Koldo Fernández de Larrea
¿Serán los equipos españoles comparsas en el Tour?
Tanto Euskaltel como Caisse d’Épargne acuden a Francia con dos bloques algo desangelados. El motivo no es falta de calidad deportiva en ellos, ya que haberla hayla. Son más bien las ausencias de sus respectivos líderes, Samuel Sánchez y Alejandro Valverde, las que quitan ese broche de oro que es necesario en cualquier formación para que sea tenida en cuenta. Son ausencias distintas, la primera por motivos deportivos y la segunda por extradeportivos; su efecto, sin embargo, es muy parecido. Sin ellos, posiblemente, sus equipos se vean obligados a renunciar a los papeles protagonistas y convertirse en meros actores de reparto o, peor aún, figurantes.
Euskaltel, a por etapas y un top 10
Euskaltel – Euskadi presenta en Mónaco un ‘nueve’ relativamente joven en el cual sólo dos de sus componentes llegan a la treintena. Un ‘nueve’ que sin embargo no es inexperto, ya que sólo Alan Pérez no ha debutado aún en la gran ronda francesa. En principio, los objetivos parecen claramente marcados por el director Igor González de Galdeano: conseguir una victoria de etapa mediante fugas y meter a Mikel Astarloza entre los diez primeros.
Esto último no es, ni mucho menos, una opción remota ni peregrina. El corredor de Pasajes ya entró en posición de privilegio en 2007, concretamente en un meritorio noveno lugar. Astarloza es uno de esos deportistas entrañables que suple la calidad con coraje y llega más lejos de lo que sus condiciones, a priori, le augurarían. Junto a él estará mirando de reojo a la general el joven Igor Antón, escalador casi igual de corajudo de Astarloza cuya falta de potencia es en ocasiones un hándicap demasiado pesado. Posiblemente se centre únicamente en buscar triunfos de etapa en los finales en alto.
Aunque, si hablamos de victorias de etapa, la opción número uno de Euskaltel es el prometedorcísimo sprinter Koldo Fernández de Larrea. Koldo llega algo justo a la salida del Tour, después de pasar casi toda la temporada en busca de un pico de forma que le permita ampliar su palmarés del año, reducido a una victoria de etapa en la Vuelta al Algarve. Sin embargo, cuenta con un factor a su favor: pasa mejor la montaña que el resto de los sprinters, incluso recupera mejor los esfuerzos, y por ello la segunda semana puede ser terreno abonado para su lucimiento.
Entre el resto de componentes del equipo, resaltan dos ciclistas que ya saben lo que es destacar en el Tour de Francia: Egoi Martínez, segundo en la etapa de Prato Nevoso’08, y Amets Txurruka, ganador del premio a la combatividad en 2007. Completan la formación vasca los completos Gorka Verdugo y Juanjo Oroz y dos batalladores genuinos como Alan Pérez y Rubén Pérez.
Caisse d’Épargne, a sobrevivir sin Valverde
Hasta el último momento estuvo Eusebio Unzué esperando para contar con Alejandro Valverde para este Tour de Francia. En todo ese tiempo, poco a poco, gota a gota, se fue consumando lo que era un secreto a voces desde que Ettore Torri puso al murciano en su punto de mira: la incursión por territorio italiano de este Tour’09 iba a costar cara al equipo bancario. Valverde, finalmente, no podrá estar presente en el Tour. No ha dado tiempo a que el TAS revoque ó anule la sanción infligida por el CONI.
Unzué intentará sobreponerse a esta circunstancia con un equipo multicéfalo, sin ningún líder teórico y varios hombres con opciones de hacer un puesto entre los diez primeros. Empezando por Óscar Pereiro, que ostenta un Tour (el de 2006) en su palmarés. Un Tour que suena ya lejano, no sólo en el tiempo sino también en las sensaciones: el gallego ya no es el de hace tres años. Su espíritu combativo se ha ido diluyendo a la par que su rendimiento, cada vez más bajo. No es el mismo subiendo, no es el mismo rodando, y en los descensos (su antigua especialidad) seguramente acusará su terrible caída bajando el Col d’Agnello. Sin embargo, nunca podemos descartar que su capacidad de mentalización le catapulte de nuevo al primer nivel.
Por otra parte, Caisse d’Épargne lleva en su ‘nueve’ un ciclista para el cual la ausencia de Valverde puede ser una de las mayores oportunidades de su vida: el también murciano Luis León Sánchez. Luis León lució el año pasado en esta misma carrera con su victoria en Aurillac, si bien acabó en las catacumbas de la general (59º) al estar centrado en ayudar a Valverde. Esta temporada, por contra, el muleño parece acudir con otros objetivos, reforzado por su excelente victoria en París – Niza: quiere ver hasta dónde puede llegar en la general. No es descabellado pensar en un top10.
La segunda fila del equipo de Unzué está formada por una terna de gregarios de calidad que, con libre albedrío, pueden hacerse con alguna que otra etapa: Luis Pasamontes, Iván Gutiérrez y David Arroyo. Este último, incluso, quizá se plantee buscar un puesto de honor en la general. Tras ellos, otra terna; ésta, de jóvenes de relumbrón.
El primero, José Joaquín Rojas, es un sprinter al cual le falta un salto de calidad que podría encontrar variando el momento en que arranca las volatas. El segundo, el portugués Rui Costa, se ha colado en el ‘nueve’ de improviso y buscará terminar su primera gran ronda con éxito. El tercero, el colombiano Rigoberto Urán, es una de las promesas más firmes del panorama ciclista actual, sin techo en su progresión y que en este Tour podría empezar a apuntar cosas de cara al futuro. Completa el equipoel francés Arnaud Coyot, un magnífico rodador.
Euskaltel: Cuando todos reman en la misma dirección
No sólo ha sido un cambio de métodos preparatorios, que también, sino una permuta de actitudes. En el primer campo, se han racionalizado los calendarios: el ciclista corre pruebas que se adaptan a sus características, perdiéndose un poco el dogma de que “compiten los que más en forma estén”, algo que mermaba al esforzado de la ruta que perdía chispa e incluso motivación. En el segundo apartado, Igor Galdeano impuso un orden en el barco de Euskaltel. Aquello que era el ejército de Pancho Villa según algunos cronistas, aquello donde no se observaba trabajo de equipo, se arregló en base a una filosofía de cerrar filas en torno a un objetivo requiera lo que requiriese el mismo.
Se cumplen ya cuatro años desde que Igor tomara el mando del barco, se nota en la carretera aunque los resultados no acaben de dar la razón. Para el recuerdo queda aquel magnífico Tour’07, o esta última Vuelta a España donde Igor Antón fue llevado en volandas por sus compañeros (aspirando a todo) hasta que una caída desbarató las ambiciones de un equipo, de unos corredores que reconocían en la prensa estar huérfanos sin un objetivo, lejos de encerrarse en aquel conformismo y casi egoísmo pretérito.
Esa línea, ese barco donde todos reman en la misma dirección, se intentará seguir este año. Para ello, se ha prescindido de seis hombres que seguramente no han rendido lo esperado. Beñat Albizuri (lanzador aceptable al que tal vez le faltó motor para correr en Euskaltel), Lander Aperribay, Jon Bru (buen ciclista que no se encontró cómodo en un equipo grande), y Antxón Luengo dejan Euskaltel camino del retiro profesional. Dioni Galparsoro, ciclista de gran calidad pero poca cabeza, ficha por Conténtpolis-Ampo, donde demostrará ser muy válido para el ciclismo una vez se encuentre en un entorno de menor presión y junto a uno de sus mentores, Óscar Guerrero.
Capítulo aparte merece la baja de Haimar Zubeldia, posiblemente una representación viva del antiguo carácter imperante en el equipo. Ha vivido un tanto acomodado, sabiéndose líder indiscutible en aquellas carreras que tomase por objetivos; no ha sacado provecho de su clase, que si bien no es fabulosa sí es suficiente para entrar entre los cinco primeros de Tour o Vuelta. Emigra al Astaná de Contador, donde deberá plegarse ante otros ciclistas mejores que él y trabajar, asumiendo un rol que lleva mucho tiempo sin desempeñar y al que tal vez le cueste adaptarse.
En cuanto a las altas, serán tres incorporaciones hechas con lógica. Suben dos corredores del filial continental de Euskaltel, ese prolífico Orbea que se gana con sus frutos la continuidad en las carreteras y ratifica el acierto de la Fundación Euskadi de disponer un equipo puente donde pulir las joyas de la cantera vasca antes de dar el gran salto al Pro Tour.
El primero de estos dos promocionados de Orbea es Mikel Nieve, que casi desde Junio ya se sabía ascendido y ha seguido rindiendo a buen nivel. El navarro es un todoterreno, rodador aceptable que encuentra su mejor hábitat cuando la carretera pica hacia arriba y que tiene en la punta de velocidad su principal defecto. A sus 24 años tiene mucho margen de progresión, pudiendo llegar a ser un ciclista bastante importante en un futuro. Por el momento, esta temporada ha demostrado sus cualidades con puestos destacables para un neo en carreras como la Klásika Primavera (12º), GP Miguel Indurain (14º), Euskal Bizikleta (12º) ó Vuelta a Madrid (14º)
El segundo, llegado al equipo naranja a mediados de octubre para cumplir la normativa UCI que establece el mínimo de corredores por equipo Pro Tour en 23, es el alavés Sergio De Lis. Se trata de un rodador potente, buen pistard en su día, que da lo mejor de sí mismo en las contrarrelojes, con lo que cubre un perfil poco habitual en Euskaltel. Con Orbea, y a sus 22 años, ha sido líder dos etapas en el Circuito Montañés (para algunos expertos, la mejor prueba amateur de España).
El otro fichaje es el navarro Pablo Urtasun, que debutara en profesionales de mano de Óscar Guerrero en el desaparecido Kaiku y que estas dos últimas temporadas corriera en el Liberty portugués. Urtasun es un sprinter potente, algo brusco y reciclado en los últimos tiempos al rol de lanzador de dos velocistas de mayor cartel: el ídolo portugués Cándido Barbosa y el emergente Manuel Cardoso. Su cometido en Euskaltel será precisamente el de lanzador de Koldo Fernández de Larrea. A buen seguro realizará una labor más que digna.
Merece la pena partir de estas últimas altas para comentar la que puede ser dirección deportiva que tome Euskaltel la temporada que viene. Se ha reforzado el último punto débil del equipo, los rodadores; se ha rodeado al ‘pichichi’ del equipo, Koldo Fernández de Larrea (seis de las ocho victorias del año pasado corrieron a su cargo), un hombre al que sólo le faltaba un coequipier de garantías para poder dar el gran salto de calidad y enfrentarse a los mejores sprinters del mundo en igualdad de condiciones. Aparte, es presumible que el equipo girará en torno a un Samuel Sánchez que preparará con mimo las clásicas de primavera y la Vuelta a España, donde irá a por la victoria final. Para el Tour, serán Mikel Astarloza e Igor Antón quienes llevarán los galones.
Por otra parte, es de esperar que ciertos hombres del equipo den un paso al frente e incluso estrenen su palmarés. El potentísimo Markel Irízar, que rozara la victoria en el prólogo de la París-Niza, y su compañero de hornada Gorka Verdugo, no deberían resignarse a ser meros hombres de equipo y podrían jugar sus propias bazas en algunas pruebas menores. Combativos como Alan y Rubén Pérez son candidatos claros a la victoria en escapadas que lleguen a meta, dado que han adquirido la experiencia suficiente como para poder rematar sus cabalgadas con éxito. Por último, es exigible un mayor rendimiento de Iñigo Landaluze, completísimo aunque algo gris este año; y de Iván Velasco, que puede ser un corredor importante para el futuro si pierde el miedo a dejarse ver en cabeza.
No faltan mimbres en Euskaltel para hacer una buena temporada 2009. Es indudable que un equipo con un mercado tan limitado jamás podrá competir con las mejores estructuras del mundo en verdadera igualdad de condiciones. Sin embargo, sí que se pueden mejorar los resultados que se vienen cosechando de un tiempo a esta parte, algo pobres si comparamos los datos con los de otras escuadras Pro Tour. Y para esto hace falta tener un objetivo claro y, entonces…. unir fuerzas para conseguirlo. Remar todos juntos hacia el mismo horizonte.
Una Vuelta diferente (II)
29 de Agosto, Arueda.com
Hace unos días ya comentábamos que esta edición de la Vuelta a España iba a ser diferente con respecto a las demás. El recorrido iba a ser diferente, el entorno también. Y la participación, donde las ausencias y las presencias están sujetas al de propietario de la carrera, no iba a ser menos dada la entrada en el accionariado (en la práctica, un cambio de propietario) de ASO, sociedad gestora del Tour de Francia y otros grandes eventos deportivos.
Un total de 19 equipos y 171 ciclistas tomarán la salida hoy en Granada, con la pírrica cifra de sólo cuatro españoles de los siete posibles. ¿El motivo de estas ausencias? Diverso. El caso más obvio es el de Scott, antiguo Saunier Duval, que sufrió un verdadero escándalo precisamente en el Tour de Francia que les dio la puntilla. Su imagen estaba deteriorada ante los mandatarios de ASO (posiciones cercanas a la UCI en la Guerra del Ciclismo y otros asuntos provocaban esta circunstancia), y el positivo de Riccardo Ricco’ no hizo más que dar a ASO la coartada perfecta para apartarles de la competición.
Una decisión, discutible, a la cual dio pie Saunier Duval cuando renunció a su invitación a la carrera. Fue una manera de intentar salir airosos, de no ser tachados de la lista sino autodescartarse. En el momento en que la empresa americana Scott decidió respaldar a la estructura en esta difícil situación se intentó dar marcha atrás, pero los organizadores de la Vuelta no quisieron deshacer lo que, satisfactoriamente para ellos, se había hecho. Se ha conocido esta tarde que Joxean Fernández Matxin y Mauro Gianetti (la cara del equipo para el público y la cara del equipo para lo privado, respectivamente) anduvieron pleiteando buscando su readmisión en la gran ronda española, basándose en el derecho a participar implícito en pertenecer al UCI Pro Tour y en haber ostentado una plaza para participar. Finalmente, han acabado condenados a pagar los costes que generaron a ambas partes (equipo y organización) el proceso.
La falta de los otros dos equipos españoles parece algo más lógica. Ambos han padecido problemas económicos diversos a la hora de poner a funcionar la maquinaria del equipo. Mientras Conténtoplis-Murcia (inicialmente Grupo Nicolás Mateos-Murcia) echó mano del dinero público a través de la ciudad digital financiada por el gobierno autónomo Conténtpolis, Extremadura tuvo que solventar la falta de un patrocinador secundario (a priori Grupo Alfonso Gallardo) a través de una “cooperativa ciclista”; o, lo que es lo mismo, la renuncia de una parte del sueldo por parte de los corredores para poder sostener la estructura con un único patrocinador.
Sin embargo, si bien en el caso de Extremadura la no invitación parece algo más justificada tanto a nivel deportivo (ni una sola victoria en todo el año) como a nivel de organización (el modelo de gestión económico es un tanto desquiciado), el caso del Conténtpolis es un poco menos comprensible. Su presupuesto está más que justificado, aunque lo haya estado tarde, y su nivel deportivo es más que digno: no en vano es el primero de los equipos de segunda división españoles según el ránking UCI.
Sí estarán en la Vuelta los otros dos equipos Profesionales, de segunda división, españoles. Xacobeo – Galicia (nuevo nombre del Karpin – Galicia tras la “huida” a Rusia del antiguo patrocinador principal) presenta un nueve de buen nivel, con varios ciclistas que aportarán clase y otros que traerán arrojo. Así, por un lado Gustavo César, Carlos Castaño, Eduard Vorganov y David Herrero intentarán dar destellos que se recompensen mediante triunfos. Y, por el otro, Serafín Martínez (protagonista en las primeras etapas del año pasado), Gustavo Domínguez, David García Dapena e Iban Mayoz mostrarán su pundonor en fugas y poniéndose al servicio de los ‘clase’ cuando sea necesario. Caso aparte es el de Ezequiel Mosquera, mezcla de actitud y aptitud y quinto en la general el año pasado, y que tendrá la misión de dejarse ver en la montaña haciendo valer su regularidad.
Del otro profesional español, Andalucía – Cajasur, no se puede hablar tan bien. Se quedan fuera del ‘nueve’ sus dos teóricos líderes, Fran Ventoso y José Antonio Redondo, y queda así el equipo algo huérfano de calidad. Solamente Javier Moreno parece tener esa magia de hacer parecer fácil la tremenda dificultad de dar pedales; los otros ocho corredores no la tienen, pero sin embargo presentan una fiereza digna de elogio. José Antonio y José Luis Carrasco, Juan José Estrada, José Antonio López Gil, Francisco José Martínez, Manuel Ortega, Jesús Rosendo y José Ruiz tratarán de no dejar que ninguna fuga quede sin representación del conjunto dirigido por Paco Cabello y Juan Martínez Oliver.
Con respecto a los dos Pro Tour nacionales participantes, la calidad de sus equipos está fuera de dudas. Caisse d’Épargne trae al ciclista más completo del panorama nacional, Alejandro Valverde, con el teórico objetivo de ganar etapas y preparar al Mundial. Tras él, a su sombra y luchando por su trono de líder para la general, habrá tres escaladores de postín: David Arroyo (reciente ganador de la Subida a Urkiola), Dani Moreno y Joaquim Rodríguez. Junto a ellos, tres solventes gregarios para el terreno escarpado como Xabi Zandio, Luis Pasamontes y Alberto Losada; y dos para el llano, el tafallés Txente García Acosta y su heredero, Imanol Erviti.
Por su parte, Euskaltel-Euskadi competirá con un equipo articulado en torno a un líder que ilusiona y no siembra dudas como es Igor Antón; el escalador de Galdakao está ante su gran ocasión, ante la encrucijada de dilucidad si está hecho para las generales o para los triunfos parciales. A su servicio, tres brillantes y valientes escaladores como Amets Txurruka, Mikel Astarloza y Egoi Martínez. No menos valientes y curtidos en fugas son Alan Pérez, Rubén Pérez e Iñigo Landaluze, los tres capaces de dar la sorpresa en cualquier etapa con ciertas dificultades y una fuga larga. Mención aparte merecen el escalador Iván Velasco, muy regular y capacitado para ser brillante en cuanto se plantee pasar al ataque; y el sprinter Koldo Fernández de Larrea, autor de cuatro de las siete victorias del equipo y al que una victoria en la gran ronda española puede consagrar definitivamente.
"Debo consolidarme entre los sprinters"
Entrevista a Koldo Fernández de Larrea
7 de Marzo, Arueda.com
A sus 26 años, el ciclista de Euskaltel – Euskadi ya está considerado como uno de los mejores sprinters de España. Vitoriano de nacimiento, se presentó al gran público con un excepcional Giro en 2006, donde solamente una caída en la séptima etapa le apartó del lucimiento individual en las volatas. El año pasado realizó también buenas actuaciones en el Giro de Italia y la Vuelta a España; pero sobre todo se adjudicó una victoria de campanillas en la última etapa de Tirreno – Adriático. Este año repite calendario en el que es su quinto año como profesional.
¿Cómo recuerdas tu primer Giro de Italia?
De mi primer Giro pues tengo buenos y malos recuerdos. Hay una parte buena en la que estuve luchando con McEwen y muchos de los mejores sprinters del mundo. Pero hay otra parte mala, ya que en la séptima etapa me pegué un buen leñazo al caer por un barranco. Tengo esos dos recuerdos del Giro.
Desde la distancia, ¿cómo ves tu victoria en Tirreno – Adriático?
Bueno, yo creo que la primera victoria como profesional siempre es especial. Desde luego que te cambia un poco la mentalidad, ves que puedes estar con los mejores. Personalmente, yo tenía muchas ganas de conseguirla y fue un paso adelante
¿Cómo cambió Euskaltel con el relevo de Julián Gorospe a Igor González de Galdeano?
Han sido diferentes. Igor conoce un ciclismo más moderno, estuvo con Manolo [Sáiz] y además es un hombre más joven que conoce mejor los adelantos. Julián también tenía sus cosas buenas, era de otra época… Como en todos los equipos, a veces hay cambios y todos tienen sus cosas buenas y malas.
¿Te atraen las clásicas?
Sí, sobre todo la París-Roubaix. La he corrido ya dos años y esta temporada vuelvo a ir
¿Dónde ves tu techo?
[Duda] No sé. Yo creo que debo consolidarme entre los sprinters y estaría bien conseguir unas cuantas victorias al año
¿Cuáles son tus objetivos para este 2008?
Rendir bien en el Giro, mi principal objetivo, y después la Vuelta a España.