Euskaltel, hacia su cénit

El objetivo de todo plan deportivo que se precie es llegar a lo más alto por unos u otros medio. Igor González de Galdeano trazó, hace ya cinco inviernos, el suyo para Euskaltel. Quería dar un giro copernicano a un equipo acomodado y en cierto modo desordenado cuya posición de élite hacía obviar conductas mejorables entre su plantilla y directores. Igor, con el consentimiento y la colaboración del patrón Miguel Madariaga, decidió convertir la escuadra de Haimar Zubeldia e Iban Mayo en un bloque compacto, constante y ambicioso so pena de dejar marchar a sus más rutilantes estrellas. El proyecto: hacer girar la escuadra en torno al previsible crecimiento de otro ciclista de la casa (Samuel Sánchez) y la labor de formación de una segunda estructura integrada en la Fundación Euskadi como el continental Orbea.
Cinco campañas después, se puede empezar a extraer conclusiones. Y éstas son, ciertamente, halagüeñas tanto en números como en sensaciones. De las 10 victorias con cinco ciclistas diferentes de 2005 se ha pasado a 17 con ocho corredores distintos en 2010, cifras que indican una considerable mejora del bloque. Las sensaciones, por otra parte, son aún más positivas: ya no son el ejército de Pancho Villa. Ahora se observa un trabajo de equipo, una unión, unos líderes humildes y decididos; en definitiva, una escuadra de élite hecha con un presupuesto inferior al de muchas formaciones de su condición.
El momento es, para Euskaltel, óptimo. La temporada que inicia en menos de un mes con el Tour Down Under es la primera de su cénit deportivo. La mayoría de sus elementos cuentan entre 26 y 31 años, el rango de edad de madurez y mayor rendimiento deportivo de un ciclista. A pesar de la importante baja de uno de sus corredores más prometedores (Beñat Intxausti, firmado por Movistar tras una guerra subterrénea entre los dirigentes de Euskaltel y su mánager) y de una baza valiosa (Aitor Galdós, en proceso de fichar por Caja Rural), se mantienen los hombres clave de una escuadra en crecimiento: Samuel Sánchez como líder aspirante al podio del Tour, Mikel Nieve e Igor Antón como bazas para Vuelta y Giro, Egoi Martínez como inconmensurable ‘capitano’ de ruta, Koldo Fernández de Larrea y Pablo Urtasun como esprinters capaces de pescar buenas victorias a lo largo de la campaña. El presente garantizado.
A la sombra de este potente bloque, todo él con tres o más campañas contando la próxima vistiendo de naranja en su haber, crecen los jóvenes talentos garantes del futuro. Proyectos de estrellas rutilantes son Romain Sicard (ex campeón del mundo sub 23), Gorka Izaguirre (ya triunfador en dos ocasiones esta campaña) o Jonathan Castroviejo (acabó entre los veinte primeros en las nueve cronos que disputó este curso). La próxima campaña se unirán a ellos otros dos hombres venidos de Orbea como el Mikel Landa que luciera a gran nivel en el Tour del Porvenir o Ion Izaguirre, hermano de Gorka y presumible rodador de buenas condiciones.
Las perspectivas para el equipo Euskaltel son, pues, muy buenas; con su aumento viene, también, un aumento de exigencia. Bendito problema. El período donde sólo se pedía crecimiento al proyecto de Igor González de Galdeano ha finalizado y ahora es tiempo de rozar el apogeo. 2011 va a ser un año clave para Euskaltel, y quizá también gozoso: el primero del cénit de su proyecto.
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Cinco grandes rodadores de futuro

Lars Boom Ha sido una de las sensaciones de la semana (y de la Vuelta a España) gracias a una fuga antológica camino de Córdoba, en una de esas extrañas donde todos están contentos: Boom por ganar, Xacobeo por auparse al liderato por equipos, los favoritos por haber descansado… incluso Roels, simpático corredor de Milram, por haber destacado. La cuestión es que el joven ciclista de Rabobank fue capaz de dejar con la miel en los labios a sus doce compañeros de escapada mostrándose como el más fuerte en todos los terrenos: subiendo el Alto de San Jerónimo, bajándolo, rodando camino de Córdoba. Sólo el ciclotímico David Herrero estuvo cercano a su rendimiento; si le hubiera cogido rueda desde el principio, posiblemente hubiera llegado a meta con él. Pero no fue así, y Boom pudo culminar con victoria una manera impresionante de presentarse al gran público.

Edvald Boasson Hagen Mientras la Vuelta concentra todos los focos del ciclismo mundial, el deporte de las dos ruedas se sigue desarrollando en otras latitudes. Por ejemplo, en Gran Bretaña. Allí, el Tour of Britain tiene lugar con una participación de menos de cien corredores, más bien pobre para una carrera .1. Pero, si bien falta cantidad de ciclista, no falta calidad. Sólo hay que mirar los tres primeros de la general: el joven americano Chris Sutton (Garmin) es tercero, el increíble EBH es segundo, el recién recuperado Kai Reus (Rabobank) es líder. Cualquiera de los tres podría ser el nombre principal, pero me quedo con EBH por ser absolutamente impresionante en cualquiera de las carreras en que participa. Aquí lleva dos etapas. Sólo tiene un techo: el que él mismo se ponga.

Francesco Gavazzi Ha crecido silenciosamente. Incluso opacado. Delante suya, otros prospectos del ciclismo italiano demostraban más talento para el llano y las clásicas. Mejor dicho, brillaban más. Por ejemplo, el ‘passista’ Francisco Ginanni. O la revelación de las semiclásicas de agosto y septiembre Mauro Santambrogio, compañero de equipo de Gavazzi en Lampre que ha corrido el peligro de estancarse tras pasar a profesionales demasiado pronto. Incluso su casi homónimo Mattia Gavazzi, de Diquigiovanni, le ha dejado en un segundo plano. Sin embargo, en Lampre saben desde hace tiempo que en Franesco tienen un corredor con gran potencial futuro, buen rodador y mejor sprinter. Pero también rodador, una faceta que los velocistas tienden a olvidar y Francesco mostró este fin de semana en el prestigioso GP Nüremberg imponiéndose con una cabalgada en solitario. Él es gran parte del futuro del ciclismo transalpino, el año que viene rondará el top10 de las clásicas con toda seguridad.

Mathieu Ladagnous Tengo cierta fijación por este ciclista. En la misma etapa donde Boom asombró, el de Française des Jeux se filtró en la fuga. Sin éxito ninguno, llegó décimo al ser incapaz de superar San Jerónimo con los mejores. Pero no hay que despreciar para nada su tremenda calidad, limitada en estos días por los 63 días de competición que lleva en las piernas. 63 un número algo excesivo para un joven de 25 años; así funciona Madiot. El año que viene comenzará a disputar de verdad las clásicas, a tenerlas como objetivo prioritario, y entonces se podrá valorar en la medida justa su potencial. Yo, por lo pronto, lo veo superando en palmarés a Fredéric Guesdon. Ampliamente.

Jonathan Castroviejo Después de cuatro extranjeros, el español. Uno de los rodadores más brillantes del pelotón español, llamado a rellenar junto a Luis León Sánchez el hueco de Abraham Olano e Igor González de Galdeano que por las visicitudes de la Operación Puerto no pudieron tomar Rubén Plaza y Manuel Lloret. El vizcaíno ha realizado un año espectacular, con tres victorias en Haut Anjou, L’Isard y, como guinda, en el Tour del Porvenir. Excepcional para un corredor de 22 primaveras. Aún le queda el Mundial para rematar una temporada de ensueño, en espera de dar el salto a Euskaltel en 2010 junto a su compañero en Orbea Romain Sicard, que por cierto se adjudicó brillantemente la general del Tour del Porvenir. De qué puede significar eso intentaré hablar otro día…

Cinco nombres-bielas mientras el Giro gira

Nos empeñamos en decepcionarnos con algo que es, tristemente, el pan de cada día. El ciclista no corre por sensaciones, no corre por espectáculo, no corre por gloria; corre por números. Es lo malo y lo bueno de un ciclismo tecnificado que nunca llegará a ser como la Fórmula 1 (¡Dios nos libre!), pero por otra parte sí va tendiendo a la linealidad. Cosas también de una generación casi perdida, de líderes de paja que pierden la perspectiva del potencial que puedan llevar en sus piernas por el mero hecho de que jamás han experimentado hasta dónde llega realmente. Lo he dicho un par de veces. Creo que es uno de los principales male de los males del ciclismo actual

Sin embargo, mientras todo esto sucede en el Giro, alrededor se suceden competiciones de menor calado. Algunas porque nunca han tenido esa relevancia (Lorena, Japón). Otras porque, triste realité, han caído en un saco de relativa mediocridad gracias a que su alrededor (y no hablo de políticos) no le prestan la menor atención y la ningunean sistemáticamente. El banquete del F.C. Barcelona está suponiendo el hambre de todos los que cohabitan con el club del crit valent, pregúntenle a los deportes de motor por citar un ejemplo. La Volta a Catalunya sufre este problema, epidémico, pero lo peor es que no es capaz de poner antivirales, de venderle a algún periódico la posibilidad de ser ‘diario oficial’. Tampoco son capaces de tener una web moderna. Ni de garantizarse retransmisiones. Como con la crisis, una circunstancia global está excusando la incapacidad de unos poderes locales.


Alejandro Valverde Ha sido el gran protagonista de la Volta a Catalunya. La figura mediática que a cualquier carrera le gustaría tener. El murciano es, tras Alberto Contador, el corredor español más popular del momento. Es un ‘killer’ que gusta, espectacular por su manera de ganar cuando se encuentra en forma y los últimos metros pican hacia arriba. En Catalunya ha mostrado (según las crónicas, que de las etapas prácticamente no hay ni fotos) un estado de forma excepcional: ganó al sprint en la Pobla de Lillet, podría haberse impuesto también en Pal si no hubiese tardado tanto en atacar. De cualquier manera, ha sumado una etapa y una general valiosas para engordar su palmarés y revindicarse ante las cazas de brujas que tanto le hostigan últimamente.

Sergio Pardilla El de Ciudad Real, seguramente, debería estar luchando en el Giro con los grandes y no donde ha estado. En la Vuelta a Japón, defendiendo sus colores de Carmiooro – A Style y haciéndose con la victoria con una superioridad incontestable a pesar de lo movidísima que ha sido la carrera. Hablamos de un ciclismo sin evolucionar que se encuentra ahora mismo en la época pre Merckx: etapas leoninas, diferencias de calidad y preparación abismales entre los mejores y los peores que se traducen en distancias salvajes del primero al último. Allí han ido A-Style y Knauf. Y se han encontrado con el australiano AIS, que se ha llevado cinco de los siete parciales con Leigh Howard y Jack Bobridge, y con los ciclistas orientales dispuestos a reventar la carrera en cada instante. Un verdadero espectáculo, un río revuelto donde ha pescado Sergio Pardilla otro triunfo que debería hacer reflexionar a todos los equipos profesionales españoles que le han dejado escapar.

Rubén Plaza Saltamos a Francia. Allí ha competido el valenciano de Liberty, que se llevó una etapa, la tercera, por delante del a la postre vencedor absoluto Matteo Carrara. Como Pardilla, cada triunfo suyo es un golpe en la frente, pong, para todos aquellos directores españoles que le han dejado escapar y obligado a batirse el cobre vestido del Liberty portugués en el calendario de los países vecinos. Es uno de los tres mejores rodadores del pelotón español, potente y decidido a la hora de demarrar. Se defiende aceptablemente en montaña. Dos victorias este año. Todo eso pesa menos que el estigma de la Operación Puerto, motivo suficiente para dejarle en la estacada. Como a Manuel Lloret. ¡País!

Romain Sicard Cambiamos de nacionalidad del corredor, aunque no del escenario. El vasco-francés de Orbea es la gran sorpresa de la temporada dentro del pelotón nacional. Sus resultados, a los 21 años, son propios de un gran ciclista; la manera de conseguirlos son propios de un superclase. La Subida al Naranco fue asombrosa, llevábamos años sin ver a un corredor ganar escapado desde el primer kilómetro en un grupo pequeño para rematar luego en solitario [Esta semana podemos leer en las crónicas que Julián Sánchez Pimienta (Conténtpolis) hizo algo parecido en la Volta a Catalunya]. Este sábado, en la Ronde de l’Isard, el triunfo llegó con un ataque desde la base en un puerto-Tour como Plateau de Beille. Sencillamente asombroso. Que tenga cuidado Euskaltel, porque quizá se lo quiera llevar algún equipo francés…

Jonathan Castroviejo …Pero aún les quedaría este. Vizcaíno, más rodador que Sicard pero menos escalador; el paso al Pro Tour asegurado para el año que viene. O quién sabe si a mitad de este año. Tiene proyección de auténtico referente desde juveniles, promete grandes cosas para el futuro. En el último mes está luciendo más que nunca, siempre en .2 francesas. En el Tour de Haut Anjou triunfó en una etapa y casi hace lo propio en la contrarreloj. En la Ronde de l’Isard se hizo con el prólogo y rayó a gran nivel en Plateau de Beille mientras su compañero Sicard se exhibía, lo cual le valió el segundo puesto de la general. Pinta para relevo de ‘Bing Gordon‘ Samuel Sánchez («cuando ganas los Juegos Olímpicos, no te dejan olvidarlo») como buque insignia de Euskaltel. Sin embargo, aún le quedan años de camino por andar y años de camino para que le pongan presión encima. Dejémoslo evolucionar tranquilo…