El que la sigue

El otro día hablábamos de un rol clásico de las grandes vueltas, la revelación de la general. Hoy toca otro: el más combativo, el aventurero que se cuela en las escapadas de la primera semana de manera irreflexiva, sacrificando sus fuerzas a cambio del protagonismo, la relevancia y una rentabilidad que cualquier equipo ansía. El mejor en esta faceta está siendo, de momento, Javier Aramendia: cuatro fugas largas, todas premiadas con el dorsal rojo de la Combatividad, y una quinta casi-fuga camino de Valdezcaray, cuando la cabeza de carrera no esperó su persecución. Como ya ha contado su historia Alain Laiseka en Deia, el foco de Revolutio.es se va a dirigir hacia otro esforzado de la ruta especializado durante esta Vuelta en escapadas quiméricas…

El que la sigue la persigue y, al final, la consigue. Javier Chacón (1985, Vélez-Rubio) lleva persiguiéndola muchísimo tiempo. Es una de esas personas que decide ser ciclista muy joven y se pone a competir desde cadete en pos de su sueño. Eso, que en cualquier lugar es digno de admiración, en Almería resulta una proeza, habida cuenta del maldito desierto que es para el ciclismo organizado, pese a que el marco sea inmejorable.

Chacón emigró a Murcia, donde le acogieron técnicos característicos de la región como Paco Moya o José Antonio Ortuño, su «hermano mayor«. Su época como amateur fue notoria, pero demasiado larga: ocho años pasó como aficionado o semiprofesional. Cierto es que no era un ciclista ganador, pero sí que era habitual verle entre los primeros. 2006 fue su año más brillante, con el Campeonato de España CRI sub23 y otras tres victorias en el palmarés y una participación, no demasiado brillante pero valiosa, en el Mundial de Salzburgo. Sin embargo, en sus propias palabras, «aquel invierno no me llamó ni mi padre«.

Y no quedó sino seguir. Persistir. En 2007 probó con el filial amateur Andalucía para después volver junto a Ortuño en el Cafemax – Contentpolis, con quienes ganó varias mangas de la Copa de España en distintas campañas. Tras una de ellas (Pontevedra 2008), un rival quedó tan descontento con su conducta en el esprint que intentó pegarle un bidonazo.

Mientras terminaba sus estudios de Magisterio y preparaba las oposiciones, probó cucharadas de profesionalismo con la Selección Española y la estructura ciclista murciana de Ortuño. Vistiendo los colores del Heraklion Kastro Murcia continental pudo incluso estrenar su palmarés UCI con una etapa en la Vuelta a Venezuela (el comentarista cantaba: «¡viene España!»). En invierno de 2010 se comprometió para continuar su carrera con la secuela de aquella escuadra grecomurciana, el KTM Murcia. A última hora dio marcha atrás y volvió a la estructura Andalucía, buscando «estabilidad«; hizo bien, visto cómo ha evolucionado su carrera y cuál fue el destino de aquel KTM Murcia.

Tras un año acumulando triunfos como amateur, Chacón se ganó sucesivamente un puesto como ‘stagiaire’ en 2011, un contrato profesional para 2012 y defender los colores de la escuadra de Antonio Cabello en esta Vuelta a España. Si bien sus capacidades eran evidentes, lo cierto es que su progresión ha sido notable y le ha llevado incluso a sumar una segunda victoria UCI, con la etapa reina de la Vuelta a Azerbaiyán. Xabier Artetxe, técnico vasco que comenzó a encargarse de su preparación física este año, lo explica: «Lleva toda la vida entrenando por sensaciones. Empezar a hacerlo con método le ha venido muy bien para explotar sus cualidades, que se han incrementado también por la exigencia que supone la primera campaña completa como profesional. Y tiene margen de progresión, porque esta temporada ha tenido varias enfermedades que han interrumpido sus entrenamientos…»

Esta Vuelta a España está siendo su presentación y revindicación ante el gran público. Chacón ha hecho gala de los valores de su equipo, que tan interiorizados tiene: «ser combativos y dejarnos ver«. Ha recogido dos premios de la Combatividad y vestido el maillot de la montaña merced a tres escapadas (una de ellas, Logroño, en solitario). Tres fugas de mérito para un recién llegado en la categoría. «Y ojo«, señala un compañero de equipo, «que Chaki no coge las escapadas por listo, sino por cojones. No es de los que se guarda, realiza un ataque y tiene la suerte de marcharse. Él se marca un día y se mete en el primer corte, en el segundo, en el tercero… Y así hasta que se filtra en la escapada buena«.

Puro mérito para erigirse en miembro de ese honroso encaste de los batalladores, escapistas o barodeurs; herederos de los ‘torerillos’ de Miguel Moreno, esos que saltaban en cada instante buscando un minuto televisivo de oro para sus espónsors. Mérito necesario para espolear a los políticos andaluces a renovar el patrocinio del imprescindible equipo Andalucía. Mérito para reconocer la carrera deportiva de Javier Chacón que, después de tanto seguirla, y perseguirla, al fin lo ha conseguido. Ya es un ciclista con todas las letras.

Foto: Equipo Andalucía

Javier Chacón, en Ciclista y Ciclismo

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