga ‘sketches’ propios de Muchachada Nui (¡qué pena no entender ruso!) y vídeos haciendo hablar a un colega para gustarse mientras tanto poniendo caras raras. Incluso avergüenza a su colega y también millonario Richard Branson, dueño de Virgin y el antiguo patrocinador del ciclismo australiano a través de Fly V, al que podemos ver bailando rusamente con las risas del propio Tinkov de fondo.

Su segundo canal, BizSekrety, es teóricamente más serio; de hecho, su último capítulo lo es, lamentablemente. Ofrece una serie de vídeos donde Oleg Tinkov y su subalterno Oleg Anisimov se entrevistan con distintas personalidades del mundo de los negocios para extraer sus trucos y secretos. Quizá debería parecerse a La Noche Abierta o El Loco de la Colina, pero termina siendo más similar a Manu a Manu, el programa de Bilbovisión donde a Iban Mayo le quitaron el EPO.

Las entrevistas de BizSekrety se caracterizan por la presencia del alcohol, ya sea materialmente o en espíritu, y porque la gente no cesa de tocarse la nariz en pantalla. Se hacen a personajes muy variopintos y en localizaciones muy distintas. A veces incluyen un ‘bonus track’, al final del vídeo, con Tinkov y Anasimov disertando en entornos extraños: aquí, por ejemplo, hablan subidos a una tortuga [a partir del minuto 40; desde el 42, Anasimov en apuros]. Hay entrevistas donde Tinkov, vestido de blanco impoluto, no logra aguantarse la risa en ningún momento. Otras las inicia de manera inenarrable, como este magnífico «Engelbert… Engelbert… Engelbert… What the fuck«. Una última bizarrada: esta entrevista con un chef, que Tinkov empieza en pose diligente y termina con los ojos cerrados y casi echado sobre la mesa después de pegarse un buen almuerzo y liquidar una botella de vino.

Este es Oleg Tinkov, y hay que quererlo tal y como es. Seguramente termine resultando cargante a lo largo de la temporada, con su excentricidad y su arrogancia. Pero ya tenemos suficientes personajes políticamente correctos en el mundo del ciclismo… Así que mejor que no nos lo agarren ni coarten.