Las polémicas en torno a GreenEdge

Durante la conversación telefónica con Neil Stephens que dio como resultado el reportaje ‘GreenEdge: desvelamos el secreto mejor guardado del ciclismo australiano‘ se tocaron temas un poco más controvertidos que no se incluyeron en el citado texto para no hacerlo excesivamente largo. Sin embargo, resulta de interés detenerse en ellos para completar el retrato del deslumbrante proyecto australiano.
El primero de ellos fue la posible relación entre GreenEdge y el no-nato Pegasus Sports de Chris White. Como ya se informó aquí, se hablaba de una mala relación entre Pegasus y las altas esferas del mundo de las dos ruedas en las antípodas, lo cual incluiría a Cycling Australia. Además, hubo suspicacias con el hecho de que la bicicletera Scott, en principio espónsor de Pegasus, se uniera a GreenEdge una vez finalizado dicho proyecto.
Cuestionado por estos hechos y por la posibilidad de que Pegasus hubiera sido torpedeado por Cycling Australia para favorecer los intereses de GreenEdge, Stephens respondió con un explícito “de ninguna manera. De hecho, la federación ofreció ayuda a Chris White para sacar adelante el equipo, pero éste la rechazó. Después, cuando sus apoyos económicos les abandonaron, vinieron a solicitarla de nuevo. Pero entonces GreenEdge ya era una realidad y estaba incluso mejor fundado que Pegasus, por lo cual rechazamos una posible colaboración”. Respecto de Scott, Stephens explicó que los directivos de la compañía “son buena gente: apoyaron a Pegasus para intentar formar un ProTeam en Australia y, cuando vieron que éste no salía adelante, se aproximaron a GreenEdge”. Y puntualiza: “nosotros no quisimos acercarnos de inicio a Scott, precisamente, para evitar que los componentesde Pegasus se sintieran agraviados”.
El otro asunto polémico tratado durante la conversación fue el despido de Matthew White del conjunto Garmin – Cervélo de Jonathan Vaughters. El técnico australiano, ex corredor del US Postal de Lance Armstrong, estuvo enrolado varios años en la escuadra radicada en Girona y vio rescindido su contrato con ésta en enero de 2011 por haber recomendado al Trent Lowe asistir a la clínica del doctor Luis García del Moral, algo que iba en contra de las políticas internas del equipo. Los rumores arreciaron en torno a una posible relación del despido con el presunto papel que White tomaría en GreenEdge en 2012, lo cual podría haber resultado en un conflicto de intereses. Vaughters negó en repetidas ocasiones esta hipótesis, en público y en privado; White, por su parte, guardó silencio y asumió el cargo de coordinador en Cycling Australia.
Sobre este asunto, Stephens opina que “Vaughters debería haber mantenido a White en el cargo. Al fin y al cabo, Matthew tiene mucha culpa del actual potencial deportivo de Garmin-Cervélo. Hubo un mal entendimiento entre ambos y Matthew salió demasiado pronto del equipo”. Y añade un dato poco conocido: “Cycling Australia abrió un expediente e investigó en torno al despido de White; la conclusión fue que los motivos de éste fueron incorrectos”. Preguntado por la relación de Matthew White con el cuerpo técnico de GreenEdge, Stephens admitió que estaba “pidiendo consejo” al ex director de Garmin, pero “en calidad de amigo”. “Quizá en un futuro pueda unirse al proyecto, pero es algo que aún no está claro”.
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¿Será humo? Sobre Pegasus Sports

El misterio tiene visos de acabar en tragedia. Pegasus Sport, el megalómano proyecto anunciado por el joven emprendedor australiano Chris White, podría resultar un cadáver antes incluso de ser una realidad. Meses de incertidumbre componen hasta ahora la historia de una súper estructura nacida sobre la base del modesto Fly V Australia y observada con escepticismo en todo momento por quienes más saben de las tramoyas del ciclismo. La inexistencia de un anuncio oficial en torno al capital del equipo suscitaba dudas; la negación sistemática de la UCI a conceder a la formación australiana una licencia para competir, primero ProTour y luego profesional, empieza a generar certezas.

En principio, la jugada de crear prácticamente de cero una escuadra de primerísimo nivel parecía complicada pero posible dado el precedente sentado por Sky el pasado invierno, un soplo de aire optimista para que Pegasus comenzara a batir sus alas. Las diferencias, sin embargo, eran y son sustanciales. No era comparable la solvencia de un técnico como Dave Brailsford con la de Chris White. Brailsford es un técnico de reconocido prestigio, extravagante pero respetado por los enormes resultados conseguidos en los velódromos con la selección británica bajo su tutela. White, en cambio, sólo era un economista metido a mánager gracias a su vasta formación y sus contactos en diversos estamentos del ciclismo australiano: contactos no muy positivos en algunos casos, ya que su relación con los altos estamentos del deporte de las dos ruedas en Australia es tan mala que Pegasus, de salir a las carreteras, no contaría a priori con una invitación para tomar parte en el Tour Down Under… Aparte de esto, White no tiene apenas experiencia en la élite aparte de su trabajo en la auditoria suiza Ernst & Young, socia de la UCI para escrutar los papeles presentados por los equipos ciclistas para aspirar a licencias para competir en el alto nivel.
Eso en el plano administrativo. Estructuralmente, Pegasus Sports era aún más imponente que Sky: aspiraba a repartir su presupuesto entre hasta cuatro escuadras: la de élite mundial, una continental en Estados Unidos y otra sub 23 en Australia eran seguras, mientras existían rumores que apuntaban a la formación de un equipo femenino. A todas luces demasiado para un proyecto totalmente nuevo.
El plano económico era el gran problema y, también, la diferencia clave. Mientras Sky tenía detrás un gigante de las telecomunicaciones que garantizaba sus aproximadamente nueve millones de euros de presupuesto, Pegasus decía contar con catorce ‘kilos’ pero no especificaba (ni ha especificado hasta ahora) de dónde saldrían. De hecho, a Pegasus hasta ahora sólo se le conocen dos espónsor: Scott para bicicletas y cascos, Vittoria para ruedas. En teoría, el gran interrogante económico hallaría solución durante el pasado Mundial de Geelong, pero pasó la cita y siguió habiendo silencio respecto al patrocinador de la estructura. Los rumores apuntaban a Gilette como factótum y mecenas de Chris White y los suyos; ahora toma cuerpo la hipótesis de que dicha marca se arrepintió de su inversión cuando estalló el caso Contador…
Sabido esto, sólo queda hablar del plano deportivo, del personal, de los posibles damnificados de un Pegasus nonato. Veintidós corredores de cierto nivel, ninguno de la calidad del Fabian Cancellara por quien suspiraba públicamente Chris White, quizá insuficientes para un calendario ProTour pero sí adecuados para carreras de segundo nivel y apariciones esporádicas en pruebas como Gante-Wegelvem ó Tirreno-Adriático como las que transmitía, optimista, el ciclista americano Phil Zajicek en VeloNews. Como líder, el veterano esprinter Robbie McEwen; a su vera, hombres rápidos como Daril Impey, Robert Hunter o Luke Roberts, sumados a vueltómanos como Jacek Morajko o Thomas Rohregger y rodadores de la categoría de Bobbie Traksel o Svein Tuft. Ciclistas, en definitiva, de caché medio pero con capacidad de rayar a buen nivel en la élite… que ahora están tocando a la puerta de otros equipos una vez Pegasus Sports no parece en disposición de superar el último examen de la Comisión de Licencias pasado mañana, miércoles 15 de Diciembre, para adquirir una plaza en la categoría profesional. El aire limpio y transparente que debería ayudar a volar a Pegasus empieza a tomar el tono sucio y oscuro del humo…
Foto: Road Magazine

Actualización [13:40] Esta madrugada, el equipo Pegasus Sports ha confirmado en un comunicado que su espónsor dio la espantada, poniendo en riesgo la supervivencia de la estructura. Sin embargo, no todo está perdido. Chris White y compañía siguen buscando a marchas forzadas un espónsor que les permita salir a las carreteras en 2011, ya sea como profesionales o como continentales.
Por otra parte, hay una pequeña confusión en el artículo. Se apunta, tomando como fuente el Meta2Mil número 1168, a la marca Gilette como posible patrocinadora de la escuadra. Pero, según VeloNation, no es Gilette sino el magnate de las telecomunicaciones George N. Gillet Jr (antiguo dueño del Liverpool F.C.) quien podría haber estado detrás del equipo. ¡Disculpas!